Jugando al escondite IV.
Ese jueves después de lo que me confesara Jacobo cuando llegó la tarde, ya me habían dado por el culo Marcelo y Marcos, ya los dejé porque quería tener libre la tarde, quería ir con Jacobo, me gustaba y me caía bien, así que, si quería probar a meterse una polla por el culo y ver que se sentía .
Ese jueves después de lo que me confesara Jacobo cuando llegó la tarde, ya me habían dado por el culo Marcelo y Marcos, ya los dejé porque quería tener libre la tarde, quería ir con Jacobo, me gustaba y me caía bien, así que, si quería probar a meterse una polla por el culo y ver que se sentía, yo estaba dispuesto a ayudarlo.
Y así sucedió, tal y como yo había previsto, esa tarde al saber que quería descansar para el fin de semana, tanto Marcelo como Marcos, se llevaron a jorge, se lo iban a follar así que fue cuando aprovechamos Jacobo y yo para ir a los bajos a intentar darle por el culo, prefería ser yo al que le dieran por el culo, pero por ayudar a Jacobo, iba dispuesto a penetrarlo.
Cuando llegamos a los bajos, al no ver a nadie, fuimos al fondo como había ido yo la otra vez con Marcos. Nada más llegar ya nos empezamos a morrear los 2, estábamos nerviosos pero sabíamos que primero teníamos que excitarnos y luego venía lo otro, así que empezamos por morrearnos y poco a poco nos fuimos bajando el pantalón, yo como llevaba las bermudas que tenía que atar, nada más deshacer el lazo ya me cayeron a los tobillos quedando completamente desnudo de cintura para abajo, pues ahora me gustaba ir sin slip, me ponía muy cachondo, cosa que sorprendió a Jacobo al ver que no llevaba nada debajo de las bermudas.
Joder tío, no llevabas nada debajo de las bermudas, y joder que empalmado estás, me decía acariciándome la polla.
Al ver que yo me había quitado las bermudas por completo, él que llevaba un pantalón tejano corto, hizo lo mismo para luego quitarse el slip también por completo, solo dejamos la camiseta por si aparecía alguien y teníamos que salir en estampida.
El cabrón del Jacobo también estaba empalmado, tenía un rabo como el mío, y cuando se lo empecé a acariciar, se retorcía de gusto, nos abrazamos y seguimos comiendo a besos, hasta que le dije que me chupara la polla para lubricarla un poco y así pudiera entrarle mejor, cosa que no hizo falta se agachó al momento, metiéndose mi polla en la boca y empezando a chuparla.
Dios que rico chupaba, no sé si ya lo había hecho más veces, pero la chupaba con ganas y como si no fuera la primera vez.
Luego de estar un rato chupándome la polla, se giró mirando hacia la pared y me pidió que se la metiera.
Métemela ya, Dani, métemela por el culo que ya no aguanto, y sin que me lo volviera a decir, le abrí el culito con mis dedos, me escupí en la mano como me hacían a mí y luego de hurgar con mis dedos en su entrada anal, me arrimé a él, le coloqué la punta de la polla en su entrada anal, y mientras lo sujetaba por las caderas empecé a presionar.
Jacobo estaba muy tenso, así que le pedí que se agachara más y que no apretara el culo y tan pronto aflojó, mi polla le entró de golpe.
¡Ohhh! Me duele, me duele, ¡ooohhh! Sácala, sácala, Dani, me pedía llorando.
Espera, relájate, solo es al principio, luego ya verás cómo se siente rico, le decía yo sin moverme mientras le tenía ensartada la polla hasta los huevos.
Estuve esperando un rato y al ver que ya no se quejaba, empecé a moverme muy despacito a la vez que lo iba pajeando para que se le pusiera dura la polla pues se le había desinflado cuando le metí la polla por el culo. Poco a poco se iba poniendo más cachondo y ya no protestaba así que fui apurando las enculadas hasta que ya gemía como toda una putita, ya sabía que le iba a gustar, y oírlo gemir y pedir que le diera más, ya me decía que teníamos a otro mariconcito en el grupo.
Antes de que yo me corriera en su culo, se vino como una puta.
Dani, me corro, ya me viene, ¡ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba soltando unos largos trallazos de semen cuando al poco ya noto que el que se corre soy yo.
