Jóvenes en crecimiento I
Aventuras de varios jóvenes en desarrollo, descubrirán los placeres del sexo sin tabúes..
Este es mi primer relato, espero que sea de su agrado, todo lo que leerán pueden interpretarlo como deseen, no importa si es real o no, lo que importa es que toques tu pene mientras lo lees.
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Mi nombre es Josué, vivo en Costa Rica, en mi país aunque haya mucha aceptación sobre la comunidad homosexual, este relato ocurrió por el 2014 en el que aún el ser considerado un «maricón» era una ofensa. Para ese entonces con 14 años era un chico bastante pálido, mi cabello es castaño dando colores casi rojizos, soy de de estatura normal, 1.73 cm a lo mucho, soy bastante cotizado entre las chicas, muchas me buscan pero no saben lo que realmente deseo.
En mi primer año de colegio, conocí a un grupo de chicos, todos éramos apuestos y nos convertimos rápidamente en los populares, para nuestro segundo año ya eramos deseados por chicas, y por otros chicos que ocultaban su deseo de hacernos suyos, ya con la mayoría cerca de los 14 años empezábamos a desarrollar facciones más masculinas . El grupo estaba conformado por tres chicos, yo, y Brandon. Este pasó a ser mi mejor amigo.
Brandon era bastante guapo, tenía una cara en forma puntiaguda, sus ojos sobresalían, su nariz y boca eran pequeñas, para ese entonces todos usábamos el cabello al estilo Bieber, Brandon por su parte tenía cabello negro y medía lo mismo que yo.
Para el segundo año, habíamos hecho una amistad muy íntima siempre hablábamos sobre las chicas a las que queríamos besar cerca del río del colegio, fuimos muchas veces a la casa del otro a jugar videojuegos, y una que otra vez a ver porno, pero sin ver nuestras vergas, sólo nos sobabamos sin ver al otro.
En clase de educación física, al momento de cambiarnos, yo era bastante tímido de que alguien me viera en paños menores, por lo que siempre me mudaba dentro de los baños ya que no había vestidores. Los chicos siempre me molestaban por esto, pero Brandon siempre me defendía ante ellos. Una vez, unos chicos lograron romper el seguro de la puerta a puros golpes y empujones, me sacaron del baño y me despojaron de toda mi ropa, para mi mala suerte Brandon venía detrás porque se quedó a hablar con un profesor, por lo que estaba sólo. Me quitaron mi boxer y lo peor pudo pasar. Me descubrieron. Mi pene para un chico de 14 años era bastante pequeño, medía unos 5 centímetros, por lo que verlo comparado a esos chicos cuyos penes flácidos medían de 8 a 10 cm era algo vergonzoso, eso bastó para que me hicieran burla por todo el año.
Una vez que ya habían tenido suficiente se fueron y dejaron mi ropa tirada por todas partes, yo quedé tendido en el piso, con mi pequeño pene y mi pequeño trasero, llorando como una niña. Brandon llegó e inmediatamente me levantó, me tapó con mis ropas y nos metió a ambos a un baño.
B: ¿Mae (amigo, viejo, wey, etc) qué le pasó?, Fue esa gente otra vez verdad.
J: Sí, pero no les diga nada, ya me molestaron suficiente como para que le hagan algo a usted, mejor déjelos.
B: Está bien, pero a la próxima espereme y yo me vengo a cambiar con usted, salga para ver si me cambio e ir a clases.
Salí del baño, y sentí algo en mi estómago, mariposas, Brandon me quería y yo a él, era mi amigo, casi mi hermano, pero sentí un calor de protección en ese baño.
-«A la próxima espereme y yo me vengo a cambiar con usted», retumbaron sus palabras en mi cabeza, ¿significaba eso, que la próxima vez íbamos a estar juntos en el baño?
Pasaron los días, y el día de educación física llegó de nuevo, Brandon se fue directamente conmigo al baño y nos miramos fijamente, el espacio era pequeño, pero cabiamos debido a que éramos delegados.
J: Mae no hay espacio, salga si quiere.
B: No, yo no voy a dejar que esos maes le hagan eso otra vez, vea, yo me siento en el servicio (inodoro, retrete) y usted se cambia.
