La casa en la playa 4, 5 y 6
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juanitocaminador.
4.- Equipo completo.
No era tarde aún, apenas las 9 de la noche, cuando, tomados de la mano, Eze y Mati entraron al dormitorio. Eze tenía un buzo Adidas muy amplio, infaltable, y un bermuda de baño, Mati una camisa y un short
Qué tipo duro tu primo, che!!
-Dejalo, él se lo pierde. Que le vas a hacer Eze, vamos a tener que repetir lo de la costa y me voy a tener que comer tu matracota, espero que los gritos no despierten a mi primo.
-Mm, no sé si va a aguantar, pero aunque no venga, con la tuya me vas a hacer súper feliz.
Los dos chicos estaban frente a frente, Mati comenzó a meterle las manos por debajo del buzo, acariciándole el pecho. Cuando llegó a los pezones, Eze comenzó a quejarse suavecito, desconcertando a Matías (como?, los hombres también sentimos ahí?), pero, viendo la reacción de su chico, se detuvo en las tetitas y fregó, acarició y apretó pechitos y pezones, para felicidad de Ezequiel. Contento con el éxito, pensó, -por qué no?, – y sacándole el buzo, lo tomó con una mano de la cintura y comenzó a mamarle y mordisquearle despacito los pezoncitos, mientras con la mano , le apretaba la tetilla para darle volumen, haciendo volar a Ezequiel que, entre suaves quejidos, le acariciaba la cabeza y bajaba por su costado hasta su nalga.
Mati fue luego subiendo por el cuello, lamiendo despacio, hasta llegar a su boca que lo esperaba entre abierta. El gallego y Javier habían sido una gran escuela, pero lo no aprendido allí se lo iba enseñando su propio deseo y ese afecto tan especial que estaba sintiendo por Eze. Las bocas se unieron intensamente, las lenguas jugaron, entraron y salieron, acariciaron y transmitieron esa fuerza y ese ardor que sólo se sienten en esos intensos besos de amantes que se re-encuentran luego de mucho tiempo. Los labios se apretaron, se abrieron, se cerraron, intentaron engullir por completo la boca del amante.
Los brazos recorrían la espalda, la cabeza, las nalgas, las manos pasaban de la caricia a la presión, de la fuerza al mimo, al ritmo que marcaban las lenguas y los labios. La ropa molestaba, así que sin dejar de besarse, Mati se desabrochó la camisa y la arrojó al suelo y luego le bajó el bermuda a Ezequiel, que hizo lo mismo con su short. Debieron parar el beso para desembarazarse del todo de las molestas prendas, pero esto sirvió para que volvieran a verse de frente, esta vez completamente desnudos y con su pene duros y rígidos. Los dos hicieron lo mismo: buscaron el pene de su amigo, lo rodearon con la mano y se franelearon la pija mutuamente, con pasión, con deseo. Eze tomó también su pija y la pegó a la de Mati, las dos vergas juntas, sintiéndose mutuamente, reafirmando ese deseo de un hombre por otro hombre, volvieron a abrazarse apretando sus pijas entre sus cuerpos, sintiendo en la panza el calor del fierro del amante y aumentando el deseo mutuo de hacerse el amor, de penetrarse, de tenerla dentro.
-Hiciste alguna vez un 69, Matu?, -no Eze, enseñame.
Eze llevó a Matías a la cama, lo hizo poner de lado y se acostó al revés, arrimó su cabeza a la pija de Mati y comenzó a chuparla, mientras arrimaba su pubis a la boca de Mati, buen alumno, que en el acto comenzó a mamarle la inmensa pija a Eze, al menos hasta donde le daba la garganta. El delicioso y varonil intercambio les daba un placer enorme a los dos, pero curiosamente no lograban sacar ese rico preseminal que a los dos tanto les gustaba beber. Mati entonces tuvo una idea, desarmó la posición, se acostó boca arriba con la cabeza sobre la almohada y le dijo a Eze: vení, chupámela pero poné el culo para este lado. Eze entonces ubicó sus piernas a los lados del cuerpo de Mati y fue reculando hasta que su boca quedó a la altura de la pija de su amante y comenzó a chupar nuevamente. Mati lo tomó de las caderas y se las fue bajando para acercar la raja de Ezequiel a su boca, allí comenzó a chuparle el culito primero con leves lengüetazos luego con voracidad. Eze, sorprendido por la novedad, sacó la pija de su boca para poder quejarse con toda la intensidad del placer que sentía en su anito. Su pija se puso como de piedra y comenzó a a rezumar preseminal sobre el pecho de Matías, que estaba demasiado entretenido con ese ano ya dilatado y palpitante, para prestar atención al juguito.
