JUGANDO EN LA CASITA DEL FONDO, LA FIESTA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por vendecidete.
Llegaron todos en la tarde, algunos trajeron regalitos, pero lo que más me gustaba es que estaban casi todos, salimos al fondo de la casa y jugamos muchos mientras los padres charlaban en mesa redonda y tomaban cerveza y otras bebidas alcoholicas
Entonces como mamá no estaba, nos metimos en la casita del fondo y después nos fuimos a la casa donde vivíamos con mamá, jugábamos lucha en la cama de matrimonio y nos manoseábamos todos, uno de mis compañeritos sintió mi pitito parado y me señaló
Que tienes ahí,
Algo para meterte aquí le dije tocándole las nalgas, todos se rieron,
Ah, y como lo vas hacer?
Bájate los pantalones y te muestro,
Se bajó los pantalones y yo también, entonces lo puse contra la cama y le dije que apoyara su pecho en la cama, luego me puse detrás de él y puse saliva en su culito. Todos los demás veían y se reían nerviosamente, se la metí suavemente, y no le molestó, hice varios movimientos de vaivén y luego se la saque, el ya la tenía parada también y me dijo me gustó lo que me hiciste.
Quien otro quiere probar?, todos se bajaron los pantalones y a cada uno se lo hice, luego todos nos comenzamos hacer unos a otros arriba de la cama, ya era una orgía, después todos se la metieron a mi hermanito, al rato oímos que nos llamaban, y yo le dije a todos
De esto no se habla con los adultos porque ellos se enojan mucho y nos van a pegar una paliza.
Hicimos un juramento de silencio y salimos corriendo hacia la casa del vecino.
Tomamos chocolate y comimos torta y galletitas, luego seguimos jugando pero ya dentro de la casa,
Se hizo muy tarde y cuando los padres se quisieron ir la mitad de mis compañeritos estaban durmiendo en una de las cama de matrimonio que había en la casa, como algunos padres estaban algo mareados el vecino les dijo, déjenlos, mañana no tienen escuela, después de desayunar o almorzar se lo llevamos en mi esposa. Gracias por haber venido
Había mucha confianza entre vecinos así que dejaron a sus hijos, eran 5 los chicos que quedaron, también mi hermanito estaba entre ellos, desnudito con el pitito de uno de mis compañeritos dentro, todos durmiendo.
Gracias por la fiesta, me siento súper feliz, los besé en la boca a los dos y nos desnudamos y fuimos al dormitorio donde estaban los chicos.
Tomó a Pedrito en brazos y besándolo se lo llevó a su cuarto, yo fui con ellos, el vecino tomó un pote de vaselina y comenzó a jugar con su dedo índice en el culito de Pedrito, luego se lo metió suavemente, el hizo como que quería sacar pero como el dedo entraba y salía con mucha suavidad se quedó quietito y siguió durmiendo, al rato con la otra mano hizo lo mismo pero y manteniendo el otro dedo dentro, ahí llevó su manita hacia su culito y tocó la mano del vecino quien comenzó a susurrar una canción para que siguiera durmiendo, la señora le acariciaba la cara y le besaba en las mejillas y los labios, el sonrió y se quedó quietito, los dos dedos entraban y salían si problema y los separaba poco a poco, yo veía como el culito iba cediendo y se abría cada vez más,
Ya está dejo el vecino y suavemente le metió su pitote, el lo sintió y empujó con sus manitos las piernas del vecino, la esposa nuevamente le beso y le susurraba al oído.
El vecino comenzó a meter y sacar su pitote del culito de Pedrito, y cada vez la metía más, la esposa le chupaba el pitito y yo le chupaba la cuca a ella.
En cierto momento Pedrito alzó su pierna y la puso por detrás de las piernas del vecino, apretando como queriendo traerlo más hacia él, la señora con un suspiro tuvo un orgasmo profundo dejándome bañada la cara con sus jugos, el vecino también con un suspiro indicó que había eyaculado en el culito de Pedrito y así quedamos dormidos todos.
A la mañana uno a uno se despertó y vino hacia nuestra cama, vieron como Pedrito estaba despertando con el pitote del vecino dentro de él.
Lo despertaron y le preguntaron.
Te dolió, te duele ahora, el llevó su manita hacia su culito y el vecino la sacó un poquito para que pudiera tocar, no me dolió ni me duele, me gusta, se siente muy rico.
Yo quiero probar dijo Fernandito, yo también dijeron todos al unísono, bueno dije yo pero hay un pacto de silencio verdad
Si, nadie va a decir nada de lo que hagamos o hemos hecho acá dejo Ismael que era el mayor porque había repetido un año y tenía 11 añitos ya para cumplir 12
En eso apareció la señora totalmente desnuda, todos quedaron viéndole su pepa afeitadita y sus tetas bien paradas,
A picarones, a que quieren meter su pitito acá, señalando su pepa
Nadie pronunció palabra pero movieron su cabeza afirmativamente
Ella se acostó diciendo
Bueno, quien es el primero, y mientras cada uno metía su pitito en aquella caverna, ella les iba abriendo el culito así como su marido lo había hecho con Pedrito, a los que quedaban por coger a la señora lo hacíamos el vecino y yo mientras esperaban para coger a la sra. Y así todos
El vecino penetró a todos uno por uno, solo sintieron molestias pero nadie lloró, ni gritó, luego nos hizo hacer una cadena,
Fernandito estaba a la punta, yo se la meti a él Pedrito me la metió a mi, y asi todos quedamos ensartados, por ultimo el vecino penetró a Alejandríto,
Ahora dijo el vecino. Todos a la vez lo haremos con Irene, que era la esposa, así que ella se acomodó al costado de la cama alzó sus piernas y Fernandito se la metió toda de una, ahí el vecino empujaba y todas entraban en cada culito y cuando aflojaba todas salían un poco de cada culito, era un juego, todos nos reíamos hasta que Fernandito comenzó a respirar muy fuerte, y sus gritos de goce llenaron la pieza entonces luego de metérsela toda hasta el fondo se quedó quieto y se tiró sobre Irene, y le chupaba las tetas, mientras ella entraba en un orgasmo monumental, un momento después se oía al vecino hacer lo mismo, le estaba echando toda la leche a Andresito.
