La cama fue testigo de la primera vez (3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El mejor detalle que recibí un fin de semana (que era una de las últimas semanas de vacaciones escolares) fue la invitación de mi amigo Felipe a la hacienda de su familia.
No dudé en aceptarlo y de inmediato con el permiso de mis padres a mi ausencia de todo el fiin de semana hice mi bolso camperoy salía a su encuentro, recuerdo que en la 4×4 doble cabina iba adelante el chófer y Felipe, mientras que atrás iba solitario el único hermano menor de Felipe, Adriancito, me senté junto a él y en todo el tiempo de viaje disimuladamente veía a mi Adriancito, vestía una pantaloneta deportiva, trataba de ver su verga abultada, pero nada, estaba plana la pantaloneta , su pene o verga era chiquita, vi sus pies bien formaditos y sus dedos que sobresalían de las sandalias camperas que portaba, disimuladamente con mis dedos le sobaba su brazo, los dedos de su mano, rozaba sus rodillas y observaba cómo se hacía el dormido recostándose sobre el asiento y tapándose su cara con la gorra de portiva, era señal que le gustaba y aproveché para sobarle el cachete lateral de su culito, pude ver cómo su verguita se paraba deformándo lo plano de su pantaloneta.
En la finca, pude apreciar una vez que fue a orinar Adriancito junto al potrero, un lugar donde se hace las necesidades, y vi que orinando con una mano sostenía su verguita haciéndola girar y mover arriba y abajo, mientras eso sucedía, introducía por entre el pantalón y el culo su otra mano que subía y bajaba, luego, sacaba su mano y se la pasaba por la nariz igual que la que sostenía su pene. En ese momento sin que Adriancito lo notara, me hice una paja viendo la escena.
Hacía calor, el río quedaba cerca y nos fuimos a bañar Felipe, Adriancito y yo, Felipe súbitamente se desnudó para asombro nuestro, se lanzó al agua y nos gritaba que nos desnudemos decía que somos hombres y tenemos que demostrarlo no teniendo vergüenza, a lo que Adriancito respondió: ¡¡¡ eres un loco!!! se rió y sorpresivamente también se desnudo, se lanzó al agua y junto a su hermano me invitaban a desnudarme, lo hice disimulando verguenza.
Pude ver con detalle el cuerpo de Adriancito que subía a un saliente árbol sobre el río, la línea de su culo se abría mostrando lo rosado de su interior casi del color de la manzana roja, el agua escurría sobre los cachetes de su culo, sus tobillos gorditos y sus piernitas rellenitas se abrían mostrando un pene que me señalaba estando cuando se sentaba en el árbol. Más me excitaba cuando brincaba sobre el árbol mostrando cómo su verga se movía para arriba y para abajo lo que también hacía su pelo rubio y labios carnudos.
Estaba a la expectativa que Adriancito saliera al potrero a orinar, lo perseguí luego de cenar, fui a aquel lugar un tanto apartado de la casa y oscuro en la noche donde se hacen las necesidades, primero miré a todos lados, no había nadie, porque antes de salir desde donde estaba sentado me fijé que todos estaban converssando y se disponían a jugar cartas en equipos, de repente apareció Adriancito, no se daba cuenta que lo miraba distante sobre su espalda, se subió sobre una palizada, se bajó por completo el jean y el boxer azul, vi como me mostraba su culo blanco y le salía su mierdita mientras se orinaba, así estuvo segundos haciendo ¡¡Mmmmm!!! ¡¡Ahhhh!!! ¡¡Riiicccooooo!!!
Se levantó y se pasó papel higiénico por el culo, limpió la cabecita de su verga. De espaldas a mí, pude ver cómo se pasaba el dedo por su culo introduciéndoselo y metiéndoselo moviéndose para atrás y para adelante. No pude más, me acerqué despacio bajándome el cierre y mostrándole la verga a mi Adriancito le dije: ¿Quieres culiarme la verga? Sorprendido no respondía, su silencio duró segundos mientras lo tenía abrazado pecho con pecho. Lo solté y vi que se fue a la oscuridad y miraba si había gente al pasar, nadie, salió mientras yo disimulaba orinar, me vió los 15cm de verga, se acercó junto a mí, sacó su verguita disimulando orinar, no dejaba de ver mi pene bien parado y tieso con mi cabecita roja, se puso junto a mí, vi cómo me imitaba la paja que me hacía y ambos nos reímos.
