La entrepierna de don Joaquín 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RockoMiranda.
Me describo nuevamente, soy un chavo de 27 años, alto, atlético, atractivo y con unas nalgas bien formadas y redondas (herencia de mi madre y de la madre de ella).
Ese día fue único, nunca iba a olvidar como un niño de 8 años tocó, sobó y saboreó, la verga venosa, grande y gorda de un hombre de 35 años.
Regresando a ese día en la casa de don Joaquín cuando me dio a probar su deliciosa verga y su leche caliente y rica, ese día yo pedía más y más leche y el me complació, me llevo a la cama, estando allí me sentó en el bordo de la misma y allí estaba ese hombre de 35 años desnudo y con una verga venosa y gorda me pidió q abriera de nuevo mi boca, así lo hice y él puso su verga dentro de mi boca; recién la había dejado de chupar y no estaba para nada cansado, con esa verga grande y gorda dentro de mi boca no hice otra cosa más que mamarla con mucho entusiasmo.
Estaba tan entretenido en mi hazaña que no me había dado cuenta que don Joaquín me miraba con sus ojos lujurioso y llenos de deseo, me detuvo cuando yo estaba más concentrado que nunca, me dijo q me parará y así lo hice, me dijo quítate la ropa, no lo hice pues me dio miedo y vergüenza estar frente a él sin ropa, entonces el me empezó a quitar la camisita y la pantaloneta dejándome solamente en una trusita roja, en ese momento me empezó a tocar las piernas y los brazos… acto seguido me empezó a agarrar las nalgas por encima de la trusa yo sentía muchas cosas extrañas hasta ese momento, pero me estaban gustando, de pronto me bajo la trusa dejándome desnudo ante el tal y como él lo estaba.
Me dijo que me sentara en una de sus piernas y así lo hice, el seguía tocándome por todos lados y a mí eso cada vez me gustaba más y más.
Con voz de orden me dijo que me acostara en la cama, tímidamente me recosté pero aun sin saber porque me lo pedía, sin ver que era lo que pasaba siendo como la lengua de don Joaquín iba recorriendo mi cuerpo hasta encontrarse con una de mis tetillas cuando la empezó a chupar sentí muy extraño no sabía qué hacer si alejarlo o dejarlo seguir, me estaba chupando el pezón y de pronto se pasó al otro y así jugo con uno y con el otro, eso se sentía delicioso mientras hacía eso empezó a jugar con mi pequeña verga que estaba parada, dejo de chuparme las tetillas para empezar a bajar con su lengua por mi vientre y llegar hasta donde se encontraba mi verga erecta, vino y de un solo bocado eguillo mi verguita dura y viscosa, sentí morir cuando el hizo eso pero estaba muy rico sentir su boca en mi verga.
El siguió con esa faena y de pronto siento como uno de sus dedos empieza a hurgar en mi pequeño y rosadito ano, empezó a jugar con su dedo en mi ano, al principio sentí molestias pues jamás me había pasado el dedo por allí pero con forme lo siguió haciendo me empezó a gustar, eso se volvía delicioso, llevo uno de sus dedo a la boca para llenarlo de saliva y lo devolvió a mi ano ya todo mojado con su propia saliva, eso hizo que el dedo por fin rompiera la barrera que mi ano había puesto para no dejar entrarlo, fue inevitable gemir cuando por fin ese dedo entro en mi culito, se sentía aún más rico sentir su dedo dentro de mí.
Doble placer estaba sintiendo en ese momento, la boca de don Joaquín estaba en mi verguita y su dedo se encontraba masajeando mi ano, el torbellino de sensaciones era enorme y aun desconocía todo lo que vendría más adelante.
Y entonces sentí a otro intruso más dentro de mi ano, era el segundo dedo que entro sin sentirlo pues ya me encontraba muy dilatado, un par de gemido agudos y muy fuertes salieron de mi boca cuando el segundo dedo se incorporó a la ardua tarea que don Joaquín estaba haciendo en mi ano, con maestría siguió engullendo mi verga y al pasar de unos minutos sentí unos escalofríos en mi cuerpo y mis piernas se tensaron no sabía que hacer sentía que me iba a orinar pero no era eso, lo que sentía era un orgasmo, pero al ser muy pequeño no salió nada de mi verga, solo fue la sensación del orgasmo la que llego a mi e hizo que mi cuerpo se estremeciera, el placer se apodero de mí y empecé a pedir más, cuando mi cuerpo se empezó a estremecer don Joaquín se dio cuenta y empezó a mover más rápido sus dedo haciéndome gemir con los placeres que él me estaba proporcionando.
Nuevamente sin darme cuenta ya eran tres los dedos que tenía dentro de mi culo, no lo podía creer ese hombre de 35 años me tenía 3 dedos en el culo, a mí un niño de 8 años, esa sensación era la más rica y placentera de mi vida.
Se paró frente a mí y me dijo:
-Ya estás preparado
-para que, pregunte sin saber de qué me hablaba
-para que te comas mi verga, decía don Joaquín tomando con sus manos esa verga gorda y venosa
-pero eso me va doler y no creo que me quepa toda, dije con temor en la voz
-no te preocupes, no hay nada que temer, yo me encargo de todo, dijo con autoridad
Entonces don Joaquín tomo un bote de crema de la comoda que se encontraba en la habitación y puso crema en su verga y otro poco más en mi ano rosadito y bien dilatado.
Entre señas y señas me indico que me diera vuelta en la cama, como acostado boca abajo, así lo hice y pude sentir como don Joaquín con una mano abría mis nalgas y empezaba a rozar en la entrada de mi ano esa gorda y venosa verga, sabía que iba a pasar pero el roce de la verga de don Joaquín en la entrada de mí no me estaba gustando, se sentía rico e ignoraba lo que venía.
