Jean (Mi primer amor)

Me enamoro del padre de mi mejor amigo desde el deseo sexual adolescente .
Cuando niño, me gustaba todo lo que tenía que ver con los power Rangers, corría, saltaba y gritaba a todas horas. Me encantaba la idea de permanecer a un grupo en el que todo miembro es importante. Vagamente también recuerdo que por aquella época un grupo de compañeritos nos escabulliamos detrás de los baños de la escuela para mostrar nuestras cositas, éramos tan ingenuos, pero algo en mi me hacía querer ver más de la cuenta y poco a poco se fue desarrollando en mí unas ansias por ver el pene de todos aquellos que me atraían, recuerdo bien que una de las primeras personas fue el papá de un amigo, se llamaba Jean. Era el típico empresario del que no sabes en qué trabaja, podria ser agente de vienes raíces, abogado o contador, no lo sabía. Pero de lo que estaba seguro es que siempre se le marcaba un gran bulto. Uri, su hijo era de los niños que la tenian más grande así que desde que lo conocí fantaseaba con ver a Jean desnudo y tomar esa gran verga en mis manos. Naturalmente en ese tiempo yo no sabría que hacer con ella pero supongo que simplemente me dejaria llevar. Durante ese año me dedique a saciar mis fantacias con los niños mas grandes, en los baños del colegio, el mingitorio era compartido y era fácil voltear a los lados para ver a los niños de grados más altos sacarse el asunto y orinar. Ví de todo, pequeños, grandes, cabezones. Siempre lo hice discretamente pero a veces olvidaba que no debía hacerlo al quedarme embobado viendo alguno, verlos mientras sacaba el mío me erizaba la piel, pero el escalofrío que recorría mi cuerpo era placentero, muy diferente al que tiene uno al sentir temor. Cuando entre a 6to grado de primaria, mi mente de niño había cambiado, en esos tiempos empezaba a tener juegueteos de toqueteos con los compañeros más desastrosos, el vivir en un mundo machista en el que todo lo que tenia que ver con lo afeminado era gracioso siempre y cuando no fuera real. Me envolví de un manto heterosexual y entre juegos nunca nadie vio mis intenciones. Recuerdo que lo más lejos que llegue fue meter mi mano en la bolsa del pantalón de Jonder un compañero que se pasaba el tiempo haciendo bromas. Ese día realmente no sabía lo que iba a pasar, nunca se me pasó por la mente algo así, pero el que me tomara por sorpresa fue el detonante de algo mas. Me dijo que tenia la mano lastimada y que no podía sacar un billete de su bolsillo. Fui yo quien se ofreció, porque quería jugarle la broma de que me quedaría con el billete, pero lo único que encontré, fue un agujero que me condujo a su pene, ese día no había llevado ropa interior y el contacto que tuvo mi mano con su pequeño y dormilón gusanito, hizo que mi apetito creciera, reaccione inmediatamente para beneficio y dejé la mano ahí dentro mientras acariciaba su pene junto con sus bolas y mi cara con una expresión de extrañes mientras le preguntaba, que tienes aquí? El solo se reía pero se dejaba. Eso me hacía pensar que el sabía que yo sabía lo que estaba pasando pero me dijo; — tu síguele mientras yo disfruto. — en ese momento saque mi mano y le dije; — que asco. — su risa aumento y caí en cuenta que mi actuación había salido