LA FAMILIA DANKWORTH KELLY I
Patrick recibe visitas… .
Capitulo 1.-
Luego de irse definitivamente a la cabaña del bosque, Patrick se vio en la necesidad de trazarse rutinas, hacer cosas que le permitieran mantenerse ocupado, para así no pensar en Maggie. Cada día se levantaba antes de la salida del sol inclusive, se lavaba la cara, las axilas, y salía a recoger las hojas de los árboles, ver cómo estaban los animales, si había que ponerles comida, de vez en cuando se iba a revisar las trampas que había colocado en el bosque, para ver si había algún conejo, un oso, o algún otro animal que pudiera servirles de alimento.
La vida de Patrick y Christopher, en cierto modo, era tranquila, y para los ojos de algunos, podría hasta parecer aburrida. Pero ellos se divertían a su manera, Patrick enseñaba a su hijo a tratar a los animales con respeto, a atenderlos con cariño y a ganarse su confianza, también, cuando tuvo el tamaño suficiente, le fue enseñando a cabalgar, colocar la pólvora en el mosquete, apuntar, y disparar, para que pudiera defenderse en caso de ser necesario. En los días de verano se iban a pescar al arroyo, y después de tener asegurada la pesca, se daban un chapuzón en las deliciosas aguas. Luego volvían a casa a preparar la cena, comer, y dormir. Durante las noches, Patrick tocaba su violín hasta que ya el sueño lo vencía y se dormía.
Él no creía que podría con semejante responsabilidad como criar un niño, y mucho menos solo. Siempre había pensado que Christopher necesitaba el apoyo, el cariño, y el cuidado de una madre, sobre todo cuando comenzó a mudar los dientes, cuando comenzó a querer treparse a los árboles, cuando comenzó a aprender a tocar el violín, cuando llegaba cubierto de lodo a la casa después de haber estado jugando con los animales. Siempre pensaba en Maggie y las caras que pondría al verlo hacer esas cosas, a él le resultaban muy divertidas, y creía que a lo mejor ella, donde fuera que estuviera, estaría viendo a su pequeño desarrollarse y convertirse en un niño grande.
Para las celebraciones de cumpleaños de Christopher, ya era costumbre que su abuela le horneara un pastel y se lo llevara, así celebraban un año más de vida de Christopher, junto con su padre, sus abuelos, su padrino y el tío de este, a quien también llamaba abuelo.
Todos los días Patrick se ocupaba, al inicio solo, porque no podía poner a su hijo a ayudarle, pero cuando ya su hijo estuvo en la edad como para ayudarlo, le fue asignando tareas, y así el pequeño Christopher ha ido aprendiendo a estar ocupado y ante los ojos de Patrick iba ganando también cierto tono muscular, lo cual lo hacía parecerse mucho más a él y el padre lo observaba orgulloso. Christopher no recuerda a su madre, ya que apenas tenía dos años de nacido cuando ella murió, y es poco lo que su padre le conversa respecto a ella, lo único que le dice es que era una mujer muy hermosa, audaz, culta, e inteligente, con un color de piel muy exótico, y que él tuvo la suerte de sacarlo igual.
Como ya es usual, Patrick, desde muy temprano, está afuera de su cabaña, haciendo sus labores cotidianas, limpiando las hojas que se van acumulando sobre el tejado, regando los cultivos, alimentando las gallinas, revisando los cerdos, haciendo que las vacas coman y beban su agua, ya ha vivido aquí por los últimos 3, casi 4 años, junto a su hijo Christopher, en lo que llama su pequeño pedazo de paraíso, ya que no tiene contacto con nada del mundo que dejó atrás, sino el necesario.
Snows Hill queda relativamente próxima, pero lo suficientemente lejos como para no ser visitado por curiosos, ahí es donde él se acerca a ofrecer sus productos en su carreta, luego, compra lo que necesita y se devuelve, siempre con su hijo, quien como a sus ojos de padre está tan pequeño, no puede dejarlo solo en casa.
En este lugar especial, Patrick se siente libre, se siente pleno, lejos de las cosas que dejó en la casa donde vivió con Maggie, lejos de su recuerdo, más en contacto con la naturaleza, sin la perturbación de los ruidos de la aldea y los curiosos y metiches que siempre iban a la casa a ver cómo seguía en su duelo por su difunta esposa, que según él mismo: “sólo lo hacían para satisfacer su curiosidad morbosa”. Incluso, la señora Lana Mackenzie, más de una vez le ofreció alguna de sus hijas en matrimonio, pero él jamás aceptó.
Patrick a veces piensa: “¿Por qué la gente escoge vivir rodeada de personas que no hacen sino mirar todo lo que uno hace en casa para criticar y no aportan nada bueno? Siendo que mi hijo y yo, en este bosque, donde lo tenemos todo, podemos andar a nuestras anchas, incluso, completamente desnudos, sin sentir que somos juzgados por terceros.”
Ese día Patrick había salido desde temprano a hacer sus labores y únicamente llevaba su pantalón arremangado hasta encima de las rodillas, como estaba acostumbrado a hacer durante el verano, y porque ese era el día en que sus padres lo visitarían y no se sentía del todo cómodo mostrando sus partes íntimas ante ellos, pero por su parte, Christopher, su hijo, andaba sin reparos, en total desnudez, por donde quisiera.
A eso de las 8:00 de la mañana, ya estaban los padres de Patrick, Reginald y Deirdre, en la cabaña de su hijo, decidieron ir a llevarle algunos panes que la madre había horneado y algunos otros insumos, como pólvora y balas para poder cazar y/o defenderse.
¡PATRICK ALEXANDER GERALD DANKWORTH KELLY! ¡Abre la puerta que ya estamos aquí!. Así se anunciaba su padre cada vez que llegaban de visita temprano para que su cachorro supiera que debía colocarse algo de ropa, sobre todo cuando iba acompañado de su esposa.
¿Papá? ¡PAPÁ! ¡MAMÁ! ¡Que alegría verlos! ¿Qué los trae por acá? Dijo Patrick desde el techo de la casa donde estaba quitando unas hojas para que no pudrieran el mismo y dando un salto para caer al suelo junto a ellos.
