José Manuel, Amor en éxtasis.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Juma.
“Vivamos el momento, vivamos las cosas como se vallan dando, no hablemos del futuro y sus posibilidades, hay que vivir el presente, porque el presente somos tú y yo, aquí mismo, amándonos, entregándonos por amor”. Esas fueron sus palabras.
Hola Amigos de Sexo sin tabúes, antes de iniciar con la narración de mi siguiente relato quiero decirles que estoy encantado por la respuesta que han tenido en este blog, he leído sus comentarios y mensajes privados, y los he contestado también, muchas gracias por su cariño e interés, por esto y más seguiré escribiendo para ustedes, en esta ocasión les presento la continuación de mi segundo relato en el cual les contaba como conocí a Alan, el niño que fue mi primer amor gay, aclarando que este no es el fin de mi historia con Alan, falta un relato más. Aquí les dejo el link de mis dos primeros relatos para quienes no los ha leído y para quienes quiera releerlos y refrescarse la memoria:
1.- http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-26697.html
2.- http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-26795.html
Transcurrió nuestro día de descanso sin más acontecimientos, llegamos a nuestra casa (el hotel) y cada quien se dirigió a su habitación, pero antes de bajar del coche me dio un beso en la boca sujetándome con sus manos mi cabeza exactamente en mis mejillas muy suavemente y me dijo:
Alan: Te amo.- mirándome a los ojos, podía sentir su sinceridad. Yo por mi parte aún no estaba listo para hacerlo y le respondí,
Yo: gracias yo igual, nos vemos mañana.- Le puse mi mano sobre su barbilla y con mi dedo índice acaricie sus labios y mejillas, lo bese nuevamente y Salí de su coche.
Eran las 8 de la noche, por lo que los pasillos rumbo a las habitaciones estaban un poco solos, de camino iba pensando que les diría a mis amigos ya que me perdí desde un día antes y no respondí a ninguna de sus llamadas. Por suerte cuando abrí la puerta de la habitación no había nadie, solo una nota pegada en el espejo que decía: “José Manuel nos fuimos de peda un rato, volvemos más tarde, cuando llegues y leas esto mándanos un mensaje puto… estamos preocupados!” les mandé el mensaje, y me sentí aliviado ya que no tendría que explicar nada por el momento, me metí a bañar, prepare algo de cenar, hable con mi familia por celular y después me puse a leer un libro, poesía para llenar el alma, estaba feliz, al tiempo después me quede dormido y toda la noche soñé con Alan, con su cuerpo, su sonrisa, sus besos y sus caricias. Ansiaba que amaneciera para poder verlo.
Al día siguiente llegue muy temprano a la recepción del hotel ya que me tocaba turno de 7:00 a.m. a 3:00 p.m. espere que llegara pero nunca lo hizo, me estaba desesperando ya que además de verlo quería platicar muy seriamente con él, quería poner las cosas en claro y que definiéramos nuestra situación, él me amaba y yo igual aunque no se lo haya dicho ayer, por eso quería decírselo. Mire el horario y note que a él le dieron el turno de la tarde de 3:00 p.m. a 11:00 p.m. por lo que de menos lo vería cuando cambiáramos turno, eso me mantuvo un poco más tranquilo. Mi turno pasó muy rápido ya que a pesar de ser lunes tuvimos muchas entradas y salidas también. Llego la hora de cambiar de turno y él llegó muy puntual, me le quede viendo con una gran sonrisa que llenaba mi rostro, él también sonreía, ambos lo hacíamos como lo hacen dos cómplices que guardan un secreto que solo los dos saben y lo hacen con celo, hay no Dios mío amaba su sonrisa retorcida y ese par de hoyuelos que se le formaban. Mi cuerpo comenzó a reaccionar, mi corazón latía al cien y el mariposeo en mi panza inicio, estaba feliz de verlo y él también. Me saludó con un abrazo y al odio me dijo: buenas tardes bebe, yo solo sonreí y le dije buenas tardes.
