Juegos de primos: Parte 1
Un inocente juego antes del baño en la piscina termina en algo totalmente impensado..
Mi nombre es Matías. Leyendo relatos morbos acá entre primos, compartiré algunas historias entre familiares. Esto se remonta cuando yo tenía 16 años. En plenas vacaciones de verano, un fin de semana fuimos invitados a casa de un familiar que tenía una gran piscina en el patio donde nos reuníamos casi todos los familiares. Era una ocasión especial, ya que conoceríamos a nuestro nuevo integrante de la familia, Andrecito, que ya tenía unos 5 añitos, recién conociéndolo porque él y los tíos vivían en el extranjero y no venían al país hace muchísimo tiempo.
Compartimos un rico asado, con mucha carne a la parrilla y una variada oferta de ensaladas sobre una gran mesa donde compartiríamos casi todos juntos luego de años sin vernos. Ese día no hubo posibilidad de bañarse por todo lo que se estaba haciendo en el patio trasero, así que el domingo sería el día de piscina aprovechando la resaca de los adultos por el alcohol y la trasnochada de la fiesta. Yo decidí quedarme en casa de mi tío, donde estaba la piscina, con los que jugamos videojuegos en el computador para no aburrirse mientras los adultos se divertían fuera con música y carcajadas por miles como ambiente.
Al otro día, como había de esperarse, nadie se quería levantar temprano, pero yo y mis primos ya estábamos con ganas de seguir jugando y aprovechar la piscina todo el día, ya que siendo recién las 12 del día el calor era insoportable. Almorzamos temprano para reposar y luego poder entrar a la piscina toda la tarde, mientras los tíos y tías dormirían la siesta. En eso mi tía que venía del extranjero me encargó a Andrecito, ya que era de los mayores entre mis primos y el más responsable entre todos. Mi misión era cuidarlo un rato mientras mi tía y su esposo irían de compras al supermercado, ya que traerían helado y otras cosas para compartir, por lo que llevar a Andrecito les haría tardar más y decidieron dejarlo bajo mi vigilancia.
Ya mis primos y primas se alistaban colocándose los trajes de baño en otras habitaciones, mientras yo veía dibujos animados con el pequeño. No sabía qué hacer, la verdad estaba acaloradísimo y quería bañarme con el resto y si dejaba solo a Andrecito podía pasar cualquier cosa. Así que decidí cambiarme frente a mi pequeño primito. Por la ventana vi a mi prima y su traje de baño que dejaba lucir su culo maravilloso y sufrí una erección que me dejo duro como palo. En eso me vio mi primito, que inocentemente había terminado de tomarse un biberón de leche, ya que era algo regalón y pese a su edad seguía con la mamadera.
– Que es eso primo? – me pregunta inocentemente Andrecito
– Eh…es como… – nervioso balbuceaba mientras intentaba pensar que decir para no cagarla – es lo mismo que tienes tu haya abajo pero más grande, porque soy más grande que tu primito.
– O sea es tu pilin – me respondió el pequeño exclamando con alegría porque sabía algo ya de eso.
– Claro, eso es – dije avergonzado, colocándome rápidamente el bañador.
– Oye pero porque lo tienes así, tan grande y con tanto pelo? Yo no tengo – con cara de curiosidad me preguntó mirándose su propio penecito entre su calzoncillo.
– Es que al crecer te irán saliendo, tu tranquilo – le dije intentando cerrar el tema, nervioso que le comentara algo a mi tía o su esposo – por favor esto que viste es secreto entre tú y yo ok, prometelo?
– Si, no le diré a nadie primo, promesa – me dijo mientras cruzábamos los dedos meñiques en señal de promesa.
Ya solucionado eso, no podía hacer nada por mi erección, que igualmente se notaba por el bañador. Y Andrecito volvió con una interrogante que me dejo más nervioso aún:
-Primo, tu pilin porque se quedó así de grande? – me dijo queriendo saber más.
– La verdad es que tuve pensamientos que hicieron que se pusiera así bien duro y grande – le dije mientras se acercaba a mí.
– Podría verlo de nuevo primo, es que no lo vi bien para ver la diferencia con mi pilin – me dijo bajándose sus calzoncillos y saltaba en la cama.
– Bueno, ya te lo mostrare solo un poco para que lo compares y listo – le dije, cerrando la cortina y la puerta del cuarto.
Me quite el bañador y ahí estaba el trozo de carne duro aun como un palo. El niño curioso tomo su pene con facilidad e intento tomarme el mío, y me corrí hacia atrás, pensando en que ya habíamos llegado algo lejos. Me pidió tocarlo un poco y a regañadientes lo deje, empezó suave a acariciarlo y luego a agarrarlo pero lo apretó de los nervios, algo que me produjo más placer que dolor. Luego toco con sus deditos la cabeza que se asomaba diciéndome que era suave esa parte y queriendo hurgar con un dedito el agujero del glande por curiosidad. Me seguía preguntando cosas como porque se tapaba la cabeza con el cuerito o porque tenía unas cosas que sobresalían mucho en el tronco, que eran mis venas hinchadas de sangre caliente por la erección, solo respondiendo lo biológicamente correcto, sin tener que caer en morbosidades o cosas que después podrían traerme problemas. Luego de la minuciosa examinación, le volví a recordar que era nuestro secreto, y que si le contaba a alguien de todo esto lo iba a tratar de mentiroso con sus padres y lo acusaría de cualquier cosa para que lo castiguen, prometiendo nuevamente no contar nada.
Fue entonces que llego mi tía del supermercado y pude salir a la piscina a bañarme con mis primos, pero con el temor que Andrecito dijera algo que me pusiera en aprietos. Lo pase increíble con mis primas y primos jugando en la piscina toda la tarde, hasta que ya se hacía noche. En eso mi tía se me acerca y yo temblando, no sé si por el frio que ya empezaba hacer por la brisa o por pensar que Andrecito rompió la promesa que vio mi pene parado.
– Sobrino, quiero hablar contigo – yo más nervioso pensando lo peor y el castigo que me podrían dar mis padres o la vergüenza por lo ocurrido – por favor puedes quedarte hoy con nosotros acá y cuidar de Andrecito mañana mientras vamos de compras con tu tío, ya que hace años que no vamos a las tiendas acá y queremos ir a ver unas cosas.
– Si por supuesto, no hay problema, me lleve bien con mi primito – dije aliviado porque pensaba lo peor así que pude respirar tranquilo.
Si quieres saber en que terminó este relato, comenta lo que esperas que ocurrirá al día siguiente, cuando me quede a solas con mi inocente primito. Estoy recién publicando, así que cualquier recomendación de ustedes lectores harán mejorar mis relatos. De antemano muchas gracias.
Excelente inicio, a ver cómo termina.
Muchas gracias por tu comentario, así puedo seguir mejorando…aún falta lo mejor ojala me sigas leyendo.
como continua por favor
Muchas gracias por tu comentario…pronto seguiré con la continuación de la historia…espero la puedas leer
Hola! Seguirás con el Relato?
Es que no encuentro la siguiente parte entre tus demás relatos aunque si es porque aún no lo has subido o tal vez sea error mío que no lo puedo encontrar jeje
Agradecería tu respuesta, de ante mano mucha gracias 😀