En ese instante, rápidamente lo llevé más hacia el monte detrás de la palizada, puse el inrterior de mi camisa y el jean en el pasto para no ensuciarnos algo, le bajé su pantalón y vi cómo su pene estaba parado, él cerró los ojos y con mi pene o verga le froté la suya, tanto que se puso roja, estábamos arrechos culiando. Lo levanté de cadera un poquito para luego frotarle mi verga sobre y debajo de sus pelotas y terminaba el recorrido de la cabeza de mi verga en la recta de su culorozándosela sin penetrarle. Adriancito sentía placer pues me apretaba duro mi cuerpo con sus suaves manos de piel blanca, así estuvimos unos cuantos segundos hasta que me di la vuelta y le pedí que se subiera sobre mi culo para que me dé verga, sentí apenas su verga y disimulé un ¡¡Ahhh!! ¡¡Rico!! ¡¡Mmmmmmm!! ¡¡Maas!! ¡¡ Maaassssss!! ¡¡Riiiicccoooooooo!!! Adriancito más se movía, le gustaba y se esforzaba mucho al oir mis gemidos.
Nos levantamos y vimos nuestras vergas rojas, las unimos y las frotamos, quedamos pegados unos cuantos segundos con nuestras vergas, lo volví a a costar boca abajo me puse a rozarle mi verga ahora desde la raja de su culo blanco a las pelotas de su verga, vimos como mi leche chorreaba sobre el pasto, Adriancito se levantó y orinó al mismo tiempo que le pasaba mi lengua sobre su culo mojado de semen, lo volteé y le mamé el pene y se lo olí, su miado era rico y besé su pelo lacio rubio que me enloquece hasta ahora.
Llegué a mi casa en las primeras horas de la mañana, me bajé con la bicicleta dañada de la hacienda que Felipe me confió en arreglarla, sólo encontré a mi hermana, que salía para la finca, yo me negué acompañarla porque simulaba cansancio y tenía que arreglar la bicicleta de la hacienda de Felipe, me encerré en el cuarto, ella me dijo que vaya en horas de la tarde a la finca.
De repente vi por la ventana que se acercaba Adriancito, entró a mi casa a preguntar sobre la bicicleta de la hacienda, lo llevé al patio donde estaba, vi que estaba triste y le pregunté: ¿Que te pasó? me contestó que había hecho caer sin querer el Nintendo de Felipe, dañándolo completamente, tuvo una fuerte pelea y su mamá le ordenó que me ayudara a reparar la bicicleta.
Adriancito tomó un desarmador, me lo introduje en la boca, Adriancito se rió a carcajadas más cuando disimulaba que me lo sobaba por el culo vi como su pene se paraba. Le dije: ¿Quieres culiarmelo? Adriancito bajó su mirada pero seguía riendo, le volví a preguntar ¿Quieres que te culee tu verga? No me respondía, sólo se reía, alzó la mirada observó el interior de mi casa, le dije que estábamos solos, me comencé a masturbar sacándome la verga para que me la viera, él hizo lo mismo, lo levanté en peso por sus nalgas y se reía, lo conduje a "nuestra" cama, corrí las cortina y subí suavente el volumen del televisor para que no nos escucharan cuando culiábamos.
Lo acosté boca arriba en la cama para sacarle suavenete el calzoncillo, mientras lo hacía, pasaba suavemente mis dedos sobre su culo, le di masajes circulares, empecé a culiarle su verguita como a él le gustaba, vi sus ojos cerrados y su expresión de placer, frotaba con mis manos sus piernas, le pasé mi verga por todo el cuerpo de Adriancito, besaba y mordía suavemente sus labios carnudos, le pasé mi verga por sus oidos, orejas, nariz, mientras cerraba sus ojos. Su piel blanca se transformaba en rosada como su culo tibio y ardiente, lo voltee y le sobaba la espalda y los cachetes de su culo, le pregunté: ¿Te gusta? Me dijo ¡¡¡Mmmm!! ¡¡Siii!! ¿Quieres culiarme? respondió ¡¡¡Siii!!!. Me puse boca arriba y me culió la verga sentí su cuerpo sudado no quería acabar tenía todo el tiempo a mi disposición y quería disfrutar cada milímetro del cuerpo de Adriancito.
Estando boca abajo Adriancito, me subí suavemente sobre su espalda y culo él sentía mi verga sobre su espalda oliéndole y lambiéndole su pelo rubio que me enloquece, le decía que quería absorber su piel tersa y blanca Adriancito se cansó de tenerme así porque luego de un rato escuche sus pujes ¡¡AAggg!!! ¡¡Yaagghh!! ¡¡Mmmfff!!!