Le entregue la caja que yo tenía para que esa usara, y al frente del dinero le deje un posty de color azul turquesa que decía “Alan necesito hablar contigo, te veo hoy en la noche a las 12:00 a.m. en el cuarto de lavado, se muy discreto por favor, te espero ahí” Salí de mi turno y me fui a mi casa a descansar un rato y a meditar todo aquello que tenía que decirle a Alan, me quede dormido y tuve un sueño horrible en el que él me decía que solo me había utilizado y que no quería volver a verme más, que todo fue mentira, que solo buscaba placer de un rato y se reía de mi… desperté asustado :/ al borde del llanto pero cuando me tranquilice me di cuenta de que solo había sido un sueño, pero no descarte la posibilidad de que eso podría llegar a pasar hoy en la noche.
La hora del encuentro llego, yo me fui muy escurrido hacia el cuarto de lavado que estaba a un costado del lado derecho del edificio donde estaban las habitaciones eran las 11:00 p.m. por lo cual no había casi nadie, salí una hora antes anticipando a que fuera la hora de salida de los del turno de las 11 y pasaran por los pasillos rumbo a sus habitaciones. Sabía que esperaría más de 1 hora pero no me importó ya que llevaba mis audífonos, mi celular y una paleta jajaja. Cabe señalar que el cuarto de lavado no tiene puertas por lo cual se puede entrar a cualquier hora solo que se debe de tener cuidado con los chicos de seguridad porque realizan inspecciones constantes. La noche era hermosa, el cielo estaba estrellado, la luna estaba llena y emanaba una luz incandescente que iluminaba la tierra, hacia un poco aire muy típico de la costa.
Llegue y me refugie en un rincón obscuro el cual tenía una ventana con vista a un barranco, me quede ahí ya que nadie podía verme, tenían que entrar y buscar bien porque las habitaciones quedaban del otro lado y la entrada también, ahí estaba yo sentado, rodeado de las lavadoras y secadoras y con mi play list favorito, construyendo castillos de nueves en el cielo estrellado de la noche. De repente escucho que alguien se acerca espero un momento y veo una luz que ilumina la entrada, no hago ningún movimiento me quede helado, pensado en que podría ser un guardia, pero al oír su voz diciendo mi nombre lo reconocí.
Alan: José Manuel ¿estás aquí?.- su voz era más un susurro que un llamado.
Yo: si, por aquí.- Encendí la pantalla de mi celular para indicarle donde estaba. Caminó hacia la luz y se incorporó en frente de mí.- porque llegaste tan tarde, estaba a punto de irme.
Alan: tenía que esperar a que Ulises se durmiera, no quiero que sospeche nada.
Ulises es el compañero de cuatro de Alan, él trabajaba en contabilidad, es alto delgado moreno y de pelo lacio, muy amable, siempre fue amable y atento conmigo, aunque después le hablare más de él.
Yo: m, bueno si quiera que ya se durmió.
Alan: ¿Qué pasó? Me dejaste muy preocupado por tu nota, ¿de qué quieres hablar conmigo?
Yo: de nosotros, Alan, ¿quiero saber que somos tú y yo? Porque el sábado pasamos un momento muy especial, me dijiste que sentías cosas por mí, y yo también ciento cosas por ti, tanto así que tuvimos relaciones, estábamos tomados, y dijimos e hicimos muchas cosas, de las cuales tal vez ya te hayas arrepentido es por eso que necesito saber ¿en qué condición me encuentro contigo?
Alan: Jajajaja.- comenzó a reír y temí por un segundo que mi sueño fuese premonitorio.- ¿Cómo me preguntas eso tontito? Si yo fui muy claro contigo, José Manuel, te amo y eso aun este borracho, drogado e incluso muerto nunca nadie lo cambiará, quiero que sepas que te amo y si te preocupa la condición en la que nos encontramos déjame te digo que yo estoy incondicionalmente enamorado de ti. ¿Y tú?
Yo: yo estoy igual, no sé cómo pasó, ni cuándo y menos por qué pero me he enamorado de ti, desde el día en que te conocí me pareciste muy atractivo, sobresaliste con tu galanura, tu hombría de ante todos los demás, me dejaste en shock, me iluminaste.
Alan: si lo noté, Jajajaja
Yo: no sabes la alegría que me causas, te amo, pero tengo miedo el amarte tanto.
Alan: ¿pero quién teme amar? No seas tonto, no te prives de vivir esto, esto que yo te ofrezco, a mi lado tú jamás sufrirás porque mi trabajo será llenarte de felicidad todos los días.- me dejo impactado ante su respuesta, ya que nunca jamás nadie me había dicho estas cosas.- por eso he tomado una decisión y quiero decirte algo…-paró por un momento, tomó aire y hablo.- ¿Quieres ser mi novio?.- Puse mi cara de sorpresa como el emoticón del whats app, me quede sin aliento.