En su cuarto mientras tanto, Jonathan, acostado con sólo su slip, trataba de conciliar el sueño. Entre las dos habitaciones estaba el baño, pero a pesar de eso, de tanto en tanto llegaba a sus oídos algo del ruido y los gemidos del otro dormitorio. Daba vueltas en la cama, pero no podía siquiera adormecerse, sentía un gato vivo en el estómago por la bronca consigo mismo por no haber seguido los pasos de su primo y confesar, y tenía un nudo en la garganta por la tristeza de estar ahí solo mientras su primito, de culito virginal que él había desflorado, se acostaba con otro que tal vez ya le estaría dando lo que el aún no se había atrevido a darle, porque casi no se había dado cuenta que Mati también quería ponerla y también porque en su filosofía simplona y setentista, si él no se dejaba, no era puto, el único puto era Mati, él no.
Pero, valía la pena seguir con ese orgullo de machote? No se merecía Mati que al fin le diera lo que le había pedido?, si Mati se la había aguantado la primera vez, y le había gustado tanto, si a Eze hacía ya 4 años que alguien (quien?) se lo venía empernando y le gustaba, si estaban solos y en San Clemente, a 350 Km del barrio, qué importaba ser puto si nadie se enteraba?
-No, no lo voy a hacer, me masturbo, -pensó enojado con su flaqueza, mientras comenzó a menearse el palo, pero, con lo que tenía en la cabeza, por más que meneara y meneara, ni siquiera conseguía una erección dura.
Bastaaa, -se grito a sí mismo. -Me voy con ellos y si me lo rompen, que me lo rompan! Salió del dormitorio como estaba y se fue a la pieza de los amantes. Se paró ante la puerta dudoso, pero los mmm de Mati y las ahhh de Ezequiel lo animaron. Abrió la puerta sin golpear y vio sobre la cama la cabeza de Eze entre las piernas abiertas de Matu, mamándole la pija y la cabeza de Matu perdida dentro del culo de Ezequiel. Eze, levantó los ojos en medio de la mamada y desarmó la pose. Matu, secándose los labios y las mejillas de la abundante saliva juntada mientras chupaba culito se quedó duro mirando inquisitivamente a su primo, que angustiado pero decidido comenzó a hablar.
-Eze, el que desvirgó a Matías en las vías y se lo coge soy yo, el nunca me cogió hasta ahora. No quería que nadie se enterara, por eso lo negué.
Siguiendo la actuación, Eze miró con cara de interrogatorio a Matías, que con actuada cara compungida dijo -Si, es él, mi primo me debutó el culo y desde entonces me la mete.
Ezequiel se había sentado con las piernas cruzadas y Matías se había sentado a su lado con la espalda contra el respaldo de la cama. Jonathan seguía parado debajo del marco de la puerta. Los ojos de Eze bajaron a su bulto que con los nervios, no provocaba ni el menor promontorio en su slip.
-Y entonces Jony?
-Y, que yo también quiero estar con ustedes
-Entonces sos puto?, -Jonathan se quedó callado. Al rato, cabizbajo y con voz muy queda dijo -Si, soy puto, – y levantando la voz y la frente, -pero también me voy a coger minas.
Eze y Matu se miraron compinches y sonrieron.
Con las minas hacé lo que quieras, pero acá y ahora importa que tengas una buena pija y ganas de ponerla, -reprendió Ezequiel, – a ver muestre lo que hay, -agregó sonriendo.
-Siii señor, -dijo Jonathan haciendo volar su slip para mostrar su bella herramienta, aún fláccida.
-Mmmm, usted que opina Señor Matías, que es un experto conocedor de esa herramienta, -consultó Eze.
-En ese estado no creo que la pueda evaluar Licenciado Ezequiel, permítame que lo ponga en condiciones., -replicó Matu, acercándose a Jony, arrodillándose entre sus piernas y comenzándole una mamada de órdago que en muy poco tiempo hizo reaccionar la herramienta hasta ponerla bien dura.
-Qué opina ahora Licenciado?