bien, Seguía creyendo que eso para mi era una broma pesada. Cuando en realidad lo disfruté tanto que el resto del día estuve acomodando mi pantalón debido a la erección que tenía. Ese día llegué a mi casa y me encerré en el baño, fue la primera vez que me masturbe pensando en aquel momento. Mi primer eyaculación fue intensa, aunque mi semen aún no era blanco si no mas bien transparente, salto a mi pecho y barbilla. Aún no concluía el sexto grado cuando por fin tuve la oportunidad de ir a casa de Uri, apenas al llegar su mamá nos hizo quitar los zapatos, el piso era de madera y todo dentro de la casa parecía nuevo o esa fue la primera impresión que tuve, tenía un cuarto negro lleno de sillones rojos y una gran pantalla. Nunca creí que ese cine en casa sería un lugar importante para mí. En esta etapa de mi vida, me ocurrieron muchas cosas a nivel personal así que iré rápido. Ver a Jean desnudo se convirtió en segundo plano porque el casi no estaba en casa, su mamá no nos supervisaba durante el día y prácticamente pasábamos toda la tarde solos, hacíamos las tareas y jugábamos o veíamos películas, una rutina diaria que parecía culto. Cuando Jean regresaba del trabajo me llevaba a casa en dónde mis papás agradecian la estancia y con el tiempo parecia que tenía dos familias. Nunca hice nada gay con Uri, en verdad era un gran amigo y si bien llegue a verle el pene cuando orinamos en su mismo baño y en dos ocasiones nos bañamos juntos, jamás lo ví de otra manera, el era un niño ingenuo que me transmitía paz con solo mirarlo, cada que podía lo admiraba, el me sonreía y todo era tan sano que olvidaba todo lo que tenia que ver cualquier connotacion sexual. Por otro lado quien si me transmitía algo era su papá Jean, en el auto mientras íbamos camino a mi casa me platicaba algunos momentos graciosos de su día en la oficina. Fue cuando me di cuenta que era agente vendedor de autos de lujo. Siempre que bajaba del auto me daba la mano, pero un día en especifico todo fue diferente, un cruce antes de llegar a la calle donde vivía una camioneta nos cerró el paso y frenó de manera abrupta pero alcanzamos a golpear su cola lo cual hizo que el impacto fuera algo grande, el reaccionó poniendo su brazo en mi pecho, ya que yo no llevaba el cinturón de seguridad, fue mayor mi peso que la fuerza de el y termine golpeándome con el parabrisas mientras a él lo devolvió a su respaldo su cinturón. Recuerdo que no me dolió, pero también recuerdo haber sentido un zumbido en el oído y entre mareos lo ví bajar del auto y abrir mi puerta para bajarme del vehículo, me recostó en el piso y yo no podía decirle que estaba bien, estaba en shock y mareado, pero si sabía lo que estaba pasando, en ningún momento perdí el conocimiento. Se acercó a mi y me dió un beso que me lleno de vida, luego el beso obviamente se convirtió en aire entrando a mi boca, al menos unas 5 ocasiones y luego al fin reaccione, me senté y me dijo que no me moviera, a los minutos la ambulancia nos recogió y me llevaron al hospital en dónde me dieron 10 puntadas en la frente, mis papás llegaron y le reclamaron a Jean, el se disculpo y se fué, esa noche me quedé pensando en aquellos labios que despertaron en mi un deseo enorme de estar con él.