Yo: Pero ¿Cómo, Como un hombre y una mujer?
Alan: no tonto, como dos personas que se aman y quieren estar juntas y pasar momentos inolvidables.
Yo: Alan pero yo me iré en unas semanas de aquí y puede que no nos veamos por un largo tiempo, yo tengo que terminar mis estudios en la universidad, tú en cambio estas iniciando tu vida laboral en esta empresa y sería muy egoísta de ambos el pedirle a uno que abandone todo por estar juntos. Me da miedo pensar en el futuro, en un futuro sin ti.
Alan: pues no pensemos en nada más y vivamos el momento, vivamos las cosas como se vallan dando, el día en que te tengas que ir será dentro de un mes, mientras tanto nosotros estamos aquí hablando de las posibilidades lejos de vivir el presente, el presente somos tú y yo, aquí mismo, amándonos, entregándonos por amor,.- se me encima y me recuesta encima de una pila de sabanas, comienza a darme besos.- ¿Qué tienes, e? .-Me dice al oído susurrándome en un tono medio cachondo.- ¿Qué me diste que me pones así?, deseo tenerte más que nada en este mundo…
Yo: ¿qué? ¿Aquí, en este lugar, justo ahora?
Alan: si, no resisto más, extraño tus besos, tu cuerpo, tus caricias y todas las cositas ricas que me haces. ¿Tú no me extrañas?
Yo: claro que te he extrañado, apoco creíste que te cite aquí para hablar y tomar el té.- comenzamos a besarnos y a tocarnos nuestros cuerpos, los cuales reaccionaban ante nuestras caricias su pene se puso erecto casi al instante y después de él yo.
Me besó con tanta ternura, suavemente, nos tocábamos nuestros cuerpos sobre la ropa, le metí mi mano al pantalón y atravesé su ropa interior, buscando su pene por todas partes, no fue difícil de encontrarlo porque estaba que no le cabía en su diminuto bóxer de licra, comencé a jalárselo y note como le salía liquido pre seminal lo cual hacia que mi mano se deslizara y resbalara por todo el largo de su pene, Alan se prendió muchísimo y esos besos de ternura que me estaba dando se convirtieron en besos apasionados, interminables, de esos que me dejaban sin aliento, el por el contrario me metió sus manos a mi trasero, se llenó de saliva uno y lo introdujo en mi ano y comenzó a meterlo y sacarlo, quería dilatarme, me dio un masaje anal muy rico, digno de repetirse cada vez que lo viera, pero mi culo ya había probado su deliciosa verga y no estaba satisfecho con su dedito, quería más, necesitaba esa verga gorda y jugosa dentro de mi ser, alguien en el universo escuchó mis suplicas en silencio e hizo algo para que Alan se apresurara a meterme la verga, poco a poco me fue desvistiendo y yo a él. Una vez desnudos me tocaba mi pene, lo estaba pajeando y yo con mis manos intentaba tocarle las nalgas y hundirle mis dedos en su ano pero me era casi imposible.
Tras varios minutos de pajearme me puso una almohada en mi trasero y subió mis piernas a sus hombros, dejó la entrada de mi ano abierta y expuesta, latía y daba pulsaciones, era un poco impaciente. Él se colocó un condón en el pene y se untó un poco de crema, al igual me puso en mi cola. Se recostó y me la clavo hasta el fondo, esta vez mi hoyito la recibió encantado, me dolió solo un poco pero es normal las primeras veces, entro sin mucha dificultad, y comenzó con su mete y saca cuidadoso pero muy placentero, mientras me besaba yo le acariciaba la espalda, lo abrazaba haciéndolo repagarse a mi cuerpo, quería sentirlo, era un cuerpo caliente como una braza ardiendo pero su piel estaba suave y olía a él, no a perfume ni a jabón, ni sudor, era su olor, el cual se había convertido en mi adicción. Era y creo que hasta el momento sigue siendo mi marca personal. Besaba su cuello, olía su pelo, lamia su oreja y le acariciaba todo su cuerpo, no hubo un centímetro de piel que no haya tocado, estaba vuelto loco, pero todo era culpa de ese hombre, el causaba todo eso en mí, alteraba mi comportamiento.