-Aprobada señor, aprobada, -dijo Ezequiel sonriendo, mientras Matu traía a Jony a la cama.
Los tres se sentaron de piernas cruzadas formando un círculo sobre la cama.
La verdad Jony, nos solucionaste un problema, -dijo Eze
Por?
Porque a los dos nos gusta más por atrás que por adelante y parece que a vos te gusta más ponerla, no?, se apuró a contestar Matías.
Si, Mati, vos lo sabés, pero esta vez te voy a dar lo que me pediste,- contestó Jonathan mirando de reojo el tremendo machete de Ezequiel. Eze, perspicaz, lo pescó al vuelo y le dijo -qué suerte que me gusta más comerla que ponerla, no Jony?, pero descuidá, con vos voy a hacer una excepción y, nobleza obliga, después que Mati te desvirgue, yo también te voy a dar un poquito.
Jony sonrió por obligación, sin decir nada, y se quedó mirando a su primo.
5.- Comienza la fiesta.
Los tres quedaron en silencio, Jony mirando a Matu con un poco de enojo, ya que en el fondo le molestaba que se dejara por otro, Matu con la mirada gacha, porque en el fondo le daba vergüenza que Jony descubriera que se acostaba con otro, aunque eso le diera de alguna manera el diploma de puto experto en lugar del puto "amateur" que tenía antes, Ezequiel, divertido, los miraba a los dos, él ya había roto el tabú de ser sólo de Norbi pero se daba cuenta que si Norbi estuviera allí, se sentiría tan incómodo como Matu y Jony en ese momento. Al fin tomó las riendas, y sin dejar de sonreír, les espetó -y, che?, quieren que traiga las cartas y nos ponemos a jugar un truco?-, sonrisas de los primos, pero seguían mirando con expresión de no saber cómo empezar, por lo que Eze, que hacía rato tenía ganas de tenerla adentro, comenzó a organizar.
Lo llevó a Jony al borde de la cama, de pie, y poniéndose delante arrodillado se la comenzó a chupar. Enseguida Jonathan lo tomó de la cabeza y, a pesar de su tosco machismo, comenzó por momentos a acariciarlo, aunque lo que más hacía era empujar hacia él su cabeza para aumentar la sensación en su pija. Eze, se notaba que Norbi debía tener buena cosa, se tragaba la pija de Jony entera sin el menor esfuerzo y se quedaba dándole lengüetazos en la raíz y el comienzo de las bolas a pesar de que el glande de Jony debía estar embutido en su garganta. Sin dejar de chupar sentó a Jony en el borde de la cama y se fue incorporando para quedar en posición de recibir.
Matías miraba, no sabía qué hacer. Eze, siempre Eze, sin dejar de chupar, comenzó a mirarlo, hasta que Matu se fijó en sus ojos, cuando las miradas se cruzaron, Ezequiel, con los ojos y el meneo de sus nalgas, le indicó a su amigo que era su hora de empezar. Matu se acomodó detrás de Ezequiel y comenzó a mamarle el culito, ese culito tan sensible a las caricias de una lengua húmeda, ese culito que arrancó de Eze sus primeros quejidos y, como con cada quejido apretaba los labios sobre la pija de Jony, el machote también comenzó a quejarse de placer. Mati entusiasmado por el doble efecto de sus caricias al ortito, y por su propia calentura, aumentó el ritmo de su trabajo en el anito bello de Eze y se esforzó por penetrar más y más con su lengua el canalito de ese putito que se quejaba como loca con cada embestida. Eze estaba tan mojado y dilatado que Matu comprendió que ya era hora. Dejó de chuparlo y con suavidad lo tomó de las caderas y lo fue empujado hacia atrás para que dejara la pija de Jony.