Tras abrazarlos efusivamente, como era costumbre en ellos, dijo la señora Deirdre simulando estar disgustada:
En realidad, venimos a verte, bueno, a ver nuestro nieto, ya que lo llevas a la aldea, pero a la casa no vas. Ni siquiera a ver a tus hijas. Debería darte vergüenza. Y… ¿Dónde está mi pedacito de cielo?
Aquí estoy… ¿No me ves? Dijo Patrick sonriendo y abriendo los brazos al tiempo que daba una vuelta frente a su madre.
No… Hablo de mi niño hermoso, mi angelito… No tú… Mírate como estás, todo sudado y hediondo… Puaj…
Jajajaja… Déjalo quieto Deirdre, nuestro hijo estaba ocupado trabajando, además, es un muchacho todavía… Y muy apuesto a decir verdad, bueno, igualito a mí… Jajajaja.
Jajajaja… Es cierto papá, cada día me parezco más a ti, y Christopher… Pues… Está cada día más terrible mamá, de verdad, hay momentos en que pienso: ¿Será que yo era así a su edad? Pero por ahora duerme, anoche estuvo inquieto durante casi toda la noche, no hallaba acomodo en ningún lugar, amaneció dormido frente a la chimenea.
Jajajaja, tu hijo es un ángel, en comparación contigo cachorro, le dijo Reginald.
Entonces, ¿yo soy la comparación para niños difíciles? Jajajaja
No le hagas caso a tu padre, vamos a entrar y ponte una camisa, está haciendo frío. Vamos a despertar a mi príncipe y comamos algo de lo que traje.
Por cierto. ¿Cómo están Annete y Celine? Porque las veces que he ido no las he visto. Preguntó Patrick.
Ellas están bien, están en París, con su madre, Dauphine, y Saoirse está cada vez más sobre-protectora con ellas. Ya tienen 10 años, y están en la edad donde no quieren ser tratadas como niñas, pero no quieren tampoco ser mujeres… Jajaja. Dijo Reginald.
Jajaja… ¿La abuela Saoirse? Pobrecitas, no han visto nada aún. Voy a tener que llevar a Christopher para que las conozca, no sé si las recuerde…
Sería bueno, porque ellas sí lo recuerdan a él, a su hermanito, dijo Deirdre.
Al entrar en la casa, la abuela Deirdre despertó amorosamente a su nieto, quien dormía ante la casi extinta lumbre de la chimenea, completamente desnudo, arrullado por el calor remanente y el tic tac del reloj de péndulo que había en la sala.
Hummm… Todavía no papi… ¿abuela? ¡ABUELA! ¡Ay! ¡Ay! Me voy a vestir… Dijo Christopher al abrir los ojos y ver quién lo había despertado tratando de cubrir su desnudez con sus manos.
Tranquilo hijo, aún estás en edad de andar como te plazca, dijo el abuelo Reginald. Riendo a carcajadas ante la sorpresa de su nieto que había sido encontrado por ellos durmiendo de esa forma. Es más, ¡ven a darme un abrazo!
Christopher se levantó y corrió a los brazos de su abuelo, quien alzó sus 50 kilos de peso como quien levanta una pluma.
Hummm… Hueles… hueles… Hueles a duraznos asados… Jajajaja. Dijo Reginald. Quien olfateaba el cuello y las orejas de su nieto haciéndole reír al contacto de su barba.
Sí, jajajaja… debe ser por estar cerca del fuego, agregó Patrick.
Bueno, precioso, ¿por qué no vas a ayudar a tu abuela en la cocina mientras tu padre y yo nos ponemos al día en algunas cosas? Dijo el abuelo colocando su hermoso nieto en el suelo viendo lo mucho que ha crecido y lo bien que se ha ido desarrollando.
Bueno… ¿Pero luego me meces y me lanzas al aire?
¡Claro que sí!
Christopher disfrutaba mucho de este juego, donde su abuelo lo levantaba del suelo y de un solo movimiento lo hacía flotar en el aire.
Bien, abuela… ¿necesitas ayuda?
Si amor… Pero ve a ponerte algo, porque no queremos que te vayas a quemar.
Bueno…
Una vez que Christopher y su abuela estaban ocupados en la cocina, comenzó una singular conversación entre padre e hijo.
Demonios, pero que calor hace en esta casa, voy a quitarme la camisa, la tengo empapada de sudor.
Está haciendo frío, ponle un leño a la chimenea…
Nooo mujer, yo estoy sudando, y Patrick también, así que, ya que estamos en familia, y puedo andar como me plazca, ¿verdad que sí hijo? Dijo Reginald sonriéndole a Patrick.
Jajaja… Es cierto… Adelante, le dijo Patrick, ¿por qué crees que ando lo más ligero de ropa posible?
¿Por el cochino calor y la humedad que hace en verano? Jajajaja. Dijo Reginald sacándose su camisa completamente sudada y colocándola encima del respaldo de una silla del comedor, la cual llevó cerca de la chimenea para que se secara.
Jajajaja… Pues, desde hace tiempo, cada vez ando menos vestido, hoy, porque sabía que ustedes vendrían me puse el pantalón, pero no dejo de sentir calor. Y normalmente, andamos completamente desnudos…
¿Desde cuándo andas quitándote prendas? ¿Sientes como que la ropa te estorba cachorro? Preguntó Reginald ya sin camisa, dejando ver un torso muy singular, completamente hirsuto, cubierto de un frondoso pelaje negro, debajo del cual se escondían unos abdominales muy marcados, los cuales le hacían ver una cintura bastante estrecha, a la par de unos musculosos pectorales realmente enormes, sin dejar de mencionar sus grandes brazos y su espalda. Por ese físico tan imponente, Reginald, causaba también temor entre los pobladores de la aldea.
En verdad era un deleite a los ojos observar ese ejemplar masculino, quien no tenía reparo alguno en pavonear su impresionante musculatura y sus vellos ante quien fuera que tuviera en frente.
Se deshizo de las botas, quedando totalmente descalzo y arremangó su pantalón a la altura de sus rodillas, dejando ver unas grandes y musculosas pantorrillas cubiertas de vellos hasta los tobillos y unos pies perfectamente cuidados.
Hace como un año ya… Si, desde hace aproximadamente un año, incluso, por lo general andamos desnudos los dos. Dijo Patrick sin dejar de detallar cada movimiento de su padre. Sobre todo la gran protuberancia que marcaba la verga de su padre bajo el encierro del pantalón.
