LA FAMILIA DANKWORTH KELLY VII
Celebración, cambios y….
Capítulo 7.-
Por fin llegó el día, toda la familia reunida haciendo comidas, cada quien preparando su especialidad, quien sabía tocar algún instrumento amenizaba con música, todos bebiendo vino y whisky en cantidad.
Deirdre se acercó a Patrick y le dijo:
A partir de hoy, ya no serás tratado como un muchacho, sino como un adulto, y como tal, deberás comportarte. ¿De acuerdo?
Sí ma…
Jajaja… Tranquilo amor, siempre vas a ser nuestro cachorro loco y rebelde… Y tanto tu papá, como yo, te amamos tal cual eres.
Jajajaja… Pensé que era un regaño real…
Y lo era… Yo no soy de decir locuras. Ahora abrázame y vamos a bailar.
Así pasó el día, comiendo, celebrando… Le cantaron el cumpleaños feliz a Chris, hasta ahí todo parecía una celebración de un cumpleaños normal.
Al irse ocultando el sol, todos los hombres adultos se fueron a la parte de afuera de la casa, incluso Patrick, quien estaba próximo a realizar su cambio. Todos se despojaron de sus vestimentas y comenzaron a dejar salir su lado lobo, colmillos y garras se veían en ese despliegue de testosterona, cada uno de ellos desafiaba al otro en combate cuerpo a cuerpo.
El primero en aceptar desafío fue Leopold, quien midió fuerzas con Neil, el combate era una especie de lucha grecorromana, donde se trazaba una línea en la tierra, cada contrincante de un lado, se tomaba de los brazos, pegaban las frentes, ambos viéndose a los ojos, y tenían que hacer que el otro pasara a su lado en menos de un minuto.
Neil perdió el encuentro, luego le tocó el turno a Randolph, quien venció a Leopold, y así fueron sucediendo se unos a otros, los Kelly también participaron, incluso los que llegaron de Grecia, Prusia, Italia… Hasta que le tocó el turno a Patrick con Reginald.
Parecía que ninguno era capaz de mover al otro, hasta que Patrick vio a lo lejos una imagen que le resultó familiar.
¿Maggie? Dijo al detallarla.
Reginald aprovechó el descuido, no solamente para hacerlo pasar la línea, sino para tumbarlo al suelo de espaldas y afincado su rodilla aulló proclamando su victoria.
Después de los vitoreos se hizo un silencio, cuando todos los presentes vieron de cerca a Maggie.
Hola papá Reginald… Saludó Maggie a su suegro.
¿Maggie? ¿Eres tú?
Jajaja… Sí, en carne y hueso, por lo menos hasta que amanezca.
¿Maggie? Que bueno que viniste… Dijo Patrick levantándose del suelo.
Te dije que nos veríamos, ¿Recuerdas?
Cada detalle y cada palabra…
Que bueno… Y… ¿Dónde está mi niño?
Ya voy por él, dijo Reginald. Yendo a buscar a su nieto.
Veo que colocaste las piedras, hiciste bien.
Sí, fue un trabajo en equipo, jaja. Todos ayudaron.
Que bueno…
Hola Maggie, bienvenida hija, le dijo Deirdre, ven, para que conozcas miembros nuevos de la familia…
Maggie, aquí está tu bebé… Dijo Reginald presentándole a Chris. Christopher, ella es tu madre, Maggie.
¿Mamá?
Sí, soy tu madre.
Hola… Hoy cumplí 6 años…
Jajajaja… Sí, por eso vine amor, dijo Maggie acariciando dulcemente el rostro de su hijo.
¿Quieres pastel?
Bueno… Vamos a comer pastel.
Cuando dieron las 10:00 de la noche, Patrick sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo. Sintió que le dolían las manos y unas ganas de correr que no había tenido jamás.
Neil llamó la atención de todos los presentes con un aullido, cuando vió que todo era silencio, dijo:
Señoras, señoritas, señores… Cachorros en transición a adultos, esta noche estamos reunidos todos los miembros de la manada, en total somos 980, pero… Pero sólo 30, 15 padres, y 15 hijos, van a participar en la carrera que se ha organizado para esta noche. Sus cachorros están ocultos en el bosque, o en las inmediaciones. RECUERDEN… Ya ustedes han pasado 6 años con sus hijos, se supone que deben conocer su olor, si alguno intenta algo con un hijo que no sea el suyo, el padre deberá defender y reclamar su hijo. Vamos a esperar el aullido de mi hermano Randolph, para que puedan salir a buscar a sus cachorros.
¿Te sientes bien hijo?
Me siento… Me siento extraño papá… Todo me duele… Aaaarrrgg… Dijo Patrick sintiendo como si sus huesos se quebraran y volvieran a sanar.
Quítate toda la ropa, todos están ya desnudos y listos esperando la señal.
AAAAUUUUUUUU… Se escuchó a lo lejos.
En ese momento Leopold se le acercó a Patrick y le dijo:
«Tu hijo está fuera, rumbo al bosque, ve a cazarlo y aparéate con él.»
En seguida Patrick salió de la casa, olfateando el aire para saber dónde estaba su hijo. Rápidamente terminó de quedar desnudo, se puso en cuatro patas y comenzó a correr, en la dirección que le indicaba el olor de celo de Christopher, quien estaba al otro lado del río del bosque, donde lo habían bañado a él.
Sus primos también estaban buscando a sus hijos, Altair, uno de los hijos de Alexander, le dió alcance a Patrick y quiso ir por Christopher, en vez de ir por Nolan, su hijo. Al ver hacia dónde se dirigía Altair, Patrick lo detuvo, y tomándolo por el cuello, lo lanzó unos diez metros lejos. Altair intentó arremeter contra Patrick cuando escuchó el grito de Nolan llamándolo.
Patrick siguió buscando a Chris guiado por su olor, su cachorro había ingresado más profundo en el bosque. Al encontrarlo, lo miró como nunca antes. Se dió cuenta que sus ojos veían mucho más claro en la oscuridad, incluso, veía todo lo que su abuelo y su tío habían querido ocultar, vió que su hijo no era un Omega simple, sino que era un alfa que podía tener doble manera de reproducirse, tanto por la verga como por el coño, también que tras los hermosos dientes de siempre, se escondían unos colmillos de lobo, y que su coño no estaba listo para ser desvirgado esa noche. Patrick observaba en silencio, como al acecho, los pasos de su hijo, aproximadamente a unos sesenta pasos de distancia, mientras Christopher se iba a lo más profundo del bosque, completamente desnudo y caminando a cuatro patas, con las caderas levantadas y dejando el olor a su celo como un rastro, por donde iba pasando.
Todos los demás padres estaban buscando a sus cachorros, de manera sigilosa, e incluso, algunos se habían encontrado ya, y estaban apareándose, a lo lejos se escuchaba un concierto de gemidos, bufidos y gruñidos. Pero aún no se había escuchado el primer aullido, igualmente, tenían hasta las 12:00.