Estuve internado hasta el día siguiente solo porque debía estar en observación, mi madre me acompaño en todo momento, Uri y su mamá me recibieron en mi alta, pero Jean no se presentó. Si esposa pidió disculpas a mi familia por lo acontecido y en un acto sin precedentes dijo que pagarían mi escuela hasta la universidad, era lo menos que podían hacer. Mi madre por su puesto que no acepto pero ella insistió que fue algo que el señor Jean decidió y por favor aceptaramos. Mis padres hablaron sobre eso y así aceptaron. Esto cambio mi vida por completo ya que de pronto comenzaron a incluirnos en eventos familiares, íbamos de paseo juntos y hasta en navidad dimos y recibimos regalos como si fuéramos los tíos y primos cercanos, éramos una familia consistente. Cuando entre a segundo de secundaria Jean comenzó a hablarme de nuevo con la confianza de antes, yo encantado de que lo hiciera, en una de esas me dijo que tenía planeado algo interesante y emocionante par ls vacaciones y le insistí tanto que me dijera que al final accedió con un » no le vayas a contar a nadie» y me dijo que iríamos solo los 4 hombres a el gotcha, esto era algo sin precedentes ya que su esposa tenía prohibido hablar de armas a todo mundo incluyendo mi familia a quienes no nos costó trabajo, mucho menos estaría de acuerdo en que portaramos una. Emocionado quería contarle a Uri pero me aguante las ganas y así llegaron las vacaciones y mi padre se retraso como siempre, llegamos al lugar solo los tres y nos pusimos en marcha. Una hora después de estar disparandonos a diestra y siniestra mi papá llamó a Jean y dijo que no podía venir que el nos haria el favor de apoyar nuestra cuartada, Jean le dijo que después de eso iríamos a unos baños públicos a tomar un ducha y luego nos llevaria a cenar. Todo iba bien, salvó que tuvimos que irnos rápido porque Uri tenia el cabello lleno de pintura, y está misma estaba secándose. Los baños estaban llenos de gente, así que sin titubear nos fuimos de ahí y Jean nos llevó a un motel en dónde solo pago por una habitación para usar el baño. Compramos shampoo y unas toallas, teníamos cambios en el auto así que no nos preocupamos por la ropa. Tenía casi 13 años y hacía tiempo que mi pudor había aumentado, al mismo tiempo que el fetiche de mostrarme desnudo también crecia pero nunca lo había practicado. No miento cuando digo que mi corazón latía a mil por hora, mis manos sudaban y mi piel se erizaba con cualquier movimiento de algunos de los dos, sus roses me llenaban de gozo, al punto que al hablarme no escuchaba y solo asentía con la cabeza y por eso mismo no escuché cuando me preguntaron si nos bañamos juntos. Tan solo asentí y el señor Roberto nos empujó hacia el baño. Ya en el lugar Uri sin preocupación comenzó a desnudarse. ( Abriré un paréntesis aquí para explicar que aún con 13 años Mi mejor amigo seguía teniendo mentalidad de niño, se que lo éramos pero yo tenía una mente más madura desde los 10 en parte por mi interés en el sexo.) Me quedé en calzoncillos mientras Uri se quitó el boxer sin ninguna vergüenza. Hacía tiempo que no veía su pene y fue una maravilla, estaba dormido y aún así era algo grande, los pocos vellos que tenía se miraban pequeños y huérfanos al ser tan pocos. Una vez bajo la regadera mi amigo tomo shampoo y me vacío un poco en la cabeza, reí y dejé que me untara jabón por todos lados, paso por mi cuello y mi pecho, sus manos eran muy suaves y cuando creí que se detendría metió sus manos en mi boxer. Primero me tomo por sorpresa pensando en que tal vez no era tan inocente como pensaba pero rápidamente deseche esa idea pues mientras lo hacia reía y me untaba jabón por todos lados, era un juego bobo que me encantó. Entonces decidí despojarme también del boxer y jugamos en la regadera lanzando agua y jabón por todos lados. Pasaron unos minutos y entonces ante mis ojos y los de mi amigo apareció su Padre, tan solo tenía una trusa blanca que cubría un gran bulto que bajo la tela se veía enorme. Trague saliva mientras lo miraba entrar en la regadera con nosotros, olvide que estaba desnudo por admirarlo y solo me di cuenta porque su mirada se plantó en mi pene mientras mantenía una sonrisa, por lo que de inmediato me avergonse y lleve mis manos a mi pelvis tapando todo lo que pude.

