Jugando al escondite III.
si me veían así los demás chavales, se iban a enterar de todo y eso era precisamente lo que no quería, como el empalme no me daba bajado, allí me quedé sentado, era incapaz a moverme, me daba mucha vergüenza..
Aquella tarde noche, después de haberme dado por el culo Marcos y haber sido pillado por Jorge mientras Marcos me daba por el culo, dejáramos de jugar al escondite, cosa que a mi no me importaba, lo que más rabia me daba además de sentir una terrible vergüenza, es que todos empezaran a saber que me había dejado dar por el culo, los que hasta ahora lo sabían, eran solo Marcelo y Marcos ya que ambos me habían dado por el culo y ahora también lo sabía Jorge, nos había pillado en plena follada, había visto todo, como me metía la polla por el culo, como gemía y el tremendo empalme que yo tenía mientras estaba siendo follado por Marcos, lo que le demostraba de manera irrebatible de que aquello me gustaba y que además no era la primera vez que me daban por el culo.
Ahora al escuchar hablar a Marcos y Jorge, ya supo que los 2 ya me dieran por el culo, así que aquello le confirmaba que hoy no había sido mi primera vez, ya sabía que los 2 me habían dado por el culo, ahora ya todo le cuadraba, ahora le cuadraba por qué Marcelo siempre se escondía conmigo y aquellas risitas de Marcos.
Mientras Marcos y Marcelo hablaban, yo sentado pensaba en que hacer a la vez que trataba de que aquel empalme que tenía bajara, si me veían así los demás chavales, se iban a enterar de todo y eso era precisamente lo que no quería, como el empalme no me daba bajado, allí me quedé sentado, era incapaz a moverme, me daba mucha vergüenza.
Ya se había hecho completamente de noche cuando hizo aparición Ramón y Jacobo el hermano menor de Marcos, este era solo unos meses mayor que yo. Yo seguía sin levantarme cuando Jorge dijo que se iba lo mismo que dijo Marcos, pues su hermano Jacobo había venido a buscarlo, por lo que nos quedamos Marcelo, Ramón y yo.
Ahí fue cuando me enteré de que Ramón sabía todo, ya sabía que Marcelo me había dado por el culo y ahora le estaba contando que Marcos me acababa de dar por el culo y que habíamos sido pillados por Jorge. Yo era incapaz de mirar para ellos, ver como Ramón me miraba, me daba mucha vergüenza. Cuando de repente dice Ramón, A ver, tengo una idea que se me a ocurrido ahora, podríamos ir de camping este fin de semana y así aprovechar para darle el bautizo a Dani, podríamos ir el viernes por la tarde hasta el domingo, que os parece.
¿A ti, Dani te dejan ir? Me preguntaba Ramón.
No sé, le dije levantando los hombros.
No te preocupes por eso, hablo yo con tus padres y los convenzo, ya verás cómo te dejan venir, dijo Marcelo.
Pues cojonudo, hay que ver los que vamos a ir, yo tengo una tienda de campaña y tu tienes otra, así que en ellas ya cabemos 8 personas, así que creo que nos llegaran.
¿Y quienes vamos a ir y a dónde? Preguntaba Marcelo.
Nosotros 3, luego están Marcos y seguramente su hermano Jacobo, luego está Jorge y no se si podrá venir pablo, no se que turno tiene, pero si no puede venir, puede dejarse caer el sábado o el domingo por allí.
Y de ir yo digo que podemos ir a la playa de Miño, allí podemos hacer camping en las dunas, dejan acampar libremente. Sino también podemos ir a Gandarío, además del camping tienen una zona donde se puede acampar libremente.
Me gusta más Miño, allí en las dunas estaremos de puta madre.
Yo estaba que alucinaba, se me había quedado lo de mi bautizo y no dejaba de pensar en ello cuando se me ocurrió preguntarles.
¿Qué queréis decir con eso de mi bautizo?
Nada especial, Dani, solo se trata de darte la bienvenida a la pandilla, me decía Ramón, ya verás como te va a gustar.
