Kurro lame pezones (pt 1)
Mi despertar sexual con un compañero del insti, que me descubrió lo mucho que me gusta dar placer a los hombres.
Su nombre era Kurro. El típico chico popular, sociable y seguro de si mismo.
Tenía un cuerpo joven muy definido; sus hormonas le tenían a tope siempre y por eso, pasaba las tardes haciendo ejercicios de abdominales, flexiones y calistenia. Al menos eso imaginaba yo cuando me fijaba en sus pectorales duros, marcando normalmente unos pezones duros bajo su camiseta ceñida; o en su culo respingón y carnoso, bien formado de tanto jugar al fútbol
Sin embargo lo que más me ponía de Kurro era su actitud de chulo. Tenía mucho poder de convicción…
Kurro era mi compañero de clase, desde la primaria hasta salir del bachiller y fue el chico que me enseñó lo mucho que me llegaría a gustar dar placer a los hombres.
Ibamos a un colegio católico, mixto, y yo por aquellos años, sostenía mi heterosexualidad: Era un niño y los curas ya nos habían dejado claro que tener relaciones con los de tu mismo sexo era malo, practicamente que el sexo era malo.
Un día en clase de religión (no me preguntes en qué contexto, no recuerdo) salió el tema de que la madre de Kurro ya no era creyente y el maestro dijo estar al tanto de su estilo de vida y que rezaría porque encontrase de nuevo el camino y la fe (hablar de la vida intima de la madre de un alumno de 15 años en clase… sip, surrealista los curas).
Ese episodio me dejó con la curiosidad, y pronto descubriría que su madre era una divorciada, que decidió rehacer su vida junto a una mujer y que vivía sin hacer daño a nadie. De esto y más, me enteré de la propia boca de Kurro, quién además también iba en mi mismo autobús y que extrañamente se sentaba a veces conmigo, y charlabamos de todo, incluído los follones familiares.
Resalto «extrañamente» porque a diferencia del machito de Kurro, yo (Ale) era un chico más bien afeminado, medio emo y nada deportista.
Puedes imaginar que mi cuerpo era bastante diferente al de Kurro: piel pálida, poco definido, culón y con unos pechitos que acariciaba incansablemente imaginando que eran tetitas cuando me pajeaba en mi cuarto.
No era de los guays, solo contaba con un par de amigas y aunque lo negase, era para todos el mariquita de la clase.
Y a pesar de todo, al ser los únicos del mismo curso, él tomó por costumbre sentarse conmigo en el bus por las mañana y vuelta a casa.
A mi me encantaba sentirme colega de un chico y encima uno tan popu», no podía evitar sentirme como un nerd por tener solo amigas (tonterías que te menten de peque:( Había mañanas que al llegar al colegio, me encontraba con que el se había quedado dormido sobre mi hombro,o yo sobre el suyo, incluso a veces nos llegabamos a tapar con el mismo chaquetón en los meses de más frío
En una de esas mañanas, sucedió que pillé a Kurro con su mano sobre mi paquete bajo el chaquetón que nos daba abrigo. Él se hizo el loco, diciendo que estaba dormido y que perdonase.
A raíz de ese suceso, Kurro lo tomaba como una coña y a veces cuando me pillaba solo y desprevenido, me daba una palmada sobre mi paquete y salía corriendo, riendo, diciendo » perdona Ale, estaba dormido! 😉 jajaja». Y como me picaba, él más lo hacía.
Llegó el punto en que sus palmaditas, también pasaron a mi culo, o me pellizcaba un pezón. Todo en broma. Pero mi pene empezaba a reaccionar y a veces se me ponía duro, y me moría de vergüenza, pensando que alguien pudiera darse cuenta. Yo me decía que no me la ponía dura Kurro, si no el que alguien más tocase mi pollita o mis tetitas.
Fue así que empecé a sentir más zonas erógenas, ya no imaginaba que tocaba tetas, si no que disfrutaba acariciando mis pezoncitos… incluso empecé a sobarme más el cuerpo y a experimentar la sensación de pasarme el dedo por la raja de mi culote, hasta llegar a mi hoyito. Muy cerrado, pero yo era hetero» solo lo acariciaba para luego centrarme en mi pene y tratar de enfocar mis pensamientos en Kurro, digo en chicas, en tías buenas.
