La curiosidad me hizo ver, aprender y desarrollar sexo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Los sucesos reales que voy a describirles de mi vida acontecieron hace casi trece años cuando tenía 7 años, vivía en una casa de construcción mixta, mi papá nos visitaba una o dos veces los fines de semana, cuando llegaba, mi mamá me decía Hugo (mi nombre igual que mi papá que es abañil) lleva a tu hermanita Ana (de 4 años) a jugar al parque, regresa cuando te llame, no se muevan de allí.
En cierta tarde estando en el parque me puse a jugar en la resbaladera y sube-baja con mi amiguito Ronald de 11 años y su hermanito César de 9 años me dio ganas de ir al baño corri a mi casa que queda a tres cuadras del parque, sentado en la tasa escuche del otro lado de la pared unos ruidos fuertes y desgarradores de mi mamá, ya los había escuchado antes pero estos eran más fuertes, creí que mi papá le estaba pegando, me subi por la pared de división del baño y por un boquete que da al dormitorio vi a mis papás según yo desnudos conversando con movimientos raros en sus cuerpos como los de las telenovelas, mi papa encima de mi mama metiéndole el pipi por delante y por detrás quede algo sorprendido viendo todo eso me calmé al ver la cara de felicidad de mis padres, ya entendí por qué mi mamá nos mandaba al parque cada vez que mi padre venía, era para eso, era su secreto, aunque cuando era más pequeño me hacían dormir y se encerraban en su cuarto (dos años después me enteré que mi mamá era su amante y que mi padre tenia un matrimonio con otra mujer y tenia 1 hermana y 2 hermanos mayores de padre que le ayudaban en las construcciones).
Escuché tocar la puerta del baño era Ronald, rápido la abri para decirle inocentemente que se subiera conmigo a ver eso que creía era un juego, Ronald dijo que ya se orinaba, fue la primera vez que vi su picha blanquita, luego de orinar nos subimos al ver a mis padres Ronald se reia me dijo que si era un juego con secreto llamado culeo, me dijo que si quería aprender ese juego, yo acepté porque se veía rico, ambos nos desnudamos rapidito, me estiró la picha me gustaba rico rico me quedó bien parada me acosté en el piso, la picha dura de Ronald pasaba por mis bolas sabia hacerlo bien tan suave y tan rico me daba besitos en mi espalda pasaba su picha por mi culo se sentó sobre la tasa y me hizo sentar sobre él diciéndome que saltara como jinete, me gustó mucho su picha sobando mi culo quería seguir pero me acordé de mi hermana en el parque Ronald no quería soltarme que me quedara quieto otro ratito más, dejé que me diera besos en la espalda y nos levantamos vi su picha roja como un tomate que orinaba, me provocó hacer lo mismo, nos vestimos todavía se escuchaba ruido en el cuarto de al lado salimos corriendo al parque.
Cuando podíamos estar a solas nos tocábamos las partes intimas en señal de culear inocentemente me le pegaba atrás de su espalda mis amiguitos se reían pero Ronald enrojecido de vergüenza me hacia para atrás en voz baja me decía que era nuestro secreto, le entendí porque ya estaba iniciándome en la necesidad de que me haga suyo.
Ronald me dijo que tenía fotos de mujeres desnudas haciendo sexo aprendi posturas que en el parque la hacíamos vestidos dismulando que eran luchas, en una de esas, no soportamos hacerlo vestidos y decidimos ir a mi baño a hacerlo desnudos, nos acostamos en el piso para hacer el 69, sentado en la tasa con las piernas abiertas me mamó la picha me sentí en otro planeta, cambiamos y era yo el que le mamaba su picha ya cuando creía que deberíamos salir me acostó con el culo arriba me metió un dedo para según el abrir un poco mi culito para que luego entre su picha me relajé porque seguía con ganas de más apoyé mi cara en mis manos la caliente picha de Ronald se movia por mi culo sentí un templón como tirón y ardencia con dolor por instinto me lo quité de encima diciéndole que me dolia que no me haga eso, Ronald estaba tan caliente deseoso de sexo que no me dijo nada y me la volvió a meter de a poquito yo gemi duro por el dolor creo que me penetró a medias con un rapidito mete saca y me soltó.
Justo al vestirnos tocan la puerta del baño, abri y era mi papá que sorprendido nos pregunta qué hacíamos encerrados, algo sorprendidos por el descubrimiento el que habló fue Ronald diciendo que estábamos orinando la mirada de mi papá fue directo a mi cara algo sucia asi como mis brazos pero frunció su frente al ver mi trusa mal puesta muy salida del short e inconcientemente me sobaba mi culo regresando a ver a Ronald que apenas se sobaba su picha, mi papá tan sólo me dijo que traiga a mi hermana, sentado en la sala me dijo en voz autoritaria que no quería verme más con es e chico mi mamá se acerca y le pregunta que estaba pasando algo escuché a mi papá que le decía en voz baja que ese chico Ronald me estaba culiando, que me estaba haciendo marica, mi mamá se alarmó y también me gritó pero no me golpearon, desde ahí ya no sali solo al parque pero Ronald un chico muy bonito me había dejado su huella creciendo la necesidad de sexo.
