La cabina del placer  part 1 – Los besos con ropa

Un día a mi tía la atropella un carro y pone a mi mamá como contacto para que esté con ella en el hospital, mi mamá me deja encargado con Don Serch y mientras él me cuidaba me enseña a jugar con su verga y me da babita, queso, leche y orina, lo cual yo disfruto de todo lo que me enseña de ese juego..
Antes que nada muchas gracias por sus comentarios y por lo que me enviaron mensaje en mi telegram, que por cierto pido una disculpa que allá puesto mal mi telegram, me falto poner una letra, pero aún asi hubo quien se logro contactar conmigo.

Espero que esta nueva parte la disfruten como la anterior parte

Les dejo mi telegram es @DanDanielcazador, por si quieren dejarme un comentario o un saludo de forma más directa.

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Al día siguiente mi mamá me lleva a la primaria y me dice que en la salida me iba a recoger Don Serch y que le hiciera caso, yo estaba emocionado que me cuidara otra vez Don Serch para poder jugar de nuevo con su verga.

 

Cuando salgo de la escuela estaba Don Serch y mi hermano esperándome afuera de la primaria, me saluda y pasamos a dejar a mi hermano a la secundaria. El día transcurre normal, pareciera que Don Serch se le olvido de nuestro juego, no por eso me trataba indiferente, me llamaba bebé, me compraba cosas de la tienda, me puso hacer mi tarea, mientras estábamos en la cabina de seguridad. Hasta que Don Serch por fin entra al baño.

 

Daniel: ¿qué va a hacer?

Don Serch: voy a miar bebé, ya sé que te da miedo quedarte solo, por eso dejare la puerta abierta

Daniel: ¿no me los va a dar en la boca como ayer?

Don Serch: bebé, ¿enserio te gusto lo que hicimos ayer?

Daniel: si Don Serch, ya tenía ganas de jugar otra vez así con usted

Don Serch: bebé, pero ya no se puede repetir ese juego, está mal que yo te allá enseñado a jugar de esa manera

Daniel: ¿por qué? A mí me gusto el juego

Don Serch: porque ese juego solo lo deben de jugar los adultos, no un adulto con un niño

Daniel: pero a mí me gusto el juego y quiero jugar con usted, además me dijo que no dijera nada para volver a jugar y no le he dicho a nadie porque quiero jugar otra vez con usted y su pajarito

Don Serch: ¿me estás diciendo la verdad?

Daniel: si Don Serch, me gusto ese juego y quiero jugar otra vez con usted y su pajarito

 

Don Serch se queda pensando y sale del cubículo a mirar, supongo que no vio nada y me habla.

 

Don Serch: bueno bebé, pero esta vez solo puede ser un rato muy pequeño, porque estamos en la cabina y alguien nos puede ver o escuchar, y recuerda nadie se puede enterar que jugamos este juego tú y yo

Daniel: está bien

Don Serch: vamos al baño para darte mis miados

Daniel: si, ya quiero tomar su pipí

 

Entramos al baño de la cabina

 

Don Serch: Pero esta vez será diferente bebé, híncate aquí, cuando este por terminar de miar, voy a parar y te puedo dar mis últimos chorros directos en tu boca

Daniel: ¿Por qué no toda como la otra vez?

Don Serch: porque ayer te manché y tu hermano se dio cuenta que olías a mis miados, por eso ahora solo te daré poquito de mis miados, híncate aquí, y cuando te diga que ya, te apuras a meterte mi verga a tu boca para lanzarte mis miados y los puedas tomar

Daniel: si Don Serch

 

Me hinco a un lado de la tasa del baño, Don Serch se baja el pants y su calzón y me llega el olor a macho de Don Serch, pero esta vez era el aroma más discreto, pero olía a macho, Don Serch empieza a soltar su chorro de orina hacia la tasa de baño, veo como sale su orina de su pene dormido escondido entre sus pelos y sus huevotes, yo ya moría por tomar su orina o que por lo menos me orinara el culo como la otra vez, veo que deja de orinar

 

Don Serch: apúrate bebé, metete toda mi verga en tu boca para darte mis últimos chorros de miados.

 

Me meto su verga dormida a mi boca, como amaba que su pene estuviera dormido porque era la única forma en que su pene entraba completa a mi boca, siento en mi boca como Don Serch desplaza 3 chorros cortos de orina que logro tomar.

 

Don Serch: ¿Te gusto bebé?

Daniel: sí

Don Serch: si quieres quédate un rato chupando mi verga para salirnos del baño

 

Yo me quedo chupando su verga un rato en el baño, su pene crece y se engorda, Don Serch empieza a mover su pelvis como a mí me gusta y gime muy quedito para que nadie nos escuche, estuve un rato breve chupándole el pene hasta que me pide que pare por que escuchamos ruidos afuera de la cabina, él se sube su calzón y su pants, me pide que espere dentro del baño y el sale a ver, cuando ve que ya no había nadie cerca de la cabina, me pide que salga del baño

 

Daniel: ¿ya no vamos a jugar?

Don Serch: no bebé, alguien nos puede descubrir, pero al rato vamos a mi departamento y seguimos jugando otro ratito si te portas bien

Daniel: bueno

Don Serch: acaba tu tarea y cuando termines, si quieres puedes dibujar otra vez en el pizarrón

 

Termino mi tarea y Don Serch me presta gis para poder dibujar, cuando estábamos en la cabina en la tarde mi papá marca a la cabina para ver cómo estaba, Don Serch me pasa a mi papá para que hable con él y me dice que llegaran noche, porque saliendo del trabajo iba a pasar por mi mamá al hospital a recogerla y de ahí regresaban a la casa

 

Don Serch: vez bebé tus papás llegaran noche, podremos jugar más tarde en mi departamento

Daniel: si Don Serch y hace que su pajarito le dé besitos a mis pompis

Don Serch: ¿te gusta que mi verga le dé besitos a tu culito?