Enseguida comenzó a empujarlo de costado para que entendiera que era el momento de ofrecer el culito a su primo. Eze lo comprendió en el acto y se puso en perrito en el borde de la cama para dejar sus nalgas delante de la pija de Jony que ya se había incorporado, estaba ardiendo de calentura, dos putos para él solo, nunca lo había siquiera imaginado. Matu se arrimó a su lado de la cama, primero besó con pasión la pija de su primo, después acarició las nalgas de Eze y al final tomó la pija de Jony y la llevó al agujerito de placer de su amigo. que se la engulló entera sin el menor esfuerzo. Jonathan comenzó de inmediato un mete y saca intenso que llenó el cuarto de quejidos y gemidos de los dos chicos. Matu acompañaba con caricias: la espalda de Eze y las nalgas de Jony recibieron sus manos suaves pero fuertes, de hombre caliente. Luego se acomodó debajo de Eze y se dedicó a su pija, primero con caricias, luego con paja y al final mamando lo que podía y cómo podía. Desde abajo veía la pija de Jony entrando y saliendo del agujero de Eze y entonces comenzó a acariciarlos allí, para deleite de ambos. Matu dejó de acariciar y se le ocurrió acompañar la pija de Jony con un par de dedos, que con un poco de esfuerzo fueron a parar al culo de Eze que con un ay más de profundo placer que de dolor los recibió feliz. Eze, cada vez que la pija de Matías se ponía a su alcance, la lamía y chupaba entre quejidos.
Pero Matu quería más que ser sólo el ayudante. Fue hasta la mesita de luz y sacó el frasco de vaselina, mientras sus amigos seguían en su mundo de mete y saca feroz, felices ambos, olvidados del mundo. Deliberadamente y provocando la atención de los dos comenzó a lubricarse el ano con los dedos. Cuando ya lo sintió preparado, se puso en cuatro al lado de Eze, bien pegado costado con costado. La propuesta era evidente: Jony sacó su pija mojada del culo de Eze y se la mandó a guardar a Mati con el mismo entusiasmo, mientras Eze comenzaba a besar a Mati que sintiendo el tan deseado fierro de su primo dentro suyo, entre quejidos respondió los besos con un ardor que ni el gallego con Javi podían igualar.
-A mi Jony, a miiii,- pidió el goloso Ezequiel y el buen Jonathan, feliz de ser macho, dejó el agujero de su primo para volver a clavar al otro putito, dejando a Matu con una sensación de vacío caliente que aumentaba su deseo de pija.
La escena se repitió una y otra vez, con Jony dejando el culito de Eze para clavarse en el de su primo para luego de unos minutos que para el cogido parecían un instante y para el vacío una eternidad, retornar al culito de Eze, una y otra vez, una y otra vez.
Los tres estaban fascinados con lo que estaban haciendo, los dos chicos desnudos, los dos en 4, culito con culito, besándose, acariciándose, mientras rítmicamente una bella pija los llenaba de gozo y luego los dejaba deseando para luego volver a llenarlos de gozo, dos manos fuertes en sus caderas los empujaban a la búsqueda de la pija y luego los soltaban dejándolos añorando esa carne caliente, dejando su ortito huérfano e implorante por unos minutos para luego volver y volver a poseerlos. Esa ausencia de pija momentánea les aumentaba más el deseo y cada nueva penetración era una explosión de placer, creciente, siempre creciente. Hasta dónde llegarían? Para Jony, el espectáculo era también increíble: dos culitos bellos y perfectos, lampiños, de curvas suaves, uno al lado del otro, abiertos, mojados e implorantes de pija, que gozaban con su penetración y se movían inquietos y suplicantes cuando su pija los dejaba, dos agujeros dilatados al tamaño de su pija, llenos de su pre-seminal, cuatro bellas colinas, dos fogosos valles buscando a su labriego, era difícil aguantar tanto sin sacar ríos de leche, pero hacía lo indecible para demorar el momento, porque no se decidía en quién dejar su carga.
El cansancio al fin llegó antes que el orgasmo y paró el mete saca cuando estaba labrando a Matías y se quedó recuperando aire mientras sus manos apretaban la cadera de Mati y su pija seguía bien puesta dentro del goloso culito de su primito.
-Te agotaste primo?
-Un poco, si
-Mmm, dos culitos es mucho para vos Jonathan?, -le preguntó sonriendo Ezequiel
-Dos putas ardientes como ustedes destruyen a un burro, -retrucó, un poco ofendido Jonathan.
-Vení que te saco la leche, -invitó Eze
-Andá, yo sé por qué te lo digo, – le recomendó Matías.
Jony en un segundo ya se la había metido a Eze y allí comenzó la bueno para él.
