José mi profesor de deporte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por manugatitopasivo.
Al pasar los años la relación con mi hermano se fue enfriando hasta el punto de ser inexistente. Desde hacía años conocía a José Gregorio el profesor de deportes, un hombre de 36 años 1.80 atletico, moreno claro, cabello negro y con un porte bastante varonil y atractivo. Yo para ese entonces tenía 16, 1.68 delgadito con mi culito parado y ya bastante usado, con mis ojos verdes y cabello castaño a medio lado a lo Bieber, sumamente amanerado mi calvario era la clase de deporte.
Si bien conocia a José era solo de vista pues nunca nos habia dado clases a mi sección, yo siempre preferia quedarme platicando con las chicas a jugar futbol como los demás chamos y con unos trabajos escritos siempre le pasaba a mi profesora quien no era muy exigente, pero ese año nos cambiaron de profesor y toco con José, quien tenia fama de verdugo.
En fin, el año transcurria y yo fatal en todas las practicas, un asco para el baloncesto u otro deporte, llego el fin del primer lapso, en mi colegio había la particularidad de que con 18 puntos se eximia la materia y no presentabas examen final y esa era tu nota definitiva para el fin del curso, todos pasaron eximieron menos yo, de paso me iba quedando la materia. Llego el día de la prueba, era la última de todas y como estudiaba en jornada partida de remate era en la tarde, no había casi alumnos en la institución
No encontre al profe en la cancha asi que fui a la sala de profesores de deporte donde se guardaban todas las cosas, balones, colchonetas, etc… Mi uniforme algo pequeño ya se me pegaba al cuerpo, la camisa y los monos. Toqué y me dijo que pasara, me sente en una silla frente a un escritorio mientras pasaba notas en una planilla.
-Villareal que voy a hacer contigo? *dijo sin levantar la mirada y seguia trabajando*
-Profe lo sé, pero de verdad a mi no se me dan los deportes para nada *respondí algo nervioso, note lo varonil que era, el sueño de toda perra como yo*
-Conozco a los de tu tipo, nenitas que nacieron en el cuerpo equivocado, o me equivoco? *Se levanto y se puso delante de mí, apoyandose contra el escritorio* eres muy lindo niño, eres gay se te nota jajaja
-… Para que mentirle, si soy, pero no le cuente a mi padre que me mata a palo *baje la mirada*
-Tienes novio? *pregunto seriamente*
-Eh… Tenia pero terminamos, el ya no sentia nada por mí…
-Que loco esta ese dejar a semejante bebé *en tono seductor cosa que me hizo sonrojar*
-Profe que cosas dice.. Jaja
-Yo soy un hombre solitario, vivo solo, nunca me case, no tengo hijos. Sabes el motivo? Hace años que te veo bebé, eres hermoso, que ojazos
-Mi hermano me dice gatito *dije sin querer se me salio*
-Gatito? Travieso entonces
Fije mi mirada en su mono, una gran verga ergida se manifestaba, no pude evitar morderme el labio ante semejante miembro, solo había probado el de mi hermano, pero se notaba que este era más grande, tomo mi mano y la puso encima de su pantalon, duro y palpitante. Mi culo pedía a gritos esa vergota. Pense que este sería el mejor examen de lapso de toda mi vida, se acerco a la puerta asegurandose de que no hubiese nadie. Puso el seguro y se acerco nuevamente a mi.
Se bajo el mono y yo como buena perra en celo me lance sobre su verga, 22cms de largo 6cms de gruesa, venosa, llena de pelos, solo para mi. Baje su prepucio y lami su cabeza, solo con la punta lentamente, unas cuantas lamidas circulares. Lamiendo su tronco tome sus pelotas acariciandolas, escuchando su ronca voz gemiendo tratando de controlarse, baje hasta ellas lamiendolas, su vello le daba ese toque de macho, lo mire a los ojos, su rostro de placer, acariciendo mi cabello. Ahora la mejor parte saque mi lengua y me meti esa vergota en mi boca, sus venas palpitantes. Con los años adquiri la experiencia y aunque me costo un poco me la trage toda.
-Ay putita que boquita de vicio tienes! Mi bebé no seas malo que me vas a hacer correr *decia entre gemidos*
Me tomo del cabello y me cogia la boca, me la sacaba completo y de repente la metia de golpe, causandome algo de arcadas. Me tiro en una de las colchonetas, sabia lo que vendría me quite los monos y me abri ofreciendome ante él
-Ven papi, te necesito adentro, destrozame el culito
-Mi bebé que zorra eres!
