La cama fue testigo de la primera vez (7)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Con mi primo Hugo salíamos de la finca llevando una carga de mameyes y naranjas en nuestras bicicletas, a medio trayecto de viaje que se poncha la llanta trasera, Hugo puso mi carga en la suya para yo solamente empujar la bicicleta, Hugo se adelantó pues quería llegar temprano a jugar indor en el coliseo.
Cuando me acercaba al puente alcantarilla sobre un canal principal de riego observó que salían del baño un grupo de chicos ya que eran altas horas de la tarde y en horas oscurecería, a lo lejos vi a José, parado sobre una piedra, secándose con la ayuda del viento y tiritando de frío, de pronto dió un salto hacia mi, cogió con fuerza mi timón y se sentó sobre la llanta delantera de mi bicicleta, me sonrió, me hacía conversación de deportes y de juegos, noté que nos quedábamos solos, en ese apartado lugar de ingreso al pueblo.
José empezó a tocarme y sobarme suavemente sus dedos sobre mis manos, de su boca salía una baba salibosa que se pegaba en sus labios, luego pasó sus dedos sobre mis brazos, se paró y me pasó la mano sobre el pecho, le dije que ya me iba y se volvió a sentar en la llanta, con su mirada insinuaba a que mire hacia la llanta donde su verga y cabeza grandota amoldada a su licra de baño estaba sobre la llanta. José empezó a mover sobre la llanta su verga adelante y atrás insinuando culiar, me miraba y se sonreía, noté cómo su piel lampiña y brillosa por el agua coloreaba pedía que culiemos. Me cojió de un brazo, me abrazó suavente y nos sentamos en la orilla del canal de riego sobre la piedra grande. Sentados noté cómo con su culo hacía que su verga se moviera para adelante y para atrás en acción de culeo, otra vez me lo insinuaba:
José: Mira Vladimir, tócala, que grande está.
Yo: Si, está grande, pero tengo que irme, mis papás me pegarán si llego tarde.
José: Mira como quiere salir de la licra, quiere culiar a tu verga y tu culo.
Yo: Eres malcriado, tengo que irme.
José: No te vayas, quiero que culiemos rapidito, nadie se va a dar cuenta.
Yo: Es muy tarde, me voy.
José: Coge mi verga, eso, eso, siente que está tibiesita, ahora yo te pajeo tu pichota.
Yo: ¡¡Ahhh!!! ¡¡Deja!!! ¡Mmmm!!
José: Ahora deja meter mi mano en tu culo, ¡¡eso!!, ¡¡eso!!, ¡¡Déjate vlado!!, ¡¡asi!!, ¡¡asi!! ¡Siente mis dedos!! ¡¡Culiemos!! ¡¡Culiemos!!
Yo: Déjame sacar la ropa.
Quedé electrizado por el suave moviemiento de sus dedos en mi cuerpo que mi verga se paró y estuve metido en la tibia agua jugando a carreras de nadando con José para disimular, nos inventamos la meta la alcantarilla, cuando llegamos al interior, me sujetó con sus manos, me llevó mi espalda a su pecho, José se recostó sobre la pared del puente y sentí como su vergota suave y gruesa rozaba mi culo canela, era mi primer culeo a plenitud en el agua con esa forma más rica que la que me hizo Rufino.
Me volteó para besarme, pasarme la lengua por la cara, metermela en mi boca, me besaba el pecho y chupaba mis tetillas botaba su aliento en mi pelo y el mio en su pecho, eso nos arrechaba más, sobre todo cuando me apretaba con sus brazos mi cuerpo y yo pujaba. Puso su mentón sobre mi cabeza y sentí que sus manos se deslizaban sobre mi espalda hacia arriba y hacia abajo, esto hizo que mi verguita se parara luego José con su verga frotaba la mía y también mis pelotas, besaba mi pelo y exclamaba: ¡¡Eres rico!! ¡¡Culea!! ¡¡Te deseo a ti!! ¡¡En mi cama sueño culiandote así!! ¡¡así!! ¡¡Asíiii!! ¡¡Asi… mi Vladimir!! ¡¡Asi… Vlado!!!.