Sin hacer ruido, Patrick trepó a un gran roble, de ahí saltó a otros, rodeando a su hijo sin que supiera que estaba ahí. Desde las altas ramas vió que cerca, a menos de cien pasos, dormía su abuelo, Ulises Alexander Dankworth, en su forma de bestia.
Al ver que su hijo iba en dirección a él, saltó de la rama y tomó a Chris entre sus brazos para proteger a su cachorro. Su olor, su esencia, su cuerpo, eran lo que más deseaba en ese momento.
Papi… ¿Qué ocurre? ¿Por qué estás así?
¿Así cómo?
Estás más grande que hace rato, y… Hueles distinto… Dijo Christopher oliendo las axilas de su padre.
¿Te gusta más este olor?
Síiii… Mucho más… Tus ojos papi… Se ven distintos…
¿Cómo los ves hijo?
Verdes con ámbar… Y… Al rededor, violeta… Violeta muuuuy intenso…
¿Te gustan?
¡ME ENCANTA COMO SE TE VEN!
Jajajaja… A mi me gustas mucho tú mi cachorro… Te amo desde que supe que estabas en el vientre de tu madre. Me siento muy bien contigo… Decía Patrick llevando a Chris lo más retirado posible de Ulises, quien hacía rato sabía que estaban ahí y cada movimiento que hacían.
Pero hoy… Continuó diciéndole. Deseo que seas mío, deseo estar dentro de ti, necesito hacerlo hijo, necesito romperte el culito… ¿Tú también lo deseas amor?
Sí papi… Quiero ser tuyo…
Pero mira cuánto ha crecido mi verga cachorro, está más larga que la de Neil y más gruesa que la de Randolph. Deben ser unos 45 centímetros de largo y unos 26 de circunferencia… Tengo miedo de lastimarte hijo, pero no puedo evitar tener que hacerte mío.
Papi… Yo confío en ti, y sé que no me vas a hacer daño. Déjame ayudarte a que tengas el cambio.
¿Por qué quieres ayudarme?
Porque te amo papi.
¿Y si te hago daño?
Ya se me pasará… Pero no voy a dejar de amarte.
Patrick, al escuchar esas palabras, comenzó a besar a su hijo en la boca, como jamás en la vida pensó que lo haría con nadie, ni siquiera a Maggie la besó con ese desenfreno animal, mientras, con sus manos recorría todo el cuerpo de Chris, se acostó sobre la hierba con su hijo encima de él, fue buscando el culito de Christopher para ir punteando con sus dedos e ir aflojando la resistencia de su entrada, la cual no era mucha.
Ulises también escuchó la conversación y no pudo evitar soltar una lágrima, recordando lo que era estar con su familia, no estar aislado, sino con ellos. Estaba feliz porque su nieto sería un adulto, y luego… Sería su turno con Chris, su bisnieto. Esto último lo hizo sonreír.
Al entrar la mitad del dedo medio de Patrick, colocó a Chris en posición de 69, mientras su cachorro mamaba su verga haciéndolo gruñir de placer, Patrick iba lamiendo e introduciendo sus dedos lentamente en el aún virginal culito de su hijo.
Cuando vió que dilataba le fue metiendo más dedos progresivamente, hasta que por fin metía cuatro sin dificultad, colocó mucha saliva para que sirviera de lubricante, además del que su verga llevaba rato produciendo y su hijo no paraba de disfrutar en la mamada que le estaba dando.
Después de varios minutos, cuidadosamente, colocó a su retoño sobre la hierba, y viéndolo a los ojos le dijo:
Si te duele, por favor, avisa… Voy a entrar en ti, prometo ser cuidadoso.
Yo confío en ti papi… Y sé que me amas.
Eso es cierto, te amo inmensamente hijo. Dijo Patrick acercando la cabeza de su verga humana al culito tierno de Chris y comenzó a introducirse poco a poco dentro de él.
Chris lanzó un quejido casi insonoro, al sentir la intrusión del gran champignon, pero no dijo nada para que se detuviera, cuando ya había entrado una cuarta parte del tronco, volvió a quejarse.
¿Te duele? ¿Me detengo?
No papi… Ahhh… Sigue… Dame todo tu amor papiiiii… Aaaahhh…
Ahí voy mi cachorro… Hoy te hago mío hijo… Voy a ser el primero que entre en tu culito… Dijo Patrick adentrado toda la extensión de su verga en Christopher lento, pero sin pausas.
Hazlo papi, hazme tuyo…
¿Tanto lo deseas hijo?
Síiii papiiiii…
Ufff… Te voy a romper…
Rómpeme papi… Aaaahhh…
Ahí voy… Uffff… Que culooo…
Cuando tuvo medía verga dentro, Chris sintió como si sus huesos se partieran una y otra vez, gritaba con desesperación, y Patrick intentando calmar a su hijo, lo abrazaba para reconfortarlo, pero en el proceso, poco a poco, fue enterrando cada vez más y más de su descomunal verga, hasta tener toda su extensión dentro del apretado culo de su hijo, quien no dejaba de quejarse y cambiar.
Patrick se quedó asombrado de como iba creciendo ante él, ya su rostro de niño se fue desdibujando para dar paso a unas facciones más adultas, más de hombre, su torso y sus piernas se estiraron, al igual que sus brazos, su cuerpo se cubría de vellos negros como el ónix, sus músculos crecieron tal como se veía el mismísimo Patrick antes de su primer cambio, la barba densa de su cachorro lo hizo desearle aún más, y su verga y bolas no perdieron oportunidad de desarrollar un tamaño considerablemente grande, en comparación con los humanos, sus bolas se veían suculentas, grandes, pesadas, llenas de leche de macho.
Christopher, lentamente, entre los brazos de su padre, fue calmándose, hasta que sintió que todo el dolor había pasado.
Una vez Chris se calmó, Patrick permaneció quieto durante unos minutos dentro de él. Poco a poco, cuando estuvo seguro de no causar más dolor a su hijo, fue moviendo su pelvis hacia delante y hacia atrás, hasta que vio cómo iban acoplándose en el vaivén, sintiendo tanto uno como el otro, mucho placer.
Papi…
Dime mí vida…
Papi… Dame más… Aaaahhh… Quiero máaaaas… Aaaahhh… Ufff…
¿Quieres que te haga como a Jackson? ¿Duro?
Sí papito… Duroooo
Ahí voy amor… Grrr… Toma… Ufff que ricoooo… Me encanta tu culito hijo… Y si vieras cómo te ves… Simplemente hermoso… Aaaahhh… Grrr… Quiero coger contigo siempre… Tienes el mejor culo del mundo hijoooo… Aaaahhh… Quiero darte mi leche de macho… Maldición, ojalá pudiera preñarte… Quería darte por el coñooo… Uffff… Grrr… Decía Patrick mientras sentado, con Chris ensartado en su verga, y rebotando incesantemente sobre sus muslos, estaba a punto de acabar.
