La adopción de Nicolás (parte 1)
La adopción de Nicolás se logro, y así fue nuestro primer fin de semana juntos.
El tramite de adopción empezó justo después de nuestro salida a las albercas, pero las cosas nunca son fáciles para un hombre de 30 años y soltero, pero no me rendí y después de casi dos meses y muchos juicios por fin se logro.
Nunca deje de ir a visitar a Nicolás al orfanato, jugábamos, platicamos, pero nunca le comente que estaba en proceso de adoptarlo.
Recuerdo que fue un jueves cuando me avisaron que la corte judicial de lo familiar había fallado a mi favor y la adopción ya era oficial y que cuando quisiera podía ir a recoger a mi nuevo hijo. Nada podía ser más perfecto el viernes ultimo día de clases y ese mismo día iba a ir a recoger a Nicolás.
En la mañana del viernes, me levante temprano limpie la casa, me bañe y me puse la mejor ropa que tenia, le marque al director del orfanato, para decirle que aproximadamente a las 5 de la tarde pasaría a recoger a Nicolás, pero que no lo avisara.
El día fue lo más largo que he tenido, la espera era tanta que me moría de los nervios, despedí a mis alumnos a la 1 de la tarde y me quede 2 horas más por documentos que tenia que realizar por fin de año escolar, ya eran pasadas las 3 de la tarde, me fui lo más rápido a una tienda de fiestas para comprar decoración para la bienvenida de Nicolás, compre pastel de chocolate, nieve de sabores y un cartel de «bienvenido a tu casa Nicolás», ya eran las 4:30 y la casa estaba lista para su llegada, me dispuse a tomar camino hacia el orfanato.
Llegue a la puerta y pase directo a la oficina del director para terminar de firmar los documentos necesarios para podérmelo llevar, después nos dirigimos hasta el salón de actividades donde se encontraba, cual fue su sorpresa al verme entrar con el director.
Yo: Nicolás, vámonos a casa hijo mío.- le dije casi gritando de la emoción, y él se levanto desde la mesa mas lejana y empezó a correr hacia mi, con lagrimas corriendo por su cara.
Nicolás: Es enserio, ahora eres mi papá? y vamos a vivir juntos?.- me preguntaba con tanta emoción que apenas se le pudo entender por su llanto.
Director: así es Nico, ahora ve y despídete de tus amigos, que tenemos que ir a recoger tu ropa.
Yo: no va a ser necesaria la ropa, yo le voy a comprar nueva, quédesela para otro niño.- mientras bajaba a Nicolás al piso para que fuera a despedirse de sus amigos.
Nos dispusimos a irnos a nuestra casa, todo el camino Nicolás no me dejaba de ver, como si todo fuera un sueño, cuando por fin llegamos a mi casa, pude ver su cara llena de felicidad y que todo era real y no un sueño como él pensaba, entramos sin más demora, le cubrí los ojos con una venda para que no viera.
Yo: Bienvenido a tu casa Nico.- le grite mientras le quitaba la venda de los ojos y las lagrimas volvieron a brotar de la emoción por ver todo aquello para él solo. Se volteo a verme y me dio un fuerte abrazo.
Nicolás: Gracias señor, le prometo que voy hacer el mejor niño del mundo, le voy hacer caso en todo y me voy a portar bien en cualquier lugar.
Yo: No Nico, ahora dime papá, porque eso es lo que soy de ahora en adelante para ti, un padre que te quiere mucho.- le decía mientras lo levantaba en brazos y se recargaba en mi hombro, como si de un bebé se tratara.
Nos dirigimos a la mesa a comer de ese riquísimo pastel que había comprado, estuvimos hablando de todo en esa tarde, de como estaba conformada mi familia, a que me dedicaba, que era lo que le gustaba a él, series favoritas, comida e inclusive le comente que iba a estudiar en el colegio en el que era maestro de quinto grado, que era al año que el iba a entrar. Después de tanta platica y de casi acabarnos el pastel le di un tour por la casa, que si bien no era una mansión, pero si algo grande.
Yo: Muy bien como puedes ver, en el primer piso, tenemos una sala con televisión, el comedor y en el fondo la cocina, a un lado de las escleras tenemos un cuarto al que no puedes entrar sin permiso, el patio hasta atrás y medio baño en esta puerta. – le decía indicándole todo por donde íbamos pasando.- Subamos, como vez hay 4 puertas, la primera 2 es una habitaciones vacías, de las cuales una va hacer tuya, esta puerta es el baño y por ultimo mi cuarto, donde dormirás hasta que compremos tus muebles.
Mientras le mostraba la casa Nicolás no dejaba de ver todo con asombro y me sostenía la mano, cuando vio que iba a tener un cuarto propio no pudo evitar preguntarme si realmente iba a ser suyo.
