Jugar a la mamá y al papá II
El portero lo agarró, le limpió la carita con un pañuelo y lo mismo hizo con las piernitas. Le bajó el pantaloncito para ver cómo tenía el culo: abierto, hinchado, rebosando de leche y mierda. Le pasó el pañuelo por ahí también..
Martincito se asustó y se puso detrás del hombre que le acaba de pegar flor de culeada.
-Lo vienen a buscar en un rato -jadeó el portero del jardín ante los dos albañiles que habían bloqueado la entrada.
-Entonces andá adelante y fijate si ya llegaron -respondió el que tenía la verga afuera, haciéndolo a un lado, tomando al niño del brazo, metiéndole la mano en la boca para que la abriera y le ensartó la polla hasta la garganta.
Martincito hizo un ruido fuerte cuando el vómito le subió hasta la traquea. El hombre le sacó la verga, le pegó en la carita para que se tragara el vómito y volvió a meterla la chota, le bombeo la boca como si se tratara de una concha.
Los huevos del albañil le rebotaban en la gargantita al pendejo.
El portero salió apurado.
El segundo albañil ingresó apurado, le volvió a bajar el pantaloncito al niño y comprobó que el portero le había dejado como flor el ojete: salidito e hinchado.
Se arrodilló detrás, se escupió la verga llenándosela de saliva y se la metió de una.
Martincito tenía las tripitas lubricadas por la leche del anterior, la culeada del albañil, con el ojete mojadito y lubricado era más rica.
Más o menos como la culeada que le daba el padre luego de encontrarlo con el culo usado por el abuelo y después de untarle la cremita.
Martincito tenía los ojos en blanco, la cabeza le rebotaba en la chota de uno y el culo en la chota del otro.
Nunca lo habían culeado entre dos.
-Yo también quiero romperle el culo -dijo el albañil que le follaba la boca. Martincito le había vomitado la chota y él seguía metiéndosela con vómido y todo.
-Ya termino, ya termino -jadeó el segundo taladrándole el agujero con rapidez. Le apretó la pancita con las manos grandes y callosas cuando le llenó de leche las tripas. Se hizo a un lado agitado.
El que le follaba la boca hizo girar a Martincito y con la verga vomitada, se lo culeo elevándolo en el aire, haciéndolo rebotar sobre la chota mientras el chiquito chillaba con voz finita.
El portero regresó corriendo porque el abuelo ya estaba llegando y vio salir a Martincito. Tenía cara de susto. En la barbilla le colgaba un hilo de baba con vómito y caminaba con las piernas abiertas. La leche le escurría hasta los tobillos.
El portero lo agarró, le limpió la carita con un pañuelo y lo mismo hizo con las piernitas. Le bajó el pantaloncito para ver cómo tenía el culo: abierto, hinchado, rebosando de leche y mierda. Le pasó el pañuelo por ahí también.
-Si le cuentas a alguien de esto, después no jugamos nunca más a la mamá y el papá.
-Bueno -respondió con su voz aflautada.
Y salieron juntos. El hombre tomándolo de la manito, martincito caminando con las patitas abiertas.
Que buen relato..saludos
Como sigue??
Excelente relato… Como sigue??
Gran relato, me encanta esta historia 😋🔥
Muy buen relato… Aunque parte ha sido un poco corta para mi gusto.
Ha sido demasiado corto necesito mas.
gran relatocon ganas de leer la siguiente parte