¿Hablas en serio? Yo no esperaba que fuera tan pronto. Dijo Reginald exhalando porque ya estaba más cómodo.
¿Tan pronto? ¿De qué hablas papá? Por cierto, te ves estupendo, me encantaría poder tener ese cuerpo que tienes. Soltó Patrick casi sin pensar, ruborizándose luego de darse cuenta de lo dicho.
Jajajaja… Ya lo llegarás a tener… Mira cachorro, nosotros…
¡REGINAAAALD!
Ya sé mujer! Pero tiene que saber…
Te lo advierto, eso debe descubrirlo él, no estás llamado a decirle esas cosas a tu hijo, lo vas a trastocar. Aseveró Deirdre.
¿De qué hablan?
Tu madre no quiere que te cuente, pero me siento en la necesidad, más que eso, en la obligación, de hacerlo. No es justo que pases por lo que yo pasé con tu hermano mayor. Vamos afuera, para que no nos interrumpan.
¡REGINALD Christopher!
¡YA MUJER!… Deja que hable con mi hijo, es más… ¡AVISEN CUANDO LA COMIDA ESTÉ!.
Salieron de la cabaña para poder hablar más tranquilamente. Reginald no podía dejar pasar esa conversación, de lo contrario, se iba a arrepentir, ya afuera, comenzó a decirle a Patrick:
Cachorro, bueno, ya dentro de poco no podré decirte así porque estás próximo a convertirte en adulto… Pero siempre lo serás para mí, mi cachorrito amado.
Tras decir esto, el padre abrazó a su retoño fuertemente, el contacto de sus pieles y vellos, el olor de su hijo, hicieron que las manos de Reginald se deslizaran por la espalda de su cachorro acariciando las fuertes nalgas de éste por encima de la tela del pantalón, sintió que hacía años no tenía ese contacto con su amado hijo, su verga, que estaba erecta a más no poder, tras haber olido a su nieto hacía unos momentos, rozó la también dura verga de su hijo, esto lo excitó mucho y le lamió la oreja, besando suavemente su cuello, lo cual a Patrick le hizo cosquillas. Luego lo giró de espaldas a él, y mientras acariciaba los hirsutos pectorales de su hijo con una mano, la cual descendía por el abdomen marcado de su cachorro, con la otra masajeaba la verga de Patrick por encima de la tela del pantalón, al tiempo que restregaba con fuerza su erección, también cubierta, contra las duras y grandes nalgas de su hijo.
Jajajaja… ¿Vamos a jugar o a hablar? Preguntó Patrick divertido girándose hasta quedar de frente a su padre.
Bueno, sólo quería ser cariñoso contigo. Pero ya que insistes… Dijo Reginald soltando a su cachorrito suavemente y guardando un poco de distancia con las manos apoyadas en la cadera, haciendo esta que se balanceara un poco hacia delante.
Patrick se quedó observando a su padre, su rostro, sus ojos, todo su cuerpo le encantaba, desde niño, desde que tenía memoria había admirado el físico perfecto y de gigantescas proporciones de su padre, ya al llegar a la entrepierna se quedó impresionado, de la gran carpa que guardaba su progenitor bajo la tela. Ahí supo que no eran cosas suyas, su padre ya estaba erecto desde que estaban en la cabaña, desde que cargó en sus brazos a Christopher, y mostraba una mancha húmeda donde llegaba la cabeza de la gran verga de su padre.
Menos mal que salimos de la cabaña hijo, estaba a punto de hacer algo que no me correspondía, ahora entiendo tus esfuerzos por distraerte de todo, de trabajar hasta cansarte, de verdad que tu hijo… Uffff… Es impresionante el efecto que causa. Mi verga me duele de lo dura que está, menos mal que no me excitó más, porque habría tenido que desahogarme con tu madre y contigo… Jajajaja. Y tu no te quedas atrás, tremendo bulto se te mira desde aquí.
Jajajaja… Es que… Bueno, ya se hace costumbre que ande así, pero… ¿De qué cosas hablas?
Mira Patrick, dijo Reginald sentándose sobre el césped verde que cubría el suelo y haciendo seña de que Patrick se sentara a su lado mientras acomodaba su gran verga debajo del pantalón.
Nosotros no somos una familia común y corriente, lo puedes evidenciar por nuestros rasgos, nuestra estatura, musculatura, vellos, ojos, ni siquiera nuestras vergas se parecen al promedio de los hombres, menos aún cuando estamos ya adultos y nos excitamos previos al apareamiento. De hecho, aunque eso lo descubrirás luego, nosotros tenemos dos tipos de erección, te explico… Una erección, es la que tuviste con Maggie las veces que estuviste con ella y la que has tenido cuando estás con alguna otra mujer o con un hombre normal.
La otra erección es la que aparece cuando vamos a estar con una hembra o con un macho de los nuestros. Puede ser que sirva para procrear, o sólo para placer. Durante generaciones, nos hemos cruzado, me refiero a reproducido, con seres iguales a nosotros, pero tú rompiste el molde, al casarte con Maggie, por eso no pensé que fuera a darse tu adultez tan pronto. Hijo, Nosotros…
¡YA ESTÁ LISTO EL DESAYUNO! Gritó la abuela desde la cocina. ¡VENGAN A COMER QUE SE ENFRÍA!
¡AHORA VAMOS! Respondió Reginald.
Jajajaja. No sé cómo han hecho para durar juntos tanto tiempo. Le dijo Patrick.
Ahhh… Yo tampoco, créeme… Yo tampoco lo sé… Prosigo… Tal vez Christopher te esté volviendo loco desde hace un tiempo, pero eso es algo perfectamente natural, él está entrando en la edad donde te va a ayudar a crecer, créeme que vas a crecer tanto en físico, como en tu forma de ser, a todos nos pasa, pero en su caso, no creo que él llegue a ser adulto, sí, va a seguir creciendo, va a tener una estatura como la tuya, se va a parecer mucho a ti, pero no va a ser como tú. En cambio tú, hijo, sí vas a crecer, vas a ser idéntico a mi, en todo. Hasta en esto, dijo Reginald agarrándose la verga que seguía dura bajo su pantalón.
Jajaja. Ahora sí estoy confundido.
Hijo. Dentro de siete días, es el cumpleaños de mi nieto, nosotros vamos a estar aquí para ayudarte en el proceso, para que no te asustes.