Dámela toda papi… Ahh… Todaaaaa… Que rico… Llénameeeee… Aaaahhh maaaas… Uffff… Decía el cachorro mientras su padre, además de cogerlo por el culito, le estaba dando una mamada de verga como nunca antes había recibido.
Papiiiii… Grrr… Papiiiii… Ahí voy… Toma mi leeeeeeeecheee… Aaaahhh… Aaaay… Aaaah… AAAAUUUU… AAAAUUUU… Aulló Christopher anunciando su corrida en la garganta de su padre, quien bebió cada disparo, un total de cinco chorros, pero caliente, muy espesa, abundante y con un sabor a miel.
Al sentir Patrick las contracciones del culo de su cachorro, no pudo contenerse y acabó más que otras veces. AAAAUUUU… AAAAUUUU… AAAAUUUU… Aulló Patrick, anunciando que había acabado también.
En otras recónditas partes del bosque, se escuchó un coro de aullidos, anunciando que los demás padres e hijos también habían cumplido su labor.
Luego de vaciar sus bolas, Patrick se acostó sobre la hierba, dejando su verga, aún dura, dentro de su hijo, a quien sentó a horcajadas sobre él y en medio de la oscuridad, quería admirar el cambio que se había dado en su hasta ese día, cuerpo infantil.
Quedó extasiado con los vellos que cubrían el cuerpo de su hijo, unos vellos negros y densos como los suyos, vió sus ojos grises, con el halo violeta intenso, vió sus colmillos, ahora eran los de un hombre; grandes y afilados, su verga canina, de unos 22 centímetros de largo y unos 18 de circunferencia, la cual terminaba en dos esferas de abotonamiento enormes, y debajo, dos inmensas bolas, peludas a más no poder, no salía de su asombro, viendo como el cuerpo de niño de su hijo, dió paso al de un hombre joven muy guapo, Chris también había cambiado, había crecido, estaba más musculado, salvo por el color de piel, podría hacer creer que era el Patrick de antes de los cambios, recordó que a él también le había pasado eso a sus seis años, y no pudo contener una lágrima de la emoción que sentía.
¿Ocurre algo papá? Preguntó Chris, pero al hablar esta vez, se dió cuenta que su voz no era aguda e infantil, sino sonaba más a un tono de baritono. ¿Qué me pasa? ¿Por qué sueno así?
Jajajaja… Tranquilo hijo. Es normal. Dijo Patrick en una octava más baja de lo habitual. Tú también cambiaste, y eres un joven muy hermoso… Jajajaja eres idéntico a mi.
¿En serio?
Cada milímetro. Idéntico a mi cuando tenía tu edad y hasta hace no mucho, cuando tuve el cambio intermedio.
Jajajaja… Pensé que sólo cambiarías tú. Dijo Christopher acostando su nuevo cuerpo encima de su padre, asegurándose que la verga paterna siguiera dentro de él.
No, yo sabía que tú también lo harías, pero no esperaba que fuera delante de mi. Ni que te resultara tan doloroso.
Bueno, el dolor ya pasó… Pero… ¿Sabes qué?
¿Qué cosa?
Me gusta mucho más como te ves ahora, tu línea plateada se hizo más ancha en el pecho, parece un diamante, llega hasta la aureola de tus pezones, para después hacerse más estrecha a medida que baja, y también tienes un mechón plateado sobre la ceja izquierda. Te ves mucho más hermoso papá.
Jajajaja… Tú te ves más hermoso que yo hijo. Aunque… ¿No estarás enamorado de mi, verdad?
Jajajaja… No, pero sí quiero que cojamos cuando tengamos ganas.
¡Excelente! Porque no sé cómo será con los humanos, pero entre lobos, una relación así, es absurda desde todos los puntos de vista. Soy tu padre, eres mi hijo, podremos coger, pero tú tendrás que hacer tu vida, tener tus hijos y tu cambio a adulto. Espero no haber sido rudo, simplemente quería aclarar eso.
¡Y a mí me parece genial! No sería una relación como la que tienes con Jackson, que va a parir tus hijos…
Jajajaja… Y a quien tú también te puedes coger las veces que quieras, en lo que te vea, va a querer que lo montes… Jajajaja. Nosotros los Alfa, como tú y yo, podemos tener todos los Omega que se nos antoje, y preñar esos coños deliciosos una y otra vez, de ahí, pueden resultar unos Alfa, que es lo que generalmente pasa, o unos Omega que desde que nacen, van siendo entrenados para ser usados por nosotros. Y eso les hace felices, darnos placer.
Jajajaja yo pensé que el tío Jackson era sólo tuyo… Bueno… Que se iban a casar.
Sí, nos podemos casar, pero cuando está en celo, y más cuando está preñado, demanda tanta, pero tanta verga, que voy a necesitar que me ayudes…
Jajajaja jajajaja jajajaja…
Shhh… Escucha…
¿Qué sucede?
Shhh…
A lo lejos se escuchaban otros aullidos, como si una jauría de lobos se acercara. Prestaron atención y se dieron cuenta que venían caminando, sin prisa, pero anunciando su eminente llegada. Poco a poco Patrick retiró su enorme verga del recién desvirgado culo de su hijo lamió sin descanso, hasta que se cerró por completo y la hermosa verga canina de Chris, se volvió humana. Mientras, Chris, mamaba con esmero la verga de Patrick hasta que quedó impecable.
Cuando llegó la familia, ellos estaban sentados, uno junto al otro, con las piernas cruzadas, esperando.
¡BRAVO! Exclamaron todos al ver el cambio que tanto padre como hijo habían tenido.
¡MÍRATE COMO ESTÁS HIJO MÍO! Exclamó Deirdre llorando de emoción al verlo mientras abrazaba a su muchachito que acababa de convertirse en todo un adulto…
¡SANTÍSIMO DIOS! Dejó salir Randolph al ver a Christopher, quien era ahora un hombre joven y muy apuesto.
Jajaja… Hola tío Randy… Dijo Chris.
¿QUÉEEEE? ¿TAMBIÉN LA VOZ TE CAMBIÓ? Dijo Reginald asombrado al oír a su nieto.
Pues… Sí, ya es todo un caballero, y lleva la estampa de los Dankworth… Dijo Patrick.
Noooo… ¡SOBRINO! Ahora me siento como si mi verga fuera la de un bebé humano recién nacido… Jajajaja… Dijo Neil al ver la inmensidad de verga de Patrick.
Tomen, cúbranse… Les dijo Sophia, la esposa de Randolph entregando a cada uno una cobija.
