LA CADENA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Saludos, les escribe por primera vez Patricio, me decidi a escribir hechos reales de mi vida al leer historias narradas en esta web que coinciden en algo con mi vida sexual, las líneas que leeréis a continuación no tienen ni una pizca de fantasía todo sucedió tal cual como está escrito, mi intención es que compartan parte de lo que me pasó en mi vida sexual.
Comenzaré diciéndoles que yo era un niño muy aspierto a los 6 años, ya había visto tiempo atrás hacer el amor a mis padres porque yo me levantaba por la madrugada cuando escuchaba ruidos fuertes en el cuarto de mis padres, miraba por la ranura de la puerta los movimientos eróticos y las mamadas que se pegaban en los genitales, tenia curiosidad por sentir eso, mi primo Mauro de 14 años me lo hizo por primera vez un fin de semana cuando tenía 8 años y estábamos haciendo una chocita de cartón, que le llamamos escondite, me bajó la trusa me acostó y me cachó por detrás sentí por primera vez el pene caliente de un chico en mi piel, me acordé del culeo de mis padres y me dejé culiar de mi primo ese pene me sobaba el culo tan rico que la sensación que estaba probando se me hacía deliciosa, recuerdo que se pasó mi pene por sus labios y me lo besó luego me levantó y me vistió, me dijo que no hablara de eso que hicimos.
Cada vez que venia mi primo nos íbamos al escondite a enseñarme nuevas formas de culiar él se me subia primero y yo después bailaba con mi pene en su culo, la cadena continuó con mi vecinito Diego de 4 años, en el escondite le bajé su trusa y lo acosté boca abajo en el suelo, él simplemente permitia, le hice poner las manos sobre su carita, yo me bajé mi trusa, admito que mi pene ya estaba muy parado, me coloqué encima de su espaldita como me lo hacía mi primo y empecé a mover mi pene en su delicado culito brilloso del sudor mi pene se movia tan rico que me nació el gustito de culiarlo y no quería soltarlo, Diego estaba inmóvil botaba fuertemente su aliento por soportar mi peso, me levanté para ver si alguien nos viera, pero nada, le hice poner de espaldas al suelo y me le monté ahora estaban nuestros penes unidos sobándose deliciosamente, los miraba y me movia más rápido, Diego seguía inmóvil yo hacia mover nuestros cuerpos, su aliento chocaba con mi pelo lacio y su mirada era al infinito la que pondría siempre en todas nuestras primeras culiadas, me levanté sobándome el pene nos vestimos y seguimos jugando, pasó un buen rato y lo volvi a culiar de la forma anterior, eso hacíamos cada vez que venia a jugar conmigo.
Con el tiempo Diego se dio cuenta de lo que hacíamos y le llegó a gustar nos dejábamos sobar el pene por detrás y hasta nos besábamos con piquito, cada vez que veíamos una pareja besándose o haciendo el amor por tv nos tocábamos y corríamos a nuestro escondite.
Una vez lo vi a mi primo Mauro que jugaba a los carritos con mi hermanito Edy de cuatro años y lo cachaba por detrás y mi hermanito se dejaba, no le di importancia, se me acercó y me hizo lo mismo, yo me dejé, jugamos a las escondidas, Edy nos buscaba, nos fuimos al escondite, nos quitamos las trusas me acosté sobre el suelo se encimó con el pene bien parado parecía desesperado ese pene era más duro y tieso que el de Diego lo sentía más delicioso la cara de mi primo se acomodó sobre mi pelo nos dimos la vuelta y a lo apurado culiabamos rápido con temor a que Edy nos viera, nos levantamos limpiando nuestros penes y culos llenos de polvo y tierra yo sali y mi primo se quedó a orinar.