Estuvimos así por veinte minutos, yo estaba gozando de los movimientos de su pene, el recorrido que hacía por las paredes de mi recto me daba mucho placer, él había aprendido a manipularme porque lo estaba gozando más que la primera vez con él. Paró por un momento y me la dejo adentro, clavada hasta el fondo de mis entrañas, yo me sentía lleno pero quería más, deseaba que tuviera más verga que meterme, me beso y jugó con su cadera, la movía de tal forma que su pene se movía dentro de mí, regalándome sensaciones realmente placenteras, este hombre se había vuelto un experimentado porque me estaba llevando al cielo mi ángel hermoso, mi Dios, mi Alan, en ese momento era mi todo. Mi cuerpo se paralizaba de placer, me retorcía, estaba loco, lo abrace y clave mis uñas en su espalda lo arañe y el gimió de placer (haaaaaaaa!!!!!!!!) me beso apasionadamente e introdujo su lengua hasta mi garganta. Se levantó, sacó su verga de mi culo y me dejo vacío, se sentó sobre las sabanas y me indico que me sentara encima de él, quería que lo cabalgara, lo obedecí porque no quería estar ni un momento sin su verga metida en mi culito.
Me senté con mucho cuidado y sentí como la punta de su verga hizo contacto con la entrada de mi hoyito, al igual que mi cola su pito también estaba punzando, me puse de rodillas frente a mi amante y con mi mano derecha agarre ese trozo de carne de 20 cm y lo coloque en mi culo, me lo metí todo, y poco a poco inicie a subir y bajar, él se recostó en los primeros movimientos para disfrutar del trabajo que le estaba haciendo, hice que abrieras sus piernas para que sus testículos se fueran para bajo, dejándome solo el pene disponible, puse mis manos en su abdomen y con ellas hacia fuerza para subir y bajar, cosa que a él sofocaba, estuve así por diez minutos tocando su abdomen, su pecho, y midiendo su cintura con mis manos, eso me causaba mucho placer, me excitaba, no sé explicarlo tocar su cuerpo me prendía demasiado, su espalda, su cintura, sus brazos, sus , sus manos fuertes de hombre, sus nalgas y aunado con la penetración me regalaban escalofríos de placer que recorrían mi cuerpo, de pronto él se incorpora y se sienta nuevamente yo dejo de bajar y subir y el me abraza y me besa el cuello y la boca, yo por mi parte respondo a sus besos y mientras con la verga toda clavada en mi culo comienzo a jugar con mi cadera del mismo modo que el me lo hizo anteriormente su pene pega en todas direcciones posibles de mi recto, y mi pene estaba chocando en el vientre de Alan lo cual me producía un doble placer, sentía punzadas que me hacían sentir estallar, deje caer mi cabeza hacia atrás como seña de entrega, Alan beso mi cuello y lo recorrió hasta llegar a mi oreja, la besaba, la lamia, mamaba, yo me incorpore y lleve mi boca hacia su cuello que también tenía expuesto e hice lo mismo.
Seguimos así por un par de minutos más, de pronto me indica que me pare y lo hago, me acomoda de espalda a él y me recarga junto a una lavadora, inclinado me clava nuevamente la verga, estaba como loco porque sus envestidas eran fuertes, sabía que quería terminar de una vez, me tomó con sus manos mis caderas y las masajeaba al mismo tiempo que las arrempujaba hacia su pelvis intentando introducirme hasta sus pelos, se estaba escuchando el típico ruido que hacen los huevos cuando chocan en las nalgas, el ruido invadía el cuarto de repente siento como la verga de Alan se hincha dentro de mí ya que me estiro las paredes de mi recto hasta mas no poder y solo respondía dándole apretones, pequeños espasmos con mi ano que me hacían sentir con exactitud el diámetro del pene de mi amor, él estaba como loco, gotas de agua caían en mi espalda, supuse que eran de sudor porque lo escuchaba agitado como cansado, Alan gemía como toro a estas alturas no podía callarse, yo temía que alguien nos escuchara y nos descubrieran, pero después de un fuerte gemido siento como la leche de Alan invade mi recto, las envestidas que sigue dándome me la distribuyen por todo el culo, y me olvido de todo… es tan intensa la eyaculación que siento como me escurre por las piernas.