Ya, ya me viene, ya te voy a preñar, le gritaba cuando mi polla empezaba a escupir trallazos de semen dentro de su virgen culito.
Acababa de desvirgar a Jacobo el hermano de Marcos y le había encantado, ya teníamos otro mariconcito en la pandilla, pero el cabrón no quería que dijera nada a nadie, no quería que lo supiera nadie, por lo que me callé y nada dije, no era cosa mía el sacar a nadie del armario, si a mí no me gustaba que lo hicieran conmigo, no iba a ser yo quien lo descubriese. Tarde o temprano todo se sabría sí era cierto que tanto le había gustado.
De lo que no nos habíamos percatado, era de que estábamos siendo vistos no solo por uno, sino por 2 personas, eran 2 indigentes que solían ir a dormir a esos bajos, y al escucharnos gemir, ya supieron que allí había alguien follando. Lo que no se esperaban era ver a 2 adolescentes jovencitos dándose por el culo, y joder estaban sin pantalones y como gemían los mariconcitos.
Dios, así que los escuchamos decir, pero mira que tenemos, 2 mariconcitos dándose por el culo, decían los 2 con la polla de fuera, pajeándose mientras veían como le daba por el culo a Jacobo.
Quisimos salir por patas, pero uno de los indigentes fue más rápido que nosotros, y antes de que pudiéramos ponernos el pantalón, uno se apoderó de ellos quedándoselos.
De aquí no se va a ir nadie sin que antes nos dejéis daros por el culo, además que se ve que os gusta y así todos contentos, vosotros podréis marchar satisfechos y bien follados, y a nosotros nos aliviareis la carga que llevamos acumulada en las pelotas, ya hace más de 2 meses que no echamos un polvo, sino vais tener que marchar sin los pantalones y no creemos que os vaya a gustar.
Yo miraba para las pollas que tenían, y la verdad es que me caía la baba, no se les veía muy limpios ni guapos, pero… ver aquellas pollas tiesas y duras, tanto a mi como a Jacobo, nos estaban poniendo muy cachondos, tal y como luego me lo confesó Jacobo.
Como no nos quedaba otro remedio, dejamos que se acercaran, y empezaran a acariciarnos con sus manos, el que tenía la polla más gorda y grande, vino a por mí, me acariciaba el culito y me sobaba los huevos.
Yo nervioso y cachondo como me estaba empezando a poner, dejé que me fuera metiendo mano, miraba para aquella verga y las piernas me temblaban, excitado como me estaba poniendo, no pude resistirme y llevé mi mano a aquella enorme verga empezando a acariciarla.
Lo mismo que me pasaba a mí, le estaba pasando a Jacobo, también no se pudo resistir y empezó a acariciarle la polla al otro indigente.
Bufff que rico, decía al que me había tocado a mí, así que tenemos 2 pichoncitos a los que les gusta la verga, ¿eh?
Tenéis que venir más veces para dejaros dar por el culo, así estaremos todos contentos y satisfechos, vosotros disfrutaréis de 2 buenas vergas en vuestro culito, y nosotros tendremos 2 putitas donde descargar nuestro semen.
Ven, vamos para nuestra casa pichoncito, vamos que allí vamos a estar mejor y así podemos cogeros tumbados, así podemos estar en nuestro nidito de amor, ya veréis que rico lo vamos a pasar.
Los 2 nos dejamos llevar, no nos quedaba otra y fuimos para otro de los bajos donde tenían sus enseres y que no era otra cosa que unos cartones, 2 colchones viejos y un par de mantas junto a otras bolsas con cosas.
Nada más llegar ya nos quitaron las camisetas junto a las zapatillas de deporte que llevábamos tanto Jacobo como yo, dejándonos completamente en pelotas, nos tenían como Dios nos trajo al mundo.
