Juego de Hermanos II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por summoner.
2-1 era el marcador indicado en la pantalla de televisión, aquellos chicos continuaban limpiando la verga de Antonio, se encontraba ansioso por saber que se sentía introducir su miembro en uno de aquellos culitos, y el mas indicado le parecía Bryan, solo el hecho de pensar en perforar aquellos glúteos hacia que su torrente sanguíneo se quisiera diriguir exclusivamente a su miembro, se oian los sonidos provocados por los chupetones que le proporcionaban aquellos chicos, sin trabajos levanto a Bryan y lo acomodo en su abdomen, con las piernas abiertas a cada lado de su corpulento cuerpo, le coloco el miembro entre los glúteos y le indico a Ricardo –ensalivme bien la verga maricon, de ti depende que le entre duro o suave a tu hermano-, Ricardo no entendía bien el significado de aquellas palabras, sin embargo obedeció, sentía las nalgas de su propio hermano en su rostro, no era algo que el hiciera a propósito, cada vez que acercaba su boca para meterse aquel miembro y mamarlo, aquel hombre era quien lo acercaba de esa forma al cuerpo desnudo de su hermano, Ricardo miro el miembro regordete de aquel hombre en medio de las nalgas de su hermano y pensó que esa pose era muy similar al de un hotdog, subía y bajaba rozando el área alrededor de aquel ano apretado y contraído por el estrés de aquella situacion, llevando la saliva de aquel muchacho de un glúteo a otro, aquello también era una mescla de aromas, el semen que con anterioridad Antonio había liberado, el sudor de aquel hombre se entremezclaba con el desodorante y el perfume que se había puesto, el olor del culo de su hermano convinado, era una mezcla esquisita. Aquel hombre ya no esperaría más con una mano separa el glúteo izquierdo de bryan y con la otra coloco la pu8nta de su pene en aquella cerrada hendidura y empujo levemente –Noo!, me duele!- fueron los chichidos de aquel chico al sentir una fuerte punzada originada por la constricción de sus esfínteres anales, con una enorme sonrisa Antonio retiro su miembro y contemplo la cara de angustia de sus victimas -hay mi colita- con su mano Bryan empezó a sobar su ano, para conseguir reducir aquel dolor, -Tranquilo, solo te va a doler al principio- la excitación de había alcanzado un punto inimaginable, sudaba tanto como cuando entrenaba en el gimnasio por horas, no estaba dispuesto a perderse una buena cogida con aquellos hermanos, -tu sigue lamiéndome los huevos- le ordeno a Ricardo, volvió a intentar introducir su grueso miembro en el ano de Bryan y sin importarle ahora las quejas de aquel chico empezó a meterle su miembro, lo sujetaba con sus dos manos obligándolo a quedar empalado en aquel miembro, sentía como la lengua de Ricardo le lamia las pelotas. Ricardo observaba con total asombro como el ano de su hermano se hiba abriendo mientras aquel miembro se introducía lenta y dolorosamente, era la primera vez que contemplaba una penetración en toda su vida, y algo en su interior se disparó, su miembro al igual que el de su agresor empezó a dilatarse y a expandirse, se excitaba al ver la violación de su propia sangre, con su lengua empezó a lamr los testículos velludos de Antonio.