Daniel: Sí, me gusta mucho

 

Don Serch se queda sentado en su silla pensando mientras yo sigo dibujando en el pizarrón, de pronto Don Serch me arrincona a una pared, mi vista da hacia una pared, él se sitúa de tras de mí, pero solo siento que su panza me aplasta contra la pared

 

Daniel: ¿Qué hace Don Serch?

Don Serch: mi verga quiere darle besitos a tu culito como a ti te gusta, pero no puedo por mi panzota que me estorba

Daniel: Pero si no me ha quitado mi pants y mi calzón y tampoco usted se los ha quitado.

Don Serch: pero también mi verga puede besar tu culito aún con ropa

 

Don Serch empieza a observar y ve el escritorio, empieza a quitar unas cosas que tiene sobre su escritorio

 

Don Serch: Mira bebé en el escritorio solo vas a apoyarte con las manos de este modo y vas a quedar en esta posición como inclinadito y yo así podre arrimarte mi verga a tus nalgas para que mi verga bese tu culito sobre la ropa cada vez que tú quieras, incluso si pasa gente por la calle nadie sabrá que mi verga le está dando besitos a tu culito, y se me ocurre comprarte un cuaderno para que dibujes en esa posición y de ese modo despistamos a los vecinos y si no hay nadie y tampoco pasa gente por la calle, te puedo bajar tantito tu calzón y yo me bajo también el pants y se pueden besar sin ropa y de ese modo mi verga le podrá dar besitos a tu culito con o sin ropa y nadie lo sabrá.

Daniel: si quiero que su pajarito le dé besitos a mis pompis, pero no entiendo cómo se pueda hacer eso con ropa

Don Serch: Te enseño como hacerlo, ponte en la posición que te dije

 

Me coloco en la posición que me indicó, pero veo que Don Serch se va a la puerta y veo a Don Serch asomándose por la puerta del cubículo cuidando que no venga nadie, mientras una de sus manos está dentro de su pants con un movimiento algo raro (se estaba masturbando para hacer crecer su pene), me le quedo viendo después de un rato saca su mano del pants y dios mío lo que veía,  en su pants se le veía un bultote o mejor dicho como si tuviera un palo en vez de pene dentro de su pants, la famosa carpa de circo, camina hacia mí y se coloca detrás de mí.

 

Don Serch: perdón bebé por hacerte esperar, es que quiero que sientas rico, como tú me complaces. Ahora si te voy a enseñar que mi verga si puede darle besitos a tu culito y a tus nalgas aún con ropa. Ponte en la posición que te dije

Daniel: Si Don Serch

 

Me pongo otra vez en la posición que me indicó y ahora si siento su pene en mis nalgas, a pesar de que traíamos ropa, se sentía muy rico, pero también siento el peso de su panza en mi espalda y en mis nalgas, y empieza el movimiento como si me follara, se detenía y se asomaba de nuevo a la puerta con la mano dentro del pants para seguirse masturbando, regresaba y otra vez me lo arrimaba así lo hizo muchas veces

 

Daniel: Don Serch me gusta mucho

Don Serch: viste bebé como no te mentí que mi verga si podía darle besitos a tu culito y a tus pompis aún con ropa

Daniel: si, Don Serch me siento extraño como ayer, pero con mucha fuerza

Don Serch: yo también me siento muy caliente, no pasa gente, te voy a bajar tantito tu pants y tu calzón para que mi verga ahora le dé besitos a tu culito sin ropa.

 

Me baja muy poco mi pants y mi calzón y él también se saca la verga de su pants y su calzón y empieza otra vez hacer el movimiento como si me follara. Yo gozaba y daba gemidos, el solo daba gemidos ahogados, supongo que para no hacer tanto ruido.

 

Don Serch: ¿quieres mi leche bebé? Porque siento que ya mero se me sale la leche

Daniel: si quiero su leche

 

Don Serch me sube la ropa y él también se guarda su verga, me lleva al baño noto que su pants negro se veía mojado por una mega macha donde se le marcaba su pene, se baja el pants y el calzón, al ver su verga llena de babita, gorda y bien parada, me la llevo a la boca sin preguntar si podía chuparla, Don Serch gemía muy quedito y moviendo su cuerpo como si follara mi boca, me toma con sus manos mi cabeza y es cuando siento que me empieza a lanzar su leche en mi boca, era mucha leche que de nuevo no pude tomármela completa, y se me empieza a salir la leche. me saco su verga para tomar aire un ratito me vuelvo a meter su verga a la boca, y ahora siento que su verga de grande se va encogieron incluso también sus huevos bajaron de tamaño, me saca la verga de la boca y Don Serch se agacha a darme un beso en la boca y me pide que me hinque

 

Don Serch: bebé híncate que quiero miar para darte mis miados de tomar

 

Me hinco, veo que suelta su chorro de orina, como hace rato detiene su chorro para que yo pueda meterme su verga a la aboca y Don Serch suelte sus últimos chorros de orina en mi boca, termina de darme orines y se sube sus calzones y su pants y nos salimos otra vez a la cabina.

 

Daniel: Me gustó mucho Don Serch

Don Serch: a mí también me gusto bebé

Daniel: ¿en su casa también jugaremos otra vez?

Don Serch: si eso quieres, jugaremos mi bebé

 

De rato salen los niños a jugar Futbol y Don Serch me deja ir a jugar con los niños, cuando terminamos de jugar regreso a la cabina de Don Serch, y me dice que guarde mis cosas porque ya mero hacia el cambio de turno con Don Chucho el vigilante de la noche.