Yo al igual que le estaba pasando a Jacobo, el ver aquellas gordas pollas de los 2 indigentes, nos tenía muy excitados y cada vez más calientes, los 2 nos pusimos a acariciar aquellas gordas pollas, yo tocar aquella gorda polla del indigente que me había tocado, me hacía estremecer y temblar del gusto que estaba sintiendo, además que a los 2 nos estaba excitando mucho el estar completamente desnudos sin nada de ropa, delante de 2 hombres desconocidos, veíamos como nos trataban y como nos hablaban diciendo que nos iban a preñar, que a partir de ahora íbamos a ser sus hembritas, que nos iban a hacer unos hijos porque nosotros éramos unas hembritas con hambre de macho, que nos gustaba mucho las pollas y ellos nos la iban a dar, nos iban dar polla hasta dejarnos preñados.
Vimos como los 2 se quitaban la ropa mientras nosotros seguíamos aferrados a aquellas enormes y gordas vergas.
El que me tocaba a mí, así que se sacó el pantalón y calzoncillo que llevaba, mientras se iba desabrochando la camisa, me hizo poner de rodillas a chuparle la polla.
Dios hasta las manos me temblaban cuando llevé aquella gorda polla a mi boca, yo estaba cada vez más caliente y excitado y así que me puse a chuparle la polla, escucho como gime el indigente al que le chupaba la polla.
¡Ohhh! ¡ooohhh maricón! ¡ooohhh que gusto! joder que boquita tienes maricón, mira como chupa la polla, joder como le gusta. Así así, chupa pichoncito chupa, así así, ya verás como tu papi te va a preñar, ya verás que feliz te voy a hacer pichoncito, me decía sujetándome la cabeza con sus manos a la vez que impulsaba su pelvis para que me tragara toda aquella gorda polla.
Así pichón así chupa la polla de papi para que te de tu lechita, donde la vas a querer pichoncito, quieres que me corra en tu boca o quieres que me corra en tu culito.
Al escuchar lo que me decía, me encogí de hombros a la vez que seguía con la mamada, no me importaba nada en aquellos momentos donde se fuera a correr.
Te da igual pichoncito, pues hoy vamos a corrernos en tu culito, quiero preñarte y que lleves mi corrida en esa linda barriguita. Y sin dejar que siguiera chupándole la polla, me hizo levantar llevándome para uno de los colchones que allí había, apartó la manta con la que cubría el colchón, me hizo tumbar boca arriba, luego él me abrió de piernas colocándose en medio de ellas a la vez que me las levantaba por las corvas, quedando así mi culito completamente expuesto y a su entera disposición.
Mientras me preparaba para ser penetrado, cuando miré para ver como estaba Jacobo, ya vi que lo tenía a 4 patas y lo tenía a punto de penetrar cuando se escucha como chillaba Jacobo al ser penetrado por el otro indigente.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillaba Jacobo siendo penetrado por el otro indigente, era la segunda vez que le daban por el culo, lo acababa de desvirgar yo cuando nos pillaron los indigentes y ahora estaba siendo follado por segunda vez en su vida y como chillaba y gemía el cabrón.
Chillas maricón, chillas, pero te gusta ¿eh? Ya vimos como gemías de gusto cuando te estaba dando por el culo tu amigo, pues no te preocupes, que ahora te va a coger un macho de verdad, ahora vas a probar lo que es una buena polla escucho que le decía el otro indigente a Jacobo mientras le daba por el culo a 4 patas.
Dios escuchar como gemía Jacobo y ver cómo lo estaban culeando, me excitó aún más cuando veo como el indigente que me tenía levantadas las piernas por las corvas, como las llevaba hacia mi pecho y como de repente su enorme y gorda polla me empieza a entrar por el culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gimo retorciéndome de gusto al ver como aquel indigente me penetra con su gorda polla.
¡Ay pichoncito que culito más rico tienes, mira como se abre y se traga mi polla!
¡Ay que gusto! ¡ay que gusto pichoncito! ¡ay como me gusta tu culito! Gritaba el indigente que me estaba dando por el culo echándose prácticamente encima de mí.
Empezó a besar y meter su lengua en la boca mientras me penetraba lentamente, tenía la polla medio morcillona pues acababa de darle por el culo a Jacobo pero ya mi polla empezaba a empalmárseme, el cabrón del indigente me estaba follando muy rico , no eran como las folladas que me daban Marcelo o Marcos, ni tampoco como la salvaje follada que me diera Ramón, esta era una follada más lenta y mucho más profunda, es como si no tuviera prisa y quisiera llegar a lo más profundo de mi ser, quería que pudiera notar bien aquella gorda polla y de verdad que me estaba gustando mucho como me follaba el indigente.
