La casa de mi bisabuela parte 4
continua la historia de mi precoz vida sexual en la casa de mi bisabuela a los 9 años..
Para los nuevos lectores, les invito a leer los 3 relatos anteriores para así mantener el hilo de la historia.
Dicho esto continúo relatando mis excitantes aventuras sexuales que viví en casa de mi bisabuela a los 9 años.
Un susto se me pego en la boca del estómago cuando noto la presencia de alguien detrás de mí, no sé cómo no me había dado de cuenta, supongo que estaba tan adentrado con lo que estaba pasando en la habitación de Ana que ni siquiera escuche la respiración agitada de juan.
Juan era otro de los inquilinos, cuyo cuarto quedaba justo en frente al de Ana, era sobrino de miguel, no era muy mayor en ese entonces tenía 23 años, y tenía los mismos rasgos físicos que su tío miguel, era bajito medio rellenito de pelo muy liso.
Cuando volteo me quedo helado viéndolo, y él me responde con una sonrisa, no tenía camisa, el short que traía ya lo llevaba por la rodilla con su verga afuera masturbándola lentamente.
Para mí fue imposible no bajar mi mirada nuevamente como paso con pedro hasta donde estaba su verga, y él ya se había dado cuenta, la trabajaba más lento dándome un espectáculo visual de esa verga, la cual no era tan grande como la de pedro (la cual todavía al sol de hoy dudo que haya visto una igual), pero si era más grande que la de su tío, un poco más delgada, y peluda con una cabeza grande, rosada y babeante.
Con la mirada me invita a tocarla pero yo no sabía qué hacer, simplemente me quede allí paralizado viéndolo.
Juan: tranquilo puedes tocarla si quieres.
La verdad es que si me apetecía y de una empecé a masajearla, estaba botando mucho líquido pre seminal así que estaba realmente húmeda, me causaba una sensación rara en mis manos sin embargo no era desagradable, así que seguí masajeándola mientras el blanqueaba un poco los ojos.
Con su mano me iba guiando, y apretaba la mía para que sintiera ese mástil como un palo de duro.
Realmente me estaba gustando hacer eso y ya como instinto me baje del banquito, ya se me había olvidado lo que estaba pasando en la otra habitación, esto se estaba poniendo más interesante. Me senté en el banquito y ya con el pene de juan directamente en la cara seguí lo que había iniciado con pedro, y me metí el pene de juan en la boca, el cual al parecer no esperaba esa reacción.
Juan: uff bebe que rico ¿a quién más se la has mamado?
Yo: pedro me la metió en la boca solo un momento
Juan: ¿ya has estado con pedro?
Pregunto sorprendido
Yo: solo chupo mi pene y metió su dedo en mi culo, pero después llamo mi bisabuela y solo me toco darle una lamida a su pene.
Juan: jajá ese carbón, cuando me dijo que me tenía una sorpresa no pensé que fuera una tan linda.
Lo dice mientras me toca la cara. La verdad no sé cómo pedro sabía que volvería, por eso me había ofrecido a juan, pero el asunto es que ya estaba allí.
Al principio de vez en cuando juan me apartaba de su pene porque lo lastimaba con los diente, era totalmente inexperto, pero luego todo fue tomando un tono más oscuro.
De repente me prensa por mi cabello, y con la otra mano agarra mi quijada y abre muy fuerte mi boca, y me pide que saque la lengua, yo solo obedecí, y después empezó a coger mi boca de manera muy rápida, me ahogaba pero no me apartaba de él, empecé a poner resistencia, pues mis ojos se llenaban de lágrimas y aquello ya no sabía si me gustaba.
Pedro: oye, déjalo respirar, no ves que todavía no sabe.
Dice pedro entrando a la habitación junto con Ana, los dos cubriéndose con un paño, volteo a ver por la rejilla que daba al cuarto de Ana y veo que habían apagado las luces, supongo que ya miguel y adrián se habían acostado a dormir.
Juan: lo siento, es que me calienta mucho este niño, de hace tiempo le tengo ganas.
Pedro: yo igual pero todavía le falta entrenamiento.
Pedro se quita el paño y aquella herramienta de descomunal tamaño empieza nuevamente a tomar forma. Lo pone delante de mi quitando a juan de en medio, y yo abro mi boca para succionar esa verga negra, o al menos lo poco que me cabía en la boca.
Luego se separa de mí y se acuesta en la cama y me dice que chupe, y cuando me iba a acostar también para chupársela, me detuvo.
Pedro: ¿viste como adrián le comía el coño a Ana mientras que su papa le pasaba la legua en su culito?
Yo: sí.
Pedro: bueno quiero que imites esa posición, mientras me chupas el pene, juan te pasara la lengua en tu culito, y vas a disfrutarlo.