No contento con eso, enroscó sus piernas sobre mi cadera y con una de sus manos me acercaba y alejaba de su pecho haciendo que mi verga culee su verga, eso me arrechó más y ahora yo lo besaba, le gustó, se volteó y le culié el culo con dificultad en el agua, José se dió cuenta y me llevó aguas abajo no tan distante del puente hacia una compuerta de canal sin agua, estaba oscureciendo, José se bajó su licra y con sus manos agitaba en todos lados su ya tan parada vergota, me bajo mi short y con sus manos me sobaba la verga, abría mi culo y me pasaba la lengua, se me hacía la piel de gallina, quería culiar, dejamos nuestros interiores en el suelo, José se acostó boca abajo y me dijo: ¡¡Sóbame el culo Vladimir!! me arrodillé y con mis dedos le sobé los cachetes del culo
José se temblaba más cuando los pasaba por la raja de su culo puntiagudo viendo el ocaso, José pidió que le diera verga, le puse mi verga parada sobre su culo y empecé a frotarla arriba y abajo, José se volteó boca arriba, abrió las piernas y vi que se abría su culo con sus manos, arrodillado le metí mi verga en su culo, sentíamos placer, lo húmedo de nuestros cuerpos lo absorbía el cemento, estando así me acosté sobre él, dimos un giro, ahora José estaba sobre mí besandome, abriéndome las piernas, queriendo penetrarme el culo con su cabezota de verga, pero lo hice a un lado, le dije que no quería, que tengo miedo, que me puede doler
José comprendió con su mirada me dijo que me acostara, así lo hice, culiamos de perfil, sus pierna se puso sobre mi cadera, verga con verga culiaban, nos volteamos, ahora me dijo que abriera las piernas, no me iba a perforar el culo, sólo quería enseñarme a culiar rico para botar su leche, me dejé, abri mis piernas puso mis pelotas sobre su vergota parada, note cómo sus pelotas frotaban la raja de mi culo y nuestras vergas pegadas se frotaban entre sí; la cabeza de su vergota sobresalía sobre la mía, José con esa postura se movía más y más, estaba arrechándose mucho, me levantó un poquito la cadera hacia su verga, sentía "nuestra cama" de cemento en mi espalda, su verga frotaba y frotaba la mía, cada vez más rápido, me gustaba mucho, no quería que pare, fue la postura más rica que sentía hasta ese entonces, hasta que vi como salía por los aires la leche de José, vi cómo sus labios se retorcían, sus ojos cerrados exclamaban placer.
Bajó mi cadera y mis piernas abiertas al aire ahora topaban el cemento, su leche expulsada cayó sobre mi pecho desnudo, José se arrodilló sobre mi pecho, con su culo rozaba mi pecho lleno de leche y con la cabeza de su verga aún con semen la frotó en mi boca, yo me dejé, era rico todo eso.
José se acostó sobre mi pecho lleno de leche vi como embarraba su pecho, agitaba con su mano su verga y golpeaba sobre la mía, me hacía cosquillas, sonreía y me decía que algún día la tendría así, sólo debía estirarmela, mi verga ante ese contacto se paraba de nuevo. Nos besamos, al sacar su lengua de mi boca con su dientes estiraba mis labios y luego chupaba mis labios con los suyos estirándolos, besaba realmente rico, dijo que una puta le había enseñado, y siempre parcticaba cuando culiaba rico, le gustaba culiar conmigo porque era el unico que aceptaba sus besos.
Nuevamente se montó encima culió mi verga al mismo tiempo que me besaba, era todo tan rico que no nos dimos cuenta que estaba todo oscuro, me preocupé de la bicicleta escondida en el monte, nos limpiamos la leche, en la piedra mientras nos secábamos, sentí el contacto de su piel, José me jaló sobre su pecho, bajó su licra y sacó su verga que punteaba mi culo, me la sobó largo rato, era señal que le pertenecía, puso su aliento sobre mi pelo, sabía que eso me arrechaba, su aliento recorrió mis orejas con una exclamación y susurro: ¡¡Ahh!! ¡¡Mmmmm!! ¡¡Vladimir, mi culión rico!! Mientras pasaba sus manos en la raja de mi culo me decía ¡¡¡Vladimir, Culiarte!!! ¡¡Vlado rico!! ¡¡Eres mío Vlado!!!. Yo con mi culo me hacía para atrás buscando la verga de José, ibamos a besarnos y esta acción se cortó cuando se asomaron con sus bicicletas mis primos Hugo y Enrique.
José se terminó de vestir, igual yo, los cuatro caminamos cierto tramo, José inició una conversación, pero notaba la extrañeza de mis primos, creo que sospechaban lo que hicimos por la fama que tenía José, lo dejamos atrás a José, mis primos me veían y se reían, pero no me decían por qué, sentí vergüenza, al rato escuché que Enrique dijo: ¡¡¡Si supieran mis tios dónde estuviste y con quién a estas horas!!! Era la confirmación de mis sospechas, no dije nada. Al rato soporté una paliza de mis padres por llegar tarde, mis primos tan solo dijeron que me habían encontrado en el camino. Todo ese tiempo no culié por miedo a que se enteraran y sentiría verguenza, me dedicaba a jugar, pasear, trabajar en el taller de mi primo, mi actividad sexual fue nula en ese tiempo me resignaba a ver pornos, solo me pajeaba, lo hacía así ya que en mis adentros prometí no culiar de esa forma, pero el tiempo decidió lo contrario a mi voluntad, pues como Ustedes ya saben, conocí a ÑUCO, un niño que despertó mi deseo de culiar.
Esta es la historia sexual de mis primeros años, en próximo relato real de mi vida, les diré cómo enseñé a culiar hace poco tiempo a Stalin, un chico que pasó de estudiante a ser mi rico profesor de culeo.
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