La casa de mi bisabuela parte 2
la continuacion de mis aventuras sexuales a los 9 años en la casa de mi bisabuela, por parte de los inquilinos que allí vivían. .
Para los nuevos lectores les recomiendo que vayan a mi perfil y lean la primera parte de este relato para que sigan con el hilo de la historia.
Dicho esto, continuo narrándoles mis aventuras de como inicie en el mundo sexual a los 9 años después de irme a vivir a casa de mi bisabuela Martha.
Mis ojos se abrieron de par en par, y mi quijada casi toca el suelo, cuando veo a pedro totalmente denudo detrás de mí a mi derecha, agarrando su enorme verga negra con su mano.
A mis nueve años yo jamás había visto otra verga que no fuera la mía, yo nunca me bañe con mis primos, y solo tenía un hermano menor, y la verdad es que tampoco se la había visto. La primera vez que vi otra verga que no fuera la mía fue cuando vi las caratulas porno con Ana, y ahora tenía dos vergas de adulto, y otra de un niño menor que yo. Y la de pedro la tenía tan cerca.
¡Dios era enorme!, media aproximadamente unos 21 cm y era gruesa, pedro era lampiño, sin embargo su verga estaba llena de pelos y aun así se veía gigante.
Por un instante deje de ver lo que estaba pasando en la otra habitación solo para seguir viéndole la verga a pedro mientras se masturbaba, no sé porque esto me excitaba tanto. Él no me miraba, aunque me seguía acariciando el culo por encima del short que tenía.
No sé cuánto tiempo pase viéndole la verga a pedro, pero él no me miraba a mí, y seguía echándose el prepucio para atrás dejando esa enorme cabeza roja al descubierto saliéndole liquido pre seminal.
Hasta que de repente quita su mano de mis nalgas y la lleva a mi cara y me la voltee de golpe hacia la ventanilla para que siga viendo lo que estaba sucediendo en la habitación de Ana.
Pedro: te estás perdiendo de algo bueno bebe, después habrá tiempo para que disfrutes de mi verga.
Estas palabras causaron un estruendo en mí, y un poco de miedo, porque no sabía de qué se trataba, o que me estaba queriendo decir, pero me puso muy nervioso.
Sin embargo el nervio se me quito rápido al ver lo que seguía ocurriendo en la habitación de Ana.
Miguel le seguía comiendo el culo a su hijo, el pequeño adrián, mientras que este, seguía lamiendo la leche de su padre que había quedado en la vagina de su hermana. Por otro lado Ana de vez en cuando se le escapaba ciertos gemido de placer por la lengua de su hermanito entre su vagina.
Al rato miguel se levanta y le pide a adrián que le escupa en la mano, y este le escupe toda la leche que había recogido de su padre en la vagina de su hermana. Miguel agarra su propia leche y la unta en el culito de su pequeño hijo y empieza a usarla como lubricante mientras va introduciendo uno de sus dedos.
Adrián a veces hacía gestos de dolor, pero en ningún momento se apartaba, o luchaba para despegarse del dedo de su padre. Por el contrario ponía su culito a total disposición de este pervertido.
Era obvio que esto ya tenían tiempo haciéndolo, por la destreza y entrenamiento que tenían estos niños.
Miguel ya no le metía uno, sino dos dedos a adrián en el culo, y aquí este se empezó a quejar pero al rato volvió a ceder y solo se escuchaban pequeños gemidos, hasta que va el tercer dedo y adrián arquea su espalda, pero se repite nuevamente la misma historia.
No sé porque aquella situación me excitaba tanto, pero mi pene estaba tan duro que me estaba doliendo, y empecé nuevamente a sobármelo por encima del short, mientras que sentía la respiración agitada de pedro detrás de mí por mi oído derecho y sus manos apretaban cada vez más mis nalgas. Yo no sé porque, pero yo no ponía ninguna resistencia, a pesar de no entender bien lo que estaba pasando, esto me estaba gustando en gran manera.
De repente vuelvo a quedar completamente helado, cuando veo que miguel pone la puna de su pene en la entrada del pequeño culito de adrián, así mismo como había hecho con la vagina de Ana.
Le hace una señal a Ana y esta vuelve a poner la cara de su hermanito entre sus pierna y le pide que ábrala boca.
Miguel: estás listo bebe, ahora papi te va a llenar tu culito, te toca a ti.
Adrián: está bien papi
Dicho esto, miguel presiona duro contra el culito de su hijo y al mismo tiempo Ana agarra la cabeza de su hermanito y la leva fuertemente hasta su coño ahogando su grito.
De repente todo queda en silencio y miguel se queda quieto, y pude notar que le había entrado solo la mitad de la verga de el en el culo de su pequeño hijo. Estuvo así un rato y solo se escuchaba un pequeño llanto de dolor por parte de adrián, pero nuevamente al igual de cuando le estaban metiendo los dedos, este niño no ponía ninguna resistencia, y yo no entendía por qué.
Al rato miguel se fue moviendo poco a poco y Ana se apartó de donde estaba dándole chance a su hermanito que disfrutara de la verga de su padre como ella acababa de hacerlo.
El llanto había disminuido y ya solo se escuchaban pequeños gemidos.
Miguel: ¿te gusta bebe?
Adrián: si papi se siente muy rico
Miguel: ese es mi niño.
Miguel empezó a besarlo por el cuello mientras aceleraba sus embestidas y ya se escuchaban más claros los gemidos de placer del pequeño adrián.
La dulzura del trato de miguel empezó a desaparecer, y se lo empezó a coger como se había cogido Ana… le daba duro, y de vez en cuando le soltaba unas nalgadas. Luego lo recostó boca arriba y puso sus piernas en sus hombros y se la metió de un solo golpe haciendo que adrián se arqueara.
Miguel: ¿te gusta la verga de papi?
Adrián: si papi me gusta
Miguel: pídame lechita pues
Adrián: ¡dame leche papi!
Miguel empezó a acelerar sus embestidas y por otro lado Ana, que ya se había dado de cuanta de que los estaba observando, se acostó de al revés dejándonos a mí y a pedro ver su coño en todo su esplendor, el cual estaba rojo y algo hinchado debido a la cogida que le había dado su padre y ella seguía jugando con él, como haciéndonos una invitación a mí y a pedro a que la llenáramos.
Es increíble que esta niña tenga mi misma edad y ya haga estas cosas, se notaba que ya tenía mucho tiempo haciéndolo.
Habitación se llena de unos fuertes gemidos, y era miguel que se venía por segunda vez, pero ahora dentro del culo de su pequeño hijo, le da unas fuertes embestidas a adrián haciendo que este pegue unos gritos, anunciando la llegada de la leche de papi.
Luego de preñar a su hijo y sacarle la verga, miguel se acuesta en un sillón, ya cansado por las cogidas que les había echado a sus hijos y nos ve sonriendo.
Cuando de pronto siento como de un tirón pedro me baja el short y traspasa mis muslos con su enorme pene, saliendo la cabeza de esta descomunal verga por debajo de mis bolitas
Continuara…
Como siempre les dejo mis Instagram alejandr12345 y mi telegram alraga1
Espero que les haya gustado esta segunda parte, esperen la siguiente.
Sigue sigue 3sta buenísimo
Me gusto sigue contando mas saludos… 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
Muy excitante. Espero pronto poder leer la continuación.