Nos volteamos quedando ahora el pecho de Adriancito encima de mi espalda, nos miramos al espejo en esa posición y el espejo reflejaba dos pieles diferentes absorbiéndose, Adriancito miraba la escena y expresaba su gusto y placer con una sonrisa amplia.
Traje vaselina y me la unté en la cabeza de mi verga y lo poco que quedaba le apliqué al culo y a la cabeza de la verga de Adriancito, con virga jugaba frotándosela sobre su culo, él también seguía el ritmo. Me acoste boca arriba sobre mi verga parada y le dije que se subiera sobre mí en posisción boca arriba, estando así, se notaba por el espejo la escena de cómo nuestras vergas pegadas como flechas apuntaban hacia el techo, le pedí que se abriera las piernas en esa posición y tratara de mover su culo, estando así, le pregunté con arrechera ¿Así te culea o te coge ÑUCO? Me contestó que sí, lo que confirma aquella acción que vi en el río narrada en mi historia anterior.
luego lo puse boca abajo filo de cama y le dije que abriera lo más que pueda su culo Adriancito lo hizo y vi su raja de culo rosadavi sudor en los cachetes de su culo, comencé a penetrar suavemente, no se quejaba, cuando iba más adentro, escuché un ¡¡Ahhh!! Mientras penetraba sentía su tibio culo sudado, sentía que su culo apretaba mi verga en señal de susto. Seguía penetrándole y alzó ligeramente su tronco alzando su rubia cabellera, luego se desplomó resignándose pues no sacaba mi verga, aproveché en indicarle que mirara al espejo, así lo hizo, le pregunté: ¿Te gusta cómo te culeo? Me respondió que sí. ¿Te gusta mi verga? Dijo sí, yo introducía despacito poco a poco mi vergaen cada respuesta, hasta que escuché un largo ¡¡AAhhggg!!. Paré un poco, todavía no llegaba al fondo.
Decidí levantarme me puse boca arriba en la cama con mi verga parada le dije a mi Adriancito que se sentara sobre mi estómago que ibamos a jugar caballitos, sentí el sudor de su piel nerviosa y puse por un ratito su espalda sobre mi pecho olia su pelo y me arrechaba otra vez nuestras vergas apuntaban al techo, lo levanté con mismanos sujetando su culo, le dije que abra sus piernas mientras yo yo acercaba su culoa la cabeza mi peney empecé apenetrar suavecito, Adriancito cada vez que sentía dolor subía su culito y luego yo lo bajaba hasta que finalmente con un ¡¡¡Ayyaayyaayyyaayyy!!!! sentíe el culo de Adriancito cerca de mis pelotas, no me moví unos segundos, él tampoco, era mi segundo culo virgen que me comía, el más jugoso, el más extraordinario hasta ahora.
Adriancito sacó suavente su culo de mi verga haciendo ¡¡Chocc!!! ¡¡Choocc!! lo puse a filo d ecama para limpiarle el culo y rápidamente sin que Adriancito se diera cuenta limpié su sangre, me dijo ¡¡Quiero orinar y cagar!!! Rápidamente lo llevé al baño, se cagó y no permití que viera el resto de sangre con su mierda en el inodoro y rápido evacué le agua, lo metí a la ducha, estábamos en silencio, le froté jabón por el culo y la verga, su ánimo cambió y su expresión era pensativa con la mirada al piso.
Lo llevé a la cama, desnudos, nos metimos bajo las sábanas, lo abarcé para sentir su piel suave, su olor natural, ligeramente con mis manos le frotaba su culo y le pregunté: ¿Te duele? Adriancito me respondió: un poco. ¿Quieres estar un ratito más conmigo hasta que te pase? Me respondió que bueno. Nos pusimos de perfil Adriancito delante mio le punteaba mi verga en su espalda al mismo tiempo que le frotaba mis piernas sobres sus pìernitas blancas bien tratadas lampiñas, nuevamente sentí el manjar de piel suavecita y el magnífico olor de su pelo.
Através del espejo se podía apreciar cómo nuestras sábanas subían y bajaban por el movimiento de nuestros cuerpos. Lo puse boca arriba para volver a culiar despacito su verga, estando así, luego boté mi leche que le bañó su pecho.
Nos despedimos jurándonos que es nuestro secreto, le dije: ¡¡¡Eres mío y yo soy tuyo!!! Bajó la mirada y me respondío tan solo con una tímida sonrisa montado sobre la bicicleta reparada su culo roto.
En las próximas entregas narraré los primeros años de vida, desde mi primer encuentro y contacto de roce de picha con amiguitos de la finca y la ciudad.
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