Gracias tía Sophia… Dijeron en coro Patrick y Chris riéndose.
Al salir del bosque, Patrick y Christopher escucharon una voz que decía:
«Felicidades, Patrick y Christopher, ya Patrick es todo un adulto, Chris va en camino de serlo, espero que la felicidad de este día se les multiplique, y poder ser parte de sus vidas nuevamente. Por ahora, sólo estaré, donde se supone que debo estar. Felicidades a los dos.»
Padre e hijo se miraron y siguieron su camino con la familia a la casa. Ahora era cuando daba inicio la verdadera celebración.
Ya en la cabaña, todos los padres e hijos que se habían ido a la «persecución», se asearon lo más que pudieron y volvieron a vestir sus galas para el resto de la noche.
Entre comidas y bebidas se fue pasando la noche de manera muy amena. Como era costumbre, quien pasara por el cambio a adulto, debía decir unas palabras, en este caso, por ser el anfitrión, le tocaba a Patrick:
Antes de meter la pata por exceso de vino, quiero agradecer a todos por haber venido a esta celebración, hay muchas caras que no reconocen mis ojos, pero ya habrá tiempo para compartir.
Estos años no han sido fáciles, menos cuando ignoraba por completo que éramos una gran manada de lobos. Alguien muy especial para mi, me dio la dicha y felicidad de tener este hermoso joven como hijo, lamentablemente, ella tuvo que partir muy pronto, pero siempre estuvo y estará en mi mente, en mis sueños, en mi hijo.
Hoy ese ser especial ha venido a celebrar el cumpleaños de nuestro querido Christopher, y a compartir de la celebración de mi cambio a adulto. Ojalá, Maggie, pudieras estar presente el día en que nuestro hijo se haga adulto. Eres bienvenida a estar y compartir con nosotros cuando quieras, el tiempo que tengas disponible.
Por esas razones, levanto mi copa en honor a todos ustedes, no se imaginan lo complacido que me siento de verlos aquí reunidos.
SE NOTA POR LA TIENDA DE CAMPAÑA… JAJAJAJA… Dijo Rigoberto, uno de los primos de Patrick que había llegado de Italia.
Y eso que está dormida… Respondió Patrick…
¡MADONNA MÍA! Jajajaja.
Jajajaja… Ahora sí… Salud, vida, fuerza y prosperidad para todos. AAAAUUUU… AAAAUUUU AU AU AUUUU. Todos aullaron para sellar el brindis.
Después del brindis y el discurso de Patrick un grupo de primas de Patrick se acercó a Chris:
Así que tú eres el famoso hijo de Patrick, pero que guapo eres… Le dijo Lucrecia, sería una lástima que sólo pudiéramos verte… Y no disfrutarte… Ah.. Ellas son Leonora, Anna y Danielle…
Gusto en conocerlas…
El gusto es nuestro Christopher, dijo Anna, acercándose coquetamente al cumpleañero. En ese momento Dierdre se acercó y les dijo:
Vayan con sus pulgas a otro lado, cambiaformas… Shu… Shu… Dejen a mi nieto en paz…
Argh… Vieja amargada… Vamos muchachas, aún quedan machos disponibles… Dijo Lucrecia enojada.
Abuela… ¿Por qué hiciste eso?
Porque esas son de los nuestros, pero no son como nosotros hijo… Ellas cambian a bestias durante el apareamiento y muerden para que también cambie quien esté con ellas…
Pero…
Pero nada… Ven, voy a presentarte gente de verdad.
Mientras, Patrick estaba reunido con sus tíos, y su papá hablando cosas que ahora, como adulto, debía enfrentar.
Mira Patrick, le dijo Lucian. Mientras tu hijo no haga el cambio a adulto, tú puedes tener sexo con él. Él te lo va a pedir, insinuar, va a ponerse en celo cada seis meses, y durante esos días va a ser más interesante todo… Jajajaja… Capaz y termina dándote hijos, que a la vez serían sus hijos, pero también serían tus nietos y los hermanos de él… Jajajaja…
Jajajaja eso no lo había pensado… Dijo Patrick. Lo cual quiere decir que la familia va a aumentar en generaciones… Jajajaja…
Algo por el estilo, dijo Randolph. Pero también Christopher puede tener hijos con cualquier otro, o con alguna…
Eso es cierto, pero para que quede preñado, necesita estar en celo y que su coño aflore. Y hoy todavía no era el momento.
Que raro, dijo Neil, porque se supone que hoy debía ser el día.
Sí, pero no fue, dijo Patrick con cara de decepción. Tras lo cual se levantó y salió al jardín de la cabaña. Donde se encontró con Maggie.
Hola amor…
Hola Patrick…
¿Sucede algo?
Pues… Sí. Tu abuelo no ha dado indicios de aparecer, y ya dentro de poco va a amanecer. Así que debo irme. Me preocupa…
Shhh… Tranquila… Yo cuidaré de Chris.
Patrick… Hay algo que debo decirte…
¿Qué cosa?
Tu abuelo descubrió que Christopher… Que no es sólo un Omega. Sino que es un Alfa que tiene características de Omega.
¿Cómo sabes eso?
Porque vi cuando se dió cuenta, cuando Christopher se fue al bosque…
¿Esta noche?
No… Cuando tú…
¡ASÍ QUE AQUÍ ESTABAN! Vengan, vamos a aprovechar la noche para celebrar… Dijo Jackson bastante bebido halando a Patrick para llevarlo dentro de la casa, en lo que se acerca Chiu Wong y le dice a Maggie:
¿Ya Patrick sabe la verdad?
¿A qué te refieres Chiu?
Que Christopher no es en realidad lo que parece…
Pues, de eso hablaba con él cuando se interpuso tu sobrino…
Ahhh… Jackson… Que mal sentido de la oportunidad…
Mientras tanto, Randolph iba siguiendo a Cristopher, quien se había escabullido de la fiesta, lo vio que iba en dirección al bosque.
“Christopher… Ven… Necesito hablarte en persona… Es hora que me conozcas. Estoy en el bosque, después del gran río, en lo más profundo… Ven, por favor.»
Era lo que el joven cachorro escuchaba en su cabeza una y otra vez.
¿Quién eres? Preguntaba en su mente…
«Tu bisabuelo, Ulises Alexander Sigrud Dankworth. Veo que puedes hacer contacto con tu mente… Eso es bueno… Ahora ven, no temas. No pretendo lastimarte. Simplemente conversar en persona.»
Está bien, ya estoy cerca del bosque… Le respondió Chris.
Christopher… ¡CHRISTOPHER! ¡DETENTE! Le gritó Randolph mientras recuperaba el aliento después de correr para poder alcanzar a su sobrino nieto.