Ya llevábamos un buen rato siendo follados y aquello no se veía trazas de acabar, yo ya estaba muy empalmado y no dejaba de gemir, aquel indigente me iba a matar de gusto cuando de pronto escuchamos como gime el que se estaba cogiendo a Jacobo, como apuraba las arremetidas que le daba y como empieza a gritar que se corre.
Me corro, me corro, me corro, ¡ooohhh que gusto!¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba llenándole el culo de semen a Jacobo que lloraba del gusto que estaba sintiendo, hasta su polla le goteaba como si se estuviera corriendo otra vez.
Cuando terminó de preñarlo, los 2 quedaron tumbados sobre el colchón, Jacobo boca abajo y el otro indigente que lo acababa de sodomizar, echado sobre él con la polla clavada en lo más profundo de sus entrañas.
Tremenda desvirgada que acababa de tener Jacobo, era una desvirgada que jamás iba a olvidar.
Ya Jacobo y el otro indigente se habían tapado con la manta y seguían tumbados, cuando el que me estaba follando a mí, empieza a culearme más rápido y profundo y me grita:
Ya pichoncito ya me voy a correr, ya me corro, ¡ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Dios que gusto, Dios que gusto, gritaba mientras su polla me iba llenando el culo de leche.
Dios aquel indigente no dejaba de soltar semen por su polla menuda cantidad de esperma tenía acumulado porque estuvo un buen rato eyaculando dentro de mi culito. Cuando terminó de eyacular, se puso de rodillas sin sacarme la polla del culo y viendo lo empalmado que yo estaba, como vio que no me había corrido, llevó su mano a mi polla y empezó a meneármela con un ritmo muy suave, subía y bajaba su mano suavemente a la vez que me decía, suelta tu lechita pichoncito, suéltala toda que papi quiere ver como te corres de gusto.
Y al momento ya mi polla explotó empezando a escupir chorros de semen que iban cayendo sobre mi pecho y abdomen, mientras yo gemía y me retorcía de gusto.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh! Me corro, me corro, gritaba yo mientras mi polla escupía chorros de semen.
Así pichoncito, así, suelta tu lechita me gritaba el indigente que me acababa de dar por el culo.
Así que mi polla dejó de escupir semen, el indigente se echó sobre mí, empezando a comerme la boca, no le importaba nada el que se pringara con mi corrida, seguía con su polla dentro de mí, polla que se fue escurriendo poco a poco, luego cogió la manta y hizo lo mismo que su compañero, nos tapó con ella mientras me abrazaba a él.
¡Ay pichoncito! Como me gustaría que te quedaras aquí toda la noche a dormir conmigo, te iba a cuidar y por la mañana antes de levantarnos te iba a volver a follar, te iba a hacer mi princesita.
Después de por lo menos tenernos allí cerca de una hora, sabiendo que nos teníamos que marchar pues ya se estaba empezando a hacer demasiado tarde, nos dejaron vestir, no sin antes hacernos prometer que volveríamos otro día para que nos volvieran a dar por el culo, querían volver a follarnos y no nos dejaron marchar hasta haberles prometido volver para que nos follaran de nuevo.
Les dijimos que ese fin de semana no podíamos ninguno de los 2, pues nos íbamos de camping con la pandilla y hasta la semana no volveríamos.
Cuando íbamos para casa, tanto Jacobo como yo, íbamos con una carita de felicidad que no se podía aguantar, quedamos en que teníamos que volver, a los 2 nos había gustado mucho el ser follados por aquellos 2 indigentes, no nos importaba nada, eran 2 hombres que no conocíamos de nada y nos habían hecho delirar de gusto, vamos que los 2 estábamos dispuestos a ser las hembritas de aquellos 2 indigentes desconocidos.