— Hey tranquilo, aquí estamos solo nosotros, mira para que te quedes más tranquilo. —

Se quitó la trusa dejándome ver al fin esa majestuosidad, estaba dormido y juro que era del tamaño de mi brazo, no tenía ningún bello pues el acostumbraba a rasurarse. Después de eso la cosa fue peor pues de inmediato tuve una erección y no quite mis manos par que no se dieran cuenta.

— que no te dé vergüenza con mi papá — me dijo Uri intentando quitar mis manos de mi pene.

Me enoje y lo empuje con mi hombro.

— Tranquilos, si no está seguro no lo presiones hijo, pero de verdad no tienen nada de malo Santi — me dijo poniendo su mano en mi hombro, luego continúo — Aunque entonces no se cómo te vas a bañar, aún tienes pintura en las piernas. Y esque ese día había optado por llevar shorts — Uri se rió y me dijo que está vez el no me enjabonaria. Seguimos ahí en la ducha, Jean tarareaba una canción y yo trataba de no voltear a su pene para que mi erección desapareciera pero mi curiosidad ganaba cuando miraba como pasaba sus manos por todo su cuerpo, era atlético delgado, se notan bien sus músculos, resultados del gimnasio rutinario sin llegar a ser una obsesión. Entonces tomo algo de jabón y se agachó, comenzó con mis tobillos y poco a poco fue subiendo por mis chamorros y piernas, cuando estuvo un rato quitando la pintura que quedaba del gotcha y paso sus manos por mi trasero, lo masajeaba tan bien, que pude haberme quedado ahí todo el día, sentía un escalofrío cuando pasaba sus dedos cerca de mi rayita, luego también paso sus manos por mis caderas. Me deje enjabonar sin decir nada, Uri ya había acabado de bañarse, se puso la toalla y salió del baño, fue entonces que quedamos los dos solos ahí. Mi erección no sedia y yo cada vez estaba más exitado. Sus grandes manos tomaron las mías y paso sus dedos llenos de jabón entre los míos, luego uso algo de fuerza para quitar mis manos del lugar, en ese momento me asuste pero mi calentura ganó más. Ya había soñado con ese momento y estaba siendo un completo estúpido. Ya no estaba Uri, que más daba. Deje que retirará mis manos y entonces mi pene salió disparado hacia mi barriga, el solo sonrió y me dijo — por eso no querías quitarlas?, es normal. Mira — y sin pudor y sin saber que pasaba por su mente comenzó a jalar esa gran verga frente a mi. Fui testigo de como su pene se convertía en un monstruo, la cabeza era grande y en medio segundo su pene estaba enorme un poco curvado hacia arriba, se veía espectacular.

— esto es una erección, y prepárate porque a partir de ahora las tendrás muy seguido, los boxer ajustados son nuestros aliados para ocultarlas. — y termino riendo. Entonces ahí nos encontramos los dos desnudos con las pollas paradas, me consentre en admirar su pene sin un solo parpadeo y el solo se duchaba y de vez en cuando pasaba sus manos por aquel descomunal falo de carne, haciendo que mi erección se mantuviera como nunca antes lo había hecho.

— Papá, voy a ver la tele.— gritó Uri desde fuera.

A lo que Jean respondió con un seco — Ok —.