Eze era un maestro meneando el culito y controlando su esfínter. Comenzó haciéndole un mete y saca a pura cadera y nalga, cortito y rápido, luego comenzó a mover sus nalgas circularmente, se agachó, se levantó, acarició con su esfínter cada rinconcito mínimo de la pija de Jony, que no paraba de quejarse de placer. Luego le pidió, le ordenó en realidad que lo tomara de la cadera y lo empujara hacía él, para repetir su trabajo de nalgas pegado al pubis de Jony y por ende a la sensible raíz de su pija. Jony no pudo resistir, su leche ya venía, Eze lo sentía en esa pija que se engrosaba dentro suyo, y para aumentar más la sensación de su macho comenzó a apretar y aflojar su esfínter, ya eso fue demasiado y con un ahhh interminable Jonathan descargó sus huevos repletos de leche tibia y espesa en ese culito ardiente que quemaba y necesitaba que su leche lo apagara.
Apenas acabado, Ezequiel se liberó y se acostó boca abajo en la cama, con ese sonrisa tan especial que tenía cuando sentía el semen de un hombre fluir dentro de él, con los ojos suavemente cerrados y esa expresión beatífica que Mati aún no comprendía bien, tal vez porque su cuerpito aún estaba aprendiendo a sentir. Se acostó a su lado, le tomó la mano y se quedó mirándolo. Jony se fue a sentar de espaldas en la cabecera de la cama y, a pesar del espectáculo de esos dos cuerpos bellísimos, de esos culitos lado a lado, de esas espaldas terminadas en dos hoyitos justo antes de que las suaves montañitas de las nalgas comenzaran a tomar vuelo, se dedicó a mirar su pija y a acariciarla, orgulloso de su faena.
6.- El debut de Jony
Luego de un rato de silencio comenzaron las charlas y las bromas, sobre lo putita que era Eze, sobre lo durito de las nalgas de Mati, sobre la cantidad de leche de Jony, algunas palmadas comprobaron durezas, algunas manos comprobaron burlonamente la flaccidez de una pija, salieron al ruedo pechitos masculino, se habló medio en broma medio en serio de corpiños y tanguitas, se compararon culitos presentes con ausentes culitos de señoritas del barrio donde por supuesto salían ganadores por mucho los presentes y el infaltable comentario de que cómo un tipo con semejante pija podía ser puto.
Matias y Ezequiel entre tanto ya hacía rato que se estaban tocando y meneando los palitos y mirándose mutuamente, esperando algún guiño de Jonathan, que seguía lo más tranquilo hablando boludeces sin darse cuenta que sus dos amigos seguían más calientes que negra en baile. Y ya que no se le ocurría al que debía, fue Eze el que como siempre tomó la batuta.
-Bueno Jonathan, tu turno. Matías, la virginidad anal de tu primo es una ofensa para este grupo de honestos culo rotos que han demostrado con creces su capacidad anal y no pueden tolerar un estrecho culo sin estrenar dentro del grupo. Le ordeno que proceda.
Matu no podía seguirle la broma, estaba nervioso, iba a desvirgar a su primo, el que siempre fue su macho, el que lo inició, con el que siempre había sido nena. Y ahora, delante de otro hombre, le iba a comer el culo. Cerró los ojos un poco, recordó sus ganas y sus reproches, recordó cómo se había sentido usado por su primo, no era rencoroso, por lo que mentalmente lo perdonó, pero se dispuso a comenzar con Jony una nueva etapa donde él también gobernara sobre el culito de su primo, donde el también pudiera susurrarle al oído "te gusta putito?, que sentís?"
Jonathan, serio pero resignado, sólo se animó a comentar:
-Está bien, cómo querés que me ponga Mati?, porfa despacito que ya sabés que es la primera vez.
Matías miró a Eze y le pidió que lo ayudara.
-Nooo,- exclamó Jonathan con ojos sobresaltados, – si me la mete él, me destroza, empezá vos Mati, por favor.- Su expresión era de entrega, sumisa, totalmente pasiva y resignada, Mati y Eze podían lograr de él cualquier cosa en ese momento, si los dos chicos se lo hubieran propuesto, podría haber empezado el trabajo Eze para hacer llorar a Jony y hacer esa primera vez inolvidable, y lo hubieran logrado, porque Jony hubiera cedido (en el fondo, como a todos, le fascinaba esa verga inmensa), pero Mati sólo quería que Eze lo ayudara a prepararlo para la penetración primera.
Lo hicieron poner en cuatro al borde de la cama y, mientras Mati le separaba las nalgas, Eze comenzó la lubricación y dilatación. Puso un poco de vaselina en la yema de su dedo índice y, luego de un suave besito en el esfinter, le untó la puertita cerrada y dura.