Jacobo aún estaba más contento por volver, ya tenía quien le diera por el culo sin que nadie se enterara, además que le había gustado mucho el que le dieran por el culo, al final no se arrepentía de haberme contado todo a mí, ahora me pedía que no dijera nada a nadie, que ya sabía que le gustaba y ahora tenía donde ir a dejarse coger, y vaya si lo cogieron igual que me cogieron a mí, solo que el cabronazo, ya no esperó a la semana siguiente, sabiendo que iban a estar toda esa noche durmiendo en los bajos, se levantó a las 6 de la mañana, no era capaz a dormir y así que salieron sus padres para trabajar a las 6 y cuarto, sin que su hermano se enterara, , a los 5 minutos de haber marchado sus padres, salía él sigilosamente yendo como alma que lleva el diablo a los bajos donde estaban durmiendo los indigentes.
Iba corriendo, llevaba un empalme y calentura que no se podía aguantar, quería que le volvieran a dar por el culo, quería que lo follaran de nuevo y allí iba él corriendo.
Nada más llegar ya fue directo a donde la noche pasada nos dieran a los 2 por el culo aquellos 2 indigentes, y allí estaban durmiendo los 2 indigentes.
Se arrimó al que le diera por el culo la noche pasada y al despertarse dicho indigente, al ver al adolescente que se follara la noche pasada, se sonrió, sabía que aquel caliente adolescente venía para que lo volviera a follar y aquello le gustaba, al momento ya su polla le pegó un respingo, ya la tenía dura y tiesa como un fierro candente, había estado soñando con aquel adolescente y ahora lo tenía allí delante suya, esperó a que Jacobo se desnudara, cosa que hizo por completo, y así que lo vio desnudo, abrió la manta para dejar que el adolescente se metiera.
Nada más meterse Jacobo, ya el indigente lo abrazó a él empezando a comerlo a besos, el indigente ya estaba desnudo por completo, así se había quedado dormido la noche anterior y como hacía calor, así se quedó.
Jacobo se abrazaba a él y le pedía que lo follara.
¡Fóllame! Quiero que me folles como anoche, quiero que me hagas tuyo, quiero ser tu hembrita, le decía mordiendo los labios.
Ya bebé ya, claro que te voy a follar, te voy a hacer mi princesita. Ven, súbete a horcajadas sobre mí, le decía el indigente abrazándolo a la vez que lo subía sobre su pecho mientras lo iba besando y comiendo la boca.
Así, así, ahora abre las piernas y deja que tu culito se abra para mi polla, así, así bebé, levanta un poco el culito para ir sentándote sobre mí, así, así despacito bebé, despacito para que te vaya entrando mi polla por el culito.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía el caliente de Jacobo, sintiendo como la gorda polla del indigente se le iba introduciendo por el culito de aquel caliente adolescente, hasta que ya la tuvo metida por completo. Ya estaba, ya el indigente tenía al caliente de Jacobo ensartado por completo en su polla.
Así bebé así, ahora mueve ese culito tragón que tienes, sube y baja dejando que mi polla se vaya deslizando por tus entrañas, deja que te folle bebé.
Y Jacobo no esperó ni a que se lo volviera a decir, empezó a cabalgar introduciéndose aquella gorda y larga polla, gimiendo como un poseso.
¡Fóllame! ¡fóllame! Méteme tu polla y rómpeme el culo, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! gritaba una y otra vez el caliente de Jacobo, introduciéndose la polla del indigente por el culo una y otra vez.
Ya llevaba un buen rato siendo follado por el indigente el caliente de Jacobo, cuando vio como el otro indigente, el que me diera por el culo a mí, miraba para él, viendo como estaba siendo follado por su compañero. Tenía la polla que le reventaba de lo empalmada que la tenía, había sido despertado al escuchar como el caliente adolescente chillaba, y al ver semejante follada que le estaban dando al adolescente, separó la manta con la que se cubría, echó mano a su tiesa y dura polla, empezando a subir y bajar su mano a todo lo largo de ella.
Joder, pensaba el indigente que veía como su compañero se follaba a aquel caliente adolescente , pero si era el mismo que había follado la noche pasada, y que sería del otro adolescente, habría venido él solo, seguramente, pues así que se lo terminara de follar su compañero, se lo iba a follar él, si el adolescente quería polla, polla le iban a dar, joder que suerte habían tenido con aquellos 2 adolescentes que habían pillado la noche pasada dándose por el culo, tremendos calientes y viciosos adolescentes que habían pillado, joder como se iban a poner, iban a tener donde follar al menos por una buena temporada, al menos eso creía, porque aquellos viciosos adolescentes, estaba seguro de que iban a volver más veces para que los follaran.
