Juvenal y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Voy a hablarles de lo que pasó con Juvenal, nuestras hermanas estudiaban juntas en el colegio y hacían deberes mayormente en mi casa a veces la hermana lo traía a mi casa porque sus padres salían a vender ropa, se ponía a ver televisión conmigo en ocasiones se quedaba dormido en el sillón de eso aprovechaba para verle fijamente su carita angelical de chico precioso, esos labios gruesos, piel rosadita por el calor, dedos finos alargados, pelo castaño claro, nariz fina perfilada, orejas arqueadas bien formadas, el pecho se movía armónicamente con la respiración que efectuaba, en mi cabeza rondaba el deseo de poseerlo pero mi timidez me hacía retenerme sumado a eso mi vergüenza de que se diera cuenta de mis intenciones y me rechazara, tambien de que se enteraran nuestros padres y amigos y se burlaran de mi, pese a toda mi timidez Juvenal era un imán a mi cuerpo, estaba enfrente pero sólo me limitaba a contemplar su bello cuerpo que se ladeaba dejándome mostrar algo de sus nalgas voluminosas que me enloquecían, en aquellas ocasiones cuando presenciaba moverse en su andar, a veces cuando jugábamos básquet en el patio pegábamos nuestros cuerpos y me atreví a sujetarlo por detrás con un abrazo, no me contuve y le movi mi cadera a manera de cugerlo y me separaba pero cada vez era más prolongado, a veces íbamos a la cerca a pararnos y escudriñar por entre las tablas me paraba detrás para empujarlo con mi cadera y moverle mi pene yo sabía que Juvenal sentía mi bulto se quedaba quieto empecé a comprender que le gustaba mis movimientos, eso me hizo perder el recelo de cogerlo ya teníamos más confianza.
Una vez sentados en el sillón me pone su pierna por encima de mi estómago la bajaba y la subía por el área de mi pene vestido, yo me hacía el tonto indiferente quería saber hasta donde llegaría, se acercó más a mi pegándose a mis costillas me miró entre serio y contento, agitó de sus pies para que cayeran las sandalias nustros pies se frotaban, me hacía calentar, la expresión de su cara cambiaba y me miraba con sonrisa, no dejaba de ver el bulto de mi pene vestido creciendo, se levantó a tomar agua me vino a la mente la necesidad de hacerlo mio me dije que este era el momento, aproveché ese instante para subir a ver a las chicas que se encontraban atentas a sus deberes, regresé, Juvenal ya estaba sentado, nuestras sonrisas continuaban, empecé a sobarme mi pene desde afuera de mi short, me miraba lo que estaba haciéndome, meti mis manos por dentro para sobarme mas gustosamente, en ese rato de irracionalidad por el placer le pregunté si le gustaba, Juvenal miró a la tv, yo insistí y le dije que me viera, bajé mi short saqué mi pene que corria un poco de líquido preseminal, le pregunté si le gustaba mi pene agitándolo con mi mano, sólo pensaba en cogérmelo me estaba arriesgando mucho, recibí como respuesta su sonrisa con un poco de seriedad por lo acontecido, no me quedé ahí, me levanté me acerqué lo tomé de las manos y lo leventé ya parado estiré su short para verle su pene alargado lo sobé suavemente con mis dedos, pensé que me lo iba a retirar comprobé que deseaba que lo cogiera le bajé el short hasta la mitad de sus nalgas y yo me lo bajé a la altura de los muslos, lo abracé de las caderas y el hizo lo mismo comenzamos agitando nuestros penes entre sí, al rato reacciona diciéndome que pueden salir nuestras hermanas, nos subimos los shores y nos sentamos a estirarnos los penes, queríamos sexo, me acordé de la bodega de casa nos dirijimos para allá muy decididos, sorprendentemente me llamó mucho la atención la actitud de Juvenal de acostarse voluntariamente quitándose el short desde el piso me decía que lo cogiera me dio más alas para mamarle sus nalgas tersas, mi lengua accionaba la reacción de su culo moviéndolo a los costados ladeándose dejándome mostrar ese pene delicioso lampiño rosáceo por el contacto con el piso le dije que se sentara sobre unos cartones ese delicioso pene estaba como mástil señalaba mi cara, por un corto instante aprecie la forma de ese delicioso pene que crecía al agitarlo con los dedos, sus testículos eran como dos bolondrones de canicas rosaditos pidiendo placer sin pensarlo dos veces me acerque abri la boca y me lo meti todo el tronco del pene lo lamía y lo chupaba con infinito placer empecé a escuchar los gemidos de Juvenal, abrí más mi boca para tener dentro algo de sus testículos mi lengua corria por su prepucio quería descubrir su glande oculto, a dos dedos le corri el pellejo saliendo algo de su glande y por ahí le pasé la punta de mi lengua ensalivada de reojo Juvenal estrujaba los cartones emitia sonidos de placer yo seguía mamando más y más no quería parar, me había enamorado de ese pene delicioso que desde ya lo hacía de mi propiedad, no era el primero que mamaba desde chiquito aprendí a mamarselo a los chicos hijos de los arrendatarios y me lo mamaban.