Siguió poniendo abundante lubricante en su dedo y con cuidado hundió su primer falange en el agujerito casi inexistente, el primer Ay de Jonathan resonó en la habitación silenciosa. Sin piedad Eze clavó a fondo el resto del dedo y se lo dejó quieto adentro mientras Jony se quejaba, cerraba los ojos y movía la cabeza como si lo estuvieran acuchillando.
-No seas maricón que es apenas un dedo!-, le recombino Ezequiel
-Claro, porque no es tu culo-, protestó Jony
-Jajaaaa, te acordás cuando te decía eso y vos te enojabas?, le recordó Matías.
-Está bien, me la banco, seguí,-Ezequiel se lo empezó a sacar, -pará, pará que me estoy cagando!, -suplicó Jony
-Tranquilo man, es mi dedo que sale, ya te vas a acostumbrar.
Ezequiel volvió a lubricar su dedo y se lo mandó nuevamente adentro, con un nuevo ayayay del maraca Jony. Esta vez Eze comenzó un mete y saca con el dedo, empujando las paredes del esfínter para todos lados, buscando la dilatación y acostumbrando al músculo a lo que vendría luego. Sacó, lubricó, puso y revolvió otra vez, luego repitió con dos dedos, provocando nuevos ayes y al fin dio su visto bueno a esa preparación.
Ubicaron a Jony boca abajo en el medio de la cama. Matías se ubicó entre sus piernas. No lo podía creer, tenía a su merced el culo de su primo y la verdad estaba bien bueno el putito, recordó su primera vez, recordó la fiesta en casa de Jony, recordó su bello debut cogiendo a Ezequiel en la costa. Eze le susurró en la oreja "despacito que no es como mi culito la otra tarde, si? Matu asintió, se reclinó sobre Jony, apuntó a su agujerito y comenzó a clavarlo. No, no era lo mismo, ese culito estaba duro, cerrado y su dueño se quejaba como si en lugar de pija le estuvieran clavando la lanza de Calfucurá. Se la sacó, tomó el frasco de vaselina, lo lubricó nuevamente, se volvió a embadurnar la pija hasta que chorreara, con decisión apuntó y, medio amoscado por tanta queja cuando él casi llorando se había aguantado machamente el desvirgue, de un solo empujón se la mandó a guardar entera.
-Ay Mati, me duele, sacala por favor, Eze decile que me la saque, me está desgarrando, me va a sangrar, sáquenmela por favor, por favor!
Matías ya se había recostado sobre la espalda de su primo y comenzó a tranquilizarlo.
-Jony, ya pasa, tranquilo, relajate, serenate y vas a ver como el dolor se va.
Ezequiel también, mientras le acariciaba la cabeza le decía que se relajara, que todos sufrían la primera vez todo eso, pero que en un ratito pasaba y ya después no sólo que no le iba a doler más sino que iba a gozar igual que ellos.
Por unos instantes cayó el silencio en la habitación, donde sólo se sentía el moqueo de Jonathan y los suaves besos que su primo le estaba dando en la espalda. Afuera, el rumor del mar y el viento en la copa de los pinos acompañaban con su suave murmullo, adentro Jony lloraba despacito, un poco por el dolor, pero mucho más por la entrega, porque le estaba dando a su primo su tesoro más preciado, su virilidad entregada para siempre, no era la pérdida que lo hacía llorar sino la emoción de darla a alguien que él quería mucho, por hacerle a su primo ese regalo tan especial y que tanto le había costado primero reconocer y luego entregar. Dolor, felicidad y emoción se combinaban en esas lágrimas. Ya no sería más el macho prepotente, ya no, de acá en mas sería el putito afectuoso que compartiría todo su cuerpo, todo, con su amado (?, no, querido) primo y, bueno, también con Eze.
Ezequiel le alcanzó un carilina y luego de sonarse y limpiarse, con una sonrisa aún húmeda, giró la cabeza para mirar a Mati y le dijo "ya no me duele Matu, empezá"
Matu subió su cadera y la volvió a bajar despacito
-Eso primo, despacito, pero siento que me cago, seguro Eze que no le estoy llenando de mierda la pija a mi primo?
-No primito, sale limpia, quedate tranquilo, – lo calmó Matías sin parar el mete y saca.