Mientras pedro me dice eso, escucho una arcada y cuando volteo veo a mi amiguita Ana siendo cogida por la boca por el pene de juan, fue inevitable bajar mi vista hasta la vagina de Ana que le palpitaba y la tenía roja y me preguntaba cómo era posible que siendo tan pequeña le había cabido la verga de su papa y la de pedro. También note como se estaba comiendo la verga de juan por la boca, al igual que a mi le salían lágrimas, pero ella no se quejaba, más bien empezó a tocar su vagina ya maltratada por estos dos hombres.
Pedro me despierta de mi laguna observando la escena de juan y Ana, jalándome por la mano. Yo inmediatamente tome la posición que había visto del pequeño adrián dejando mi culito aun virginal al aire.
Empecé a succionar la verga de pedro cuando siento la lengua de juan en mi culito, y la sensación que me había dado pedro antes que nos interrumpiera mi abuela se apodera nuevamente de mí, ¡dios que delicia!
Juan empezaba a trabajar mi culo, mientras que pedro le daba indicaciones, empezó a introducir un dedo y esto me causo mucha molestia, sin embargo pedro me calmaba y ahogaba mi quejido con su verga, lo que me estaba empezando a gustar en gran manera. Cuando juan mete el segundo, sentí mucho dolor y me aparte de la verga de pedro y entonces intente levantarme pero juan me abraza fuerte por el pecho mientras me lame el oído y pedro se pone frente de mi besándome la boca, ya en unos segundos el dolor se me había pasado y ya juan metía y sacaba sus dos dedos con más facilidad de mí.
De pronto juan saca sus dedos de mí y puntea su verga en mi culo.
Pedro: ¡oye aun no!
Juan: ya está dilatado, tranquilo le va a gustar.
Siento que algo se abre paso dentro de mí y era el glande de juan en mi culo, aquello me produjo un ardor y dolor increíble, que de una me zafe de ellos y toda la excitación que llevaba se me fue y solo me retorcí del dolor.
Pedro regaño fuerte a juan, por no haber esperado y ni siquiera usar lubricante. A ese punto ya me quería ir, pero sin embargo pedro me convenció de que no lo hiciera.
Llamo a Ana y la acostó en la cama y le abrió las pernas para que yo le metiera mi pene… Ana solo sonreía y me pedía que lo hiciera. Aquello me volvió a excitar y sin pensarlo dos veces me le tire encima a Ana para meterle mi verga. Aquello se sentía muy bien, a pesar de que mi verga tenia buen tamaño para mi edad, comparada a las dos que se había metido Ana recientemente no era gran cosa, sin embargo parecía disfrutarlo mucho.
Por otro lado mientras yo estoy encima de Ana fajado, pedro le dice a juan que como castigo por haber hecho lo que hizo conmigo, ahora era el que le tenía que sacar la leche.
Dicho esto juan solo asiente con la cabeza y se arrodilla para chupare la vega a pedro, y pedro diferente a lo que había hecho conmigo, trataba de metérsela hasta el fondo, provocando de que juan se ahogara y botara chorros de baba.
Yo estaba encima de Ana en posición de misionero totalmente idiotizado con lo que estaba pasando, después pedro levanta a juan y lo tira bruscamente a la cama y juan queda con su cara viéndome a los ojos. Tenía lágrimas en sus ojos por la mamada que le había dado pedro sin embargo una sonrisa picara en su cara, lo había disfrutado.
Pedro le da unas buenas nalgadas a juan y luego lo pone en 4 patas, mientras que yo seguía arriba de Ana, observando todo lo que estaba pasando al lado. Pedro le pasa la lengua por el culo a juan y luego se lo escupe y escupe nuevamente su verga. Y sin mediar palabras se la deja ir entera a lo que juan se arquea y busca desesperadamente de zafarse mientras pega un grito. Pero agarrara fuertemente las sabanas y se queda quieto.
Las expresiones de juan me estaban realmente traumatizando en ese momento, porque aunque había visto todo lo habían hecho con adrián y Ana en la otra habitación, tener este acto tan cerca lo hace aún más fuerte.
Pedro no se movió por un momento sin embargo tenia a juan fuertemente agarrado por la cintura para que este no se pudiera zafar, y al cabo de un segundo empezó a embestirlo. E ningún momento fue lento, empezó con fuerza, y al principio juan se quejaba de dolor, pero mi sorpresa fue grande cuando empezó a pedir más.
Pedro: ¿te gusta mi verga dentro de ti verdad puta?
Juan: si papi dame tu leche, ¡cógeme duro!
Yo no tarde mucho en sentir un enorme orgasmo dentro de la vagina desflorada de Ana, pero pedro se dio vida un buen rato con el culo de juan antes de preñarlo.
Continuara…
Como siempre mi Instagram alejandr12345 y mi telegram alraga1 , espero les hay gustado esta cuarta entrega. Pronto subiré la quinta y última de esta saga.
Uffff delicia de relato!!!