La dulce cogida de mi primo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Naci con el nombre puesto de Romel, desde muy pequeño tuve toques y roces sexuales con mis primitas y primitos en especial con mi primo Dalton que simplemente eran montaditas que nos cogiamos vestidos detrás de la casa a oscuras o cuando quedábamos unos ratitos a solas, en la mayoría de las veces yo era la mujer en otras era mi primo la mujer, eso lo aprendimos viendo telenovelas en donde se besaban y se hacían el amor los protagonistas también aprendimos de los chicos mayores del barrio en sus conversaciones o cuando los veíamos hacer entre ellos y después nos lo hacían, yo lo hice especialmente con uno de ellos de nombre Luis que tenía 14 años, aprendi a mamarle el pene y a que se monte sobre mis nalgas desnudas con su paloma.
La relación con Dalton era a todo dar y se hizo más hermosa aquella noche en que se quedó a dormir con mis tios en mi casa, yo tenia 15 años y él 17 años, platicamos de sexo me dijo cómo se había desvirgado con una vieja y en broma dijo que mi culo era más delicioso que el de aquella vieja, me sonrojé respondiéndole que su pene era más pequeño que una pepa de guaba, las bromas se incrementaron lanzándonos almohadas, me cambié de ropa en el baño al salir mi primo ya estaba en pijamas, su pene prominente se dejaba ver en la tela también las curvas de sus nalgas, la raja de su culo chupaba el pijama a tal punto que entendía que no tenia bóxer.
Desde mi cama no pódia dejar de mirar el cuerpo de Dalton acostado sobre su cama dándose vueltas, abriéndose o alzándose las piernas, metiendo sus manos dentro del pijama masturbándose el pene, gemia de placer, al verlo, mi corazón latía a mil, mi pene estaba tieso como mástil me masturbé en mi colchón movia mi pene en postura de coito me salio alguito de liquido seminal Dalton me quedó mirando pensativo, al ratito me dijo que me acercara con recelo lo hice miró un tanto mi pijama mojado y se sonrió, me dijo: Házmelo, yo le pregunté qué quería y me dijo: tu sabes, hazme el amor, cógeme mi pene, sin decir más nos desnudamos unimos nuestros cuerpos calientes en la cama nos dimos besos con lengua, recordé ese pene suavecito pero gruesote y le abri las piernas para mamar ese pene bien parado que esperaba mis húmedos labios, chupe y chupe saliendo ese aroma característico de pene y ese saborcito agridulce salado, estaba tan caliente que mi lengua pasaba repetidas veces por sus nalgas y sus testículos llenos de pelos castaños, aún recuerdo el aroma de su cuerpo a colonia y talco de chico aniñado.
Las manos de Dalton se movían en mi cuerpo con sutileza, la carne se me ponía de gallina cuando frotaba mi pene, movia tan rico sus dedos por la columna hasta llegar a mi ano, besaba y chupaba mis nalgas eso hacia que mi pene se me endure más, mi cuerpo aumentaba de temperatura, mi respiración aceleraba, abri mi boca para seguir mamando su pene al ratito pensé que iba a botar el ssemen como en otras ocasiones, pero esta vez me dijo que queriqa botarlo en mi culo, estaba tan caliente que acepté, en es emomento mis temores de perder la virginidad d emi culo no me importaba que ria que esa rica verga lo haga.
Dalton preparó el terreno deliciosamente lubricando mi culo con los dedos, chupaba mi ano y lo lamia con la lengua, apretaba mis manos sobre las suyas, mordía de placer mis labios, Dalton me decía que iba a ser suyo, pasaba el pene por las nalgas, sentí en la entrada del hueco de mi culo algo de su liquido preseminal, me lo metió un poquito y pujé, me lo sacó y me metió sus dedos para según él, abrir más el hueco, intentó penetrar el glande pero su pene es tan grande que yo pujaba del dolor, me decía que ya faltaba poco, el glande taladraba despacito mi culo y hacia en la entrada de mi culo unos cortos mete y saca en cada acción lo sentía más adentro, otra vez me metia los dedos y s elos llevaba a su nariz para olerlos y me los hacia pasar por mi nariz diciendo huele tu culo.
Me puso a un costado de la cama, abrí mis piernas lo que más pude dedejándole bien descubierto el heuco de mi culo al su pene que penetraba suavemente, esta vez el dolor se agudizó y pujé mucho al mismo tiempo que me la metia las manos de Dalton masturbaban mi glande por un costado de mi cadera, su lengua pasaba por mi cuello y con los dientes me hizo un delicioso chupete, yo seguía mordíéndome los labios, decía que ya mismo la palomita entraba a su jaulita oscura, dejó de intentar penetrarme más por esa postura acostándose en la cama, me sentó sobre su cadera nuestros labios estában frente a frente ambos penes estaban frotándose, hicimos la cabalgada sobando mis nalgas dándole golpecitos suaves, los dedos recorrían mis nalgas y penetraban suavemente mi culo sujetó mis caderas, me levantó un poquito y de un sentón la paloma de mi primo entró totalmente en la jaula oscura que era mi ano, di un gran grito que lo absorbí con saliba y gemidos.
Me la sacó muy despacito y asi mismo me la volvió a meter, me acostó boca abajo diciéndome que no me moviera, trajo papel higiénico pasándomelo por el culo, me levantó para lavarme el culo con agua y jabón, preferí que me dejara solo porque quería ducharme, el agua caia por todo mi cuerpo sintiéndome raro como en otro planeta, estuve largo rato mojándome y limpiándome el culo que me dolia, oriné y boté un poco de caca, la ardencia fue grande al botarla, cuando me limpié, vi manchitas de sangre, al botar el papel se unió con el que Dalton me había limpiado el culo que contenía sangre por un ratito miré esos papeles ya se pueden imaginar lo que pensaba, si, allí estaba la prueba de haber perdido mi virginidad.
Sin decir una sola palabra me acosté en mi cama de espaldas a Dalton, sentía un poco de recelo por lo que me había hecho pero al darme la vuelta me estaba mirando fijamente, se acercó y me preguntó si podía sentarse junto a mi, acepte, sentí su cuerpo caliente, me acarició el pelo y las mejillas me dijo susurrándome al oído que había sido maravilloso lo que hicimos, yo no salía de mi shock emocional de haber perdido mi virginidad pero dentro de mi ya estaba el deseo de ser suyo otra vez por lo rico que me había cogido, permiti que metiera las manos dentro del pijama para que me tocara mi pene y testículos jugueteando con los dedos, mi pijama lo iba bajando y sacando de mi cuerpo quedé nuevemente desnudo, se sacó el suyo, se puso encima mio, frotaba mis nalgas con el pene, nos pusimos calientes, puse mi cara en las almohadas, el pecho de Javier se puso sobre mi espalda besándola repetidas veces, lamiendo mi cuello y mis orejas hasta que por fin sentí otra vez el pene de Dalton penetrando mi culo sentía más dolor pero al ratito botó semen en mis nalgas y en la entrada de mi ano.
Me limpié otra vez en el baño, nos quedamos desnudos, bien dormidos esperando a que nos despierte un nuevo día que asi como otros han sido deliciosamente aprovechados en cada una de las vistas a nuestras casas, en cada metida de su pene, mi culo se enduraba más y se hacía más rico.
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