Me saca su verga del culo, liberando la puerta para que el semen escurra por mí, su pene trae un hilito de mecos que inicia en mi ano, se lo corto y le pruebo, Alan por su parte me voltea hacia él y me agarra mi verga que estaba un poco flácida y la comienza a pajear, recupero mi erección y me sube a la lavadora, yo me senté y con sus manos abrió mis piernas, continuo pajeandome y sin pensarlo dos veces se la metió a la boca, me la mamó como loco, de arriba abajo, como todo un profesional recorría mis 19 cm de verga con mucho entusiasmo, se agachó y se metió mis bolas también cual becerro hambriento mamó de su madre y tal cual recibiría su leche, yo estaba que me retorcía de placer, sabía que no duraría mucho así, regresó y se metió mi pene hasta su garganta, tuvo una arcada queriéndose vomitar. Se bajó una vez más pero esta vez me recostó sobre la lavadora y subió mis pies y los dobló dejando mi ano expuesto, por el seguía escurriendo el semen de Alan pero no le importo y me mamó el culo dejándome limpiecito de todo su semen, su lengua entraba fácil ya que mi culo había sido cogido hasta el fondo no hace mucho por lo cual continuaba dilatado, mientras yo me estaba jalando mi verga que estaba tan hinchada!! Y roja yo ya no aguantaba más le agarre la cabeza y la quite para poderme parar, lo puse de rodillas frente a mí y con mis mano le tome la cabeza e introduje en su boca mi verga que estaba a punto de estallar, e inicie a cogerlo por la boca, mi verga tocaba su garganta podía sentirla, miraba en su cara que salían lágrimas de sus ojos pero no ponía resistencia, continúe hasta que sentí el calambre que avisa cuando uno va a venirse, le avisé pero no le importó, tire chorros de leche en su boca y con cada salida mi cuerpo se retorcía de placer, Alan no dejaba que mi semen se desperdiciara y se lo comió todo, dejó mi pene limpiecito, se paró y me dio un beso en la boca, el cual me supo a mi leche y me dice:
Alan: Vez, que te cuesta vivir el presente, ven, acuéstate conmigo.- me toma de la mano y nos vamos a la pila de sabanas en la que hicimos el amor. Nos acostamos juntos y seguimos hablando y dándonos besos, fue muy romántico.
Yo: tienes razón Alan, viviré el momento aunque sé, que no será eterno pero no me queda de otra que jugar tú mismo juego. Te amo mucho y quisiera que el tiempo se detuviera aquí mismo. Solo tú y yo en esta habitación, abrasándonos y besándonos.
Alan: yo también José Manuel. Hagamos que se detenga. Me besó con mucha ternura como cuando iniciamos, y yo entre besos le dije:
Yo: por cierto, si quiero ser tu novio.- una sonrisa cubrió su rostro, me vio a los ojos y me beso, tan dulcemente que me derretí en su boca, con un brazo me rodeó la espalda y me apretó muy fuerte, con la otra acariciaba mi mejilla, terminó de besarme y con su mirada fija en mis ojos me dijo.- TE AMO! a lo que respondí: YO TE AMO MAS.
Continuamos hablando de muchas cosas, del trabajo, de su familia, de la mía, hablamos del futuro pero de un futuro juntos, en el cual vivíamos como una pareja feliz, el me juró amor y yo también. Esa noche fue muy especial porque me di cuenta que él era el amor de mi vida y que el seria la persona con la que yo quería estar por el resto de mi vida, entonces me di cuenta de muchas cosas, entendí el amor de tu vida que no es quien te mueve el piso sino quien te centra, No es quien te roba el corazón, sino quien te hace sentir que lo tienes de vuelta y Alan me hacía sentir todo eso, me sentía vivo, protegido y amado.
Los días siguieron pasando, por desgracias no teníamos mucho tiempo para vernos, por lo que hicimos del cuarto de lavado nuestro escondite, nos vimos todas las noches pero no siempre hacíamos el amor, a veces solo platicábamos mirando las estrellas y el barranco, abrazados. Solo en nuestros días de descanso salimos como comúnmente lo hacíamos, el día que el descansó me llevó a cenar a un restaurante de comida oriental, y a un bar a tomarnos un trago, el día que yo descansé fuimos de compras a Manzanillo, Colima. Me compró unas cosas para que las trajera de allá como recuerdos, fuimos a una plaza comercial a desayunar y él se desapareció por un buen rato, de regreso traía consigo una bolsita negra en la mano, le pregunte por lo que había comprado y me dijo que era una sorpresa. No insistí más.