Y porque no vamos a dar una vuelta y de paso le explicamos en lo que consiste, no vaya a pensar en cosas raras, decía Marcelo, tratando de despreocuparme y que no pensara en eso.
Bueno pues vamos, decía Ramón, sabiendo de antemano a donde me iban a llevar.
Cuando vi que íbamos para el alpendre donde me había desvirgado Marcelo y donde solían ir a fumar porros, al principio no me malicié, pero así que Ramón empezó a tocarme el culito y meter mano, ya empecé a sospechar a lo que íbamos, me iban a dar por el culo los 2. La verdad es que no me importó mucho, andaba muy caliente, el cabrón de Marcos me había dejado una calentura de 3 pares de cojones y todavía tenía el culito abierto y todo pringado de la tremenda corrida que me había dejado Marcos.
Escuchar lo que me decía Ramón mientras me iba metiendo mano, me daba mucha vergüenza, pero cada vez me estaba poniendo más cachondo, también estaba algo asustado, se decía que Ramón tenía una polla que metía miedo, nunca se la había visto, Ramón era de los más mayores, junto a Pablo, tenían 22 años los 2 trabajaban, Ramón en un banco, creo que era de seguridad o algo así, pablo trabajaba de camarero, por eso igual no podía venir de camping.
Nada más entrar al alpendre, Ramón me dijo que estuviera tranquilo que hoy solo iba a llevar un adelanto de lo que me esperaba el fin de semana y nada más decir eso, ya me abrazó a él, empezando a comerme la boca.
Dios la verdad es que me sorprendiera un poco y nada más verme abrazado a él y sentir como me comía la boca, al momento ya me volví a empalmar a tope.
Mientras Ramón me comía la boca, me mordía los labios luego me pasaba la lengua por ellos y finalmente me metió la lengua en la boca que casi me deja sin respiración, Marcelo me acariciaba el culito con sus manos luego las pasó por mi abdomen, desatándome el lazo del cordón que me sujetaba las bermudas, dejando que me fueran bajando hasta quitármelas por completo, como no llevaba slip, ya me tenían de cintura para abajo completamente desnudo, ahí ya comprobaron los 2, lo empalmado que yo estaba así mientras Marcelo hurgaba con sus dedos en mi agujerito, Ramón viendo como yo estaba de empalmado, me fue quitando la camiseta que llevaba, quedándome como Dios me trajo al mundo, completamente en pelotas, solo me dejaron las zapatillas de deporte.
Ramón no dejaba de mirar, se había quedado contemplando todo mi cuerpo mientras Marcelo con sus dedos metidos en mi culito, me mantenía abrazado a él a la vez que empezaba a mordisquearme el cuello y oreja. Sabía que era mi punto débil, era mi punto más sensible junto a mi culito. Me susurraba al oído, ya verás que bien lo vamos a pasar, te vamos a hacer que te desmayes de gusto, y esto como te dijo Ramón, es solo un adelanto de lo que te espera el fin de semana.
Yo estaba que me derretía de gusto, las piernas ya me temblaban que parecía un corderillo recién nacido, cuando veo como Ramón se está desnudando por completo.
Bufff así que vi lo que le colgaba del medio de las piernas, se me encogió el estomago y por todo el cuerpo me recorrió un escalofrío.
Era más larga que la de Marcelo, esta seguro llegaba a los 20 centímetros y sino poco le faltaría, no estaba cortada, es decir no estaba circuncidado, tenía 2 tremendos huevos que se veía como le colgaban, era o así me lo pareció, algo más gorda que la de Marcelo, pero no era una de esas que asustan, fue ver aquella majestuosa polla y casi me desmayo del susto, Dios cuando me metiera aquella cosa por el culo me iba a hacer delirar y no tardé en saberlo, porque tan pronto Ramón se quedó desnudo, me agarró por una mano llevándome con él, se colocó pegado a la pared, me hizo agachar para que le chupara la polla y me dijo:
Ahora putita chupa la polla que te voy a meter por el culo, ya verás cómo vas a llorar de gusto, y eso solo para que te vayas preparando para lo que te espera el fin de semana porque ahí te vamos a estar follando seguido junto a Jorgito, vais a ser las 2 putitas del grupo, os vamos a preñar seguido para que estéis bien contentos y satisfechos.