Jean me tomo de los hombros y comenzó a masajearlos, volte hacia arriba para mirarlo directo a la cara, el solo me abrazo, se agachó y me dió un beso en la frente. — Hace mucho quería disculparme personalmente por el accidente que tuvimos, llore mucho porque pude haberte perdido — Su piel en contacto con la mía bajo la regadera era una sensación electrificante y caliente, el baño estaba vaporizado quiza por el agua o tal vez por nuestros cuerpos entonces hice mi jugada, mientras sentía su respiración cerca de mi oído, separe mi cabeza para luego volver a acercarme y está vez fui yo quien lo beso, pero apunte a sus labios, el solo se quedó sin hacer nada, pero al ver que no reaccionó de manera negativa, me quedé ahí. Con mi lengua abrí su boca y sin reparo el la abrió y nos fungimos en un beso apasionado, mi primer beso, fue entonces que sentí su enorme pene despertar de nuevo, esta vez en mi estómago, estaba duro y caliente. Cómo si se tratara de un dejavu, volvió a tomar mis hombros pero está vez algo era distinto, sentí una presión en ellos indicándome agacharme. Lo hice sin demora tan solo para encontrarme frente a frente con aquella bestia que pedía ser domada lo antes posible. Cuando entre a la secundaria Uri y Jonder siguieron siendo mis compañeros y en primer grado fue que tuve mi primer acercamiento real al sexo que aunque no concretamos nada, fue algo inolvidable. Por ende, ya sabía que hacer con el pene de Jean y sin demora alguna lo metí en mi boca lo más que pude. Escuche como gimió disfrutando mi cavidad bucal, sacaba y metía ese gran tronco como si yo tuviera experiencia,no le importo que en ocasiones me atragantara al punto de casi vomitar. Pero no me malinterpreten, realmente lo están disfrutando, su mano sobre mi cabeza me guiaba para que aprendiera la mejor forma de hacerlo, se detuvo a pesar de estarlo disfrutando tanto, tosí un poco y tome aire, me miró a los ojos y sin dejar de hacerlo me cargo entre sus brazos para darme otro beso, esta vez no se limito a mi boca si no que paso por mi oreja y cuello, lamiendo y de vez en cuando mordiendome, mientas mis piernas rodiaban su cadera sentí como sus dedos buscaron mi orificio y se consentraron en masajear toda la zona sin restriccion alguna, mi cuerpo temblaba de placer, de un momento a otro empecé a gemir, eso le gustó y me pidió que siguiera así pero no lo hiciera tan fuerte, lo cual no logré hacer pues al introducir el primer dedo, grite. Nos quedamos quietos, pero Uri no apareció así que Jean cerró la puerta con seguro y apenas regreso a la ducha, me hizo voltear me y me comenzó a comer el culo. Su lengua era magistral, se paseaba hasta por mis huevos dejándome bien ensalibado e intentaba meter su lengua, lo más que podía en mí. Realmente lo estaba disfrutando. Se levantó y al fin sucedió. Poco a poco fue introduciendo su bestia dentro de mi, al principio sentí como se abría paso por mi culo virgen, no supe cuánto tardo en hacerlo, lo que si sabía es que me dolía hasta el alma. Me replante si había Sido una buena idea e incluso crei que esa sería la última vez que hacía algo así. Pero ya bien preñado con sus brazos rodeando mi estómago y pecho me dijo al oído; — Disfrútalo — y con movimientos leves comenzó un mete y saca suave que comenzó a convertir el dolor en algo más, no se cómo explicar esa sensación de satisfacción. Encontré lo que buscaba, me derretir ante el, deje que hiciera lo que quisiera conmigo, ya no tenía autoridad sobre mi. El era mi Amo y yo su esclavo. Duramos media hora en esa posición sentados bajo la regadera, las embestidas eran más fuertes que antes y yo estaba extaciado, llevaba unos cinco minutos gimiendo sin importar que Uri me escuchará, lo extraño es que Jean no me tapo la boca, más bien cada que gemia me mordía la oreja y metía su lengua en ella. El baño estaba lleno de neblina ese lugar se convirtió en mi paraíso. Me levanté cansado pero por mi podría seguir toda la noche. Me inqué frente a Jean mientras jalaba intensamente su pene. A mi cara llego el suficiente líquido como para hacerme una mascarilla, lo probé y juro que era el elixir más rico del mundo. Rápidamente Jean se labo y me enjabono una vez más. Puso algo de esmero en mi colita la cual ya estaba bien abierta y le resultó fácil limpiarla con los dedos. Me rodeo con la toalla y me dió el último beso del día. Me cargo fuera del baño donde Uri miraba televisión sin saber que a penas hace unos minutos su papá me habia hecho suyo. Me vesti sin preocupación alguna.

Salimos del Hotel y fuimos a cenar para al fin regresar a casa.