La casa de mi bisabuela parte 5 final
aquí termina esta saga que cuenta mi precoz vida sexual en la casa de mi bisabuela a los nueve años por parte de los inquilinos que vivían allí..
Para los nuevos lectores, les invito a leer mis cuatro relatos anteriores para continuar en línea con esta historia.
Dicho esto continúo con la parte final de este relato que cuenta mi precoz vida sexual a los 9 años con los inquilinos de la casa de mi bisabuela.
Pedro queda tumbado encima del cuerpo de juan con una respiración agitada, lo mismo juan pero con una sonrisa que no disimulaba en su boca.
Ya yo había sentido un orgasmo y estaba totalmente zumbado encima del el cuerpo de mi amiguita Ana, sin embargo ver aquellas imágenes de dos hombres adultos desatando sus perversas fantasías en frente de mí, y las expresiones de satisfacción de juan, me volvieron a excitar en milésimas de segundos, y seguí mis movimientos encima del pequeño cuerpo de mi amiga Ana.
Juan noto esto y se sacudió para que pedro, que aún seguía dentro de él se apartara y sacara su enorme y gruesa verga de su culo. Luego llevo sus dos dedos (índice y medio), dentro de su culo y saco parte de la leche que pedro le había depositado en él y la llevo hasta mi virginal ano.
Al principio puse algo de resistencia pero mis movimientos encima del cuerpo de Ana no me ayudaban, además miraba a pedro y este no hacía nada, solo se limitaba a ver, como dándole su aprobación.
Poco a poco fue metiendo uno de sus dedos en mí, y no paso mucho hasta que metiera el segundo. La verdad es que la leche de pedro estaba siendo de un efectivo lubricante en mi aun inexplorado culito.
Yo detuve el movimiento que hacia encima de Ana, y me dispuse solamente a sentir el placer que juan le estaba dando a mi culito. La molestia se había ido y realmente esto me estaba empezando a gustar.
Entonces esto era lo que disfrutaba el pequeño adrián cuando su papa se lo cogía, o lo que acababa de sentir juan cuando pedro lo empalo. ¡Realmente se sentía bien!.
Alguna señas entre ellos se hicieron como insinuando que estaba listo. Entonces juan me aparta del cuerpo de Ana y pedro la pide a Ana que salga de allí, mientras él se pone en frente.
Su verga estaba algo flácida debido a todo el trabajo que le había dado el culo de juan, sin embargo no estaba dormida, solo era cuestión de trabajarla un poco para que ese manjar se volviera a endurecer.
Me invito a meterla en mi boca, algo que no me convencía ya que aún tenía como restos de su leche en la punta y la había acabado de meter en el culo de juan, sin embargo, dejándome llevar por la excitación al final accedí metiendo ese pedazo de carne negra nuevamente en mi boca
Sabia salado debido a los restos de leche que le quedaba, pero ese sabor no me desagradaba para nada, así que empecé a lamer ese enorme tronco nuevamente mientras que juan volvía a introducir sus dedos en su culo y sacaba más leche de pedro para usar como lubricante en mi anito.
Hasta ese momento me sentía en la gloria, esta experiencia nueva me estaba gustando en gran manera. Hasta que siento como juan intenta introducir un tercer dedo, aquello me bajo de la nube en que estaba porque me empezó a doler mucho. Intente sacar su mano de mi culo pero fue inútil y me volví a verle la cara a pedro como para pedirle piedad, pero este ni se inmutó.
Intento zafarme de aquella situación que se estaba volviendo muy dolorosa hasta que siento unas fuertes nalgadas por parte de juan y pedro jala duro mi cabello hacia arriba dejándome ver su cara enojada.
Pedro: ¡te quedas quieto y vas a dejar que juan te meta su verga, o te la meto yo de una y te desgarro ese culo!
Esas palabras y esa cara de pedro me dieron realmente miedo, así que intente no moverme más, pero el dolor que sentía me hacía quejarme muy fuerte hasta que juan le pasa a pedro el interior que llevaba puesto y pedro hace que abra mi boca y lo mete bruscamente en ella.