La cadena se fue incrementando cuando casi al año yo estaba jugando con Diego y con Edy de pronto se le ocurre a mi mamá decirme que haga un mandado que lo acepté a regañadientes, al salir a la calle vi a Diego que lo llevaba abrazado cogiendo de los brazos a Edy, me imaginé que iban hacia el escondite, salté el cerco y los seguí, me escondi y vi que mi amiguito le estaba quitando la trusa ami hermanito, eso me emociono vi como lentamente le jalaba el pene a Edy, cuando de repente mi amiguito sacó aquel hermoso pene lampiño, se lo sobaba a mi hermanito en su pene quien ni siquiera mostró alguna incomodidad, asi estuvieron unos minutos culiándose, mi amiguito le paso el pene por los labios, mi hermanito se dejaba y se pusieron la trusa hicieron como que jugaban a las luchas, no me vieron, no les dije nada y retrocedí y me salí corriendo a comprar, cuando llegué ya estaban en el jardín, en lo que voy a dejar los mandados a la cocina sentí el deseo de culiarlo le dije a Diego que vayamos al escondite, se dejó guiar, lo besaba por todo el cuerpo mi pene estaba bien parado que se lo pasé por el culito, Diego estaba agachado en posición fetal y lo culié rapidito, ese fue el culito más rico que me he culiado en toda mi vida.
Al pasar casi dos años, llega de empleada una señora madura con un hijo que se llama Nicolás de 7 años desde que nos conocimos hicimos química, mi pene había crecido un poco a él le gustaba que lo levantara en lucha libre, aprovechaba a quedarme con él para montármele encima de su espalda estando ahí le movia mi pene, se quedaba quietecito me daba cuenta que sabía lo que le hacía y le gustaba, siempre aprovechaba del tiempo para culiarlo hasta que un día en que quedamos solos jugando a las luchas en media sala nos quitamos las trusas y nos culiamos los penes, sus piernitas eran muy suavecitas, nunca olvidaré esos labios tan jugosos, realmente era tan lindo que no dudé en abrir mi boca y mamarle el penecito como me lo había enseñado mi primo, Nicolás se dejaba, estaba impresionado de lo que le hacía, creo que era la primera vez que le hacían eso, yo era su primer mamón, le pedi que se diera vuelta y lo hizo con una lentitud erótica muy deliciosa lo arrime arqueado al sillón y me subi a domar ese culito con gusto y me salió un mojadito, me levanté y él se quedó sentado en el sillón con su pene tieso viéndome subir mi trusa y pantaloneta lo levanté y le pasé mis labios por sus bolas y por el penecito rico que tenía, le subi su trusa sobándole las nalgas, al ratito cada vez que quería lo botaba al suelo me le montaba y lo culiaba desnudo.
Yo ya era un chiquillo bien ejercitado sexualmente por mi primo, por cada culiada se hacía más grande mi deseo sexual, en cierto día de fin de semana, Nicolás aparece con un primo recién llegado del interior del país que se llama Modesto, estaba de vacaciones, tenía algo así como de 14 o 15 años cara de niño pero cuerpazo de chico ese día lluvió mucho yo tenía fiebre y vi desde la ventana de mi cuarto en lo alto de mi casa a Edy jugando en la lluvia con Nicolás, la empleada me subió un caldo de pollo y se le acerca Modesto para que le de permiso de jugar con los chicos, mi empleada aceptó al rato los veo jugar, Modesto tenía un pene gruesote más grande que el de mi primo era como lanza estirada amoldada a su trusa al principio cerré la ventana de impotencia por no jugar pero al abrirla de nuevo, me di cuenta que que Edy ya no estaba y Modesto se lo llevaba a Nicolás con dirección a un grupo de tanques vacios de combustible que rodeaban el cerramiento del solar hicieron a un lado algunos tanques para dejar un claro en el que se quitaron las trusas, lo acostó a Nicolás, le abrió algo las nalgas y lo punteba con el pene, la espalda de Modesto la veía moverse tan rico que se me paró mi pene y mi temepratura aumentó, me quería salir saliva del deseo, la lluvia hacia de esa escena algo delicioso en el arte de culiar, me molestaba no estar allí para culiar.
