JUEGO DE AMIGOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Héctor, tengo 25 años y esta es mi historia. Cuando tenía 19, mi amigo Juan Carlos 18, siempre quedábamos para hacer las tareas de la universidad. El era blanquito y un poco musculoso, no exagerando. Sus ojos claros y cabello oscuro. Yo pues, igual, no tan musculoso cabello negro y ojos marrones. Era nuestro primer año en la universidad, el siempre era reservado y tranquilo, pero estando a solas, era todo un caliente. No recuerdo como fue que iniciamos nuestro "juego" , solo recuerdo que una tarde fui a hacer la tarea y en menos de media hora,yo ya estaba recostado con los pantalones y el bóxer abajo y mi pene cubierto de abundante lubricante. En eso se resumía nuestro juego, yo hiba a su casa, hacíamos la tarea y luego el me masturbaba. Siempre tenía lubricante a la mano, y me gustaba que lo hiciera. Recuerdo una vez que duramos 1 hora en el acto, el ya estaba cansado, mi pene rojo e hinchado, pero aún así seguimos. Luego de eso el pene me dolía y duró como una semana!, pero valió la pena, por que el orgasmo que me produjo fue muy intenso. En fin, nuestras tardes se basaban en eso, el acariciaba mi pene son sus suaves manos y yo disfrutaba y me relajaba, ya que al final no había culpa, mas bien complicidad, por que los dos queríamos. Una tarde, como era costumbre, fui a su casa a hacer tareas, al terminar de hacerlas, yo sabía lo que hiba a pasar!. A decir verdad era el quien se acercaba a mi, me bajaba los pantalones y empezaba el juego, pero esta vez pasó media hora y el parecía que no haría nada. -hoy no vas a ejercitar tus brazos?- pregunte en doble sentido, mientras reía, por que luego de 4 meses de nuestro juego ya existía confianza. -Hoy no. Dejame buscar algo!- dijo mientras daba vuelta a sus cajones buscando algo. -a veces me pregunto, ¿que haría si no te tuviera?- dije en tono nostálgico. -yo pienso lo mismo, por que tú eres mi único y mejor amigo!- me dijo mientras sacó un pañuelo de un cajón. -que es eso?, es un juego o que?- dije mientras el me vendaba los ojos. -si, vamos a jugar un poco- escuhe su voz que me produjo cierta excitación. Me bajó los pantalones, el bóxer y empezó a acariciar mi pene, sus manos eran suaves y sus caricias eran perfectas, pues el sabía donde me gustaba. Acarició mi glande y mis testículos. -hemos hecho esto por un tiempo, que más da que tenga los ojos vendados!- le dije- Además donde está el lubricante?- concluí. Pero pareció que no me escuchaba, mientras me masturbaba sentí algo nuevo, algo húmedo que pasó por mis testículos. Me éxito demasiado, la sensación era única. No tardé en saber que era aquel nuevo juguete que utilizaba, su lengua. Lamía mi pene como si fuese una paleta helada, de un momento a otro metió mi pene en su boca, la sensación fue agradable, estaba húmedo y tibio, su saliva recorría por todo el pene, no nesecité lubricante. Mi prepucio se enrrollaba y desenrollaba dentro de su boca, mi glande sintió el fondo de su boca, succionaba y me masturbaba, aquello era glorioso, sin duda nuestro nuestro juego sexy había subido de nivel, a pesar de tener los ojos vendados no imaginaba nada, solo lo miraba a el con su bella mirada lamiendo mi miembro que ahora estaba escurriendo un líquido lubricante que se mezclaba en su boca. Cada minuto que pasaba la excitación subía, mi glande estaba rojo, mis testículos listos para la descarga, mi respiración se tensaba, -no puedo más- dije y parece que eso fue el toque de gracia, Juan Carlos succionó velozmente, sus movimientos rápidos hicieron que eyaculará dentro de su boca, el orgasmo fue intenso, me retorcí como pescado en su cama, acaricié su cabeza y me quité el pañuelo de un tirón, vi su cara y lo que veía me gustaba, Juan Carlos se veía hermoso con mi semen en su cara, sus ojos estaban lagrimeando y mi semen aún en su rostro. Esa imagen me endureció el pene de nuevo y no pensé, tomé mi pene y me masturbe rápidamente, cuando estuve a punto de terminar mi amigo tomó mi pene y me corrí en sus mano por segunda vez. Luego de aquello me duché y vestí mientras el se aseaba, pensé: si antes te quería, ahora te quiero más. Por que me haces sentir estas cosas. Nadie me hacia lo que Juan Carlos, el nunca me ponía perros, de hecho era él quien siempre tomaba la iniciativa, y yo consentía todo lo que me hacía. Luego de vestirme se quedó todo en silencio y pregunté -por qué hacemos esto?- -que harías si no estuviera?- me preguntó sin darme una respuesta a mi pregunta. -supongo que te extrañaría!- contesté. Luego de eso me despedí y me dijo encamine a la salida, antes de subirme a mi auto le tiré un beso cortito y el me dio una sonrisa cómplice. Espero les haya gustado y bueno, luego les contaré el resto de mi historia con Juan Carlos, Cuidense.
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