Este interior estaba sucio y olía y sabia a orine, pero fue muy efectivo para ahogar mis quejidos. Hasta que siento nuevamente un líquido en mi ano, esta vez no sabía si era más leche de pedro, saliva o algún lubricantes, ya que no podía voltear, estaba completamente inmovilizado por las manos de pedro que sostenían mis brazos fuertemente contra la cama y juan había abierto mis piernas colocando sus pies encima de mis pantorrillas, por lo tanto todo su peso lo tenía en mis piernas y su verga punteándome la entrada de mi ano.
Sabía lo que venía a continuación, y me estaba arrepintiendo de no haberme ido a mi cuarto como se lo había dicho a mi bisabuela.
Juan: ahora si vas a sentir algo bueno bebe.
Dicho esto me pega nuevamente unas nalgadas haciendo que respingue el culo para arriba quedando aún más expuesto, cuando siento un pequeño ¡glup!, la cabeza de su verga había entrado en mi culito, gracia a la buena dilatación que me habían dado sus dedos la verdad a comparación con la primera vez que lo intento esta vez dolió menos.
Juan: ya está dentro relaja el culito bebe.
Juan se quedó inmóvil mientras que yo estaba ahogando mis quejidos de dolor en su interior sucio que tenía metido en la boca. Pedro esta inmóvil solo observando mientras su verga se estaba prensando otra vez.
Juan empieza a meter y a sacar solo su cabeza y esta se adaptó rápido a mi culito, ya no sentía dolor, cuando empuja un poco más, empiezo a sentir molestia pero aun no me dolía. Repitió el proceso una vez más, hasta que siento como sus manos se posan muy fuertes sobre mis caderas y luego se deja ir completamente hasta que sus huevos chocaron con mi culito.
El dolor fue indescriptible, sentía que me desmayaba., intente retorcerme pero fue inútil, aún seguía inmóvil. El cuerpo de juan enteramente encima de mí con toda su verga que a pesar de no ser tan grande como la de pedro, era increíble que cupiera en mi culito y se había acomodado perfectamente.
Juan no se movió en un rato mientras que mi culito recién desflorado se amoldaba a su verga, y ya el dolor pasaba, cuando empieza a bombear, el ardor era increíble, me estaba violando, no podía moverme mientras este salía y entraba de mí a su placer. De pronto pasa su mano por debajo de mí para tocar mi verga y esta estaba dura.
Juan: te dije que te iba a gustar bebe.
Diciendo esto pedro me suelta de las manos y saca el interior de juan de la boca, yo no entendía porque después de tanto dolor se me había parado mi pene pero empecé a sentir mucho calor por todo mi cuerpo mientras que juan aceleraba su bombeo, ya le estaba empezando a agarrar el gusto.
Ya tenía libertad para moverme pero no me quería ir a ningún lado simplemente quería seguir estando ensartado por la verga de juan en mi culito. Lo que empezó como una violación, estaba terminando siendo sexo totalmente consentido.
Agarre la verga de pedro y nuevamente me la lleve a la boca yo mismo, quería que supiera lo mucho que me estaba gustando.
Pedro: eso bebe, que niño tan complaciente.
Juan bombeaba cada vez más rápido mi culito, hasta que su respiración se acelera y sus quejidos se hacen más fuerte, siento como sus piernas tiemblan y su verga se hincha dentro de mí, llenado mi culito por primera vez de néctar de macho. Se quedó inmóvil dentro de mi mientras se vaciaba pero yo quería seguir y me seguía echando para atrás sacando y metiendo su verga dentro de mí, estaba muy caliente.
Pedro que noto esto se separa de mí y me da la vuelta, ahora había quedado en frente de juan y con el culo a merced de pedro para que lo violara con su enorme verga negra. Pedro sin pensarlo mucho escupió su verga y me la puso en la entrada de mi culito empujando su glande.
