La cama fue testigo de la primera vez (11)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Caía la tarde, de un viernes fin de semana, los chicos de mi barrio nos cubríamos de la lluvia, el invierno era muy fuerte, se veían pasar los chiquilines por las calles con sus hermanos, en eso, observo a mi Adriancito mojarse con la lluvia debido a que Felipe lo empujaba abusando de su físico, entraron dejando la puerta entreabierta cuando de repente observé correr a Alexander que iba a la casa de Felipe con un costal de ropa lavada.
Pasó el temporal, la noche estaba fresca y estando afuera al rato pasa Alexander y Adriancito, me saludan y noto algo raro que iban rozándose con sus manitos sus colitas en acción tal inocente y juguetona, de repente corrieron hacia el portal de una casa oscura, y se demoraban en salir, por el filo de la pared Adriancito sacaba su carita y la metía, igual lo hacía Alexander, al rato salieron con la mirada al piso, conocía a mi Adriancito, sabía que había culiado.
Al día siguiente mire por mi ventana, lo mismo, con la novedad de que al salir, Adriancito le limpiaba la espaldita de Alexander pese a ello se notaba la mugre de polvo en la tela de su camiseta y su pelo tenía polvo, notaba cómo sus verguitas eran frotadas por sus manitos en el interior de sus pantalonetas, se miraban y trataban de disimular. Cuando se disponían a retirar, Alexander con sus manos se restregaba su culito, me hice miles de conjeturas, ideas de posturas y mi pene se me paró e hice una paja a nombrede los dos en el baño.
Al día siguiente aproveché un espacio de tiempo, vi solo en el portal del callejón a Alexander, me hice el disimulado en ir a orinar, me vio cómo me sacaba mi verga y trató de irse, lo cogí con mi mano libre sin que me vieran y aproveché la oscuridad del lugar para apoyarlo contra la pared y rozarle mi verga, Alexander al principio no se dejaba y tuve que decirle:
Yo: Yo sé que tu vienes a jugar a las escondidas con Adriancito aqui para culiar.
Alex: Mentira, jugamos pero no hacemos nada malo, mentiroso. Eres malcriado.
Yo: No niegues, yo te vi como salen sucios, me imagino que Adriancito te culea el culo y la verga, no niegues.
Alex: Tengo miedo, no le cuentes a nadie, si saben, en mi casa me matan.
Yo: No te preocupes, sólo déjame culiarte antes que venga Adriancito.
Alex: No sé… tengo miedo que nos vean.
Yo: No te va a pasar nada, ya verás cómo te gusta. Bájate rápido el short.
Alex: Ya, ¿Asi?
Yo: Si mi amor, mira lo que te vas a comer, está dura y calientita, vas a ser mio y yo tuyo, mi amor, sólo la cabecita.
Alex: espérame, me voy a acostar sobre la ropa.
Yo: No, arrodillate, pon los brazos apoyados sobre el suelo, agacha la cabeza, asi.. asi.. mi amor. Te voy a poner saliba en tu culito eeeeso.. eeeesssso.. eeesssssoooo… más salibita… eso.. esssoo… para que resbale.
Alex: ¿Me va a doler?
Yo: No mucho, verás que te gustará.
Lo puse en posición perrito y poco a poco le iba introduciendo mi verga, era la priemra vez que recibía su culo una verga de ese tamaño, así que lo hice despacito dilantando poco a poco su culito con mis dedos y luego con mi verga, senti el calor de sus nalgas y eso me arrechó más, poco a poco a poco introducía hasta que sentí una sencación de cautela, no me equivoqué, se acercaban unos pasitos, rápido nos vestimos y salí por el otro extremo del zaguan escondiéndome a ver quien se acercaba, era Adriancito que le daba una naranja pelada a Alexander que estaba con la mirada en el piso sentado y empecé a escuchar lo que decían:
Adriancito: Me tradé porque mi mamá me dio un remedio para la tos, no me dejaba salir, di un berrinche y aqui estoy. Oye ¿Qué te pasa?
Alex: Nada, no me pasa nada, está rica la naranja, gracias.
Adriancito: Ven, vamos, te saco la pantaloneta. Oye, está mojada de atrás ¿Qué te pasó?
Alex: Creo que tengo diarrea, ya se me está pasando.
Adriancito: Huele feo, fuchi, a orina, te has mojado con mierda y orina, ¡guacala!
Pese a ello, Adriancito se bajó sus interiores, ambos quedaron desnudos, yo me escondí lo más que pude para observar lo que hacían, vi que Alexander se acostó boca abajo y Adriancito con su verguita le rozaba su culito hasta ponerse rojito, era notable lo que hacían, Alexander alzaba su culo, Adriancito meneaba su verguita y puso su boca sobre el cuello de Alex y empezó a chuparlo, besaba sus nalagas, se volteó quedando boca arriba y Alexander le culiaba su verga, de repente se escucha el nombre de Alexander desde la calle, éste se limpia, se viste rápido y sale en carrera.
Adriancito se viste y queda arrodillado mirando por la pared para poder salir, es el instante que aprovecho y lo llamo por su nombre, se voltea y me mira, me dice: ¿Tú? ¿Que haces aqui? ¡Orinando! le dije y no pronuncié más palabra se dejó llevar por mis brazos al rincón más oscuro y rápido nos desvestimos, había quedado con ganas, estaba arrecho, yo también ¡Qué picados nos dejó Alexander!.
Lo puse en cuatro, mamé y chupé su culo como un loco desaforado, él gemía, le abrí lo mas que pude los cachetes de su culo calientito, su piel blanca brillaba en la noche mientras la mía se ocultaba, chupaba y chupaba su culo, le escupí saliba, le pasé la lengua repetidamente por la raja de su culo hasta que oli el cebo de su culo dilatado, Adriancito gemía, eso me indicaba que quería mi verga en su culo, así lo hice, le metí la cabeza y poco a poco penetraba su culito, con una majo cogía la verga de Adriancito para pajeralo, eso lo arrechó más, bombeaba y bombeaba hasta que dejé toda mi leche dentro de su culo, era la primera vez que recibía mi liquido caliente, ese piso fue testigo de revolcamientos y besos.
Adriancito me metió la verga y la sentí un poco más grandecita, mi amor, estaba creciendo, cuando le llegó el gustito por orinar lo vi pararse y cómo chorreaba de su culito mi leche, con mi lengua se lo limpié y le dí un beso, nos limpiamos rápido y deshicimos nuestra cama improvisada para no dejar huellas, fue todo rápido porque la lluvia se venía. Adriancito salió primero, luego salí y vi a la distancia a Alexander agachar su cara, me acerqué le sobé el pelo y le dije a la oreja que nada ha pasado que es nuestro secreto y que nadie lo sabrá.
Con el tiempo se corria el rumor que era promiscuo y culiaba a los chicos del vecindario, opté por un tiempo a no jugar sexualmente y me dediqué a otras cosas. Hasta que ÑUCO una vez más rompió esa "dieta sexual" en el rio. Espero pronto contarles que pasó. Un abrazo a todos y gracias por su amabilidad de leer mis líneas. Hasta pronto. Su amigo Vladimir.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!