La casa de pueblo de mi suegro
Vacaciones inolvidables en casa de mis suegros.
En los últimos veranos, despues de pasar unos días en la Playa, nos gusta ir al pueblo de la familia de mi mujer.
El pueblo, es muy pequeñito, aunque suele haber mucho ambiente. En verano, durante el día hace mucha calor, y por la noche refresca, lo que aprovecha la gente para salir a tomar algo a los dos bares que hay en el pueblo.
Al medio dia, despues de comer, nos solemos acostar a dormir la siesta. Yo no soy mucho de dormir, por lo que me quedo perplejo cuando escuche a mis suegros tener sexo. Se escuchaba el ruido del somier, y mi suegra, gemir. Cosa que me hizo gracia, para tener más de 70 años.
Mi suegro es el típico hombre de campo, que ha trabajado de casi todo. Mide 175, con tripa pronunciada, pelo blanco, casi pelado y con fuertes brazos. Le gusta ir sin camiseta por la casa, por la calor que hace y siempre le gusta estar por la andana, arreglando cosas, que tiene un pequeño taller.
Un día horroroso de calor, llegamos mi mujer y yo de la piscina, y el recibimiento, es mi suegra pidiéndome que ayude a su marido a colgar un ventilador en su habitación, que no se puede dormir de la calor que hace.
Mientras yo paso a su habitación, mi suegra le pide a mi mujer que le acompañe a ver su tia, que vive unas casas más alla, mientras nosotros colocamos el ventilador.
- En fin, planazo!, pienso yo
Voy a la habitacion de mi suegro, y me lo veo alli, sin camiseta, y unos pantalones cortos deportivos, subido a una pequeña escalera, para hacer unos agujeros en el techo.
Clro, lo veo ahi, y me supo mal.
- Isidoro, baje, dejeme, yo haré ls agujeros.
- Ah, hola…eh…yo puedo…espera…dame el taladro
- No, no se preocupe, yo los hago..
El caso, que al ir al coger el taladro, me agacho un poco, y el bajaba de la escalera. Noto un roce por atrás.
Yo me quedo un poco sorprendido, avergonzado. No le doy importancia. Yo llevaba un pantalón también corto, de tela fina, y quizás por eso lo note más, pienso para mi mismo.
No se como ni porque, me vino a la mente la imagen de mi suegro fallándose a mi suegra en esa cama, no se, en cierto modo, me excito. Pensar que ese hombre, aun tenia potencia sexual y era capaz de hacerla gozar.
El caso, que sigo buscando la brocas, tacos, etc, un poco absorto en mis pensamientos, cuando noto que, desde atrás, trata de coger las brocas que yo buscaba.
- Mira, deja, están aquí….son estas las brocas para ladrillo, me dice.
Noto el roce de su mano, su presencia detrás mio…no se…me quedo quieto, como paralizado.
Noto que se acerca más a mi, y vuelve a rozarse. Esta vez yo estaba más receptivo y noto el bulto que se pegaba a mi culito. Fue un milisegundo, pero fue lo suficiente para ser consciente que mi suegro, tenia buen paquete y que se acababa de volver a rozar.
Yo en lugar de apartarme, y dejar que buscase las brocas el, me quedé donde estaba. De todas formas, no tenía mucho espacio donde moverme, entre la cama, la cómoda y la escalera.
El caso, que por la falta de espacio, y su impetu, lo notaba pegado a mi. Yo estaba un poco tenso, no quería verme en la situacion que se volviese a rozar, que verguenza! porque claro…estos roces, habian sido sinquerer…estaba yo pensando, quieto y con mi culito un poco apartado, para evitar el roce.
Entre el poco espacio, el que no estaba muy hábil, casi se le cae una broca, cosa que inconscientemente, hizo, que me agachase a por ella, y sin querer, metiese mi culo contra su paquete.
Entonces, si lo que noté su pene plenamente. Justo entre mis dos cachetes. Su bulto, su paquete, justo en mi culo. Fue muy extraño, ya que en lugar de quitarme inmediatamente, por como estábamos de apretados y por la sensación que producía, de excitación y deseo, el descubrir el tamaño del miembro de mi suegro.
El, al darle yo con el culo, para no perder el equilibrio, me sujetaba con una mano en mi cintura. Notaba como me apretaba con la mano hacía el, bueno, o eso crei yo, quizás solo era para no caerse.
El caso, que me fui incorporando, poco a poco, y en lugar de separarme, seguia pegado a su paquete y el me seguía sujetando de la cintura.
- Ven, gírate, me dijo.
Lo hice, me giré. Nos quedamos mirándonos. Yo soy más alto que el, notaba su mirada. A mi me daba vergüenza mirarle. Cuando note que puso una mano en mi hombro y presionó hacia abajo.
Yo, no se como ni porque, me fui arrodillando, siguiendo la indicación que me hacia con su mano sobre mi hombro.
Así que me quede frente a frente a su paquete.
Sabedor de lo que pretendía, y porque no decirlo, con ganas de hacerlo, le baje el pantalón.
Inmediatamente, salió un pene grueso, aun flácido, peludo, con canas blancas y grandes huevos que colgaban.
Aun con su mano en mi hombro, tome su pene en una mano, y comencé a descapullarlo.
Su capullo era de color moradito, grande y redondo, cabezón. La piel un poco arrugada, los alrededores del capullo un poco blanco. Le acariciaba el pene, frente a mi cara. Veía como se descapullaba, se escondia, se descapullaba…
El se movía al ritmo de mis caricias, de forma suave. Notaba como su pene iba creciendo en mi mano.
Me gustaba esa sensación, de notar como su pene se hinchaba en mi mano, como se ponía cada vez más grueso. Ahi estaba yo, meneando, disfrutando de sentirlo, de notarlo crecer, cuando escuche:
- Métetelo en la boca, escuche que me decía.
Eso me sorprendió un poco, me sacó de mis pensamientos. En realidad, no se que esperaba que pasase.
El caso, que acerque la boca y el, metió su pene en ella.
Entonces, el comenzó a moverse, lentamente, entrando en mi boca. Yo solo le mamaba, con mi boca. El era el que marcaba el ritmo
Enseguida note un gusto diferente en mi boca. El seguía moviéndose, aunque ahora le escuchaba gruñir un poco, jadear. El tenía las manos en mis hombros, para que le acompañase en el ritmo que marcaba al entrar y salir de mi boca.
No quiero que la sacas de la boca, entendido? me dijo.
Yo sin saber muy bien a que se referia o el porque, note que un chorro caliente de semene me llenaba la boca. Tenia un sabor muy fuerte y tiraba mucha cantidad, por lo que mi primera reaccion fue intentar quitarme.
Note como me sujetaba fuerte por la cabeza.
Quieto, te he dicho que no la saques.
Yo me relaje un poco, y comencé a tragar todo ese semen que no paraba de salir
Ahora ya estábamos más coordinados, a la vez que sacaba su semen, yo lo tragaba, apenas se amontonaba en mi boca.
Yo no paraba de tragar, no se que rato estaría así, llenándome la boca de semen.
Cuando por fin termino, se subió el pantalón, y me dijo:
- Venga, vamos a terminar con el ventilador, que estas estarán a punto de regresar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!