Luego nos subimos todos a la cama y mi hermanito le limpio los pititos a todos chupándoselo para después ir todos al baño y bañarnos, menos Irene que se quedó acostada y se durmió con una sonrisa en sus labios.
Y ahora que vamos hacer dijo Fernandito, todos nos sentimos con el culito agrandado, nuestros padres se van a dar cuenta,
No, después de desayunar, vamos a ir a correr a la cancha del barrio, vamos a jugar y la sensación va a pasar, dijo el vecino,
Y así fue. Todos jugamos, corrimos, luchamos, y nos ensuciamos mucho, el vecino después los repartió uno a uno en cada casa diciendo a los padres, no lo rezongue la culpa es mía que los lleve a la canchita para que jugaran libremente, y se quedaba un rato hablando con los padre mientras el niño era mandado a bañarse y a poner la ropa en el lavarropa.
Cuando llegamos a casa, el vecino le dijo a mi hermanito, si se animaba a que se la metiera a él también,
No me va a entrar, es muy gruesa.
Bueno, vamos a ver, tomó el pote de vaselina, lo acostó en la mesa de la cocina y me dijo.
Ve adaptando su culito a mi pito, claro, al ser mis dedos mas pequeños el sentía menos molestia, le metí uno, luego dos, tres, cuatro, luego dos y dos con mis dos manos y estiraba hacia arriba y hacia abajo, por ultimo junte todos los dedos de mi mano derecha y comencé a empujar y aflojar, no se cuantas veces lo hice. Lo cierto es que en una entro toda mi manito, el gritó, me duele, sácala,
Aguanta un poquito le dije, y se la dejé adentro rotándola, vecino, venga, lo llamé
Que pasa, ah que bueno, ya está pronto, el tomó mucha vaselina y la puso en su pitote, sácale la mano, eso hice, su culito hizo plop, y el inmediatamente se la metió, su culito se cerro un poco y apretó el pitote, mientras mi hermanito decía
Que me pusiste, no es tan doloroso como tu mano,
Mi pito está dentro tuyo le dijo el vecino, te gusta
Me gusta cuando se mueve,
Entonces ya vas a ver, tomó un calzoncillo faja, acá se llaman pingo y son para deporte, y se lo puso, mi hermanito quedó apretadito contra la panza del vecino y con todo el pito dentro.
Luego el vecino se puso un overol entero y lo abotonó, solo salía la nariz de mi hermanito por el agujero entre dos botones, y así salimos a la quinta, con todo el trabajo de agacharse para quitar los pastos de la quinta y levantarse para carpir y luego regar y recoger los frutos, mi hermanito decía tu pito se agrande dentro de mi culito, siento que se mueve solo, el vecino en cierto momento se apoyó en uno de los árboles frutales y largó un suspiro largo, había echado toda su lechita en el culito de mi hermanito, y este feliz se movía a los costados y se esforzaba en saltar, hasta que el vecino dijo,
Por favor para, ya no puedo más, es lo mas hermoso que me ha pasado, vamos a dormir un rato, si
Y así como estábamos nos fuimos a la cama y nos dormimos un rato
Me despertó el beso de Irene en mi mejilla y en mi pitito
Nos fuimos al baño, nos desnudamos y nos bañamos los tres juntos, el sacó su pitote del culito de mi hermanito, le salió con un poco de sangre, yo rápidamente se lo lave para que mi hermanito no viera y se asustara,
Siéntate en el wc y echa todo afuera y luego ven para que te lave bien, le dije, mientras sacaba el jabón del pito del vecino, luego se lo chupé hasta que quedo bien duro,
Métamela le dije, y así lo hizo me dio muy fuerte hasta que antes que eyaculara le dije. Quiero la lechita en mi boca, yo también dijo mi hermanito, me la sacó y la lave con la ducha y entre los dos nos tomamos su lechita.
Así continuo nuestra vida hasta que a los 3 meses Irene nos dio la gran noticia. Estaba embarazada. Todos sabíamos que a parte del esposo que no podía tener hijos el único que había echado lechita en su pepa era Fernandito, un día el vecino invito al grupo de siempre que venía para hacerse coger y cogernos entre nosotros y entonces le dijeron a Fernandito que iba a ser papá, pero que no podía decir nada a nadie, Irene tocando su panza le dijo, acá está tu hijo, y todos los padres cuando se enteraron que iba a tener un hijo dijeron
Tanto aman a los niños que Dios los premió
Que ingenuos, pensé yo, nadie supo nada, el niño era hermoso y lo primero que hice fue meter mi dedo meñique en su culito, y chuparle su pitito, el nene lloro un poquito pero luego se acostumbró a mi dedito, el vecino se reía y yo lo cuidaba y lo tenía en mis brazos mientras el me la metía.
Luego, cada uno fuimos a la universidad, nos esparcimos por el país trabajando, mi hermano y yo nunca dejaremos de agradecer lo que hizo por nosotros, con mi hermano hasta hoy nos cogemos uno al otro. a pesar que estamos casados y con hijos. Un día de estos voy a ver si trato de encontrarme con aquellos compañeritos de la escuela y recordar viejos tiempos
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