¿Asustarme?
Sí, vas a ver que todo en tu ser se va a sobredimensionar; tu cuerpo, sin dejar nada por fuera, tu mente, tus sentidos, tu fuerza, tu instinto de protección y de preservación.
Mira Patrick… Yo tenía tu estatura cuando nació Frederick, tu hermano mayor, y los ojos grises, igual que tú, el día de su sexto cumpleaños, cambié a lo que ves ahora. Incluso, en estos días, puede que tengas un cambio intermedio, pero el día del sexto cumpleaños de tu primogénito varón, que es Christopher, se dará el definitivo.
Ehhh… No entiendo… ¿Cambio intermedio? ¿Voy a seguir creciendo? ¿De qué hablas? Mírame papá, no soy un niño para seguir creciendo, Christopher sí, pero yo no tengo ya posibilidad de crecer, salvo que sea la panza, jajaja. Dijo Patrick poniéndose de pie frente a su padre.
Jajaja, lo sé, pero ven, siéntate, y deja de presumir tu erección frente a mí, la mía es mucho más grande que la tuya… Jajaja. Patrick se sentó al lado de su padre y Reginald le dijo:
¿Ves cachorro? Así estamos más cómodos. Mira hijo, dijo Reginald abrazándolo por el cuello, a todos los hombres de la familia nos pasa, no tienes que preocuparte, es completamente normal, y es tradición que el padre le enseñe estas cosas a sus hijos varones, lamentablemente para mí, mi padre había muerto cuando nació Johan, y mamá jamás pudo contarme la historia, por razones que ya sabes. Pero después de mi cambio, el momento en que me hice adulto, ella me entregó unos diarios, inclusive unos pergaminos, donde se encuentra toda la historia de nuestra familia, todo lo que nos sucede, y cómo debemos irlo asumiendo.
Papá, me estás asustando… ¿Qué cambio es ese?
No tienes por qué asustarte cachorro, eso es parte de nuestra familia. Son cosas por las cuales la gente nos teme, sí, pero forma parte de nuestra herencia, además ellos no saben que nosotros no somos los monstruos de los que hablan, somos unos seres nobles de corazón, y que siempre estamos en la posibilidad de ayudar a los demás. Nosotros no guardamos rencores, no podemos, eso nos destruye, pero lamentablemente, no podemos olvidar lo que hemos vivido, nuestros recuerdos siempre estarán presentes.
Está bien, pero… ¿Qué relación tiene mi hijo en todo esto? ¿Cómo me va a ayudar a crecer? Así es como dijiste, ¿no?
Sí, mira… Tu hijo, va a hacer que crezcas cachorro, que te hagas un adulto, y además de eso, después de tu cambio, hasta que se case, va a ser tu compañero de andanzas, y también va a ser tu compañero en otras cosas.
Ya lo es, es mi compañero de pesca, de caza, me ayuda con los animales, a hacer los trabajos de carpintería, pero… ¿Cosas como cuáles son a las que te refieres?
Cosas de índole sexual cachorro, Frederick lo fue conmigo hasta que se casó, lamentablemente él no tuvo ni un solo varón, y murió prematuramente, así que no pudo vivir el cambio, por eso nunca pudo llegar a la adultez. Tu hermano mayor, Johan, mismo caso, con él tuve mi cambio, tú también lo fuiste en su momento, hasta que te casaste con Maggie, ¿recuerdas? Pero tú, hijo, tú sí vas a tener esa oportunidad, y ojalá me equivoque, pero a través de tu hijo, que fue concebido con esa hermosa mujer, creo que hasta podrás llegar a tener descendencia, directamente con él.
Jajajaja… Estás loco padre… Es imposible que un hombre conciba un hijo con otro. Recuerdo que sí, cuando estaba niño, tu y yo teníamos unos juegos que después descubrí que eran relaciones sexuales, pero… Jamás quedé preñado… Jajajaja, y mis hermanos tampoco, por lo que insisto, es imposible que eso suceda.
No, no lo es cachorro, porque él es hijo tuyo con una mujer normal, de padres normales, pero al mezclarse tu semilla, tu sangre, y tu carne con ella, pueden haber engendrado un ser maravilloso, un hermoso ejemplar mestizo, que va a tener la posibilidad tanto de preñar, como de quedar preñado y tendría tus hijos, que serían de él también, si llegan a tener varones, serían iguales a ti, a mi.
Quiero que sepas que él no tendría el cambio que tu vas a tener, aún si llegara a tener hijos varones con una mujer, por más que fuera de nuestra especie, se haría adulto, sí, pero de otra forma. Christopher si envejecería al mismo ritmo de la gente normal, a diferencia nuestra, que la parecer estamos bendecidos o malditos, depende de cómo lo veas, a parecer más jóvenes, mírame, yo tengo casi 60 años, y no parezco que tuviera más de 30, aunque me siento como que tuviera 15, sobre todo sexualmente… Jajaja… Por otro lado, si se da ese caso, en el que Christopher tenga hijos como una hembra de las nuestras, incluso, si tuviera hijos contigo, o con uno de sus primos, sus hijos sí tendrían el cambio por que tú vasa pasar y por el que yo pasé. Deja que revise los diarios de nuestros ancestros, y te doy la información completa. Te prometo que mañana los tendré aquí.
Jajajaja… Mamá tenía razón, me dejaste perturbado, pero no pierdo nada con revisar esos diarios que mencionas. Quiero saber la verdad.
Me parece excelente, ahora vamos, que ya debe haberse enfriado el desayuno. Jajaja. Por cierto, tu amigo Jackson… Dijo Reginald colocándose encima de su hijo sobre el pasto verde, comenzando a abrazarlo y besarlo por todo el torso a la par que iba lamiendo su rostro, y estrujando sus erecciones bajo la tela de los pantalones.
Ehhh… ¿Qué hay con él? Preguntó Patrick extrañado.
Él es uno de esos casos, como Christopher… No sé si él está al tanto, o si tú lo estés. Si quieres, puedes intentarlo, no pierdes nada, jajajaja… Ya que su padre es como nosotros, pero su madre no, mismo caso de Christopher. Y ustedes, Jackson y tú, tienen su historia, desde pequeños ustedes practicaban cómo llevar a cabo el apareamiento. Capaz y ganas un hijo con esos rasgos tan hermosos que él tiene y con ese color achocolatado… Uffff… Si no lo intentas tú, lo intento yo. Jajaja. A mí no me importaría tener un hijo con Jackson, sería muy hermoso, y caliente como yo… Uffff… Dijo Reginald ya completamente desnudo, y habiendo desnudado también a su cachorro.
