JUGUEMOS A OTRA COSA

Cuando estas en esa edad que descubres el sexo, no importa con quien, solo quieres hacerlo, esta es parte de mi historia..
Estas líneas que escribo, vienen de los recuerdos que mi memoria guarda de los sucesos que marcaron mi adolescencia, la etapa del desarrollo de mi cuerpo y sensaciones que jamás se imaginaria un niño que llegaría a sentir. Recuerdo tener 14 años, para ese entonces ya era común hacerme una buena paja durante el día, podría llegar a hacerlo 3 veces y seguiría igual de duro, que vitalidad la de esa época. Pero solo era eso, de simple masturbación no pasaba, no sabía que había más allá, el sexo, tener alguien mas y llevar todo a otro nivel, al menos no, hasta que llego el.

Su nombre era Dany, tenía unos 12 pero era muy pequeño, o más bien algo tierno, unos rasgos aun de niño, sus ojos eran de un color café pero no tan claros, pelo muy oscuro y a mí me llegaba poco más arriba del ombligo, porque siempre he sido muy alto, ere mas claro a pesar de ser un campesino, era raro, pues los niños de aquel lugar eran de piel mas tostada por el sol y al vivir en el campo están expuestos a condiciones mas adversas, pero el no, era muy consentido en su casa y vivía libremente todo el día, salía de su casa y no se preocupaba ´por nada mas que jugar a diferencia de otros que incluso tenían que trabajar.

Yo vivía en una hacienda a las afueras del pueblo, a unos 10 minutos, era muy conocido por todo, hasta en cierta forma, sobresalía por tener mejor posición económica, iba a la escuela en una moto que me compraron mis padres y para mis compañeros era el niño rico del pueblo, aunque eso no era así, pero nunca me falto nada. Era un joven muy sociable, al salir de la escuela siempre quedábamos en grupos jugando cualquier cosa o reuniéndonos en alguna casa de un compañero en el pueblo, antes de irnos a nuestras casas, así no recuerdo desde cuándo, se volvió frecuente que Dylan se quedara en nuestro grupo y se apegó mucho a mí, yo lo tenía como aun primito más, pues yo no tenia a nadie mas en mi casa y así que de vez en cuando, el empezó a frecuentar mi casa y quedarse mas tiempo, tanto que ya andaba para todos lados con el, lo llevaba a su casa por las tardes en la moto y hasta yo agarre confianza en la casa de sus padres y era normal que yo llegara a buscarlo o que el se fuese en su bicicleta para la hacienda donde vivía.

Al pasar mucho tiempo conmigo, llevo a que me descubriera en uno de esos momentos donde mi pene estaba tan duro que me dolía y debía hacerme una buena, para calmar esa horrible sensación que sientes cuando no has descargado tus huevos un buen rato. Así sucedió, estaba en mi cuarto, me metí al baño pero como buen pajero caliente no cerré la puerta pues seria algo rápido, pensé, pero vaya mi sorpresa que de repente entro Dylan buscándome, entro a mi habitación y no le escuche, cuando veo que abre la puerta del baño y yo de pie con la ropa(una remera o como le llamen Uds.) y el bóxer en mis rodillas, agarrando mi pito, me quede quieto porque no supe como reaccionar y el abrió sus ojos al máximo, y luego se giró, jajaja, recuerdo que solo dijo, no he visto nadaaaa! Y cerro la puerta al salir.

Me subí mi ropa, Sali del baño normal, claro que con algo de pena, pues si bien éramos cercanos, lo mucho que hacíamos era orinar al lado del otro.

-Hey Dylan, no te escuche llegar? _le dije mientras me tiraba en mi cama, el estaba sentado también pero muy rígido en otro extremo de esta.

-llegué ahorita y tu mama me dijo que andabas viendo tele en el cuarto, pero no te vi y pensé que te andabas cepillando los diente, porque no cerraste la puerta?

-oye, tu fuiste el que entro al baño, no me eches la culpa a mí, igual eso es normal, no pasa nada.

-yo no hago eso, tu eres un puto caliente que te la jalas a esta hora.

-lo siento pero ya no aguantaba, eso te pasa por ser tan loco y no llamarme primero.

-porque te creció tanto? El mío no es así de grande

Confieso que eso me halago en cierta forma, pero mi pene en ese entonces era promedio, media 16cm, un poco curvo a la izquierda y no era grueso, lo normal a esa edad, eso sí, la cabeza más rosada y pareja, no como otros que son punta de lápiz o campana. Diría que es el pito mas promedio, pero yo al ser alto y delgado, se me ve mas grande de lo que es, en ese entonces ya tenia vellos ahí, pero no tantos.

-oye, que tanto viste, ahora me tienes que mostrar el tuyo_ acto seguido me le abalance encima y fingí que lo iba a desnudar, claro que al ser yo mayor, le ganaba en fuerza y lo inmovilice al colocarme encima de el y tumbarlo en la cama. El solo reía y el decía que no, que lo dejara,  pero yo le tiraba su ropa para ver si le bajaba los calzones, aunque no lo hice realmente, era mas para molestarlo, hasta que el muy desgraciado me agarro de los huevos, muy fuerte, eso no lo esperaba.

-ahgg, suéltame! _ le dije, pero el se negaba a hacerlo.

-ahora quien es mas fuerte- y me apretaba más fuerte por momentos, pero no me soltaba- jajajaja, tengo tu punto débil, yo gano.

-está bien suéltame ya, eso duele mk_ debo decir que si bien el no era fuerte su manito si que me apretaba muy duro a veces, pero raramente eso me la puso dura, tal vez fue la posición  y el hecho que no me la alcance a jalar antes.

-oyeee, porque se te creció otra vez cochino! _ me dijo al notar mi gran carpa que se formaba abajo, me soltó y yo me quite de encima, todo se puso incomodo por un momento.

-me duelen los huevos_ le dije mientras me agarraba el paquete, el solo seguía mirándome ahí abajo. De repente me dice como retándome,

-muéstramelo- mi confusión de repente se volvió excitación, algo empezó a cambiar entre ambos, el ambiente era distinto, sin dudarlo me baje todo dejando mi verga al aire apuntándole hacia el

-si esta grandota! – de repente empezamos a reírnos como locos, todo se acabó ahí cuando me llamaron para ir a comprar algo al pueblo, así que salimos como si nada hubiese pasado, pero eso marco el inicio de ciertos jueguitos que nos marcaron a ambos. esto lo cuento después…