Dios cuando agarré aquella enorme polla con mis manos y me la llevé a la boca, el cabrón ya tenía el glande pringado, ya le salían gotitas de líquido preseminal, gotitas que me supieron a miel.
Cuando ya creyó que le había chupado suficientemente la polla, ya no quiso que se la chupara más, quería encularme y así me lo dijo.
Venga deja ya de chuparme la polla, ya la has dejado bien lubricada, ahora quiero que me des el culo, quiero encularte y ver cómo chillas de gusto.
Me hizo girar dejando mi culito listo para la enculada, me abrió de piernas y me hizo agachar, vio que ya Marcelo me había abierto bien el culito, me ordenó que me agachara más y pusiera las manos en el suelo, y así como me tenía, fue como me penetro.
Nada más colocar la punta de su polla en la entrada de mi ano, sujetándome por las caderas, me largó un envión que hizo que su polla me entrara casi por completo.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillaba yo sintiendo como su polla me entraba por el culo haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera, Dios que embestida me acababa de dar, cuando siento como me sujeta fuertemente por las caderas, como clavaba sus dedos en ella, como tiraba de mi hacia él, e impulsaba su pelvis hincándome aún más su larga polla.
Dios, me sentía empalado, era como si me acabaran de clavar en una estaca. Todo mi cuerpo temblaba y no dejaba de lloriquear cuando le escucho decir.
Así puta así, tremendo culo que tenemos, joder como nos vamos a poner, te voy a estar dando polla hasta que te salga por la boca o te haga un hijo, Dios como vamos a disfrutar con este culito, y con la misma empezó un mete y saca infernal.
Yo no podía ni siquiera levantar las manos del suelo, es como si anduviera a 4 patas pero sin estar de rodillas, sentía el culo más abierto que nunca, aquella larga polla me entraba con suma facilidad, la verdad es que la postura en la que me estaba dando por el culo favorecía la penetración y Dios, aquella polla me llegaba hasta los mismísimos riñones, no dejaba de soltar un lloriqueo que parecía más un grito que un gemido, el cabrón del Ramón me estaba reventando, pero aún así me estaba dando gusto, me daba un terrible gustazo y de verdad que ahí empecé a creer que era cierto que me iban a hacer desmayar de gusto.
Escuchaba como Ramón me llamaba puta que me iba a reventar el culo y se podía escuchar los golpes que daba su pelvis al golpear constantemente mi abierto culo, plas, plas plas plas plas, plas plas plas plas, se escuchaba junto a el lloriqueo que daba yo continuamente, cuando escucho que le dice Ramón a Marcelo:
A que esperas, fóllale la boca, métesela hasta los huevos que esta putita aguanta, mira como gime el cabrón, y mira que empalme tiene, este cabrón le gusta que le den verga, le decía gritando.
Marcelo al ver como tenía razón lo que le acababa de decir Ramón, viendo lo empalmado que yo estaba, no lo pensó 2 veces, acercándose a mí a la vez que llevaba su polla tiesa y dura a mi boca, me la arrimó para que yo se la pudiera chupar mientras estaba siendo enculado salvajemente por Ramón.
Dios, al ver aquella polla delante mía, no lo dudé, abrí la boca y empecé a chuparla como un loco, aquellos 2 machos iban a acabar conmigo era tanto lo que me estaban haciendo gozar que más que chuparle la polla se la comía. Con cada culeada que Ramón me daba, yo tragaba más polla de Marcelo, estaba como ido, quería polla y más polla, cuando de repente Ramón empieza a gritar que se corre.
Ya maricón ya, ya me viene, ya te voy a llenar el culo de leche, te voy a preñar, puta, sí, sí siiií, gritaba empezando a soltar chorros y chorros de esperma que me iban llenando el culito.