Ya llevaba un rato siendo follado Jacobo por el indigente, cuando ya medio agotado, de tanto sube y baja, ve como el indigente lo sujeta por las caderas, se incorpora y así como lo tiene ensartado en su larga y gorda polla, lo tumba sobre el colchón y así como lo tiene ensartado, empieza a follarlo salvajemente, ahora el indigente lo tiene abierto de piernas y tumbado sobre el colchón y lo empieza a follar sin compasión, las enculadas que le da, son rápidas y profundas, el culo lo tiene abierto a tope y no puede parar de gemir y chillar, pidiéndole que le dé más polla.
Dios, el caliente del adolescente es todo un vicioso, es una puta bien viciosa, así que el indigente dándole lo que le pide, no para de meterle y sacarle la polla una y otra vez.
Quieres polla maricón, pues toma cabrón toma polla, toma maricón toma, te voy a reventar el culo, chillaba una y otra vez el indigente follándose salvajemente al caliente de Jacobo.
Ya los 2 sudaban como carneros, cuando el indigente grita que se corre.
Ya maricón ya me corro, ya me corro, ya me corro, ¡ooohhh que gusto, ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba el indigente preñándole el caliente culito de Jacobo con su semen.
Así que la polla del indigente dejó de soltar semen, mientras su polla se iba escurriendo del culito de Jacobo, el indigente le apretaba y pellizcaba las tetillas a la vez que le decía:
Menuda putita tenemos ¿eh? mira que mariconcito más vicioso nos saliste.
Jacobo respiraba fuertemente estaba agotado, pero seguía queriendo más polla quería que lo siguieran follando, y no tuvo que pedir que lo hicieran, así que el indigente que estaba de espectador y que me había follado a mi la pasada noche, vio que su compañero ya lo había terminado de follar, le dijo:
Ahora me toca a mí, este pichoncito aún anda caliente, aún tiene ganas de más verga, y dejándole vía libre a su compañero, el indigente que lo acababa de follar se separó de Jacobo, dejando que el otro indigente lo llevara para su colchón, donde lo iba a follar hasta reventarle el caliente culito.
Ven pichoncito ven, ven con papi que papi te quiere follar.
Y al igual que me había follado a mi la noche pasada, tumbó a Jacobo boca arriba, lo abrió de piernas colocándose él en medio, le levantó las piernas por las corvas llevándole las rodillas hacia su pecho, y así abierto y con el culito completamente expuesto, colocó la cabeza de su larga y gorda polla en el abierto y pringado agujerito de Jacobo y sin más dilaciones le introdujo por el culo aquella larga y gorda polla.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gritaba el caliente de Jacobo, viendo como volvía a ser follado de nuevo. Ahora por el otro indigente, el que la noche pasada me follara a mí, y joder este tenía la polla mucho más gorda que el otro indigente, pero no le importaba, tenía el culo abierto a tope y se tragaba las pollas como nada.
Así pichoncito, así, deja que papi te folle y te de verga. Deja que tu papi te meta la polla por el culo, ya verás que rico se siente, le gritaba el indigente que lo estaba cogiendo ahora. Mientras se lo estaba follando, con la mano lo iba pajeando suavemente, a este caliente adolescente había que no solo preñarlo, había que deslecharlo para que no anduviera tan caliente y eso hizo el indigente que me cogiera a mí por la noche.
Ya llevaba un buen rato siendo follado, cuando ya no pudo más y el caliente del adolescente se empezó a retorcer del gusto que estaba sintiendo, estaba llegando al orgasmo, aquel indigente lo estaba llevando al clímax, y sin poder aguantar más, empezó a chillar que se corría.
Me corro, me corro, ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba mientras su polla soltaba chorros de semen los cuales iban a parar sobre su pecho y abdomen.
Aún estaba retorciéndose de gusto, cuando notó como las embestidas que le estaba dando el indigente, ahora eran mucho más profundas y rápidas cuando de pronto escucha gritar al indigente que lo estaba sodomizando, que se corre, que lo va a preñar.
Ya pichoncito, ya me corro, ya me corro, ya te voy a preñar pichoncito, ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba el indigente preñándole el abierto y caliente culito con su semen.