Jajajaja… Que locuras dices, se nota que tienes hambre, vamos a comer…
¿Comer? Mira como estamos…
Patrick se percató de cómo estaban, la verga de Reginald estaba punteando su ojete y este estaba completamente dilatado y deseoso de recibir la enorme erección paterna.
Ufff hijo, necesito descargarme, y tú también. No luches contra eso amor.
No quiero luchar papá… Hazme tuyo…
¿Lo deseas cachorro?
Más que nada en el mundo papi.
Aquí me tienes hijo… Aaaahhh… Siente a tu papi dentro…
Ufff… Papi… Me tienes todo empalado…
Si tesoro, que rico se siente tu culo de macho… ¿Quieres que papi te monte duro?
Siiii… Dame duro papi…
Ahhh… Toma cachorro, uffff… Toma mi verga… Ahhhh… Uffff…
Quiero toda tu leche dentro de mí papi… aaahhh…
Ya la vas a tener amor… Toda… Ahhh… ufff… Dijo Reginald anticipando su acabada dentro del culo de su hijo. Ahí te va tesorooo… Ufffff… Sientemeeee… Ahhh… Uffff… Eres míoooo… y soy tuyoooo…
Tras acabar de vaciarse Reginald sacó su verga y lamió los restos de semen que salían den culo de su amado hijo, haciendo que este se cerrara como si no hubiera estado dentro de él una verga de 36 centímetros de largo y 20 centímetros de circunferencia. Inmediatamente después, Reginald se metió cada uno de los 20 centímetros de largo y 18 de circunferencia de Patrick de una sola estocada comenzando a cabalgar sobre la verga de su hijo, ahí, a plena luz del día, rebotando una y otra vez sus nalgas, mientras se besaban ambos machos y se acariciaban sin dejar de rozar sus hirsutos torsos bajo el sol del verano que parecía querer calentar ya. Ambos hombres se giraron de manera que Patrick quedó encima, con las piernas de Reginald sobre su espalda, y sus brazos debajo de la espalda de su padre, teniendo así el hijo todo el control de la penetración.
Ufff… ¿Quieres leche papi?
Sí cachorrito mío, quiero toda tu leche dentro de mi.
¿La quieres ya?
Sí hijo, dámela toda…
Uffff… Ahí te va… Uffff… Papi… Toma mi lecheee… Ahhhh… Uffff…
Del mismo modo que su padre, Patrick limpió los restos de leche que le salían a Reginald, viendo cómo se cerraba el culo de su progenitor ante sus ojos con las lamidas que él le daba…
Ufff… Estuvieron geniales esas cogidas, dijo Patrick más relajado.
Verdad que sí, nos desahogamos, y va a ser mejor después del cambio hijo, vas a sentir todo mucho más , y vas a estar más desarrollado, capaz y hasta tangas la verga más grande que yo luego del cambio definitivo. Jajajaja… O sea, que me romperías bien el culo…
No lo hice bien acaso?
No dije eso, sólo que llegarías a tenerla de pronto más larga y gruesa que la mía, lo cual me expandiría mucho más el culo amor.
Jajajaja… Tú y tus exageraciones papá.
Bueno, pero cada cosa que te he dicho, es totalmente cierta, de todos modos, ya vas a ver mañana, cuando te traiga los diarios con la información.
Por cierto, el culo se te volvió a cerrar como si nada hubiera sucedido cuando te lo lamí.
Es nuestra saliva hijo, es una cosa maravillosa, inclusive, si te llegas a herir, con pasar la lengua, se cierra la herida, sin dejar cicatriz.
Eso no lo sabía.
Pronto sabrás eso y muchas cosas más amor.
Los dos hombres se volvieron a poner los pantalones y entraron a la cabaña a disfrutar del desayuno ya más relajados después de esa sesión de sexo al aire libre.
Después de comer, los padres de Patrick se despidieron y Reginald le recordó que al día siguiente se verían para revisar la información que le había prometido llevarle.
Todos en Snows Hill critican que Patrick se haya ido como ermitaño a vivir en el bosque con su hijo, incluso, se urden rumores entre la gente de la aldea, respecto a que él realiza “perversiones” con el niño y por eso se mantiene alejado de los ojos del pueblo. Rumoran que lo pone a comer carne cruda de animales que caza, porque se supone que un hombre no debe saber cocinar, esa es una labor netamente femenina, y el hecho de que un niño coma carne cruda, pervierte su alma, alejándolo de la divinidad y acercándolo cada vez más a la oscuridad del abismo.
A Patrick, en Snows Hill, aún cuando lo conocen desde que nació, hace 24 años, lo ven como un forastero, un extraño, sobre todo le tienen miedo por su apariencia física, ya que es mucho más alto y fuerte que los demás hombres que habitan la misma, además de la educación que tuvo cuando su madre lo envió a París, pero lo peor fue que tuviera hijas con su prima Dauphine, no sólo el tenerlas, sino el llevar a las niñas a Snows Hill, los vivos retratos de sus hermanas fallecidas, generó una gran perturbación entre los habitantes que las habían conocido, por eso Dauphine decidió ir a buscar a sus hijas, ya que en París nadie las señalaría como “fruto del pecado”.
Los únicos que se acercan a la casa, además de su padre y su madre, son Jackson James Wool Wong, hijo de un matrimonio entre una china y un africano, quienes eran esclavos en casa de dos familias adineradas, y el tío materno de Jackson, el señor Chiu Wong.
Estos últimos no han conseguido hacerse lugar en la comunidad de la aldea, por sus rasgos físicos.
Jackson es un hombre alto, dentro de lo que cabe, sin llegar a la altura de Patrick, 1,80 metros de estatura, su cabello completamente liso y abundante, estilo chino, de nariz y boca pequeña, con ojos rasgados color cobre, cuerpo visiblemente lampiño, de piel que recuerda el color del cacao, también muy marcado y desarrollado por el trabajo que ha tenido que desempeñar, cargando y descargando barriles de vino que viajan desde Inglaterra hasta el resto de Europa y hacia América, siempre y cuando no se deje ver, sobre todo, no debe dejar que le vean los ojos, porque se asocia con cualidades demoníacas ese color. Nunca lo admitieron en el Ejército Imperial , por presunta vinculación con los jacobitas y además, por ser hijo de una pareja de esclavos.