Grrrr… Deja de decirme lo que tengo que hacer tío Randy. ¿NO ME VES? Ya no soy un niño. Ya crecí. Además, tú no eres mi padre para pedirte permiso. ¡YO HAGO LO QUE ME DÉ LA REGALADA GANA!.
¡PLAS! Sonó la bofetada que le dió Randolph a causa de su insolencia. ¡CUANDO SEAS ADULTO Y TE HAGAS UN VERDADERO ALFA, PODRÁS HACER LO QUE TE VENGA EN GANA!. Mientras seas cachorro debes obedecer a tus mayores. ¿ENTENDIDO? Le dijo mientras lo sostenía por los hombros.
Sí… Dijo Christopher hirviendo de coraje.
Bueno, ahora vamos a casa. Ya pronto va a amanecer y todos vamos a dormir. Y usted, joven, necesita descansar. De lo contrario, el cambio que tuvo, se revertirá.
¿Hablas en serio?
Sí señor. Así que… Al llegar a la cabaña, vas a dormir.
Al llegar a la cabaña, se encontraba Maggie en la entrada, esperando que se asomara el primer rayo de sol.
¿Mamá…? ¿Te vas a quedar?
No puedo hijo, debo volver. Pero siempre estaré contigo.
¿Puedo… Abrazarte?
Claro que sí…
Christopher abrazó a su madre y ella a él, hasta que salieron los rayos del sol y poco a poco se fue desvaneciendo entre sus brazos.
Chris se limpió las lágrimas y entró en la cabaña… Todos los que estaban dentro dormían unos encima de otros, algunos desnudos, otros no, algunos con mujeres, otros con hombres. Pero todos roncaban plácidamente.
No le costó mucho al crecido cachorro sentir la necesidad de dormir. Como pudo, se acurrucó en su cama, ya que no precisamente cabía cómodamente ahora que había crecido.
Al quedarse dormido soñó que caminaba por el bosque, el cielo comenzaba a cubrirse de nubarrones y a lo lejos se escuchaban truenos, en su sueño siguió caminando, sin rumbo, cada vez más adentro, hasta que escuchó una voz que entonaba una canción, siguió la melodía y cuando llegó se encontró con un hombre de apariencia madura con la piel bronceada por el sol, le cálculo unos 2,25 metros de estatura, le llamó la atención que su cabello, barba y vellos eran totalmente plateados, como la luna llena, su musculatura más desarrollada e imponente que la de Neil, y en proporción con su estatura.
El hombre estaba de espaldas a él, sin camisa, cortando leña mientras iba fumando de una pipa, el olor se hacía más fuerte entre más se acercaba. Sus piernas y nalgas se veían fuertes y gruesas, aún debajo del pantalón. Sin dejar de notar los músculos de su espalda y brazos, que parecían hacerse más deseables a medida que cortaba la leña.
¿Vas a quedarte viendo desde lejos? ¿O vas a venir a saludar Christopher?
Q… Q… ¿Quién es usted? Q… Q… ¿Qué hace aquí? Co… ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Por qué estoy aquí?
Ya me has visto, dijo colocando el hacha sobre el talego de leña, girando lentamente hasta darle el frente a Chris. Pero no en esta forma… Y estás aquí porque yo te he hecho venir aquí.
¿Estoy soñando? ¿O en realidad estoy aquí?
Pues… Un poco de ambos. Viniste en un sueño, pero en realidad estás aquí.
Christopher quedó impresionado con los ojos de ese hombre; eran de un color avellana intenso, con un halo verde esmeralda al rededor del iris, rodeados por un bosque denso de pestañas negras, como la noche sin luna, enmarcados por un par de cejas gruesas y abundantes también plateadas. Observó su nariz, larga ancha y perfilada, entre la barba se veían unos labios de formas perfectas, su cuello era casi que una prolongación de su barba, grueso, fuerte, su pecho era enorme, imponente, casi como esculpido por los dioses. Siguió bajando la mirada y su abdomen era más marcado que el de cualquiera de la familia, al llegar a su entrepierna quedó estupefacto con el gran paquete que se le marcaba y no pudo evitar abrir la boca del asombro.
Jajajaja… Como que viste algo que te gustó… Eso es una buena señal. Ven, muchacho, ayúdame a llevar esto a la casa. Dijo el hombre, dándole un talego de leña, y sin saber por qué… Chris aceptó.
Caminaron un poco, en dirección al norte, y consiguieron una casa, parecida a donde Christopher vivía, pero en mayor escala. Recordó que esa casa estaba abandonada, y él no sabía el porqué.
¿Aquí es donde vives?
Sí, ¿dónde esperabas que viviera? ¿En una cueva? Jajajaja… Seré un lobo, pero no soy un animal salvaje, aunque puedo cambiar a forma de bestia… ¿Quieres ver?
Ehh… Eso no es posible… Hay quienes dicen que lo hacen, pero nadie lo ha logrado hasta el momento.
Jajajaja… Todos podemos, incluso, tú puedes… Pero para eso hay que terminar de llegar a la casa, ya estamos a pocos pasos, vamos a dejar la leña, desnudarnos y salir nuevamente.
Ehhh… Bueno, si usted lo dice…
Mi nombre es Ulises, soy tu bisabuelo, y tú eres un Alfa muy especial Christopher. Decía el hombre mientras llegaban a la cabaña. Puedes referirte a mi como Ulises, abuelo Ulises, Papá Ulises, pero cuando estemos juntos, seré tu señor. ¿Entendido cachorro?
Sí, mi señor.
Jajaja. Aprendes rápido. Eso me gusta. Ahora vamos a dejar esto aquí, para que no se moje con la lluvia… Eeeso es… ¿Todo bien?
Sí, mi señor.
Excelente, ahora, quiero que te desvistas, dijo Ulises mientras se quitaba las botas sentado en una silla que para Christopher era enorme, pero que para él era perfectamente proporcionada.
Y… ¿Dónde me siento mi señor?
No, tú no vas a sentarte, ve quitándote la ropa de pie. Así, estando incómodo, sabrás valorar las comodidades que tienes.
Obedientemente, Chris hizo como se le había ordenado, cuando estuvo completamente desnudo buscó cubrirse con las manos la verga y las bolas. Más aún cuando vió que ese hombre, que decía ser su bisabuelo, de quien siempre escuchó que estaba muerto, tenía una verga exageradamente grande, aún estando en reposo, y unas bolas tan enormes, que harían palidecer a las de su propio padre.
Ese hombre lo intimidaba, pero por alguna razón se sentía muy atraído hacia él, y no dudaba en obedecer cada una de sus órdenes.
Ya estando los dos completamente desnudos, Ulises se le acercó a Christopher y comenzó a acariciar su cuerpo, el cual temblaba sin saber por qué. Lo tomó de la mano y lo llevó afuera… Ya la lluvia comenzaba a caer, suavemente, pero a lo lejos se escuchaban truenos, lo que anunciaba una tormenta.