Yo: Muy bien hijo, ya es tarde y mañana tenemos muchas cosas que hacer, así que vamos a bañarnos y a dormir.
Nicolás: Pero no tengo mi pijama, con que voy a dormir?
Yo: no te preocupes por eso, que ahora que somo padre e hijo, vamos a poder andar como queramos en la casa, hasta desnudos.- le decía mientras caminaban hacia el baño que tenia mi cuarto.
Una vez adentro me empecé a desvestir para podernos bañar, pero nico estaba parado solo viendo como me quitaba cada prenda hasta quedar en mi bóxer de licra blanca, que hacia que mi pene se viera más grueso y grande.
Yo: que paso nico, porque no te quitas la ropa?.- le pregunte poniéndome a su altura.
Nicolás: es que me da pena.- me contesto con la cara roja, eso era algo que me gustaba de él, que no importaba que ya nos hayamos vistos desnudos, le daba vergüenza hacerlo otra vez.
Así que para romper la tensión que tenia, le sostuve la barbilla y le di un gran besos en sus delicados labios, sentir esa sensación otra vez, hizo que mi pene se para de golpe, sentir como me abro paso con mi lengua, sentir como se tocan nuestros labios, su delicada lengua jugar con la mía y el sabor dulce de su saliva, era el mejor afrodisiaco que existía, mientras nuestro beso seguía, le empecé a quitar la ropa, le saque los tenis, las calcetas, el short que traía que ya se veía gastado y la tela muy delgada, por ultimo le quite la playera, dejándolo en una pequeña trusa con dibujos infantiles, supuse que era una donación porque al igual que todo su ropa ya se veía muy vieja.
Él rápidamente se tapa con las manos para que no viera que también tenia una erección, sin más me pare y mi pene quedo casi a su altura, con un solo movimiento me desprendí de mi única prenda, dejando ver a Nicolás la gran erección que tenia.
Yo: vez, estamos iguales, no tienes de que tener vergüenza no es la primera vez que nos vemos desnudos.- le decía mientras ponía mis pulgares en el elástico de calzón y se lo bajaba poco a poco, para poder disfrutar su pequeño cuerpo.
Ya desnudos y con erecciones, nos metimos a la regadera, me empecé a pasar la barra de jabón mientras el se quedaba quieto viendo lo que hacia, termine de usarlo y se lo pase, se empezó a tallar el cuerpo y cuando se inclino a lavarse los pies, dejo a la vista ese pequeño y rosado asterisco entre sus nalgas de niño, mi calentura estaba en su máximo esplendor, me eche un poco de acondicionador en las manos y se las pase por sus nalgas, haciendo que diera un salto del susto.
Nicolás: Que hace?.- me pregunto sin moverse un centímetro de la posición en la que estaba.
Yo: nada malo, tu solo disfruta lo que sientes como esa vez en el carro.- le decía mientras pasaba mi dedo índice por alrededor de su entrada y hacia fuerza para poder ir entrando y aflojando su esfínter, que ya estaba cerrado otra vez.
Ya con todo mi dedo adentro, haciendo que saliera y entrara, formando circulo adentro de él, de mi pene emanaba gran cantidad de liquido pre seminal, así que para hacer más fáciles las cosas, sin sacarle el dedo, lo voltee, lo cargue y nos fuimos así todos mojados, la calentura puede más que razón.
Yo: Nico he soñado muchas veces que seas mi hijo, para poder disfrutar a gusto sin preocuparnos del tiempo.- mientras lo acostaba con las piernas abiertas y dobladas para mayor facilidad, sus brazos estirados y yo me puse de lado a el, para poder meter otro dedo más y con la otra mano le pechiscaba su pezón mientras lo volvía a besar pero esta vez con más pasión que antes.
Nicolás solo se retorcía de placer al sentir todos aquellos estímulos en su cuerpo, acelere la dediada y por instinto subió la cadera como señal que había tocado un lugar muy placentero. Después de estar en esa posición por más de 15 minutos, le pedí que se pusiera en cuatro patas, mientras yo iba por un lubricante al baño, cuando regrese al cuarto y verlo con sus nalgas en alto, se me hizo imposible no correr a ellas y dales unas mordidas.
Nicolás: haaaaa, con más cuidado por favor, me dolió.- mientras se sobaba una nalga con la mano.
Yo procedí a darle un beso negro para ir calentando las cosas, mientras me ponía el lubricante en todo mi pene.
Yo: muy bien nico, como te sientes, porque ahora vine lo bueno.- le decía mientras le ponía la cabeza de mi pene en la entrada de su ano.
Nicolás: Haaaaa, se siente frio y un poco pegajoso.
Con mucho cuidado fui metiendo mi glande en su ano, sentir como su esfínter me apretaba a cada moviente era lo mejor del mundo.