Lo recosté sobre los cartones para pasarle mi pene por su barriga hasta llegar a su boca se lo pasé por sus labios me hizo gestos que no quería eso, traté de pasarle mi pene por una de sus mejillas, le hice abrir las piernas puse mi pene sobre el suyo apoyé mis manos sobre el carton movi mi pene tan rápido que nos movíamos muy deliciosamente doblé mis brazos para apoyar mi pecho sobre parte de su pecho y otro poco de mi pecho quedaba sobre su cara mis brazos rodearon su cabeza y le decía que culiara, culiara, culiara no contento con eso le hice que me mostrara el culo para masajeárselo con mi pene me gustó la unión de mi pene con sus nalgas están grabadas en mi mente la escena de mi pene en su culo tratando de penetrarle parte puntuda de mi glande me detuve porque empezó a pujar protestando que le dolía vio que expulsé mi semen al piso le mostraba mi pene agitándolo cerca de su pecho, fuimos a la sala a seguir viendo tv.
En cada visita que hacia Juvenal me aumentaba el deseo sexual era mi huequito favorito se había convertido en mi desfogue sexual, ya sentados por unos momentos viendo tv nos miramos con risas nos metíamos las manos dentro del short en señal de cogernos, calladito le mostraba mi pene descubierto me respondía de la misma forma sacándose todo su pene lampiño descubierto con una amplia sonrisa, se iba corriendo hacia la bodega me percataba de que las chicas y mi mamá se encontraran distraídas en sus actividades iba corriendo a la bodega y ya lo encontraba a Julián acostado sobre el piso boca abajo con su culo descubierto el short hasta las rodillas, las manos y brazos estirados a la altura de sus caderas su mirada picara me invitaba a que lo poseyera me gustaba oler su piel con esa colonia que usaba, todo en si de él me gustaba cada día lo deseaba más, me arrodillaba a quitarle por completo el short yo ya tenia el mio en el suelo, mi pene acariciaba las nalgas pasando por su espalda asimismo dos dedos los hundía en el culo, le hice muchas veces eso antes de penetrarlo, después le metia mi glande cada vez entraba más me detenia cuando gemia o me decía que le dolí mucho, esta vez estaba bien caliente y me propuse meterle todo mi pene como lo había soñado teniendo ese delicioso cuerpo de chico culión, esa embestida que le dí llegó la mitad de mi pene a entrar en el culo gritó tanto que me rogó que se la saque me levanté para quitarme el liquido preseminal Juvenal se ladeó mirando lo que hacia pasaba los dedos por el culo llegando a los muslos lo levanté y lo senté para mamarle el pene lampiño que tanto me gustaba abrió sus piernas lo mas que pudo y se lo mamé, nos paramos lo sujeté de la cadera para abrazarnos mis manos recorrián el cuerpo de Juvenal apoyé mi cara en su pelo, bajé mi nariz oliendo su aroma delicioso de chico deseoso de sexo, nuestros penes se movían, masajeaba sus nalgas, me arrodillé a mamarle el pene ese olor me calentaba deseaba siempre tenerlo así, Juvenal estaba parado y yo mamándole seguía masajenado sus nalgas pasé los dedos entre sus nalgas se lo metia y se lo sacaba, las manos de Juvenal estiraban mi pelo escuché sus exhalaciones de placer lentamente lo acosté sin dejar de mamarle el pene diriji mis labios a sus mejillas para besarlas, nos dimos un beso corto vimos nuestros penes parados los unimos y nos culiamos, lo giré de cadera poniéndolo boca abajo le abri las nalgas y de a poquito le meti el pene con un mete y saca sutil hasta llegar a hundirle la mitad de mi pene en un instante le metí más gimió y lo solté lanzando mi semen a los muslos de sus piernas giró arquenado su cuerpo mostrando una expresión de irritabilidad, pero de resignación y de gozo.
Tiempo después me dijo con inocencia que tenía problemas al ir al baño porque se había metido el dedo al culo constantemente porque sentia placer al hacérselo y en ese intenso placer se lo metió más, lo abracé a manera de consuelo besándole el pelo y en cuanto estuvimos solos lo llevé a la bodega, después de mamarle el pene le abrí las nalgas meti despacio el pene de una sola empujada lo metí todo, gritó tanto que berreaba del dolor había cumplido mi deseo de penetrarlo totalmente pese a que le salió una rayita de sangre se incomodó al sentarse y le fastidiaba caminar, tanto que lo llevé a su casa a limpiarlo y dejarlo acostado durmiendo, desde esa fecha las vistas de Juvenal eran más frecuentes y hacíamos el amor en la bodega o en su cuarto fue mio desde los nueve años hasta que cumplió 16 años y se mudó a otra ciudad a estudiar y trabajar con su familia se aspecto era de un gay discreto, en mis memorias estará para siempre su espectacular pene y delicioso cuerpo.
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