Su tío, el señor Chiu Wong, es un hombre mayor, contemporáneo con Reginald Dankworth, el padre de Patrick, 60 años aproximadamente, de estatura baja, 1,58 metros, delgado de músculos pequeños pero con una gran fuerza, cabello liso y escaso, pero aún con su apariencia menuda, es capaz de esgrimir una espada, disparar un mosquete, lanzar un cuchillo a larga distancia sin fallar, y robarse todo lo que desee, sí, es un carterista, por lo que no es recibido en ningún lugar de buena gana.
Patrick había retomado sus labores y a eso de las dos de la tarde, escucha el galope de caballos acercarse por el sendero que lleva a la casa, lo cual le extraña, porque sus padres se habían ido hace unas dos horas, y no esperaba visitas. Entra rápidamente a la casa y busca su mosquete, cuando lo toma su hijo de cinco años de la mano y le dice:
¿Pasa algo papi? ¿Vienen malos?
Eso es lo que voy a ver dulzura, quédate dentro, ¿sí? Papi se va a encargar. Ponte algo de ropa, por si acaso.
Pero… Tú andas sin camisa…
Sin protestar jovencito, yo soy adulto, y no ando completamente desnudo. Así que…
Bueno… Inconforme con la orden de su padre, a Christopher no le queda de otra que ir a ponerse ropa.
Patrick sale al encuentro de esos que pudieran ser de pronto su familia política, se le pasaba por la cabeza cualquier cantidad de cosas, su suegro, Lord Pendletton, quien había jurado quitarle a Christopher tras la muerte de su hija, porque el necesitaba un heredero, eso lo tenía siempre alerta. De pronto alguno de los tíos de Maggie, quienes estaban determinados a llevarse el pequeño de su sobrina, porque había que perpetuar esa linea de sangre en la familia, el padre de Maggie nunca tuvo varones, y sin un heredero, que continuara su apellido, no podía llegar a ser Barón de la corte y no quería morir siendo un simple Lord, de igual manera, Patrick defendería a su más preciado tesoro hasta las últimas consecuencias, no importando si su sangre debía ser derramada en el proceso.
Al subir a la cúspide de la loma que llevaba a la casa quienes cabalgaban, y hacerse visibles a sus ojos, Patrick, quien estaba listo con el mosquete para disparar, respiró aliviado.
Jajajaja… ¡PATRICK ALEXANDER GERALD DANKWORTH KELLY! ¿Estás listo para la guerra o así recibes a tus amigos?
¡JACKSON JAMES WOOL WONG! ¡Eres un maldito! Jajajaja. Perdone mi francés señor Wong.
Descuida hijo, he escuchado cosas peores… No tienes idea.
Todos rieron por el comentario del anciano.
Al apearse de los caballos los tres hombres se abrazaron grupalmente, la proximidad con Jackson hizo que a Patrick le llegara un olor singular, el cual lo desconcertó, pero supo disimular y apaciguó tanto esa sensación, que hasta su verga que estaba comenzando a levantarse, quedó nuevamente en reposo.
En eso sale corriendo de la casa Christopher emocionado…
¡TÍO JACKSON! ¡TÍO JACKSON!
¡Hola muchacho! ¡Cuánto has crecido! ¡Mira que grande estás! Eres idéntico a tu papá, ¿cuántos años tienes ya? Dijo Jackson colocando su cara a la altura de Christopher.
¡Así! Y el niño le muestra los cinco dedos de la mano abiertos. Pero saqué el color de piel de mi mamá… Jajajaja.
¡Ah! ¿Sí? Eso es cierto. Pero sabes una cosa? Pronto cumplirás así, y le muestra seis dedos con sus manos.
Sí, ya va a ser un niño grande, dijo el señor Wong. Dentro de una semana…
Nooo… No quiero crecer… Quiero seguir siendo el hijo de papá, no quiero ir a ninguna guerra.
Tranquilo, que tu papi siempre te va querer como su bebé consentido, aunque te pongas como mi tío… Jajajaja.
¿Viejo? Noooo… ¡YO QUIERO SER COMO MI ABUELO!
No estoy viejo, dijo el señor Wong, lo que pasa es que se me nota la experiencia, a tu abuelo… tu abuelo es algo distinto…
Jajajaja… Muy distinto. Y ocurrente. Vengan… No se queden ahí, entren a la casa, este sol está demasiado fuerte, dijo Patrick.
Jajajaja… ¿Me voy a poner negro acaso?
Eres un caso Jackson… Jajajaja.
Al entrar a la cabaña Patrick sirvió unos vasos de whisky y brindaron por la visita. Luego de beber el primer sorbo tras el brindis Patrick les preguntó:
¿A qué debo el honor de su visita? Hacía ya casi un mes de no vernos. ¿Ocurre algo?
No, para nada, simplemente queríamos venir a verte y ver cómo está este muñeco hermoso que tienes por hijo y que es mi ahijado consentido. Dijo Jackson abrazando a su ahijado.
Que bueno que vinieron. Porque quería conversar con ustedes unas cosas. ¿Están dispuestos a pasar la noche? ¿O tienen que volver a la aldea a hacer algo?
Por mí, no hay problema, no sé qué dirá mi tío, pero… ¿Cómo nos acomodaremos? Esta casa sólo tiene 3 habitaciones, y una la has convertido en depósito de leña, las otras dos, son tu habitación y la de Chris. Dijo Jackson.
Por mí, tampoco hay problema, dijo el señor Chiu Wong dando un sorbo a su vaso de whisky.
¡NO ME GUSTA QUE ME DIGAN ASÍ! Protestó Christopher.
¿De qué manera no te gusta hijo? Preguntó Patrick.
Así, Chris.
Ah… ¿No? ¿Y cómo desea ser llamado el caballero? Preguntó Jackson con una sonrisa de oreja a oreja dejando ver sus hermosos dientes perlados.
Christopher Alexander Johan Dankworth Patrickson.
Jajaja… Ese es tu nombre completo. ¿Sabes la historia de ese nombre?