Ezequiel, maestro de los maestros, le volvió a susurrar a Mati al oído: -movésela para los costados y para arriba y abajo, así se le agranda y se acostumbra.- La receta funcionó, la sensación de cagarse desapareció, y despacito, muy despacito, como los entra y sale de Matías, comenzaron a aparecer los primeros mmmm y ahhhh de Jonathan.
-Te está empezando a gustar primito?
-Mmm, si, Matu, ahora la siento rica, siento como entra suavecita, calentita, que rico cuando me llena el ortito, mmmm
Eze, sentado en un costado, miraba y se masturbaba despacito. Recordaba su primera vez, él también había llorado, pero también sangrado porque la de Norbi era grande y él era bien bruto, pero al final había terminado con una sonrisa. Envidiaba un poco a Jonathan, porque al lado del suyo, el debut de Jony era casi una noche de bodas.
Matías fue subiendo el ritmo y ya su primito, el que era tan macho, gritaba de placer y le decía que se la metiera toda, que le rompiera el culo, que lo llenara de leche y con cada apretada a fondo, le decía así, así, así, así primito, toda, toda.
Y ya que Jony lo quería, Matu se la iba a hacer sentir toda, lo llevó al borde de la cama y le levantó las piernas. Entró toda, hasta las bolas, con cada pujada sentía cómo el esfinter de Jonathan se abría para hacer lugar al cono final de su pija, cómo podía sentir hasta parte de su escroto dentro de Jony, cómo las bolas de Jony, las más grandes de los tres, se apretaban contra su pancita. Tomó la mano de Jony y la llevó a su esfínter lleno de pija, su primo dilató de asombro sus ojos, estaba lleno, la tenía toda adentro, qué caliente estaba, qué rico sentía. Su pija estaba dura, paradísima, mojada. Volvió a apoyar su cabeza sobre el colchón y cerró los ojos. Con cada embestida de Mati llevaba su cabeza a un lado y al otro, con un quejido profundo y agudo. De pronto, sin avisar, de su pija comenzaron a salir abundante trallazos de leche, a su cara, a la de Mati, a su panza, mientras el lloriqueaba sin lágrimas, de puro placer. Matu apuró, apuró, apuró y apretó y pocos segundos después, entre quejidos, llenó de leche por primera vez el culito ya desvirgado de su primo, que con los ojos abiertos y expresión eufórica le decía "que rico, que rico, que rico, gracias por darme tu leche, ya me hiciste puto, primito, gracias, gracias, te quiero Mati". Mati, por toda respuesta, buscó con sus dedos un charquito de esperma sobre el pecho de su primo, y levantando todo lo que pudo se los llevó a la boca y saboreó despacito la leche de Jony, diciéndole "yo también te quiero primo"
Ezequiel, que se había mantenido al margen porque quería que esa primera vez fuera asunto sólo de los dos primos, sintió entonces que ya era su turno. Se incorporó y parándose al lado de Mati, que seguía con su pija ensartada en el culito de Jony, dirigiéndose al nuevo putito le dijo "ahora quiero yo, me dejás Jony?"
Jonathan, que seguía eufórico y con ganas de seguir teniéndola adentro mirando esos 20 cm erguidos se asustó un poco, pero su morbo pudo más que su miedo y asintió con la cabeza. Mati le pasó el control de las piernas a Eze y se la sacó despacito. El ano de Jonathan estaba bien abierto y súper mojado, no podía estar mejor para comerse una grande, pero de todas maneras, no iba a ser una joda. Eze se acomodó, le levantó un poco más las piernas para que el agujerito quedara a la altura de su palote, apuntó y clavó su glande. El ayyyy, se hizo sentir, no era fácil aguantar eso, al culito de Jony le faltaba mucho para ser como el de Javier, pero de a poquito, ayudando con vaselina sobre el troncazo que le entraba, terminó por engullirse el misil de Ezequiel. Jony se llevaba la mano al ombligo porque allí sentía el golpeteo suave de su machote y, a medida que se fue acostumbrando y se dio cuenta que no iba a quedar empalado como Shaka Zulu, fue perdiendo el miedo y animándose a sentir, y lo que sentía era glorioso. La sensación en su esfínter era total, increíble, caliente, era como un orgasmo sin fin, que le recorría el culito, le subía ardiendo por el perineo y le inundaba las bolas. No lo podía creer, estaba gozando como toda una puta, o mejor aún como un reputo, tenía que llevar la mano a esa nueva pija que le estaba haciendo descubrir un mundo nuevo de placer indecible, nunca había tocado antes una pija salvo la suya, apenas la de Mati un ratito antes pero no por su voluntad. En cambio ahora se moría por acariciar esa pija que le estaba dando tanto placer, qué sensación extraña, sentía que "amaba" a ese pedazo de carne, lo quería llenar de besos, acariciarlo, pero eso implicaba sacarla de su culo y eso ni en pedo. Al fin llevó la mano entre sus piernas hasta la vergota de Eze, qué gruesa era!, no se había dado cuenta en toda su magnitud el tamaño de pedazo que tenía dentro del culo.