¡Ay maricón que gusto! ¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba mientras me iba soltando toda la corrida en lo más profundo de mis entrañas justo cuando empiezo a correrme yo.
¡Ummm! ¡ummm! Gritaba yo con la polla de Marcelo metida hasta la garganta y con la polla de Ramón metida hasta las pelotas mientras esta terminaba de soltar toda la corrida que tenía acumulada y debía llevar tiempo porque me estaba soltando una corrida de campeonato, parecía que se estaba meando dentro de mi culito.
Mira, mira Marcelo, mira como se está corriendo el maricón, joder tremendo orgasmo que le hemos hecho tener, se está corriendo sin siquiera haberse tocado, tremenda puta con la que nos hemos topado, Debe ser bien caliente el maricón.
Aún tenía la polla de Ramón clavada hasta los huevos, cuando Marcelo se empieza a correr en mi boca.
Me corro, me corro, gritaba Marcelo llenándome la boca de semen que yo iba tragando cómo podía.
¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! chillaba Marcelo viendo como yo me tragaba toda su corrida y ahora me sujetaba con mis manos a sus caderas sin dejar que me sacara su polla de la boca.
Cuando ya no salía ni gota de semen por ninguna polla fue cuando me soltaron y dejaron descansar, estaba casi casi desmayado, me había tumbado en el suelo y todo el cuerpo me temblaba.
Joder mira como tiembla de gusto, tremenda follada que le acabamos de dar, pedazo de culito que tiene el maricón, este nos va a dejar secos, Marcelo, le decía Ramón mientras se vestía.
Oye, yo tengo prisa, te quedas aquí con él y deja que se recupere, no dejes que vaya así para su casa, ¿eh, Marcelo?
Sí sí, no te preocupes, yo me quedo con él y luego lo acompaño a su casa, así ya hablo con sus padres para que lo dejen venir el fin de semana, vete no te preocupes por nosotros, le contestaba Marcelo.
Ramón salió dejándonos allí a Marcelo y a mí, Marcelo sentado a mi costado, me acariciaba con su mano a la vez que me decía:
Joder Dani, tremenda follada, tienes el culo la hostia de abierto, que manera de tragar verga, si no fueras un tío me casaba contigo, joder tremendo gusto que da follarte.
Allí estuvimos por lo menos media hora larga, cuando al final ya medio recuperado, después de limpiarme un poco ayudado por Marcelo, me empecé a vestir, iba como en una nube, tenía el cuerpo completamente relajado, fuimos andando despacito y aún esperamos un rato antes de subir para mi casa, donde nada más entrar, ya fui directo para el baño, tenía que lavarme un poco para al menos mitigar aquel olor a sexo y semen que llevaba encima.
Mientras yo me lavaba, Marcelo estaba convenciendo a mis padres para que me dejaran ir de acampada con ellos el fin de semana, cosa que consiguió con suma facilidad. Bufff si mis padres supieran lo que me esperaba y lo que me iban a hacer y lo que ya me estaban haciendo, pondrían el grito en el cielo, pero confiaban en Marcelo y no pusieron impedimento alguno.
Ya estaba, ya tenía el permiso de mis padres ahora había que esperar a que llegara el día, tremenda orgía iban a tener conmigo y con Jorge, nos iban a estar follando los 3 días seguidos.
Marcelo esperó a que saliera del lavabo, y mientras iba a mi dormitorio a ponerme el pijama, Marcelo a la vez que me metía mano, me anunciaba de que ya había convencido a mis padres, que tenía permiso.
Dios Dani como lo vamos a pasar, vamos a estar follando los 3 días seguidos.
Al día siguiente era miércoles, y al igual que los otros 2 días, Marcelo y Marcos, en el momento que se les presentaba la ocasión, ya me estaban metiendo mano y por supuesto ambos me volvieron a dar por el culo, marcos por la mañana, y Marcelo por la noche, Marcelo me volvió a llevar al mismo lugar donde me había desvirgado, y Marcos en esta ocasión me dio por el culo en el cañón de las escaleras. Dios que nervios y estrés me hizo pasar, estuve todo el tiempo con el alma en un puño, no dejaba de pensar en que podíamos ser pillados en cualquier momento, pero, aun así, yo chillaba y gemía del gusto que me estaba dando.