Nooo…
¿No? Está bien, te la diré… Dijo Jackson inclinándose hacia Christopher, Christopher es el segundo nombre de tu abuelo Reginald, Alexander, es el segundo nombre de tu padre, Johan, es mi segundo nombre, yo soy tu padrino, Dankworth, es el apellido de tu papá y Patrickson, es lo que te identifica como hijo de Patrick.
Ok, tu ganas, dime Chris. Dijo Christopher asumiendo que no podía ganarle a su padrino.
Jajajaja. Muchacho loco… Dijo Jackson alborotando la melena de su ahijado.
Hijo… ¿Por qué no vas un momento a la habitación? Ahí tienes cosas con qué jugar. Nosotros vamos a hablar cosas de adultos.
Bueno, pero luego, que el abuelo Wong me cuente una historia de China.
Así será, ¿verdad señor Wong?
Así mismo. Es más, tengo unas nuevas, que te van a encantar.
Está bien, pero no se te olvide abuelo… Jajaja… Dijo Christopher yéndose a su habitación.
Después que Christopher se retiró Patrick acercó un poco más la silla y les dijo:
A ver, ¿por dónde empiezo?. Han estado pasando unas cosas extrañas últimamente… Cosas que no sé cómo explicarlas. Papá y mamá vinieron, y cuando les conté, bueno, le conté a papá, porque mamá no quería que habláramos de eso, me dijo que no me preocupara, que era algo natural, pero…
¿Qué pasa exactamente Patrick? Preguntó el señor Chiu Wong. Yo conozco a tu familia desde hace muchos años, y puedo decir que sé todo acerca de ellos, cuenta con confianza.
Exacto, puedes contar tranquilo, sin problema. ¿Mataste a alguien? ¿Te robaste algo valioso? ¿Te rondan fantasmas? ¿Es tu familia política? Quiso saber Jackson.
No, no es nada de eso. Es que… Dijo Patrick viendo la puerta cerrada de la habitación de su hijo.
¿Qué ocurre? Preguntó el señor Chiu inclinándose hacia delante. Soy todo oídos, y aunque no tenga todas las respuestas, puedo ayudarte.
Salgamos al porche, ya el sol ha bajado un poco, no quiero que Chris escuche lo que tengo que decirles.
Salieron todos al porche de la casa, Patrick, aún sin camisa, luciendo su magnifico torso, y con el pantalón arremangado mostrando sus hirsutas y musculadas pantorrillas, llevó la botella de whisky, cada uno tenía su vaso en mano y Patrick, para tener un poco más de tranquilidad, antes de sentarse en las sillas de afuera, entrecerró la puerta y colocó una cuchara sobre el tirador de la misma con el fin de que cayera y así saber si Chris intentaba abrirla.
Ahí Patrick les dijo todo lo que había conversado con su padre, lo cual le había dejado muy perturbado, les contó del cambio, de las cosas que no entendía, les habló de lo que mencionó Reginald, de haber concebido a Christopher con Maggie, que era una mujer normal, no como ellos, eso le estaba rebanando el cerebro.
Pero lo que más le perturbaba era la posibilidad de concebir él un hijo con otro hombre, y que su padre le había dicho que podría darse el caso en que concibiera un hijo con Jackson y hasta con su propio hijo…
Eso no es algo que sonara lógico, en ningún caso eso es posible, sí, él sabía lo de los caballitos de mar, que el macho es el que lleva los huevos fecundados en su saco, pero el caballito fecundaba los huevos que ponía la hembra.
Siempre era necesaria la presencia de un macho y una hembra para la reproducción, pero… ¿una reproducción entre dos machos? Eso era imposible e impensable desde cualquier punto de vista.
Tampoco entendía eso de usar a Christopher como compañero sexual, y que el hecho de haberle confesado su padre que lo había hecho con sus hermanos Frederick y Johan, lo dejó perplejo. Aún cuando él también estuvo compartiendo y disfrutando de esa forma con su padre hasta que se casó, pero él estaba muy pequeño para saber lo que pasaba entre su padre y sus hermanos.
Patrick… Patrick… Espera… Dijo el señor Wong. Todo lo que te dijo tu padre es cierto, cada letra, incluso, lo de Jackson es cierto, pero eso no se había hablado, Jackson sabe que tiene esa posibilidad, digamos que… bajo ciertas circunstancias, y con el hombre adecuado, su cuerpo tiene un sutil cambio, que abre posibilidad a otras cosas. Y esa particularidad, está oculta donde no le llega el sol… Jajajaja… Aunque no es permanente, pero como dije, con el hombre indicado… aflora. Por eso jamás deja que otro hombre use su trasero en el sexo, menos uno como tú y tu padre.
Espere señor Wong, ¿usted me está hablando de las prácticas sexuales de Jackson?
Sí Patrick, yo he tenido sexo con hombres y mujeres, incluso de adulto, no hay nada de malo en eso, una vez estuve a punto de casarme, pero el día previo a que se fijara la fecha de la boda, el padre de mi novia, el señor O’Hara, quien es igual que tú, tu padre y el mío, me llamó para “conversar” algunos asuntos, lo que en realidad quería era hacerme suyo, que yo recibiera su verga dentro de mí, obtener descendencia conmigo directamente él, y me negué. Por eso se cancelaron los planes. Contó Jackson ante la cara de asombro de Patrick.
Entiendo, dijo Patrick, pero lo que aún no logro entender es ese asunto donde un hombre puede quedar preñado de otro, digo, yo también he tenido sexo con hombres, recuerdo cuando jugábamos de pequeños a que yo te poseía, y tu a mi, pero no pasaba de juegos infantiles. Ya en la adolescencia, estuve con otros, antes de casarme con Maggie, incluso con mi padre, mis primos, pero ninguno quedó embarazado.
Porque son iguales a ti, no son como Jackson o tu hijo. Dijo el señor Wong.
Sigo sin entender… Pero espero que podamos aclarar todo antes que se acabe la botella, jajaja… Dijo Patrick mostrando que llevaban ya más de la mitad. Lo cual hizo que todos rieran.
También pasan cosas, por ejemplo… Continuó Patrick. Últimamente me he sentido más fuerte, más vigoroso, más enérgico, no sé por qué… Incluso, he tenido que cortar mucha más leña de la habitual, para cansarme, no logro apaciguar las ganas de hacer cosas, he ido a la villa varias veces inclusive, para desahogarme con las prostitutas, con los prostitutos también, pero no siento que me llene el sexo con ellas ni con ellos, he optado por tener sexo con las yeguas, pero aún así no me satisface.