Por muy dilatado que juan me hubiese dejado el culito, las dimensiones de la verga de pedro eran demasiadas para mí, sentía como mi ano se expandía provocándome unos gritos de dolor, pero esta vez no puse resistencia para apartarlo de mí, estaba muy caliente y necesitaba sentir esa carne dentro de mí.
Pedro empezó a bombear abriéndose paso cada vez más pero solo logro meter la mitad. Por otro lado…
Juan: ahora si primita, ven para darte tu dosis de verga.
Diciendo esto se sienta para que Ana cabalgue su verga que estaba nuevamente erecta, mientras que pedro me empalaba a mí en cuatro.
Luego pedro se sienta y me sienta encima de su verga de frente a Ana y juan, me mete la verga hasta donde me cabe que esta vez bajo un poco más de la mitad, y me abre las piernas para que juan y Ana vean como me tenía ensartado. Lo mismo hace juan con Ana dejándonos ver como esa verga que me había dado placer hace un momento estaba dentro de la vagina ya hinchada y usada de Ana.
Juan se echa para atrás dejando caer el cuerpo de Ana encima de él y con sus piernas abre las pequillas piernas de Ana dejándonos ver como sus huevos pegan con su vaginita, pero también deja ver como su propio culo todavía chorrea leche de pedro. Sí que lo había preñado.
Por otro lado pedro que me tenía cargado como pollo en brasa encima de su verga cada vez aceleraba más su embestida y de vez en cuando la metía un poco más causándome unos grito de dolor y placer indescriptibles. No sé cuánto duramos así, hasta que la verga de pedro se hincha dentro de mí, podía sentir las venas de su verga palpitar dentro y su respiración se acelera inundando mi culito ya no virgen por segunda vez de leche.
Juan al ver esto bombea más fuerte a Ana preñándola por tercera vez.
Nos quedamos acostados por un rato hasta que ya era de madrugada, se me había olvidado la hora. Entonces tenía que volver a mi cuarto y dormir, no sin antes escuchar un buen discurso de discreción por parte de pedro y juan, cuya excitación ya se había ido y solo quedaba el miedo de que yo fuera a decir algo. Sin embargo yo no pensaba decir nada, sabía que si lo hacía, esto se acabaría y quería seguir disfrutando al máximo de esta experiencia.
Así me fui a mi cuarto aun con la leche de juan y pedro en mi culito chorreando, sentía como me palpitaba y me empezaba a doler. Mis piernas estaban desmayadas casi no podía caminar, y llegue a mi cuarto agarrándome de las paredes. Luego en mi cuarto me acuesto pensando en todo lo que había pasado esa noche. Había visto a mi amiga y a su hermanito siendo cogidos por su padre, luego como pedro se la metía a ella y juan su propio primo, y sobretodo cada vez que me movía que sentía como chorreaba ese líquido por mis piernitas, recordaba como juan y pedro me habían desflorado mi culito, y no podía evitar que mi pene se parara.
Esta fue la quinta y última entrega de esta saga, quería seguir continuándola pero debido a problemas que he tenido recientemente con mi computador la dejo hasta aquí, cuando resuelva mi problema (espero que pronto), seguiré contando más de esta historia y muchas más ya que tengo mucho material para seguir. Sin embargo si te ha gustado esta historia recuerda dejar tu pulgar arriba en esta y las anteriores partes, así puedo saber si vale la pena retomar esta saga en el futuro o la dejo hasta aquí.
Muy agradecido por todos los comentarios que me dejan en mi Instagram alejandr12345 y mi telegram alraga1.
Espero volver a escribir pronto, un beso a todos, hasta luego.
muy buena la zaga sigue deleitándonos con nuevos relatos
cuenta mas tus experiencias
Muy excitante el relato, al igual que los anteriores. Ojalá puedas continuar la saga. La verdad es que esperaba poder leer un relato del papá de Ana en el que tuviera sexo con el protagonista. Espero poder volver a leerte pronto.
Muy buena serie de relatos, espero puedas seguir con más como éste 🤤
Me encanta esta historia, espero que la puedas continuar