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Jugando con el bebé de mi amigo y él disfrutando

Cuando la calentura nos gana a nosotros los machos es imposible detenerla y eso me provocó este besito..
Hola me llamo Andrés, tengo 23 años, moreno, delgado y muy pervertido. Esto me ocurrió hace como 5 años cuando trabajaba como vigilante de una casa abandonada, era un sitio importante para el gobierno y por eso siempre debía haber alguien ahí.

Normalmente me quedaba durante 24 horas porque ese era el turno asignado y me la pasaba con mi teléfono celular, videojuegos y cómo cualquier varón de 18 años que se queda sólo, haciéndome una jalada de mi vergota tras otra hasta deslecharme 3 a 4 veces diarias.

Yo tenía un jefe que también era amigo mío, de unos 33 años, fornido, bastante velludo por lo que notaba a plena vista, y muy muy grosero y morboso llamado Víctor, digo grosero porque todo el tiempo decía malas palabras, insultos y era muy pelado con todos, pero eso solamente me prendía en excitación porque se me hacía muy varonil y en más de una ocasión hablamos de mujeres y lo rico que era cojerlas y mamar sus tetas y salía mucho el tema de que a Víctor la edad le daba igual y en más de una ocasión mencionó que no le importaría follar con fuerza a una nena de 4 o 5 añitos para hacerla disfrutar.

Claro que a mí se me ponía durísima cuando hablábamos de esos temas y como hombres que somos comparábamos fotos de mujeres y de hecho en una ocasión a mí se me pasó una foto y por error vio que yo tenía guardado fotos de varoncitos y nenas muy muy pequeños, al principio me asusté pensando que me delataría o diría algo porque tenía a algunos bebés y no a todos les gustan, pero al contrario de eso sólo notaba como se acariciaba sus bolas y su pene, pero nunca pasamos a más en ese tiempo.

Un día Víctor trajo consigo a su niño, su hijo, un varóncito de unos 3 añitos, era rubio gracias a su mamá, delgadito, muy risueño y con unas nalguitas preciosas que se marcaban en los shorts diminutos que su papá le ponía, su niño se llamaba Ángel, qué precioso nombre para un bomboncito cómo ese, yo ya lo había visto en una ocasión solamente y ya me había dado unas 2 o 3 pajas gracias a ese nene, pero en esta ocasión lo vi de cerca.

Ese día y obviamente a propósito como yo sabía que vendría Víctor con su nene Ángel, yo me puse un short negro de tela suave sin ningún boxer debajo porque quería que se me marcará mi vergota frente a ellos, me daba morbo que de vez en cuando voltearan a ver mi pito sacudirse y no me puse camisa porque como éramos hombres todos no había problemas, aparte que en esa casa abandonada nadie más iba que mi jefe al ser el supervisor.

Recuerdo que llegaron y les abrí la puerta y pasamos todos a la sala de la casa, era una casa muy grande, techada y con muros alrededor así que nadie nos podía ver.

Victor me saludó y en forma de broma dijo:

–Hey, Andrés tu ya casi andas desnudo aquí, no te culpo yo lo haría también de todos modos nadie viene nunca.

–Si– Respondí, –Siempre ando así, a veces sólo en bóxer y cuando hace mucho calor si estoy con mis bolas al aire.

–Ambos nos reímos y Ángel sólo nos miraba con curiosidad, en eso volteó a ver a su papá y le preguntó cómo si nada.

–Papi ¿Qué bolas dice él?

Recuerdo que al escuchar eso nos soltamos unas carcajadas y Víctor le respondió como siempre muy grosero y mal hablado:

–Sus pinches huevos con pelos, no le hagas caso hijo.

Mientras Víctor veía el estado de la casa y tomaba fotografías del lugar yo me senté en una silla que tenía ahí y me acomodé con los brazos tras mi cabeza y también escuché al pequeño Ángel decir:

–Mira papá también tiene peludos los sobacos (axilas) cómo tú.

–Si mi amor– respondió Víctor –Es porque ya somos hombres grandes, tu también tendrás muchos pelos porque así somos los machos, a menos que te los quites y seas una marica.

–Yo sólo me reí porque ya sabía cómo era Víctor y era su forma de hablar.

Ya pasando un rato el niño le dice a Víctor que tenía ganas de orinar y como la casa tenía una parte trasera inmensa y con muchas plantas y hierba Víctor lo llevó ahí y lo puso a orinar en las plantas, yo nada tonto y ya con mi verga más parada que dormida, me acerqué y también saqué mi pito para orinar cerca de él, el niño sólo me miró y dijo «Ala» que es una expresión de asombro en México.

–¿Por qué la tienes así?– me preguntó ángel.

–¿Así cómo?– dije.

–Asi de negra y gorda– Respondió Angelito.

Su papá se reía y me dijo: No digas nada, este niño parece que es puto sólo de pitos pregunta cosas, cuando me toca bañarlo sólo se la pasa viéndome mi pito y tocándolo.

–Asi aprenden jajaja– respondí.