Me puso en 4 y senti su lengua en mi anito, escupio y sus dedos resbalaron en mi interior, yo como siempre totalmente depilado y limpiecito por los enemas que me hago regularmente. Me daba una lamida de infarto, yo me retorcia del placer y gemia suavemente no nos fuesen a escuchar! Sus dedos entraban uno por uno, hasta dilatarme completamente, yo estaba en el cielo
-Quieres verga putita? Quieres verga bebé?
-Ahh si papi, dame verga! Te necesito adentro!
-Seguro? Quieres ser mío?
-Mierda si, dale porfa metemela que no aguanto!
-Quieres ser mi hembra?
-Ah si maldita sea metemela de una!
-No te desesperes bebé que conste ahora serás solo mío, ok?
En ese momento decia que si a todo, solo queria ese macho dentro de mi, su verga se coloco entre mis nalgas y comenzo a pajearse con ellas, cosa que me desesperaba, di vuelta y lo mire pidendole que me la metiera de una buena vez. Separo mis nalgas con sus fuertes manos y su verga se posiciono en la entrada de mi agujerito, lo tanteaba tocandolo con su cabeza pero sin penetrarme. En un momento senti su verga abrirse paso en mi interior, ya tenía tiempo sin verga y por sus dimensiones me dolió un poco, pero me aguante ya por la mitad me la termino de meter de golpe haciendome soltar un gemido ahogado por la impresión
Sus manos tomaron mis caderas y comenzo un mete saca bastante intenso, sus fuertes embestidas me hacian soltar gemiditos ahogados y chillones de tanto placer, su mano izquierda me nalgeaba fuertemente hasta el punto de arderme un poco pero era un dolor que disfrutaba inmensamente. Mi verga que no es muy grande unos 16cms estaba a tope y yo me pajeaba mientras José me destrozaba mi culito sin piedad.
Me volteo y nos miramos cara a cara, sus fuertes embestidas seguian, ver ese cuerpo de macho sudado, sus roncos gemidos. Yo seguia masturbandome hasta que me quito mi mano de mi verga y sus manos pegaron las mías contra la colchoneta
-Dime bebé eres mío?
-Ah si papi soy tuyo
-Si bebé, mi putita solo mía
Me solto una de mis manos y la lleve a mi verga comence a jalarla freneticamente hasta senti como los chorros caían y mi leche cayó en mi pecho y estomago, con sus dedos la recogio y la llevo a mi boca, como buen chico obediente me la tome todita, quede exhausto pero el no se detenía seguía taladrandome sin piedad, subia mi pierna sobre su hombro, cerre los ojos y deje que hiciera conmigo lo que quisiera.
A los pocos minutos, acelero sus embestidas, me estaba dando con todo, no tenía descanso y senti como su leche se descargaba en mi interior, espesa muy caliente. Se retiro de mi y me miraba con una cara de satisfacción que me daba mucha alegría
-Bien Manu, te sacaste un 20 pero no puedo ponerte esa nota que sino sospechan, creo que con un 15 no habra problemas, no crees?
-*Cansado solo pude asistir con la cabeza*
Al final quede con el culo destrozado de tanta verga, José se puso de pie y tomo algo de papel limpiando su verga, yo estaba todo abierto viendo a ese macho que recién me había cogido, que semental, me dio la mano y me puse de pie, senti como de mi culo se escapaba algo de su leche, me atrajo hacía él e hizo algo que no esperaba, me beso un beso muy intenso, que duro unos cuantos minutos, con sus dedos tomaba la leche que se escapaba y la llevaba a mi boca, ahí de pie desnudos besandonos.
-Que te quede claro bebé ahora eres mi hembra, mi mujer, eres mío, solo yo puedo cogerte
-Lo dices en serio?
-Si bebé eres mío, te lo adverti antes de cogerte, eres mío, así de simple te veo con otro y no la van a contar
-*trage saliva* en serio quieres algo conmigo?
-Como no voy a querer mi amor, eres lo que yo deseo, desde que te vi cuando entraste, no me acerque antes por temor pero se te ve lo viciosa y ya no me pude aguantar
-Jaja que pena, y yo tratando de disimular
-Que mal lo haces, mira Manuel es en serio, no quiero verte con otro soy tu dueño
Después de eso, nos vestimos, mientras era muy dulce y atento, me encanto ver esa mezcla, posesivo y amoroso. Me fui a casa no sin antes darle mi whatsapp, al rato llegue a casa y recibi varios mensajes de su parte, agradeciendome lo bien que lo había pasado y que ya quería tenerme otra vez. Desde ese día soy la mujer de mi profe y siempre me da mi ración de verga para tenerme satisfecho. Espero les haya gustado mi relato!
como sigue