Juan mi vecinito de 11 años (otra parte)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Luego que terminamos y al tocar la verga de Juan se corrió sobre mí, lo lleve al baño para asearnos, no tenía ni la menor idea de la hora que era. Al cabo de media hora suena el timbre y era el papá de Juan quien venía a buscarlo. El señor muy amable agradeció el favor y pidió disculpas por el atrevimiento. Luego se marcharon. Al quedar solo no dejé de pensar en aquella verga que se gastaba Juan para su edad y que si seguía así, a mi edad la tendría descomunal.
Pasó el tiempo y Juan y yo, solo nos saludábamos al encontrarnos en los pasillos o en cualquier ambiente del edificio sin tocar el tema.

Ocurre que otra ocasión tocan a mi puerta y cuál es mi sorpresa al abrir, que allí se encontraba Juan solo, al verme Juan me pregunta que si puede esperar en mi casa a sus padres, que salieron y no le dejaron las llaves de su apartamento, casi lo empujo para que entrara, ya en mi mente estaba la llama de la malicia encendida y ese calor ya lo reflejaba en mi entre piernas, mi pene parecía una vara de hierro candente. Juan lo noto de inmediato y me dijo que si me estaba haciendo una paja cuando sonó el timbre y le respondí tomándolo de los hombros y trayéndolo hacia mí, lo besé con desesperación, Juan no hacía nada por separarse de mí y solo respondía a aquel beso con fervor.

No sé cómo llegamos a mi cuarto y lo lancé sobre mi cama, Juan llevaba un pantalón corto y una franela sin mangas, lo tomé de los costados y sin sacar el botón le jalé el pantalón que se vino con interiores y todo, quedando a mi disposición aquella tranca que me había hecho pensar y soñarla todos estos días, no di tiempo a nada y comencé a chupar aquella tranca que estaba lubricada por el precun de salía de sus testículos. Chupé, lamí toda aquella verga, que entraba en mi boca y daba justa, chupé cada testículo que no tenía ni un pelo. Volvía a chupar aquella verga y de Juan solo oía pequeños gemidos, ya después de bastante tiempo de chupar pude notar la contracción que se le formó en el vientre a Juan y supe que estaba a punto de llegar. Yo ni me había tocado mi pene, solo quería comerme aquel. Cuando Juan llega, siento los chorros de semen caliente que llegaron a mi garganta y mas allá. Lamí su verga hasta dejarla limpia y sin un rastro de semen, me levanté y me acosté sobre Juan, quien me abrazó y me volvió a besar. Yo pensaba que todo había acabado allí, pero Juan tenía su propio plan, después del beso, Juan me pide que me coloque de perrito en la cama y se dedica a darme un beso negro que si me hizo explotar de deseo y le pedía a Juan que me lo metiera, pero que fuera con cuidado por el miedo que me producía el tamaño de su miembro,

Juan lamía mi culo y dejaba suficiente saliva para lubricar, metía un dedo y luego dos, sabía lo que hacía. De repente siento la cabeza de aquel miembro en la puerta de mi culo y con una presión constante se dejó entrar en mi Juan, que delicia, el dolor fue superado por la excitación, luego de metérmelo, comenzó un mete y saca muy agradable, al tener como unos quince minutos así, Juan me retira su bastón y me pide que me dé vueltas, toma mis piernas en sus hombros y vuelve de nuevo a sodomizar mi culo, así supe que lo metió completo porque al pegar sus huevos con mis nalgas sentí un dolor diferente, como cuando te parten desde adentro hacia fuera, al ver mi expresión de dolor Juan estampó un beso en mi boca que me transportó a otro mundo, con este mete y saca de Juan yo veía la gloria, al cabo de unos minutos descarga dentro de mí Juan su segunda eyaculación y puedo decir que cantidad de chorros y que tan largos fueron, porque creo sentir el sabor en mi boca, jadeando sobre mí Juan quedó tumbado, al cabo de un rato su pene sale de mi culo haciendo un sonido de plop.. y comienzo a botar aquel cargamento de semen de mi culo. Nos volvimos a besar y comprendí que esto no se acababa aquí y que vendrían otros nuevos momentos.

Espero les guste. De este relato falta la última parte, que dejaré para otra ocasión.