Parecia que aquellas acciones traían por consecuencia efectos positivos sobre la suerte de su equipo, en ese instante cuando logro entrar en aquella pequeña cavidad el marcador de aquel juego había alcanzado el empate, sacudió al muchacho de arriba hacia abajo, empotrándolo fuertemente, miro el rostro de su víctima lleno de lagrimas y lo beso en los lbios, mientras que cantaba la porra de su equipo, incluso con aquella emoción había golpeado a Ricardo –Y tu que pendejo, sígueme limpiando los huevos que esperas- aquel chico obedeció y continuo con su trabajo, su reciente erección había desaparecido pero al contemplar nuevamente el miembro entrando y saliendo de aquel culo virgencito, el morbo volvió, esto le apeno bastante, no solo porque era su hermano quien le provocaba esta reacción, sino por el sufrimiento que estaba recibiendo, Antonio separo a Ricardo y recostó a Bryan en el sofá, le levanto las piernas y las coloco sobre su pecho, aquel chico intuyo la finalidad de aquella posición, e inútilmente intento cubrir la entrada de aquel hermoso recto recién perforado con sus manos, Antonio no tuvo mayor dificultad para despejar el camino de su verga, tomo su miembro y con movimientos circulares intento lubricar nuevamente aquel orificio con su propio liquido preseminal, las suplicas y los gritos de dolor no se hicieron esperar, realmente no quería lastimar tanto a aquel muchacho, pero una vez que la cabeza de su miembro volvió a entrar se dejo llevar por sus impulsos y comenzó con los movimientos de pelvis, introduciendo completamente su miembro, para después retroceder y repetir la misma actividad, era sumamente exquisito entrar en aquella cavidad, los ojos del chico se abrieron al sentir aquel dolor nuevamente, seguido de una gran ardor, le suplicaba a aquel hombre que de favor se detuviera, le decía que le dolía mucho, pero Antonio solo lo contemplaba,
Brayan estaba muy asustado y esto originaba que en cada penetración todo su cuerpo se tensara, tomo a Ricardo de la cintura y lo acerco a su cuerpo, fue en ese momento cuando se percato de la pequeña erección de su cómplice, había sido un mudo espectador, Antonio llevo su mano hasta aquel miembro y comenzó a masturbarlo, suave y rítmicamente, Ricardo se encontraba en confusión total, no quería ser parte de aquella esena, pero su pene le indicaba otra cosa, Antonio saco su miembro de aquella cavidad rectal y coloco a Ricardo enfrente de su hermano, -Ahora métesela tu- las palabras de aquel hombre parecían irreales, como era posible hacer algo como eso, observaba a su hermano suplicándole que no lo hiciera, pero las manos de aquel hombre lo acercaban cada vez mas a aquel cuerpo joven, sintió como los dedos de aquel hombre apuntaban su pene en el ano de su hermano y con un empujón de aquel hombre se introdujo en la cavidad rectal de su hermano quería pensar en otra cosa, deseaba realmente que su erección terminara en un abrir y cerrar d eojos, pero no fue asi, la sensación de aquel culito era bastante agradable, Antonio besaba su nuca, su espalda, mientras tallaba su pene en las nalgas del hermano mayor, poco a poco la resistencia que en un principio había mostrado se iba convirtiendo en excitación, ni siquiera se percato cuando había colocado sus manos en las piernas de su hermano y comenzó a mover su cintura para aumentar aquella sensación tan agradable, poco seria el momento tan agradable ya que Antonio deseaba eyacular dentro de uno de aquellos culitos, comenzó a meter el dedo en el culo de Ricardo, el chico reacciono intentanto retirarse pero Antonio lo empujo obligándolo a sumergir su miembro aun mas profundo en el colon de su hermano, -no te salgas, me los quiero coger así a los dos- Ricardo obedeció y continuo con sus penetraciones, sentía como los dedos de aquel hombre se introducían, primero uno, después el segundo, se percato también de que no le causaban tantas molestias, sino que al contrario incrementaban su excitación juvenil, pero una cosa era el diámetro de aquellos apéndices y otra muy diferente el de aquel miembro,
Setia las ansias de eyacular, los roces con aquel culito suave, tibio y húmedo lo empezaba a llevar a los limites del placer, y cuando menos lo esperaba sintió el mismo dolor y ardor que había sentido en primer lugar su hermano, con apenas la lubricación de un escupitajo de saliva Antonio había metido la mitad de su miembro en el nuevo orificio, Ricardo dio un grito ahogado de dolor, al tiempo en que Antonio lo sujetaba firmemente para comenzar con sus embestidas, había conseguido desvirginar a esos dos culitos y mejor aun, había conseguido un cómplice de sus fechorías, era como si su pene pudiera atravesar a ambos chicos al mismo tiempo, y como por arte de majia el marcador en aquella pantalla había cambiado nuevamente 3-2.
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