Eze, sabio como siempre, se la sacó del culo y se la apoyó sobre la pija y la panza. Jony abrió los ojos con asombro viendo el mástil en toda su extensión, lo acarició de base a punta mirándolo embelesado, se puso de rodillas, lo tomó entre sus dos manos y lo comenzó a besar con pasión, mientras Ezequiel le acariciaba la cabeza. Pero el vacío en su anito se le hacía insoportable, por lo que volvió a su posición y Eze volvió a clavarlo a fondo y a acelerar el mete y saca.
Ahora Jony sólo se quedó acostado, relajado, con los ojos cerrados y quejándose suavecito. Su pija, casi dormida, se bamboleaba al ritmo de los mete y saca en su culito. De pronto abrió los ojos grandes, con asombro y comenzó con ayes entrecortados. De su pija semidormida salían grandes gotones de semen, uno tras otro, el géiser se detenía unos segundos y nuevamente volvía a eyacular borbotones de leche que, como no salían con la fuerza de una eyaculación, iban bajando por el pene de Jony y formando un bello lago en su pubis. Jony, que ya había visto el orgasmo de próstata que el gallego le había provocado a su noviecito, no podía creer que él también lo hubiera logrado, qué le faltaba ya para ser puto?, nada, sólo ponerse una tanga roja y bailar como esa tarde había bailado Mati al ritmo de Mujeres de Honky Tonk.
Ezequiel, puto divino, disfrutaba con cada nuevo indicio de que el machote Jonathan estaba sucumbiendo al placer de una pija en su orto, luego del orgasmo de próstata de su nena ya no necesitaba seguir cogiéndolo. Detuvo su mete y saca y le pidío al inactivo del trio.
-Matu, ayudamente por favor-
-Que querés que haga Eze?
-Metémela
A esa clase de pedido es imposible negarse. Matías se lubricó apenas la pija, le metió un poco de vaselina en el ojetito y parado detrás de Eze, lo tomó de la cintura y de un solo golpe, se la mandó a guardar entera, le dio un par de bombazos, pero aún no estaba confortable, Eze, haciendo de macho no se excitaba lo suficiente para dilatar el culito, necesitó una nueva dosis abundante de vaselina. Eze se quedaba quietito, 15 cm de su pija dentro de Jony, que relajado miraba lo que hacían sus amigos, mientras Matías comenzaba un mete y saca tranquilo, hasta lograr la dilatación del putito, que no se hizo esperar demasiado, el culito de Eze era bien goloso, y en minutos ya estaba delicioso, humedito, blando y suave.
Pero Eze quería hacer otra cosa. Le ordenó a Matías que se detuviera y él comenzó el mete y saca. Empujaba su cadera hacia atrás y su culo engullía la pija de Mati, empujaba su cadera hacia adelante y su pija se enterraba en el culo de Jonathan, estaba en sándwich entre los dos primos pero él tenía la batuta, mandando sobre la pija de uno y sobre el culo del otro y haciendo gozar a los dos y gozando él como loca también. No necesitó mucho para acabar, y más satisfecho que feliz, vació sus huevos en el culito de Jony que, por otra parte, ya había bajado y estaba sólo esperando que su macho acabara para recostarse a descansar. Mati también, más cansado que excitado, se la sacó al Ezequiel y los tres se tiraron en la cama. Conversaron un rato sobre lo aguantador que había resultado el culito de Jony, y éste, sonriendo dijo que ahora sólo le faltaba comerse la del gallego, cosa que no entendió Eze pero recibió por respuesta "mañana te explicamos, ahora vamos a dormir que entre los dos me hicieron mierda".
Se acomodaron los tres en la cama y se cubrieron con las mantas, dejando de coger se dieron cuenta de lo fría que estaba la noche.
(Continuará)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!