J: Mae es que, me da vergüenza, usted nunca me ha visto sin ropa, y me da cosilla.
B: No sea ridículo, pero si se siente incómodo yo me pongo de espaldas y se cambia rápido.
J: Bueno, pero no vea nada.
Brandon se sentó de forma que la batería del servicio quedará frente a él.
Me empecé a desnudar rápidamente hasta quedar en boxer con miedo a que Brandon me viera casi desnudo.
Cuando estuve listo le avisé a Brandon que era su turno de cambiarse.
Ambos cambiamos de lugar y ahora era yo quién iba en el servicio mientras él se cambiaba. Me senté de espaldas, pero fui detenido por Brandon.
B: ¿Qué está haciendo, para que se pone de espaldas?
J: Para no verlo, usted hizo lo mismo conmigo y supongo que tampoco quiere que lo vea.
Brandon levantó y me puso de frente a él y me sentó de nuevo, de manera que quedaramos ambos de frente, Brandon empezó a desnudarse hasta que quedó en boxer.
Me quedé anonadado, Brandon tenía un cuerpo hermoso, su piel era blanca, pero un poco más bronceada que la mía. Al tener ambos poca edad no teníamos muchos vellos, sin embargo, el bulto en el boxer de Brandon era inminente, era una hermosa protuberancia que necesitaba ser tocada. Me quedé viendo hasta Brandon me preguntó:
B: Mae se me olvidó traer otro boxer, voy a tener que quitarme este, pero que pereza correr y sentir toda la picha rebotando, usted cree que se note mucho ¿O me lo dejo puesto?
J: Quíteselo, – no sé por qué dije eso-, digo, si quiere, es que mae usted se ve que la tiene grande y todo el mundo se la va a ver.
B: Esa es la vara, yo no quiero que me la vea todo mundo, mae qué hago.
J: Sino póngase el mío, y no importa si lo suda yo luego lo lavo.
Se quitó el boxer que tenía y porfin logré ver esa verga hermosa, era larga, como 9 centímetros flácida, gruesa, lampiño todavía, sus bolas eran pequeñas pero caían de una manera deliciosa. De pronto me despertó de mi trance.
B: Graciaas.
J: Tranqui, ahora se acuerda de dármelo nada más.
Fuimos a clase y todo transcurrió normal, me devolvió el boxer y luego seguimos a las demás clases.
Cuando llegué a la casa empecé a ordenar la mochila para el otro día, saqué la ropa de deporte y ví el boxer que Brandon usó. Olía muy fuerte, el sudor de Brandon era muy fuerte, y el de su entrepierna olía a orín combinado con el sudor, no sé por qué, pero empecé a olerlo mientras tocaba mi pene. Decidí dejar ese boxer en secreto sin lavar, para olerlo cada vez que quisiera masturbarme, lo guardé en una bolsa cerca de mi alcance.
Un día Brandon tuvo que venir a mi casa a hacer un trabajo, todo fue normal, mi mamá se fue a hacer mandados, por lo que quedamos sólos. Terminamos temprano y nos quedó la tarde libre.
B: Mae, tengo ganas de un sobo no he podido hacerme uno hace rato.
J: ¿Y eso?
B: Mae es que vieras que por más cosas que vea no se me para con nada, es bien raro.
J: No parece, es que como la tiene tan grande pensé que se le paraba fácil.
B: Mae sí, pero desde aquel día que lo metí a usted al baño no sé, no se me paró más.
J: Tratemos a ver si se le para, veamos un vídeo.
B: Ponga bisexual, es que me gusta más por los tríos obvio.
Puse el vídeo y empezó a correr, eran dos hombres jóvenes y una chica rubia de tetas medianas. Ambos empezamos nuestra rutina de siempre, nos tocabamos sobre el pantalón pero sin vernos.
B: Mae, ya estoy duro, no aguanto, me la quiero sacar.
J: Espere, busque unas servilletas que tengo en la gaveta a la par de mi cama.
Lo escuché esculcar hasta que me dijo.
B: ¿Mae que es esto?
J: Mae, no vea eso, demelo.
