Jugar a la mamá y al papá III
Siguen jugando con el niño, ahora el abuelo..
El abuelo lo vio llegar con las piernas abiertas, lo tomó de la mano mientras miraba con el ceño arrugado al portero que lo había entregado.
-Que te ha pasado? -le pregunto mientras ingresaban al vehículo.
-Me han metido los pitos en la conchita, muchos pitos -jadeó asustado.
-Muchos? Quienes? -volvió a cuestionar pegando con la palma de la mano en el asiento para que su nieto se pusiera de rodillas. El niño lo hizo, bajándose el pantalón para que su abuelo viera cómo tenía la conchita.
-Te han hecho mierda la concha -jadeó metiendo un dedo en el culo hinchado del chiquito.
-Me duele.
-Qué te va a doler! no mientas! lo tienes tan reventado que debes estar anestesiado -dijo abriéndose el pantalón.
Condujo apurado hacia la ruta.
El chiquito seguía de rodillas, mirando por la ventanilla, mientra el abuelo le toqueteaba el ortito. Haciendo ruiditos cuando le metía y sacaba el dedo lleno de leche de todos los que se lo habían cogido. Ya ni mierda tenía. Lo habían usado tanto que tenía el intestino limpito.
El abuelo se obstinaba en decirle que tenía conchita, pero los otros le decían culo. Ya no sabía qué tenía!
El abuelo se metió por un caminito de tierra y el chiquito giró para mirarlo.
-Me duele la conchita -le dijo de nuevo, pero el abuelo no le prestó atención, lo dejó desnudo de la cinturita para abajo, se desprendió la camisa y lo puso encima.
-Sentate, te voy a culiar.
-Me duele.
-Sentate -ordenó abriéndole los cachetes del culo, midiendo donde tenía el agujero y haciéndolo sentar de una.
Tenía tanta leche encima que la chota le entró hasta el ombligo.
-Ay -jadeó el chiquito poniendo un poquito los ojos en blanco, se le había parado el pitito.
-Chupame la teta -jadeó el abuelo poniendo la cabecita del chiquito en su pezón, y comenzando a mover el culo del chiquito de arriba hacia abajo.
La verga le entraba y salía con tanta facilidad que por ratos le metía un dedo también.
-Ay -decía el chiquito dejando de chuparle la teta al abuelo, agitado, babeándose. Sentía rico en la pancita.
El abuelo lo tuvo dando sentones casi 5 minutos. Cuando acabó lo abrazó con fuerza y le metió la chota hasta la base, emitiendo un gruñido ronco.
El chiquito tuvo un desmayo, el abuelo no solo le había metido la chota entera sino que tenía dos dedos también dentro del culo.
Cuando el niño despertó estaba acostadito sobre los asientos traseros, el abuelo le tenía levantada las patitas y le chupaba con ganas el ortito abierto como flor.
Uufff… que rico.. Menuda excitacion me has provocado. Como sigue?
Excelente relato… Como sigue??
Como sigue??
Que rico… 😋 Me encanta como evoluciona esta historia.
Gran relato. Cómo sigue??