De pronto siento como don Joaquín empezó a hacer presión contra mi ano con esa dura y gorda verga, un gemido se le escapó de la boca al mismo tiempo que un grito salió de la mía, la cabeza de esa venosa verga había entrado en mi esfínter, el dolor se apodero de mí y quise escaparme de él, logre sacármela a puros empujes y empecé a llorar pues me había dolido, don Joaquín me calmo y me pidió que lo disculpara que ya no me iba a dañar mas pero que lo siguiéramos haciendo que lo iba a hacer con más calma, entonces accedí a volver a hacerlo, pues entre el dolor sentí un leve y ligero sabor del placer.
Volvimos a la misma posición de antes y don Joaquín se volvió a acomodar encima de mí, empezó de nuevo a rozar su verga en mi ano y el placer llego a mí, era un sabor indescriptible el que sentía cuando él hacia eso en mi ano, volvió don Joaquín a presionar su verga sobre mi ano y esta vez entro sin tanto dolor, pero don Joaquín seguía gimiendo con cada entrón que le daba a mi ano, entonces solo la cabeza de su verga había entrado y don Joaquín deliraba de placer, yo el dolor lo sentía pero sentía el placer en la entrada de mi ano y con esa motivación de placer empecé a moverme hacia atrás y don Joaquín me dijo que no lo hiciera que me iba a lastimar si entraba más de su verga en mi ano, no lo escuche pues el placer iba entrando en mí y empecé a empujar mi culito hacia arriba para sentir más la verga de don Joaquín dentro de mí, entonces los gemidos míos se pusieron en sincronía con los ya fuertes gemidos de don Joaquín al ver como su verga desaparecía en un culito de 8 años.
-Wow bebe que rico se siente, dijo don Joaquín
-si se siente rico, dije entre delirios
-ya vas a la mitad, no quiero lastimarte, para dijo con voz temblorosa
-se siente muy rico don Joaquín, quiero más de su verga en mi ano, le dije
-en serio bebe quieres más de mi verga dentro de ti, pregunto
-si si si quiero más dije
Acto seguido tire un empujón con mi culito hacia arriba y pude sentí en mis nalgas lo vellos de la pelvis de don Joaquín, lo había conseguido la verga de don Joaquín estaba dentro de mí.
Al ver esto don Joaquín grito muy fuerte “mi amor que rico” y se dejó caer sobre mí, haciendo que su pene callera con gran peso dentro de mi ano que lo recibía con mucho deseo, el placer estaba en la habitación y lo estábamos sintiendo, don Joaquín recobro la conciencia de todo lo que hacíamos y se levantó levemente y volvió su mirada en dirección a mi ano y sorprendido de ver como su verga no se encontraba visible pues toda esta dentro de mí, se empezó a salir de dentro de mí y confirmo que si su verga estaba totalmente dentro de mi ano.
-mi amor la tienes toda adentro, me dijo
-sí que rico se siente tener toda su verga dentro de mi don Joaquín
-bebe ya no aguanto más, quiero destrozarte ese hoyito, dijo con gemidos
Y empezó a bombearme lenta y placenteramente el ano, era lo más rico que había probado y me estaba encantado.
El seguí con su cabalgata y yo era la montura que él estaba dándose, su verga estaba dentro de mí y salía para volver a meterse hasta el fondo de mi ano, su gemidos iban en aumento y yo me acoplaba a sus gemidos.
Con una mando me tomo y se giró para poder quedar el abajo y yo arriba, sentado sobre su verga, era deliciosa esa posición y mi ano pedía a gritos ese bombeo, entonces empecé a darme de sentones ricos y su verga entraba de mi culito, era el placer en carne propia, me pedía que siguiera con mi cabalgata y así lo hacía, claramente sentía su verga gorda, dura y venosa entrar y salir de mi ano, sentía como masajeaba las pareces de mi culito, entre todo ese bombeo que yo mismo me estaba dando sobre su verga mi cuerpo empezó a erizarse y sentí como mi cuerpo empezaba a contraerse, don Joaquín lo sintió y empezó a empujar fuertemente su verga dentro de mi culito pues yo me quede inmóvil al sentir mi cuerpo estremecerse, don Joaquín me seguía penetrando y me dijo “bebe estas teniendo otro orgasmo, quiero que lo tengamos juntos” y entonces empezó a bombearme más rápido con su verga, se sentía delicioso, mi cuerpo está teniendo su segundo orgasmo y era con la verga de don Joaquín dentro de mi culito, don Joaquín empezó a gemir mucho más fuerte que antes y me dijo “bebe me vengo agg ag aggg ahhhhh si toma mi leche en tu culito, si recíbela, es tuya mi bebe aggg agg” y se dejó caer sobre la cama, me sentía exhausto pero complacido, se vino dentro de mí y su leche estaba en mi ano, aun encima de él me deje caer sobre su pecho y me recosté, su verga no salía aun de mi ano y sus gemidos seguían vigentes.
-Bebe que rico estuvo eso, dijo don Joaquín
-si se sintió rico, dije muy cansado
-mi amor me has dado el mayor de los placeres, serás mío siempre mi bebe, me decía con leves gemidos
-si quiero que me hagas esto todos los días, dije moviéndome levemente sobre el
– ahhh bebe no sigas así que aun tienes mi verga en tu ano y me la estas masajeando, dijo con gemidos
Yo astutamente me volví a mover y le causaba gemidos a don Joaquín… yo quería mas pero eso lo contare después…
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