Antes de irse Víctor me pidió que tome unas últimas fotos de las habitaciones de la casa en la parte de arriba porque era una casa de dos pisos, yo subí y comencé a tomar las fotos pasando las para ver qué salieran bien y oh sorpresa…

Qué veo algo muy delicioso en el teléfono de Víctor qué inmediatamente me pone los huevos a hacer leche.

Por error había visto una foto de Víctor y el pequeño Angelito en el baño de su casa bañándose, pero Angelito tenía todo el pene negro, peludo y lechoso de Víctor en la boca, era cómo una selfie pero con su hijo mamando su enorme verga de cabrón.

Yo para ese punto ya tenía el mío bien parado y se me marcaba demasiado en mi short.

Bajé ya con las fotos listas y me dirijo con Víctor a entregarle el teléfono, no iba a perder la oportunidad de tener a la pequeña preciosura de Ángel comiendome los pelos de mis bolas, y tomandose mi leche, así que le dije a Víctor:

–Oye hermano, tienes que pasarme esas fotitos tan ricas que te vi.

–¿Cuáles viejo? –Preguntó él algo confundido, dándome a entender que quizá la foto era de hace tiempo.

Luego cuando Victor vió de que fotografía hablaba pareció ponerse nervioso y asustado, tal vez creyendo que ahora yo lo acusaría porque es su propio hijo, pero yo no tengo problemas con eso, se me hace tan tierno y rico un papá con su bebé que le dije que a ver cuándo me tomaba unas con Angelito así como la de él.

Al principio Víctor no estaba tan seguro, pero inmediatamente su bebé dijo:

–Si papi, cómo las que me tomas con el tío Paco.

–¡Callate niño!–le gritó Víctor a Ángel.

Yo no podía creer que Víctor ya le había prestado a su pequeño bebé a su hermano y a mi todavía no.

–Va hermano, pero vamos a empezar con algo tranquilo, una probada de tu pito, porque ya noté como el putito de mi hijito babea cuando ve tu pene Andrés.

En mi cabeza dije WOW, le dijo putito a su hijo, entonces ya debe haberlo hecho más veces con él para saber que le encanta el pito.

Yo encantado accedí y fuimos a una de las habitaciones de la casa y así de rápido el pequeño Ángel se puso frente a mi y me bajo mi short dejando salir mi verga de golpe, debo aclarar que yo tengo mi pene bastante cabezón y grueso, además de que tengo unas bolas impresionantemente grandes y que cuelgan, eso pareció fascinarle a Ángel pues de inmediato pasó su lengua por mi cabeza lamiendo el rico cebo que ya tenía en el glande, pero en vez de disgustarle sólo lo puso feliz y le hizo reírse como cualquier niño con un dulce.

Ángel trató de comerse el tronco de mi pito pero no le fue posible pues a esa edad tan pequeña con trabajo le daba en su boquita unos 6 o 7cm y yo puedo decir que tengo una de más de 19cm.

Su papá estaba esperando en una esquina y veía lo profesional que se había vuelto su hijo complaciendo machos de verdad como yo.

Victor sin darme cuenta también sacó su pene y comenzó a sobarlo.

Yo me sentía en las nubes al tener a ese bebesito tan hermoso con esas manitas chiquitas y suaves tomando mi palo erecto.

Obviamente con toda la calentura que ya traía no tardó mucho para que me saliera un buen chorro caliente de lechita, lo que me sorprendió es que Ángel en vez de quitarse abrió más su boquita para que la leche cayera en su lengua y comenzó a reírse cómo el bebé que era y pues que claro no entendía que pasaba, su papá no tardó mucho en venirse también y gimió un poco.

Ya con los dos machos satisfechos, el pequeño Ángel estaba cansadito y adormilado.

Antes de irse Víctor me dejó tomarle unas fotos con mi pito dentro de la boquita de Ángel de recuerdo.

Victor subió a su hijo a su auto y antes de irse me dijo:

No sabía que te encantaban tanto los bebés así como el mío, pero fue muy rico ver cómo te deslechabas en él, mañana en la noche vendrá su tío y también jugaremos con él, si te late ven en la noche a mi casa y se arman los jueguitos más ricos con mi bebé y quizá los dejé meter sus dos monstruos en el ano de mi Angelito, piensalo y me avisas Andrés.

Obviamente ni lo pensé y accedí a encontrarnos en la noche para estar tres machos contra un bebesito.

Esa noche haría gritar y patalear al pequeño Ángel, cumpliendo su sueño de ser una puta.

Continuará…

 

Gracias por leer hermanos, ojalá saquen mucha leche caliente con el relato y me dejen comentarios si les gustó, se viene parte 2 pronto.

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37 comentarios
  18. MxCPerver250 Dice:

    Amigo de verdad he disfrutado esto como no tienes idea, de ahora en adelante soy gran admirador de tus relatos, sigue así y espero pronto estar en contacto si gustas por telegram, saludos

    • Pdfl0Macho23 Dice:

      Muchas gracias hermano, me gusta poner calientes a otros pervers como yo, pasa tu telegram si gustas y te contacto para platicar rico

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