– Y tu Ale? Cuantas veces a la semana te pajeas? (Me preguntaba Kurro una tarde, en el bus, volviendo a casa)
+ joder tío, no sé, una pocas… qué te importa?
(Contesté, tratando de no quedar como un pajillero vicioso)
– Unas pocas dice (mientras se rie, me aprieta fuerte la picha por encima del pantalon)
+imbécil! (Le dije enfadado y le pegaba una torta de una manera bastante femenina)
– Ale, es que me lo pones a huevo y te picas tan fácilmente… (dijo mientras me alborotaba el pelo) Pues tio, yo me la pelo cada noche antes de acostarme, para dormir mejor. Lo malo es que lo dejo todo pingando cuando termino JAJAJA
+ Eres un guarro (le digo sonrojado mientras se formaba esa escena en mi imaginación)
– JAJAJA seguro que tu también te tocas cada día. Esta noche me pajeo pensando en las tetas de la Lola, pfff me pone mucho esa… o alomejor me saco la leche pensando en las tuyas (y me pellizcó un pezón, haciéndome emitir un pequeño gemido)
– Epaaaaa JAJAJA asi que tienes unos pezones muy sensibles no, Ale?
+ Tio, para ya, no te pases (intentando hacer como que yo también estaba de coña)
– tio que no pasa nada, hay muchos hombres que tienen los pezones más sensibles… o quizás como solo te corres unas pocas veces a la semana, estás bien caliente.
+ bueno correrme…
– (?) Ya te saldrá la lefa no? Nunca hemos hablado de estas cosas…
+ bueno, me sale como agůita saladita… pero como más transparente, no me sale espesa,ni blanca del todo
– vaya vaya, asi que mi querido amigo Ale prueba su propio semen cuando se corre… tiene unas pequeñas y sensibles tetitas, además gime como una putita JAJA
+ tio callate, que nos van a oír
– vale, me callo. Pero es que todo esta conversación me lleva a pensar en que anoche me salté mi pajote, y tengo los huevos bien cargados jajaja, estaba pensando que si te gusta probar la tuya, también te gustará la mía JAJAJA (dijo vacilando mientras me apretaba los mofletes, riéndose de mi)
+ déjame ya ! Si tienes tantas ganas, tocate un rato y déjame en paz, que queda media hora para mi parada y estás muy pesao
Kurro cogió su chaquetón y se tapó con el. Yo le miraba, y él muy decidido, también a mi, desafiante, parecía estar bajándo un poco la cremallera del pantalón.
Empecé a ver como subía y bajaba algo debajo del abrigo, lentamente y como Kurro me daba codazos, invitándome a hacer lo mismo.
A los cinco minutos, yo ya con el pene muy duro bajo mis vaqueros, Kurro se acerca a mi oído para decirme:
– Ale tío, que no nos van a pillar, que están los asientos de al lado vacíos y detrás es la salida trasera, además que los mayores están a lo suyo y los pequeños no se enteran de nada.
(Puso mi chaquetón sobre mi, para que le imitase)
Y lo hice, me animé lentamente a bajar mi cremallera y me noté muy mojado. Como nunca. Tenía ganas de tocarme con una mano la polla y con la otra, acariciar mis pezones.
Sería por todo de la situación, pero mis rayadas quedaron a un lado y me dejé llevar, incluso me quedé viendo fijamente a Kurro. Quien al ver que yo también entré en faena, cerró los ojos y apoyó su cabeza en el respaldo, mienrras seguía su movimiento, cada vez más descarado bajo el abrigo.
Si alguien le vio en ese momento, tuvo que pensar que estaba dormido, pero yo consciente de lo que hacíamos, le veía muy sexy: su boca algo abierta, su cuello que se me antojaba lamer y morder, al igual que la piel que dejaba al descubierto los botones abiertos de su polito.
