Juan, que gratos recuerdos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Recuerdos gratos y excitantes llegan a mi memoria después de tanto tiempo y aun parece que fue ayer lo que me sucedió con Juan, un vecino de mi edificio de apenas 11 años.
Mi nombre es Dan, estos hechos ocurrieron hace algún tiempo, cuando Yo contaba con tan solo 13 años. Soy de piel morena, era en esa época delgado, estatura regular para mi edad, simpático como persona y físicamente. Juan por su parte tenía 11 años un poco mas bajo que Yo, de piel muy blanca de nalgas redondas, paradas y muy firmes, de su pene supe después como era, pero eso lo dejo para el relato.
Una tarde me encontraba en mi casas solo, ya que mis padres trabajaban y el transporte del colegio me dejaba en mi edificio a horas del medio día. Cuando estaba por darme una ducha para luego almorzar, suena el timbre de mi casa, Yo voy a ver de quien se trata y al abrir la puerta veo a Juan con su mamá, quien al ver que no era mi madre quien abría la puerta, me preguntó por ella, a lo que respondí que se encontraba trabajando, pude notar en su cara la preocupación que la embargaba en ese momento y me atreví a preguntar que le sucedía. La señora me comentó que tenía que salir urgentemente por algo de la familia y necesitaba dejar a Juan con nosotros hasta la hora de llegada de su papá quien era militar y su guardia terminaría después de las 6:30 pm. Al ver su preocupación me atreví a decirle que si no tenía problemas Juan podría quedarse conmigo, de inmediato ella respondió que no tenía problema, seguidamente le pregunte que si Juan había almorzado y ella me dijo que con el afán no se había acordado, a lo que respondí, que no se preocupara que mamá siempre me dejaba suficiente comida y yo no me la comía toda, además también deja la cena preparada por si no llega temprano yo pueda hacer la tercera comida. La mamá de Juan muy agradecida se retira. Mientras tanto hago pasar a Juan y le digo que vea algo de TV mientras yo me duchaba y salía a servir la mesa.
Al cabo de unos minutos ya comidos, nos sentamos a ver TV, después de una hora y media, le pregunto a Juan si quería jugar a algo y no ver mas la TV, Él respondió afirmativamente, le pedí que fuéramos a mi cuarto donde tengo un tapete gigante en el suelo donde acostumbro a hacer mis tareas. Al entrar en mi cuarto Juan se percata de mi colección de muñecos de lucha libre y toma uno y me dice que juguemos a las luchas, yo tomo otro de los muñecos y comenzamos a jugar, al cabo de un buen rato Juan me sugiere que luchemos ambos, como les dije Juan era un poco mas bajo que yo, pero al mas grueso, en fin nos dimos a luchar y aplicarnos llaves de lucha libre. Yo notaba que Juan cuando me tomaba por la espalda para aplicar cualquier llave me rozaba con algo que yo pensaba tenía en un bolsilla, eso por lo duro y grueso que se sentía, esta situación se repitió varias veces, cual es mi sorpresa que al asir a Juan por una pierna para tumbarlo se le sale por el costado de su pantalón corto un tremendo mástil que al verlo me hizo sentir algo extraño, Juan al notar lo sucedido me pregunta que si tenía algún problema por su estado a lo que respondí que no, seguimos en la lucha pero nuestras franelas incomodaban un poco la acción y le pido a Juan que no las quitemos y sin pensarlo dos veces las tiramos a un costado, se repetía a acción de Juan en mi espalda y culo, yo ya o pensaba en otra cosa y sugerí a Juan quitarnos toda la ropa para poder luchar mejor –era una excusa- Juan accedió y quedamos desnudos.
Cuando miro aquel cuadro toda mi mente se transformó, pues al ver a Juan con un pene tan grande como el mío, largo y grueso y aquellas nalgas blanquitas, redondas y duras, me transformé y mi pene se disparó de inmediato, aquel cambio no le afecto a Juan y volvimos a las luchas pero ya era otra cosa, Juan me tomaba y rosaba su tremendo miembro en mi raja y yo hacía lo mismo, con la diferencia que yo soy una fuente de líquido preseminal, eso emana de mi como si estuviese arinando, en mi es muy abundante Cuando era yo quien tomaba a Juan le colocaba mi miembro en aquel hueco que era de un color como naranja y dejaba mis chorros de líquido, se repetía la acción por parte de Juan hacia mí, pero él no drenaba líquido como yo.
Ya cuando estábamos muy caliente me toca agarrar a Juan para aplicarle una llave, pero al estar encima de él, yo levanto mi cuerpo y solo dejo mi vientre en sus nalgas y noto que Juan levanta el suyo para dejar esas hermosas nalgas y su agujero a mi disposición, no emitimos ninguna palabra solo nuestros cuerpos hablaban, Yo tomo mi miembro y lo coloco en la puerta de aquella gruta y pude sentir el ardor que tenía por dentro, eso me hizo temblar nuevamente, Juan por su parte seguía ofreciendo su virginidad, al colocar la cabeza de mi pene en su raja él emitió su sonido muy profundo y volvió a levantar sus nalgas, dejando mas disponible el espacio, yo por mi parte empecé a hacer presión pero estaba tan lubricado que mi pene pasó con mucha delicadeza su cabeza a su interior Juan nuevamente gimió pero muy callado, me quedé quieto por un rato pero los brazos ya los tenía cansados de tanto apoyarme y me dejé caer sobre su espalda, cosa que hizo que mi pene penetrara hasta lo mas profundo y volví a sentir ese gemido de Juan que no parecía dolor sino todo lo contrario, estaba disfrutando de aquella experiencia.
Me quedé tranquilo un rato mientras sentía latir mi miembro, luego comencé el mete y saca poco a poco y sin retirarlo del todo, lo metía poco a poco y lo sacaba hasta la mitad, asís estuvimos un buen rato, después Juan me sugirió que me levantara pues mi peso era demasiado para el rato. Saqué mi pene de mi escondite y noté que venía con mucho líquido preseminal y unos hilos de sangre muy mínimos. Me acosté de espaldas al piso y pedí a Juan que se sentara encima de mí. Aquella fue otra gran sensación, esa boca se tragó todo mi garrote, en esta posición tomé por primera vez el pene de Juan y lo masturbe por in buen rato, mientras él se levantaba y se dejaba caer, fue esta la que me hizo llegar como nunca en todas mis pajas, de mi pene brotaba semen y yo pensaba que no iba a parar.- Cuando Juan se levantó de mi dejó un charco de semen en mi vientre y abdomen. Cuando le suelto su pene a Juan lanza un chorro de semen que cae en mi cara y de nuevo me estremezco, por esa nueva experiencia.
Les cuento que esto paso el primer día, luego se hizo costumbre que Juan se quedara en casa por cualquier necesidad de sus padres por dejarlo solo. Lo que me hizo Juan lo cuento en una próxima oportunidad,
Espero les guste mi relato.
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