Esa pica quedó saldada tiempo después cuando yo vestido lo culié a Nicolás sobre el sofá y no pude evitar que me vea su primo, nos pusimos a jugar a las escondidas y me encerré en el closet, Modesto nos buscaba y me descubrió allí escondido, al abrir la puerta yo quise salir pero él me empujó hacia adentro del clóset contra la pared en donde había poca ropa se dobló un poquito y su pene vestido culiaba mi pene me dijo que asi yo lo culiaba a Nicolás y que ahora yo iba a ser suyo, que lo dejara culiarme el chocomuy, asi parados nos abrazamos moviendo las caderas en acción de culeo sentí su penesote en mi abdomen, me metió las manos en mi trusa hasta llegar a mis nalgas que me las abría, un dedo lo sentí en la raja de mi culo que entraba eso ya me lo había hecho mi primo pero ese dedo era más grueso, lo sentí muy rico hasta que no pude más y lo abracé con más ganas de querer culiar.
Modesto lo entendió se bajó la trusa y lo mismo hizo con la mía me puse de espaldas a él y al ratito su pene con baba punteaba mi culo era algo deliciososote lo que me hacia sentir, cada vez me la metia algo y me la sacaba se detuvo de hacérmelo porque sus muslos estaban incómodos rapidito salimos del clóset y sin dudarlo mucho me acostó sobre mi cama para seguir metiéndomela yo le pedí que no siguiera porque me dolía aceptó mi súplica y me dejó tendido en la cama ese pene tan grueso lo vi por última vez ser cubierto por su trusa, de ahí en adelante sólo me conformaba con pillarlo verlo orinar y en su nombre me masturbaba.
Cuando ya tenía acné en mi rostro quinceañero y mi glande descubierto la cadena siguió y fue en el colegio con un amanerado hijo de una profesora del colegio que lo consentía mucho, se llama Jhonathan, culiamos en las duchas cuando fuimos a hacer prácticas de orientación un sábado en la mañana sin reparo alguno me dio su culo yo sin pensarlo le metí mi verga descubri que su culo ya estaba roto eso me dio más animo de cogerlo rico en varias ocasiones.
Lo culié al hermano de Diego que se llama Damián que tenía 8 años yo ya sabía que mi hermano Edy lo culiaba cada vez que se encerraban en el cuarto, una tarde fui a visitar a Diego a su casa, toco la puerta y sale Damián con las manos metidas dentro de su pantalón a manera de masturbarse el pene eso me excitó mucho y me llevé los dedos a mi pene estirándolo por fuera, me dijo que Diego no estaba, le dije que lo iba a esperar, me di cuenta que estaba solo, aproveché del tiempo y le empecé a masajearle las nalgas cuando se me acercaba, Damián estaba temeroso y no se dejaba hasta que de tanto insistir y recordarle que mi hermano lo culiaba se quedó tranquilo y se dejó bajar la cremallera de su pantalón, bajé el elástico de su trusa y salió un pene lampiño tan rico y delicioso inigualable para gustos exquisitos, me prendí de su pene a mamarselo sabia a orina porque recién había hecho necesidad y por eso se había estado sobando el pene, lo llevé a la cama boca arriba con el pene alzado, le bajé los pantalones y la trusa y le segui mamando por ratitos, le hice dar la vuelta, escupí saliva a su culo, estaba tan excitado que no medi el impacto de entrada de mi pene en su culo, que algo se la metí que quiso gritar, me controlé y se la metia despacio pero él no quería desistí de metérsela y me resigné por sobársela en sus nalgas hasta que salió mi leche me levanté con el cansancio del gusto de haberme cogido un culo rico me volteó a ver un poco triste, le dije que me diera por el culo y aceptó de buena gana, sentí su delicioso pene meterse poquito en mi culo hasta que me dejó algo adolorido pude ver su pene colorado que lo estiraba con las manos y se vistió yo lo seguí después, al rato llegó Diego con sus mamá y nos fuimos a jugar pelota.
La cadena continua hasta hoy.
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