Lo que no me gustó mucho fue el jueves cuando por la mañana estando con Jacobo y otros 2 amigos de la pandilla de pequeños, va y en un momento en que los otros 2 no estaban atentos, me suelta Jacobo a bocajarro, oye Dani, escuché que los mayores te están cogiendo, ¿es cierto que te dejas dar por el culo?
En aquellos momentos si me dan una hostia no me hubiera sentado peor. Sin saber que decir, me quedé mirando para Jacobo cuando me vuelve a preguntar, ¿es cierto, Dani?
Joder tío, quien te lo dijo, fue tu hermano, ¿verdad?
Te lo contó tu hermano, ¿no?
No tío, lo escuché hablar por teléfono con Marcelo y luego con Jorge, sé que hablaban de ti y de que ya no eras virgen.
¿Bueno, y que si es así?
Nada Dani, no pasa nada, solo era curiosidad.
Ya sabía que a Jorge le dan por el culo todos los mayores, ya lo vi cómo lo enculaban y como se lo follaban y joder tío, menudo empalme que tuve, hasta me corrí viendo cómo le daban por el culo.
Y que pensaste cuando lo viste.
Pues no sé, pero te cuento una cosa, pero no quiero que se lo digas a nadie.
Vale, puedes estar tranquilo que no voy a contar nada.
Pero a nadie, eh, ni a mi hermano, a ese aún menos, me moriría de vergüenza.
Sospechando lo que me iba a confesar, esperé a que me lo dijera y efectivamente era lo que pensaba que me iba a decir.
Pues que me puse así de cachondo, pero no pensaba en follarlo yo, lo que quería era estar en su lugar, quería ser yo al que le estuvieran dando por el culo, y al momento ya me corrí de gusto.
Bueno pues tendrás que probar para saber si te gusta, le contesté.
¿A ti te gustó?
Sí, le contesté moviendo la cabeza en señal de afirmación.
¿Y qué es lo que se siente cuando te la meten por el culo, no te duele?
No, a mí no me dolió, al principio se siente un poco raro, después se siente un tremendo gusto, al menos a mí me pasa así, le contaba yo.
Tengo ganas de probar, pero me jode que se entere mi hermano, ya se mete conmigo y si sabe que me gustan las pollas y que me la metan por el culo, no me va a dejar en paz, y con mi hermano no quiero hacer nada, no me pone.
Pues no sé qué decirte, ya hablaré con Marcelo si tú quieres y a ver que nos dice.
Hostias tío, no sé, la verdad es que yo no me atrevo a decirlo, pero si le preguntas tú, a ver que te dice, pero que no se entere mi hermano.
Vale, el fin de semana vamos a ir de camping, vosotros también vais a venir, a ver que podemos hacer, ya te contaré, le decía yo luego de que me confesara que se había puesto cachondo viendo cómo le daban por el culo a Jorge y se corriera pensando en que era a él a quien se follaban.
Vamos que si era como sospechaba, había otro mariconcito en el grupo, joder cuando lo supiera Marcos, con lo protector que era con su hermano Jacobo.
En eso estaba pensando cuando de pronto se me ocurrió decirle a Jacobo, oye Jacobo, quieres que vayamos los 2 y probemos.
y a donde iríamos.
Vamos a los bajos, si esperamos a que anochezca, vamos sin que nadie se entere, ¿qué te parece…?
Bueno, pero tiene que ser sin que se entere mi hermano, estos días andan tanto Marcelo como mi hermano detrás tuya, parecen 2 perros detrás de una perra en celo.
¿Joder Jacobo, me estás diciendo que soy como una perra en celo?
No tío, no es por ti, es por cómo se les ve a ellos detrás tuya. Así que si anda mi hermano va a ser difícil que no nos vean.
Podéis escribirme o contactarme escribiendo a:
[email protected]
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