Nicolás: mmmmmm, si asi lento ufffff
Yo: listo ya entro la cabeza, solo te acostumbras y seguimos con el resto.
Pasaron unos minutos en los que se acostumbraba y cuando sentí que ya no apretaba tanto, procedí a moverme dentro de él, sentir otra vez cada centímetro de su cálido y estrecho colon era un placer sin comparación, me movía lento, de vez en cuando lo sacaba para volverlo a meter de golpe y nico gemía con delicadeza.
Yo: Como estas?, ya solo falta unos centímetro más.- le decía mientras sobaba su espalda para que se relajara, en un movimiento veloz, le metí los últimos centímetros de un solo golpe.
Nicolás: haaaaaaaaaa, ya esto verdad?.- me pregunto al mismo tiempo que paso su mano hacia su trasero y pudo tocar mi huevos junto a sus nalgas, bien pegados.
Yo: Dime si te duele en algún momento, para parar.
Empecé con mete saca lento, para que se acostumbrara a su nuevo juguete, se la sacaba a la mitad y se la dejaba ir de golpe, luego hasta la cabeza, toda, así estuvimos buen rato y en el cuarto solo escuchaba sus gemidos, mis bufidos y como respirábamos con dificultad.
Yo: hoooo si nico, que rico se siente, eres el mejor, te amo mucho hijo.- le decía mientras me inclinaba sobre el para morder el lóbulo de su oreja.
Nicolás: si así, más por favor, se siente genial haaaaaa
Se la saque de golpe y lo cambie de posición, quería ver su cara de placer, así que lo puse con las piernas abiertas y yo entre ellas.
Yo: así te gusta bebé?.- le pregunte cuando se la clave hasta el fondo de un solo golpe, haciendo que subiera más su cadera.
Nicolás: haaaaaa, si asi me gusta.
Se la metía más rápido que antes y gracias a esta posición podía ver su pequeño pene erecto bailar al ritmo de las metidas que le daba, su cara roja de la excitación y sus pequeño pezones parados por el placer. Después de casi una hora de estar cogiendo acelere aun mas la embestidas haciendo que nico gimiera más rápido y fuerte.
Nicolás: haaaaa, espera espera
Yo: no puedo esperar, estoy por terminar haaaaa siiii
Gemimos al mismo tiempo, nico tuvo un orgasmo en seco, haciendo que su interior se contrajera con cada espasmo que tenia, lo que provoco que las paredes de su recto apretaran aun más mi pene, botando chorros y chorros de leche dentro de él.
Yo: hoooooo, si bebé, es lo mejor corrida que he tenido en meses.- le decía mientras mi pene soltaba los últimos chorros dentro de él.
Nicolas: haaaa, estoy cansado y siento el estomago caliente.
Yo: es normal, por toda la leche que deje dentro de ti.
Nos acomodamos de cucharita, yo seguía con mi pene dentro de él, para que mi semen se quedara lo más dentro posible, por todo el cansancio no quedamos dormidos todos sudados y oliendo a sexo.
Ala mañana siguiente, me despertó un fuerte movimiento en la cama, sentía mi pene todo adolorido, mi cara cambio de sueño a felicidad al escuchar un chorrito caer en el inodoro, lo que significaba que todo aquello no había sido un sueño.
Nicolás: Buenos días PAPÍ .- me decía una voz infantil desde el marco de la puerta del baño, verlo parado totalmente desnudo y con su pequeño pene colgando, era lo más hermoso que podía haber en el mundo.
Yo: Buenos días hijo.- le decía mientras le abría las cobijas para que se metiera en ellas otra vez.
Brinco a la cama y se acomodo a un lado de mi, lo rodio con su pierna sobre las mías, pase mi brazo sobre su cuerpo y posicione mi mano sobre sus nalgas, sintiendo como tenia mi semen seco en ellas, él me abrazaba fuertemente como no queriendo despegarse de mi.
Yo: Creo que nos tenemos que levantar, tenemos que mucho que hacer mi príncipe.-
Me incline y le di un beso de piquito en sus labios.
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Disculpen la demora, la verdad estaba muy entretenido con mi nuevo trabajo y no había tenido tiempo de escribir la siguiente parte.
Espero que les este gustando mis relatos.
Dejen su comentario y calificación y nos vemos en el próximo capitulo
como sigue
Hola…q delicia
Gran relato, esperando con ansias la continuación no te pierdas por favor.
Parte 2
Wuuuuauuu que delicia de relato amigo enserio que rico y excitante tu relato, ya quisiera yo mi propio hijo así como tu, prestamelo je je muy rico este relato, espero pronto leer el siguiente, saludos 😁 😁 😁
Hola yo puedo ser tu hijo si gustas, me encantaría serlo ;))
Uff que rica historia sube más porfis