Estaba ya concentrado con una mano agitando mi polla y la otra pellizcandome una tetilla, cuando Kurro me destapó un poco por sorpresa.
+ qué haces tìo? (Le dije cabreado, susurrando)
-Al final parece que teníamos las mismas ganas no? (Él se destapó y me dejó ver su bragueta abierta, mostrando una polla muy grandel, que pedía a gritos salir de ese calzoncillo, únicamente se veía el capullo).
Kurro seguía acariciándosela mientras me la enseñaba y me susurraba:
– y además parece que estás incluso más caliente que yo, si te estabas tocando las tetitas, muy bien muy bien…(me decía mientras empezaba a sobarlas)
+ mmmmh joder para
– si te está encantando, dime que sientes, que tengo curiosidad
+ mmh uff es como electricidad que sale de mis pezones tio, y la lleva a mi pene, me hace sentir mucho placer
joder Ale, a mi me pone también tocarte tus pezoncitos hermanito uff (kurro vigila que no venga nadie y empieza a lamer rápido mi pezón, como si estuviese haciendo algo horrible y siendo consciente de que estaba en un autobús y que podrían pillarnos :/)
+ ahhhhh mmm, tenemos que parar, nos van a pillar (le susurré como regañándole)
– voy a parar porque como me corra aquí, dejaré todo lleno de lefa y será un canteo, pero yo te hice empezar esto y voy a hacer que te corras antes de tu parada
+ tio no te rayes, deja de hacer el tonto y vamos a parar antes de que nos pillen (mientras decía esto, Kurro junta los dos chaquetones y con una mano m acaricia los pezones, alternando y la otra la posa en mi muslo)
Yo me dejo llevar y me empecé a menear el pito rápido. Nervioso porque en dos paradas se bajaba Kurro y la siguiente ya sería mi parada.
Él seguía acariciándome el pecho, los pezones, incluso llegó a darme un beso en el cuello cuando me dijo » -ahora veras putita jajaj» : Kurro me abrazó por detrás, con una mano aferraba una de mis tetitas y con la otra acabó acariciando mi anito como con precaución…
Yo no me lo podía creer. Él estaba alerta de todo lo que pasaba en el bus, atento de que nadie nos pillase, y mientras yo aguantaba mis ganas de gemir.
Hubo un momento en que sabía que me iba a correr, y por un instante mi cuerpo se puso rígido, tenso, ya que me vino a la mente que lo que hacíamos estaba mal, yo no era gay…
– Ale, nene, putita, correte, que en la siguiente me bajo hermanito (me susurraba)
+ mmmmm, quita la mano de mi culo,no soy marica, no soy,, mmmm joder (justo cuando me soltaba por detrás para dejar una mano en mi hoyito y poder lamer mis pezones, super exitados)
– si esto te encanta, que va a ser verdad que eres una mariquita putita…. jajajaja ahora vigila tu que voy a hacer que te corras si o si.
+ ahhhh mmmmmmmm uufffffff
Justo cuando Kurro decidió meter un poco un dedo en mi ojete, empecé a tener mi primer orgasmo de verdad. Sintiendo como palpitaba mi pene, disparando una, dos…hasta cuatro trallazos de semen sobre mi barriga.
Me temblaba todo el cuerpo y notaba que flotaba. Había sido brutal y estaba satisfecho pero no plenamente.
+ bueno Ale, yo ya me bajo, nos vemos mañana.
Y ahí me quedé yo, plantado, sin creer lo que acababa de pasar y pringado en mucho semen espeso. Pensé que antes de eso no me salía de aquella manera porque no llegaba a ponerme tan burro… Recuerdo que vi a Kurro, desde mi asiento, en la calle, camino a casa. Se paró y alzó la vista para encontrarse conmigo y lanzarme una mirada picara.
Inche kurro no manches te dejo satisfecho amigo y sigue contando mas saludos… 🙂 😉 🙂 😉
Hola Alex, me alegró saber que te moló mi historia. Está basada en hechos que vivì yo mismo. Puedes leer la continuación de este relato en mi perfil 😉