B: ¿Es el que me prestó aquel día?
J: Sí, pero ya demelo.
B: ¿Por qué lo tenía ahí, y por qué huele a que no lo lavó?
J: Mae ya en serio, veamos el vídeo y ya.
B: Expliqueme primero porque el boxer está sin lavar en esa bolsa, a usted le gusta olerlo o qué.
Me exalté y todo salió de mi boca.
J: Sí..desde aquel día que nos cambiamos en el baño y se lo presté lo guardé y me la jalo oliendolo.
B: …
J: Le juro que yo no quería dejarmelo, pero desde que usted me defendió siento cosas y pensar en usted, a veces hace que se me pare la picha.
B: Le voy a ser sincero… Mae ese día que usé este boxer, tuve la picha bien parada, me dio morbo que fuera suyo, traté de controlarme cuando nos cambiamos otra vez, pero llegué a la casa y me la jalé y me vine como nunca, desde ahí ni viendo tetas se me para, pero pienso en usted y se me pone durísima.
J: A mi me pasa igual, me la he jalado sólo oliendo ese boxer y me vengo mucho, y la verdad es que lo que más quiero es verle la picha otra vez.
Ahí empezó todo. Se acercó a mí y me besó. Fue un beso tierno, sentí la protección de aquel día en el baño. Sin embargo, pronto sentí algo nuevo, tocó mi pene fuertemente.
B: Que rica esa pichita, me gusta que sea chiquitita.
Lo ví a los ojos y sus ojos estaban llenos de lujuria. Tomé su cara y nos fundimos en otro beso, pero esta vez apasionado. Lo empecé a desnudar y lo dejé en boxer. Él hizo lo mismo conmigo y rápidamente estábamos ambos conociendo nuestros cuerpos desnudos.
Su verga estaba dura como roble, era gruesa y larga, medía como unos 16 cm, mientras que la mía rondaba los 14 cm.
B: Vas a ser mío, zorrita, esa picha suya no es nada con esto.
Puso su verga y la restregó en mi cara, me estaba humillando con su verga grande que aún faltaba por crecer.
J: No, no es nada, hazme lo que quieras.
B: Lo que más quiero es comerme ese culito y que me dé la lechita de esos huevos todos ricos.
No tardó y me empezó a comer la verga, sentí mucho sus dientes, pero era nuestra primera vez, lo dirigí para que lo hiciera mejor y así fue, pasó su lengua en mi frenillo, gemí como su una puta sumisa.
B: Que rico gimes, gimame más y pidame verga para darle por ese culo.
J: Dame verga, quiero lechita, aahhh, síiii, quiero tenerla toda adentro y que la saques y la metas duro.
B: Usted me lo pidió.
Medio comió el culo, y sin piedad y sin casi nada de preparación me la metió, no me dejó ni respirar cuando ya estaba bombeando. Duró escasos 5 minutos dentro mío y se vino sobre mi abdomen.
Me masturbó hasta que me vine, todo nuestras lechita juntas y me la dio en la boca.
Una vez que ya habíamos terminado, me dijo.
B: ¿Quieres algo entre los dos?
J: Sólo quieres coger o…?
B: No, quiero todo, yo te voy a defender en el colegio, pero aquí, en este cuarto, y yo con esta verga, voy a ser el único que te va a poder humillar. ¿ Quieres?
Caminé hacia él, me agaché y volví a mamarle la verga.
J: Eso es un sí, quiero que dures más dentro de mí, soy tuya, cuando cojamos para ti voy a ser solo una zorra.
B: Igual te quiero, eso no lo olvides.
Me besó tiernamente, me volvió, me puso en cuatro, y volvió a penetrarme.
Mi vida con Brandon cambió totalmente, ahora podía estar protegido siempre, pero me gusta ser humillado por él, sé que lo hace con amor y con deseo. Pero nuestra ambición de sexo no paró aquí, el sexo para mi novio ya no era suficiente.
Pero eso será para mí próximo relato.
Espero les haya gustado, tal vez es mucho preámbulo lo sé, pero trataré de hacer menos historia y más sexo, o si está bien así haganmelo saber.
gran relato como sigue