La Apuesta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tenía 15 años cuando sucedió, en ese tiempo yo era flaquito y no muy alto, pero tenía un trasero paradito por el fútbol que practicaba.
Siempre me consideré hetero porque a esa edad me masturbaba mucho pensando en las chicas de mi clase y nunca se me cruzó por la mente tener un contacto gay.
Uno de mis mejores amigos era Paulo, un chico muy parecido a mi, teníamos la misma estatura y también era flaquito y de mi edad.
Nos gustaba mucho el fútbol y siempre nos reuníamos a ver los partidos en su casa, aunque éramos de diferentes equipos.
Yo pasaba mucho tiempo en su casa haciendo tareas o mirando tele o jugando a la play station.
Siempre lo vi como mi gran amigo de confianza, y Paulo me decía que me consideraba como su hermano, cierto día fuimos a su casa luego de entrenar y como estábamos muy sudados decidimos ducharnos, Paulo propuso ducharnos juntos ya que teníamos bastante confianza, yo me sentí raro por su propuesta y le dije que no, que el se bañara primero y luego yo.
Fue la primera vez que Paulo intentó acercarse a mi.
Luego de unos días en un entrenamiento tuve una caída y me golpié la nalga, fuimos a su casa y yo tenía mucho dolor, entonces Paulo se ofreció a darme linimento para el dolor y yo acepté, Paulo me pidió que me acostara boca abajo y que me bajara mi pantaloneta, me pareció algo vergonzoso pero como éramos muy amigos no le di mayor importancia, sentí el linimento frío en mi nalga derecha y luego la mano de Paulo masajeando.
P: tienes un bonito culo jaja
Y: no digas tonteras
P: no te alteres jaja
Y: apura no me veas mucho el culo jaja
P: ya te lo vi todito y está bueno jaja
Y: que idiota que eres jaja
Paulo terminó de masajearme la nalga y nos sentamos a ver tele, en eso él me propone hacer una apuesta por el partido que jugarían nuestros equipos el fin de semana, yo le dije que estaba bien porque estaba seguro que yo ganaría, le pregunté que apostaríamos y Paulo me decía que primero aceptara para luego contarme su apuesta, y como yo estaba confiado que ganaría, cualquiera que sea la apuesta acepté.
P: siempre apostamos dinero pero ya es aburrido
Y: dime que has pensado
P: apostemos el culo jaja
Y: como el culo jaja
P : claro el que pierde tiene que darle el culo al que gane
Y: hablas de culearse al perdedor jaja
P: si eso mismo jaja, o tienes miedo de perder jaja
Y: no tengo miedo porque de ley ganaré jaja
P: entonces cerramos la apuesta
Y: y si no cumples jaja
P: te prometo que si pierdo cumplo y te doy mi culo jaja
Y : dale apostado entonces jaja
No hablamos mas del tema y esperamos el día del partido, como siempre nos reunimos en su casa para mirarlo, entonces su equipo hizo un gol y terminó ganando, yo me quería morir de rabia y Paulo sólo reía y festejaba.
Pasó un rato y Paulo me recordó la apuesta.
P: yo gané jaja, ahora paga la apuesta jaja
Y: en serio quieres que te pague
P: claro que si, tu aceptaste, debes cumplir tu palabra
Y: pero yo no soy gay para darte el culo
P: tu apostaste debes cumplir
Y: de verdad quieres culearme idiota jaja
P: si porque apostamos y tu perdiste y además me gusta tu culo jaja
Y: ya está bien yo si soy de palabra
Fui al baño pensando en lo que dije y tenía nervios y miedo a la vez, como dije siempre me consideré hetero y ahora estaba a punto de tener sexo con un chico.
Quería decirle a Paulo que no lo haría pero tampoco quería perder su amistad, y pues al final me decidí y revisé de estar lo más limpio posible.
Volví al cuarto y Paulo me preguntó si ya estaba listo, yo solo le dije si con mi cabeza.
Y: y ahora que hago jaja
P: sácate el pantalón y el calzón
Me saqué el pantalón y el boxer y con mis manos tapaba mi pene que en ese entonces me medía unos 13 cm y casi no tenía vellos, me senté en la cama esperando que Paulo me dijera algo, entonces él se comenzó a desnudar y pude mirar por primera vez un pene, Paulo lo tenía como de 15 cm y era mas grueso que el mío, tenía muchos vellos y era blanco como todo su cuerpo.
Paulo me pidió que me acostara al borde de la cama y que subiera mis piernas, quité las manos de mi pene que estaba totalmente flácido y me sujeté las piernas.
Paulo se puso de rodillas en el piso y sacó un frasco de aceite de bebé, puso en su dedo y lo acercó a mi ano, empujó y su dedo entró, era la primera vez que sentía algo entrando en mi culo, sentí raro como si quisiera defecar pero me aguanté.
Paulo metía y sacaba su dedo y luego metió dos dedos, no sentía dolor sólo la sensación de ir al baño, Paulo dijo que ya estaba listo y puso aceite en su pene y lo apuntó a mi culo, hizo presión y entró en mi ano provocando un dolor horrible.
Y: aaauuuu aaauuuu, basta basta sácalo
P: tranquilo tranquilo ya se te acostumbra el culo
Y: no idiota me duele mucho sácalo
Paulo se quedó quieto mientras el dolor iba calmando, después de un momento el dolor fue pasando y Paulo empezó a meter todo su pene hasta la base, con mis manos tocaba mis nalgas y notaba que su pene ya había entrado por completo.
Comenzó a bombear su pene en mi culo muy despacio mientras yo me acostumbraba a sentir mi ano abierto, poco a poco su pene se movía con más facilidad y yo notaba que lo sacaba casi todo y lo volvía a meter, ya casi no me dolía, entonces Paulo me sacó las medias y comenzó a chupar mis pies, me sentí electrificado y tuve una erección.
P: te gusta jaja, ya te excitaste jaja
Y: cállate tarado jaja
P: tienes un rico culo que rico se siente
Y: sigue Paulo sigue chúpame los pies
P: si si me gusta culearte nene
Mi mente y mi cuerpo parecían no pertenecerme, hace un rato era un chico hetero y ahora estaba disfrutando teniendo un pene en mi culo, Paulo empezó a darme más rápido y sus testículos chocaban con mis nalgas, yo tenía mi pene completamente erecto y Paulo me empezó a masturbar, mi excitación estaba al límite por lo que me corrí teniendo el orgasmo más placentero de mi vida, mi semen embarró mi abdomen y la mano de Paulo.
P: que rico que rico te voy a llenar el culo de mi semen
Y: si hazlo lléname Paulo
Entonces Paulo llegó al orgasmo y dando un grito me dejó todo su semen en mi culo, sacó su pene y sentí que mi ano me ardía, me limpié mi semen de mi abdomen con mis medias y Paulo se limpió el pene.
Nos miramos y sonreímos, yo me vestí rápido y le dije a Paulo que tenía que irme mientras el se quedó acostado desnudo en su cama, mientras caminaba me dolía mucho el culo, al llegar a casa fui directo al baño y dejé salir todo el semen de Paulo que estaba mezclado con sangre.
Estuve dos días sin poder defecar con normalidad porque me ardía mucho mi ano, esa fue mi primera vez y desde entonces me considero bisexual.
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