Caminaron hasta adentrarse en el bosque, dejando atrás la casa, quien los viera diría que son un par de hombres, uno mayor y más alto que el otro, paseando desnudos entre los árboles y arbustos.
Llegaron a un claro y Ulises se ubicó detrás de Chris, quien no paraba de temblar, colocó su verga completamente erecta entre las nalgas del joven y la deslizó de arriba a abajo. Esto hizo que Christopher se estremeciera.
¿Ocurre algo cachorro?
No mi señor… Es que… Siento algo extraño…
Shhh… Déjate llevar… Agáchate hasta tocar el pasto con tus manos y rodillas… Eeeeso es…
¿Qué me va a hacer mi señor?
Shhh… Tranquilo… Voy a solucionar algo… Dijo Ulises ubicándose detrás de Chris y olfateando su trasero que había sido desvirgado por Patrick durante el cambio. En el aroma visualizó la forma y las maneras de cómo fue ese desvirgamiento.
Lentamente fue lamiéndole el culito haciendo a Christopher temblar… Aaaayyy… Se quejó…
¿Te duele algo?
No, simplemente que siento algo extraño mi señor… No sé explicarme…
Es tu celo cachorro… Ya falta poco… Uffff… ¿Qué tenemos aquí? Dijo Ulises cuando comenzó a asomar tímidamente el coño de Christopher, mismo que comenzó a lamer, alternando con el culo del joven, quien no dejaba de gemir.
Poco a poco se fue asomando, lentamente. Al verlo, casi totalmente expuesto, Ulises apoyado sobre sus rodillas, comenzó a meter la cabeza de su verga humana en el coño de Chris.
Aaaay… Me duele…
Aún no estás listo… Pero tenemos tiempo.
Volvió a lamerle el coño, haciendo que éste lubricara por sí solo.
Aún Ulises conservaba su apariencia humana, eso indicaba que aún Christopher no estaba listo, pero volvió a intentar… Poco a poco fue metiendo la gran cabeza de su verga dentro de Chris… Quien dejó salir un gemido y abrió sus piernas levantando las caderas.
¿Qué me pasa? ¿Por qué hago esto? Aaaah… Mi señoooor…
Shhh… Es tu hembra queriendo salir… Deja que salga… Decía Ulises acariciando la espalda de su bisnieto desde la nuca hasta las nalgas.
Pero… Es que… Aaaah… Que ricoooo… Me encanta su lengua ahí mi señor…
¿En tu coño? Dilo… Llámalo por su nombre…
Siiii… En mi coñooo… Aaaahhh… Mi señoooor.
Al oír esto, la enorme verga del Alfa maduro cambió a su forma canina, al igual que su dentadura y sus uñas.
Hizo un nuevo intento y la punta de su verga traspasó un poco más de cuatro dedos dentro del coño ya completamente brotado de Chris. Mientras iba introduciendo dos dedos en su culo caliente y apretado, hurgando para tocar la próstata del joven.
Aaaahhh… Aaaahhh… Aaaaaaaaahhh…
Así es… Suéltate… Decía Ulises sacando la punta de su verga del coño de Christopher. Ahora, ponte de pie y mírame.
Al ponerse de pie, la visión que le regalaba Ulises era aún más imponente. Parecía que su sobre musculado cuerpo había crecido aún más y parecía un auténtico gigante. Al ver la enorme verga se acercó a lamerla, como hacía poco había hecho con Patrick, sólo que esta vez, su celo se hizo tan presente que lo controlaba por completo. Y eso que aún no estaba del todo en su plenitud.
Shhh… Aún no… Ya tendrás tiempo para que me la mames. A ver… Déjame ver… Dijo Ulises mientras le abría la boca y veía que los colmillos adolescentes estaban presentes. Le vio las manos y tenía sus garras también. Además de una verga canina y un par de bolas de buen tamaño.
Poco a poco se agachó hasta quedar a la altura de Chris, con sus grandes manos lo levantó como si fuera un bebé, rodeando Christopher con sus piernas la cintura de Ulises y aferrándose al cuello con fuerza.
Tranquilo… No te voy a dejar caer… Así, cargado como lo tenía, Ulises apuntó su verga al coño de Christopher y fue metiendo más de lo que había albergado antes. Así estuvieron varios minutos, aún sin clavar la totalidad de su verga en el crecido cachorro. Aún no era el momento de romper sus virgos.
Ulises colocó a Christopher nuevamente sobre el suelo, quien no dejaba, sin saber por qué, de dar vueltas alrededor de su bisabuelo, a cuatro patas, moviendo su cadera como si fuera una cola. Esta parte era «la elección». Ya Christopher estaba listo para ser montado y había elegido a su Alfa desvirgador.
Ulises se colocó también a cuatro patas sobre el suelo del bosque. Su expresión facial ya no era amigable, sino sexual, se notaba el deseo, la lujuria en su rostro. Esto hizo que Christopher se pusiera en una actitud aún más sumisa ante él y se girara posicionando, sin saber por qué, sus nalgas grandes y firmes cubiertas de vello hacia la cara de Ulises, quien sin más preámbulo fue lamiendo ese culazo que se le ofrecía tan voluntariamente arrancándole gemidos incesantes a su bisnieto.
¿Te gusta lo que te hago?
Sí, mi señor…
¿Deseas entregarte a mi en todo sentido?
Sí, mi señor, es lo que más deseo.
Al decir esto, el coño de Christopher emergió en todo su esplendor, como si fuera una flor deseando ser arrancada.
Uffff… ¿Quieres ser quien lleve mis hijos en su vientre? ¿Quieres ser su madre?
Sí… Sí… Lo deseo… Por favor mi señor, mónteme.
Tú lo has pedido… Pero para romper tus virgos, no quiero tratarte como cualquier loba, ni como cualquier Omega. Desde hoy, vas a ser mi hembra. Ponte sobre tu espalda, deja que te muestre cómo se hace el amor.
En seguida Christopher asumió la posición y dejó sus piernas abiertas, Ulises le hizo flexionarlas hasta que las rodillas llegaron a su pecho, una vez así, fue lamiéndole el coño, al tiempo que con la derecha le masajeaba los pectorales y con la izquierda se dedicaba a hacerle una paja lenta y muy placentera, tanto, que el crecido cachorro se retorcía de placer y no dejaba de gemir a cada estímulo.
Sin dejar de lamerle el coño, Ulises se colocó encima de su bisnieto en posición de 69, el joven, sin pensarlo, se fue metiendo la verga enorme y gruesa de su bisabuelo a la boca… La cual no le cabía del todo y le daba arcadas, poco a poco fue, por instinto, relajando los músculos de su garganta, hasta que sus grandes bolas hicieron contacto con la nariz de Chris, Ulises dejó salir un gruñido de placer, para luego ir marcando el ritmo de la mamada con su movimiento cadencioso.