¡Ay pichoncito que culito más caliente y vicioso tienes! Y dime una cosa, y como no vino tu amigo, como fue que viniste tu solito.
Porque no sabe nada, no vivimos juntos, somos vecinos, pero no vivimos juntos, yo esperé a que mis padres fueran a trabajar y como estaba muy caliente quise venir para que me cogierais, él supongo que estar durmiendo.
Pues muy bien pichoncito, a ver si otro día podéis venir los 2, venís por la noche, que vaya a dormir a tu casa y así que tus papás vayan a trabajar, venís, para que os volvamos a coger y así podemos estar más tiempo juntitos.
Allí estuvo el caliente de Jacobo casi 4 horas con los 2 indigentes dejando que le hicieran de todo. primero lo follaron una vez cada indigente, luego le hicieron chupar las pollas de ambos, se dejó meter los dedos por el culo, uno de ellos intentaba ver si le podía meter la mano, cosa que no pudo hacer, no tenían lubricante ni nada que pudiera hacer que el culito del caliente adolescente se dilatara más, así que lo dejaron no fueran a romperle el culito de verdad y fueran a meterse en un lío.
Lo que, si le hicieron y cosa que Jacobo no se esperaba, es que mientras le chupaba la polla al indigente que me había cogido a mí la noche anterior, este le hizo la lluvia dorada, teniendo que tragarse la meada que el indigente le soltó.
Al principio no le gustó mucho, no se lo esperaba, pero luego siguió chupándole la polla, ya se había tenido que tragar los meos que le soltó en la boca por lo que, pasada esa primera impresión, luego hasta le gustó lo que le había hecho, por lo que siguió mamándole la polla hasta dejársela limpita y reluciente.
Cuando Jacobo marchó de junto los indigentes, iba para casa, iba a meterse en la ducha esperando que su hermano no se enterara, solía dormir mucho más que Jacobo, y estaba seguro de que todavía estaría durmiendo. Ahora ya Jacobo no tenía dudas, sabía que era un maricón perdido, un caliente adolescente al que le gustaban las pollas y que le dieran por el culo y lo sometieran, le gustaba que los machos lo sometieran y le hicieran guarradas como le acababan de hacer los 2 indigentes.
Con lo que no contaba, era encontrarse conmigo cuando iba a entrar en su portal.
¡Eh, tío! De donde vienes a estas horas y joder menuda pinta, ¿te pasó algo?
No, no me pasó nada, Dani. Bueno nada malo, vengo de estar con los 2 indigentes de ayer, no podía dormir de lo caliente que me dejaron ayer por la noche, así que a las 6 y cuarto cuando marcharon mis padres a trabajar, salí y fui junto a ellos, y bufff Dani, tremenda follada que me dieron los 2, primero me dio por el culo el que me cogió ayer, y luego me folló el que te diera por el culo a ti, y eso no es todo, luego les estuve chupando las pollas y hasta me mearon en la boca, me dejaron para el arrastre tío, me hicieron lo que les dio la gana, hasta casi me meten la mano por el culo, tuvo que dejarlo porque mi culo no dilataba más, estoy que me tiemblan las piernas.
Me dijeron porque no fueras tú, ya les conté que somos vecinos pero que no vivimos juntos, que yo como mis padres salen a trabajar temprano, así que se fueron, pues que había salido de casa para estar con ellos y que me volvieran a follar. Me dijeron que era una pena que no pudiéramos ir los 2, que a ver sí para la semana podemos ir, te quedas a dormir en mi casa y cuando se vayan mis padres a trabajar, salimos y vamos para estar con ellos, llevo cerca de 4 horas, me hicieron de todo y no veas lo que me gustó tío.
Quedé pensando en lo que Jacobo me contaba y estaba alucinando por colores, ayer Jacobo era virgen y hoy tremendo maricón estaba hecho, joder le estaba pasando como a mí, de no comernos un rosco, habíamos dejado de ser vírgenes y ahora nos daban por el culo a todas horas. Me gustaba la propuesta que Jacobo me contaba, no estaba mal la idea que había tenido, a él le gustaban los indigentes que nos habían pillado y a mí también me gustaba, eran 2 desconocidos y eso me molaba.
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