Pero lo que me atormenta es que hay días en los que mientras corto leña en el patio y mi hijo aparece, me acerco a él, es como una necesidad de abrazarlo, olerlo, lamerlo, sentir su cuerpo, mientras estoy en ese instante, es como que dejara de ser yo, como si estuviera saliendo algo a relucir, algo que desconozco, hay momentos donde lo huelo fuertemente y le digo que huele muy bien, como a duraznos maduros o hierba fresca recién cortada, incluso a flores silvestres, ahí lo abrazo fuerte, solo para olerlo mejor, en otras ocasiones, cuando llegamos un poco tarde de comprar algunas cosas en la aldea, o después que entrego un trabajo de carpintería, llegamos y me tiro en el sillón, me quito la camisa intentando descansar un rato para más tarde hacer la comida mientras Chris juega en su cuarto con sus juguetes, luego Chris aparece, se trepa encima de mi, completamente desnudo, se sienta sobre mi entrepierna y comienza a hacer movimientos como si estuviera cabalgando, rebota incesantemente, después se recuesta encima de mi torso, dejando sus nalgas a la altura de mi verga erecta, intenta rodear con sus brazos mi torso, juega con mis vellos, se trepa un poco más arriba, y comienza a lamer mis tetillas, a lamer mis pectorales, les juro que solo pensar en eso, ya tengo una erección.
Jajajaja… Se nota, yo también estoy muy excitado con lo que estás describiendo, e imagino que mi tío también, verdad tío?
No soy de madera… Pero tengo el leño duro… Jajajaja
Todos rieron y Patrick prosiguió:
En esos momentos, hasta las axilas me huele, como si quisiera memorizar mi olor, hay momentos en que las lame y uffff… Eso me pone muy, pero muy caliente.
Ha habido días en los que lo he descubierto oliendo mi ropa interior sudada, y se la pasa por la carita pero en vez de parecerme extraño, me parece divertido y hasta reconfortante que a mi hijo le guste mi olor, disfruto de saber que se siente a gusto con mi esencia, sé que debería enseñarlo a ser más pudoroso, pero… Vean donde vivimos, lejos de ojos de extraños, los únicos que vienen son ustedes y mis padres, por eso mi hijo anda libre de toda la ropa que pueda molestarle, incluso, nos bañamos juntos, en la tina, ahí nos acomodamos los dos, él es un niño, apenas va a cumplir 6 en una semana, pero sacó, por lo que se ve, mi estatura, parece que va a ser alto, igual que yo.
De hecho, ya es más alto que muchos de los niños de su edad, mide 1,20 metros, y se entristece cuando le dicen monstruo en la aldea por ser más alto y más musculado que los otros niños. Por eso no le gusta ir para allá, va, es porque no puedo dejarlo solo. Uno nunca sabe cuándo los padres de Maggie pueden querer acercarse para llevárselo.
Sí, ya te da más arriba de la cintura, por eso debe ser un problema estar los dos cómodos en la tina, no? Preguntó Jackson.
Jajajaja, el infierno es más pequeño y cada vez llega más gente… Respondió Patrick.
Y nadie ha regresado para decir que es incómodo… Jajajaja… Dijo el señor Wong.
Jajajaja… Tienen razón… Dijo Jackson.
Jajajaaj… Bueno, ahora sí… Sumado a todo esto, cada vez siento más la necesidad de protegerlo, de estar con él, de no apartarlo de mi lado, también hay ocasiones en la que Chris entra en un estado eufórico, como si no pudiera controlarse, arroja cosas, entonces yo siento la necesidad de tocarlo, abrazarlo, acariciarlo, consentirlo, entenderlo, estar ahí para él, hasta ahí, muy papá, pero también tengo la necesidad, la urgencia, de marcarlo, que todos sepan que es mío, que me pertenece. Es como si eso fuera esencial para mí, algo sin lo que no podría vivir. Ese contacto, lo calma, lo devuelve a su estado de paz.
Ya no sé qué hacer con todo esto, creo que me estoy volviendo loco, pero papá dice que eso es perfectamente normal, que de preocuparse sería que no pasara, que eso se me va a aclarar con los diarios y los pergaminos que va a traer mañana.
Es bueno que tu padre sea sincero contigo, su padre no pudo hacerlo, porque él se fue antes de darse el cambio en él, y nunca se volvió a saber de tu abuelo. Dijo el señor Chiu Wong.
Papá dijo que había muerto, es más, siempre se dice que el abuelo murió a manos de un irlandés, uno de apellido O’hallahan, entonces… ¿Usted me dice que se fue? No entiendo nada señor Wong.
Mira hijo, O’hallahan era un hombre muy terrible, pero no era enemigo de tu abuelo, es más, él fue quien ayudó a tu familia a construir esta cabaña, los potreros, todo lo que hay aquí, tu abuelo sí, se fue, él se llenó tanto de rencor y rabia porque los de la aldea los consideraban monstruos, que se refugió en el bosque, este mismo bosque que rodea la propiedad, incluso, algunos dicen que lo han visto rondando, pero creo que a estas alturas, él ya no sabe ni quién es. Se dice también que ellos dos andan juntos en el bosque, y que se llaman en la distancia cuando uno no consigue al otro.
Yo he recorrido ese bosque completamente, y no he visto otro humano en toda su extensión.
Ya pronto entenderás a lo que me refiero, dijo el señor Chiu Wong. Ten paciencia, tu padre te puede aclarar esas cosas, ¿te dijo que el rencor los destruye?
Sí, me lo dijo.
Tu abuelo es una prueba viviente de eso. Pero espera a que venga tu padre mañana, ya verás que nada de esto es mentira, y es bueno que te informe, así vas a saber cómo actuar y reaccionar ante las situaciones que se te van a presentar.
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Si han llegado hasta aquí, me gustaría saber qué tal les parece esta historia, pueden dejar los comentarios por acá, y también pueden contactarme al Telegram.
Buenísimo. Espero con ansias la historia con el hijo, me gustan como detallas los hechos, pero siento que en el momento del acto te apresuras más de la cuenta, ojalá la siguiente parte sea más balanceada en ese aspecto
Alucinante