Después de unos veinte minutos, con sumo cuidado, Ulises fue retirando su gran verga de la boca hambrienta de Chris, quien gimió como si quisiera seguir mamando.
Jajajaja… Bastante glotón que eres cachorro… Nadie se había comido mis cincuenta y seis centímetros de una sola vez…
Quiero más mi señor…
Y tendrás más… Pero quiero hacerte mío antes que despierte tu cuerpo.
Sí, por favor, hágame suyo mi señor.
Shhh… Aún hay tiempo… Dijo Ulises colocando su enorme cuerpo de manera que quedó cara a cara con Christopher. Necesito que me veas a los ojos… Voy a romper los tres virgos de tu coño, vas a sentir mucho dolor, pero aquí vas a estar seguro. Promete que vas a evitar gritar. O de lo contrario te despertarás.
Lo prometo mi señor.
Así, viendo uno los ojos del otro, la verga canina de Ulises fue entrando en su aún virginal coño. Cuando hizo contacto con el primer himen, le dijo:
Necesito que te relajes… Todo esto es para que seas mío. Tú quieres ser mío. ¿Verdad que sí?
Totalmente mi señor…
De ahora en adelante vas a ser una buena hembra… ¿Te quedó claro hembrita?
Síiii… Síiii… Mi señoooor… Soy una hembra…
Está bien… Voy a romper y vas sentir un dolor pasajero. ¿Estás lista?
Sí mi señor.
Poco sabía Christopher que con decir eso, Ulises iba no a romper un himen, sino los tres de un sólo empujón, haciendo que toda la extensión de su verga quedara alojada de una sola estocada en el interior de su bisnieto. Comenzaron a salirle lágrimas de los ojos, las cuales tiernamente iba lamiendo Ulises. Cuando vió que se calmó, sin decir palabra, fue besando a Chris en las comisuras de la boca, el cuello, acariciando su pecho, su abdomen, lamiendo su cuello, sus axilas, dándole a lamer las suyas, las cuales el joven parecía querer devorar.
Las embestidas se fueron haciendo más profundas y rápidas a medida que Christopher iba relajando su cuerpo.
Uffff… Me encanta tu coño… Es tan estrecho y cálido… Uffff… ¿En serio quieres que te preñe?
Sí… Por favor… Ahhh… Aaaahhh… Mi señor…
Pero que ricura… Vas a acabar por primera vez con una verga dentro de tu coñito…
¿Cómo lo sabe mi señor? Aaaahhh…
Por como me estás apretando la verga cariño… Y estás lubricando muchísimo… AHHH… QUE RICOOOO… ¿Sientes toda mi verga como te llena?
Ahhh… Ahhh… AHHH…
Así es, aúlla… Aúlla como nunca… Aúlla para mí…
AAAAUUUU… AAAAUUUU… AAAAAAAAUUUU… AHHH… AAAAAAAAUUUU…
¡ASÍ MISMO! Uuuufff cómo salen tus flujos… ¡WOW! ¿Lo sientes? DEJA SALIR TODO LO DEMÁS, no te contengas… ¡LIBÉRATE!… Vuélvete loba…
AAAAHHH… AAAAUUUU… AAAAUUUU… Aullaba una y otra vez Christopher explotando en un orgasmo tan intenso que ni se dió cuenta que su cuerpo de hombre joven había pasado a volverse de bestia. Sus brazos y piernas se convirtieron en patas, su rostro se alargó para hacer salir un hocico, su torso también se transformó y emergió una cola donde termina su columna. Se había convertido en una hermosa loba joven, de pelambre negra brillante, de ojos grises con un halo violeta intenso alrededor del iris.
Ahora mírame… Le dijo Ulises, quien sacudiendo su cabeza se convirtió en aquel lobo enorme de pelos plateados que había visto en su casa. En seguida Christopher se giró, quedando a cuatro patas y su macho lo comenzó a montar tal como sólo dos bestias pueden hacerlo, aferrándose a su cintura, arremetiendo con gran velocidad y fuerza dentro del coño de Christopher, quien tuvo un segundo orgasmo.
AAAAAAAAUUUU… AAAAUUUUUUUU…
Ulises seguía dándole verga sin descanso, hasta que…
AAAAAAAAAAAUUUUUUUUUU… AAAAAAAAAAAUUUUUUUUUU… Anunció su gran corrida dentro de su bisnieto quedando abotonados. En seguida Ulises se giró y siguió expulsando su semilla dentro del útero de Chris. Asegurándose que quedara preñado de él. Una vez el abotonamiento pasó, Ulises retiró cuidadosamente su descomunal verga, llena de los fluidos de ambos y de la sangre del desvirgamiento de Christopher, quien sin perder tiempo, comenzó a mamarla hasta que la dejó impecable. Mientras que el macho Alfa le lamía el coño hasta que se le cerró nuevamente y desapareció.
¿Ves que no era difícil? ¿Te sientes bien? Le preguntó Ulises ya satisfecho.
Sí, mí señor. Aunque… Me duelen un poco las bolas.
Jajajaja… Eso es porque sólo acabaste como hembra. Pero mírate… En esta forma no tienes ni verga, ni bolas… Eres toda una hermosa hembra… Uffff… Y yo aúuuuuun puedo seguir dándote verga.
Hágalo por favor mí señor… Mi cuerpo… Mi cuerpo lo necesita… Por favor…
Vamos a darle a tu cuerpo y tu celo lo que piden… ¿Dónde va a ir mi verga?
En mi coño mi señor…
¿Qué eres de ahora en adelante?
Su hembra mi señor.
Shhh… No, serás prioritariamente mía, pero vas a estar con otros machos. Y vas a darme muchos hijos Alfa. ¿Hablé claro perrita?
Pero… Yo no soy una perra… Soy una loba.
Eso está por verse. Mientras, serás mi perrita.
Como usted diga, mi señor.
Ahora, aprovechando la lluvia, vamos a correr. Siempre es bueno para asegurar que no botes mi semilla.
Así, el lobo descomunal y su loba comenzaron a correr por el bosque. A una velocidad que parecía que volaran sobre el pasto mojado. Al llegar a un río Ulises saltó al agua y Chris lo siguió, se sacudieron el exceso al salir y de pronto Ulises escuchó algo cerca. Sigilosamente, le indicó a su Omega que no hiciera ruido. E intespestivamente, se lanzó sobre un venado que comía desprevenido atacando la yugular.
Ven y quédate cerca, cuando yo coma, tú comes. Le dijo Ulises a Chris. En seguida el Alfa comenzó a comer de la presa que había cazado, ante la mirada estupefacta de su bisnieto, quien jamás pensó que alguien pudiera comer de esa forma.