A los pocos meses mi mamá sufrió un golpe en la columna que la inmovilizó por un buen tiempo postrada en la cama, vino a atenderla mi abuelita mi padre poco frecuentaba a mi mamá por respeto a mi abuela pero le dejaba el dinero.
Mi abuela me daba más libertad de salir a la calle con mi hermanita en una de esas temprano en la noche yendo a comprar lo topo a Ronald en la tienda me miraba de reojo yo le sonreí, Ronald cortó el hielo preguntándome por mi primito y de nuevo establecimos amistad, cierto día planeamos con varios chicos jugar al tiki-mán, Ronald me llamó para que lo acompañe a su casa a ver unas pistolitas, entramos en un cuartito parecido a una bodega de trastes viejos que queda junto a su casa, me mostró las pistolitas algo quebradas jugueteamos un poco haciendo luchitas para quitarnos las pistolitas cai primero al suelo recibiendo el cuerpo de Ronald por segundos me quedé quieto esperando que se levantara pero lo que hizo fue moverse sobre mi espalda bajándome mi short y la trusa, me preguntó que si me acordaba de eso y le dije que si se llamaba culeo me preguntó si quería hacerlo y yo le dije que si, nos quedamos solo en camisetas, me acostó sobre unos trapos llenos de polvo abriéndome las nalgas metiéndome su picha se sentía rico lo recordaba nuevamente mi deseo cambió cuando me la metió más adentro y sentí un agudo dolor le dije que ya no más pero seguía insistiendo de tanto suplicarle con voz fuerte me dejó en paz salimos a seguir jugando de ahí cada vez por cualquier excusa me llevaba a su casa y estando a solas me sobaba la picha solmanete en la entrada de mi culo, fue en esos juegos de las escondidas cuando ya entrada la noche semidesnudo entre los matorrales me abri de piernas para jugar con la picha de que Ronald, me retorcía pero aguantaba la metida de picha no me la metió del todo porque se levantó a orinar diciéndome cariñosamente que me fuera en silencio y que no dijera nada.
Cada vez que deseaba nos mamabamos las pichas montándonos a culearnos haciendo las posturas que Ronald me enseñaba en el parque a solas, fue rico hacerlo hasta que se fue mi abuela y se iba terminanado mi libertad de salida a la calle hasta las 8 p.m.
El tiempo transcurría, pocas veces lo hacía con Ronald, cuando yo tuve cerca de los 10 años, me contó que se desvirgó con una puta (Ronald ya tenia más de 14 años) me mostró su glande descubierto su picha ya tenia pelitos miraba la mia y me decía que ya me saldrían, pasaron meses los chicos del vecindario programaron una pijamada en la casa de Ronald (sus padres son a todo dar, muy buena gente) asistí a los juegos que hicimos en el jardín ya entrada la madrugada un grupito de chicos mayores encabezados por Ronald bebían calladito botellitas de ron con cola.
Ronald me despierta haciéndome señas que lo acompañe vi a los chicos dormidos que roncaban, lo segui saliendo de su casa y entrando a la bodega de trastes viejos, estaba un poco mareado me mostraba en las sombras una especie de cama diciendo que me desnudara que quería hacerme el amor se sentó con su picha bien parada haciéndome gestos que me acercara a mamársela lo hice como siempre llenándolo de placer de lo mareado que estaba no le salía el liquido seminal me hacía hacerle más rápido la mamada, me hizo sentar sobre su picha algo penetrándome el culo, me dobló y me empujo acostándome se me puso encima y sin compasión me penetró diciéndome que ahora si iba a romperme el culo su picha entraba en mi culo sintiendo su tibieza y tremendo tuco entrando les aseguro que me dolió muchísimo cuando me entró todita alcancè a gritar de dolor me tapó la boca no me la sacaba porque me decía que quería sentir este momento que lo había soñado desde hace mucho tiempo.
Después me la sacó pero noté que no estaba satisfecho porque se masturbaba la picha ya estando bien dura y gruesa me la volvió a meter pese a mi negativa, otra vez sentí un fuerte dolor aunque menor al primero en cada penetrada sentía un deseo agradable pero acompañado de un dolor, al rato sentí dentro de mi culo su semen, Ronald se desplomó sobre mi cuerpo totalmente sudado diciendo que yo ya era completamente suyo, caminé con dificultad al baño limpiándome mis partes intimas, me costaba sentarme ya sabia que cuando a uno le rompen el culo le sale sangre en mi caso no fue mucha, regresé a mi puesto de dormir mi pijama estaba lleno de polvo a través de las sombras vi acercarse a Ronald darme un beso en la mejilla, no se lo acepté por recelo.
Pasaron los días Ronald era muy considerado conmigo y en los siguientes encuentros sexuales me penetraba más deliciosamente, cuidando que su hermano César no nos descubriera cuando le mamaba la picha.
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