Transcurrió esa semana con ese horario tan incómodo y llegó la siguiente, estaba feliz por saber nuestro nuevo horario y esperaba que coincidiéramos para tener más tiempo para pasar juntos, lo necesitaba. Pero fue peor, le dieron el turno de la noche, de 11:00 p.m. a 7:00 a.m. y a mí el de 3:00 p.m. a 11 p.m. seguimos sin poder vernos mucho, pero me alegre porque el miércoles me tocaba cubrir a su compañero el descanso, por lo que pasaríamos la noche completa en la recepción solos. Me excite de pensar en tantas cosas que podríamos hacer.
Llegó el día y a eso de las 2:00 a.m. cuando todos se habían dormido y el hotel se quedó en silencio nos metimos a la oficina de la recepción a hacer cositas!!!! Enrrutamos los teléfonos de afuera con el de la oficina por si alguien llamaba a la recepción poder atenderlos sin tener que salir desnudos Jajajaja, le quite el uniforme muy salvajemente y lo senté en la silla giratoria del escritorio, lo abrí de piernas y me arrodille enfrente de él a mamarle la verga, usaba mis manos y le escupía con saliva la punta de su pija, se la jalaba con mucha fuerza parecería que quisiera arrancársela para comérmela o metérmela toda por el culo y no soltarla nunca, me pidió que le metiera mis dedos en el cola y así lo hice, Dios santo mi boca estaba produciendo saliva a un ritmo muy acelerado ya que era mi materia prima para darle placer a Alan en ese momento.
Después de varios minutos metiéndole no solo uno si no tres dedos en su culo virgen de verga aun me regrese a meterme su verga que estaba tan dura y parada a la boca hasta que me regalo su primer eyaculación de la noche, Alan quedo aguado y no estoy hablando de su pene, todo él quedo muy débil pensé que todo se terminaría pero le tomo 1 minuto reponerse y después él me desnudo y me tiro al escritorio y entre la pila de papeles que teníamos de las reservaciones que llegarían al día siguiente me acostó, me mamo mi pene y el culo también pero yo no quería estar sin hacer nada así que le sugerí un 69, lo hicimos y ambos después de unos minutos tuvimos mas órganos, el segundo de él y el primer mío. En seguida de eso me cogió como nunca lo había hecho, parecía un animal, un burro en primavera, por caliente…. Una máquina de coser por la intensidad en sus metidas de verga.
Lo monté, el sentado en la silla giratoria y yo sentado en sus piernas con su pito atravesándome, dábamos vueltas al mismo tiempo que me enterraba su verga en mi culo, esa noche cumplimos una fantasía sexual, y tuvimos sexo desenfrenado y experimentamos muchos orgasmos. Parábamos de agotamiento y reposábamos un momento para recargar pilas e iniciábamos nuevamente, estuvimos así hasta las 6:00 a.m. una hora antes de salir del turno, salimos de la oficina y acomodamos todo para que nadie se diera cuenta, aromatice la oficina porque olía a sexo, salimos y al pasar el día entregamos turno.
Felices de la vida nos fuimos dormir a su habitación, yo no cabía de felicidad, por fin había encontrado con quien vivir mi vida, a mi manera, alguien que entendía y llevaba mí mismo estilo de vida, alguien que me amaba y me hacía sentir especial, protegido, amado, importante, mi novio, mi Alan. La vida no podía ser más generosa conmigo, decía vacilando “que alguien me ponga una piedra en el zapato pa’ no andar tan a gusto”. Jajajajajajaja pero ante tanta felicidad siempre estuvo la sombra de la realidad, el tiempo corría, y solo me quedaba una semana en ese lugar al lado de mi amor, al lado de mi felicidad. :’(
——————————————-****************————————————————
Espero que les haya gustado amigos, dejen sus comentarios que tanto aprecio y/o mandarme correos privados con sus dudas y cometarios acerca de mi historia, tratare de ser más rápido en subir la siguiente parte que ahora sí será el final de mi historia con Alan, pero será el inicio de mi nueva vida, una vida que no me arrepiento de llevar… Saludos!!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!