Luego de haber saciado su apetito, Ulises se apartó y le dió la señal para que comiera, al principio, se acercó con cierto recelo, recordando lo que decían en Snow Hills de quienes comían carne cruda, que ese era una manera de ganar un viaje sin retorno al infierno. Pero una vez que el olor de la sangre tocó su hocico, no pudo evitar la salivación, y acercarse a lamer tímidamente. Sentir el sabor de la sangre, aún tibia en su boca le llevó a morder más decididamente. Ya después del tercer bocado, le sabía como si fuera un manjar. Sus colmillos rasgaban el cuero y la carne del venado, mientras comía con desesperación.
Jajajaja… ¿Sabe bien, verdad? ¿Habías probado algo semejante?
Jamás mi señor…
Ya veo… Ven, vamos a darnos un baño en el río, ya comimos suficiente, deja para que los lobos comunes coman perrita.
Como usted diga, mi señor.
Luego de bañarse y sacudirse fueron caminando lentamente hasta el claro donde Ulises le había dado la primera monta a Chris.
Ulises se le acercó por detrás y comenzó a lamerle el coño con más ganas que antes.una vez que Christopher levantó la cola y separó las piernas, Ulises se detuvo, rodeó a Chris hasta quedar de frente y le dijo:
Vas a sacudir tu cabeza de esta forma, al hacer el movimiento, Ulises recuperó su forma de hombre pero mantuvo su verga canina y sus colmillos. Igualmente pasó con Chris al imitar a su bisabuelo. Ahora ponte de rodillas perrita… Vamos a hacer que tu celo de verdad aparezca, te quiero bien hembra, sumisa, y con ganas de ser montada.
Inmensamente, Christopher se arrodilló ante su Alfa y este le colocó la punta de su verga en la boca para luego ir soltando poco a poco su orina de macho Alfa.
El joven bebía gustosamente cada gota de los meaos del adulto, sin dejar que se le escapara ni siquiera una.
En lo que Ulises terminó de vaciar su vejiga, Christopher comenzó a darle una buena mamada con el fin de dejársela impecable.
Ahora ven, perrita, quiero recostarme un rato mientras te hace efecto mi orina. Ulises se recostó entre las raíces de un roble inmenso y le señas a su bisnieto para que se recostara encima de su torso.
Una vez estuvo encima de su bisabuelo, su señor, Christopher le dijo:
Aún me duelen las bolas mi señor…
Humm… Bueno… Vamos a solucionar eso te voy a dejar que las descargues, te lo has ganado perrita. Y eso también va a ayudar a que tu celo se haga presente por completo. Ubícate más arriba, que tu cabeza quede junto a mi cuello… Eeeeso es…
En lo que Christopher hizo como su señor le decía, Ulises acomodó su verga canina aún erecta entre sus nalgas y lo fue bajando hasta que cada milímetro de sus cincuenta y seis centímetros se perdieron dentro del culo de Chris, quien comenzó a moverse de arriba hacia abajo disfrutando del placer que sólo ese macho Alfa sabía cómo proporcionarle.
Mientras, Ulises iba acariciando el torso de Christopher, besando sus orejas, apretando sus pezones , recorriendo su abdomen, llevando al joven a tal punto de placer, que sin necesidad de masturbarse acabó explosivamente, tanto, que hasta el cuello de Ulises quedó salpicado.
En lo que Ulises sintió las contracciones del ano de Chris, inmediatamente sacó su verga del culo de éste y la metió sin avisar en su coño, caliente, húmedo y lleno de flujos, haciendo que el joven se sentara encima y comenzara a rebotar sobre esa magnífica verga.
Sin decir nada, Ulises acarició la espalda de Chris y este entendió que era hora de apoyar sus manos sobre la hierba mojada. Al tiempo que Ulises iba quedando de rodillas detrás. Una vez en posición, Ulises volvió a acariciarle la espalda y Christopher sacudió la cabeza para volverse loba nuevamente.
Los truenos ya se escuchaban más distantes y la lluvia había dejado de caer, sólo quedaba la humedad y las gotas de las hojas de los árboles que de cuando en cuando caían sobre ellos.
Ulises estuvo dándole verga a Chris durante una hora o un poco más, haciendo que aullara una y otra vez, orgasmo tras orgasmo, recibiendo con gusto esa magnífica verga dentro de su coño. Hasta que…
AAAAUUUU… AAAAUUUUUUUU… AAAAUUUU…
Se escuchó el anuncio de la nueva corrida de Ulises dentro del apretado y húmedo coño de la loba que estaba montando quedando abotonados nuevamente. Ulises abrazó a Christopher y volvió a recostarse con él encima hasta que pasó el abotonamiento, ya una vez que esto pasó Chris volvió a su forma humana. Al reponerse esa serie de orgasmos tan intensos, Christopher comenzó a lamer los restos de su corrida de su cuerpo y del cuello de su bisabuelo, hasta que ambos quedaron limpios.
En lo que hubo terminado, Ulises le preguntó:
¿Quieres volver a venir y estar conmigo?
Por supuesto que sí mi señor.
Entonces haremos lo siguiente, durante cuatro días más, vas a venir en sueños, yo siempre te estaré esperando, y haremos el amor como bestias o como hombres, como tú quieras, luego, despierto, vas a ser la hembra sumisa de tu tío Randolph, así él también también tendrá lo suyo. Porque yo se lo prometí, y tú, después de él, vas a estar con Niel y por último, con Patrick. Después de cada monta, cada apareamiento, vendrás a mi en sueños, cogeremos y te volveré a preñar. Así cada uno de los tres creerá que fue él quien te desvirgó. ¿He hablado claro?
Sí mi señor.
Así me gusta. Y ni por ningún motivo debes venir al bosque a verme despierto. Por lo menos hasta que Patrick te monte y te preñe. ¿Está claro? Ya tu celo está en pleno apogeo, y no va a ser difícil que te rodeen y te acosen. Tú sólo vas a dejar que las cosas se den.
Como usted diga mi señor.
Perfecto, ahora sí, vamos para que te vistas, y vuelvas a la cabaña de Patrick, así ambos caminaron hasta la casa abandonada, Christopher al llegar, se comenzó a vestir y al ver que Ulises no se vestía le preguntó:
Y… ¿Usted no se va a vestir mi señor?
No, así es más cómodo, yo te llevo hasta la casa. Y sacudiendo su cabeza, Ulises volvió a convertirse en lobo. En lo que Cristopher estuvo listo, lo llevó sobre el lomo hasta la cabaña y le dijo:
Recuerda… Sólo en sueños, hasta que Patrick te preñe, todo lo que pasó, en realidad pasó, no es sólo un sueño, recuerda el orden de las montas: Randolph, Neil y después Patrick. Y no me menciones, ni tampoco hagas referencia a mi. En cuatro días termina tu celo y dejas de quedar encinta.
Así lo haré mi señor.
Despierta Christopher…
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