LA FAMILIA DANKWORTH KELLY X
Final primera temporada .
Capítulo 10.-
¿QUÉ? ¿OTRA VEZ TÚ? Preguntó Ulises al escuchar la voz de Christopher.
Hijo, ¿has sido tú quien nos ha traído aquí? Preguntó Patrick al verlo.
Pues, con algo de ayuda.
No lo escuches Patrick, por lo que más quieras… ¡ES UN BRUJO! ¡INVOCÓ A LILITH! Y se llevó a mis cachorros con ella… ¡MALDITOS SEAN!
¿Es cierto todo eso? Preguntó Phillip.
Sí, totalmente cierto tío Phillip. Dijo Christopher. Yo estaba soñando, y en el sueño hice la invocación.
Pero… ¿Cómo supiste cómo hacerla?
¡PORQUE ES BRUJO! ¡BRUJO! Gritaba Ulises desesperado por ser escuchado.
¡CÁLLATE ULISES! ¡DEJA DE HABLAR ESTUPIDECES Y ACEPTA TU RESPONSABILIDAD! Le has hecho demasiado daño a esta familia, y ya te toca pagar por todas las que has hecho. Le dijo Christopher muy molesto, sin darse cuenta que sus manos y pies se habían convertido en garras.
¿Ven lo que les digo? Miren sus manos y pies... ¡SON GARRAS!
Sí, Chris puede cambiar y alterar su cuerpo de muchas maneras. Dijo Randolph quitando importancia a las palabras de Ulises.
Ahora… Papá… Vamos a ver… ¿Qué castigo podemos darte por lo que nos has hecho a lo largo de nuestras vidas? Preguntó Charles acercándose junto con Alexander al centro de la rueda donde estaba Ulises. A ver… Dijo nuevamente, colocando sus manos sobre la cabeza de su padre.
¡NOOOO POR FAVOOOR! ¡QUE NO ME TOQUEEEEE! Gritaba Ulises porque sabía que así Charles iba a poder visualizar su temor más oculto y usarlo como castigo. Luego de un par de minutos, Charles lo soltó con una sonrisa sardónica.
Señores… Pregunta interesante… ¿Cuál es el temor más oculto y desesperante, con el cual hasta pesadillas ha tenido este auto proclamando Alfa Supremo?
¿Dejar de serlo? Preguntó Lucian riendo por lo bajo.
No, eso no lo tenía en planes siquiera, él pensaba que iba a serlo siempre.
Jajajajajaja… No digas, no digas… Dijo Roberto, jajaja… A lo que más miedo le tiene, es a ser usado como terreno de cultivo… Jajajaja… Que le abran bien el surco y le planten las semillas… Jajajaja…
Todos rieron al ver la cara de terror de Ulises, ya que su padre había sido el que lo había desvirgado y jamás había permitido que esa tortuosa experiencia se repitiera. Por alguna razón Ulises sabía que aún cuando tuviera su fuerza hasta que amaneciera, le iba a resultar imposible escapar de ese destino, pero no se la iba a poner fácil, comenzó a decir cualquier cantidad de cosas, mentiras en su mayoría, para hacer que se molestaran entre ellos y así no le hicieran nada.
Ahora, vamos a llevar a este tirano al lugar donde todo comenzó, nuestra casa natal, la cual es la suya también. Dijo Neil de pié detrás de Chris abrazando a su sobrino nieto por la cintura y acercándolo bastante a él.
¿Cuál es esa casa? Preguntó Chris girando la cara para ver por encima de su hombro a Neil.
Una casa que está abandonada aquí en el bosque, él no puede entrar ahí sin recordar todo lo que pasó con su padre, nuestro abuelo.
¡NOOOO A LA CASA NOOOO POR FAVOOOR!
Pero… Yo estuve ahí con él en el sueño anterior…
En sueños no le afecta, pero despierto sí. Mira como está desesperado. Sabe que no es grato para él entrar ahí.
Así, rodeándolo, fueron llevando a Ulises a su lugar de castigo, donde no sólo viviría su más profundo terror, sino que también reviviría los recuerdos de lo terrible que fue su primera y última vez que había recibido una verga en su culo.
Entre más se acercaban a la casa, más intensos y vívidos eran los recuerdos de Ulises, su infancia, todo su pasado, comenzó a tomar forma delante de él, sobre todo el recuerdo de su padre, sus hermanos mayores, y todo lo ligado a ellos… Así que todo por lo que estaba pasando simplemente quedó atrás, para darle paso a los recuerdos de Ulises.
Ulfar Sigtryg Magnusson, el padre de Ulises, un lobo Alfa Supremo, el cual se había hecho merecedor de ese título gracias a las múltiples victorias que obtuvo en batalla defendiendo sus territorios de los invasores, en Ribe, su tierra natal era muy famoso, y en Upsala se hablaba de su familiridad con Thor, hijo de Odín, lo cual le fue creando una reputación cada vez más sobresaliente, ya que estas historias infundían temor entre sus enemigos.
Se cuenta que él fue uno de los fundadores de lo que era Rus, e incluso luchó contra los mongoles e inexplicablemente, salió completamente ileso de los enfrentamientos contra los despiadados invasores.
Ese día en particular, ya Ulfar radicado en tierras inglesas con sus seis mujeres e hijos y retirado de las batallas, había salido a cazar para el sustento de su numerosa familia con cuatro de sus seis hijos mayores, hijos de él con su esposa principal, Aleka, la cual no era la madre de Ulises, pero igual le quería como si se tratara de uno propio.
¡LLEGAAAAMOS! Exclamó Ulfar al entrar a su casa con sus hijos y las presas que habían cazado.
¡NO! Ulfar, por lo que más quieras, me vas a ensuciar el suelo. Anda y coloca esos venados allá atrás para limpiarlos. Aquí no.
Jajajaja… Se nota que no he estado en casa Aleka. Andas de mal genio… Jajajaja.
¡Suéltame! No me abraces lleno de sudor y sangre… Noooo…
Jajajaja… Si me besas, te prometo que te suelto, jejeje, le dijo Ulfar juguetonamente.
Está bien, pero luego se van a asear y vienen a comer, preparé un estofado de conejo.
Hummm… Que bueno… Espera… ¿Conejo? Aleka… Tú… ¿Conejo? Jajajaja… ¡VOY A SER PADRE OTRA VEZ!
Sí, sí, pero anda y aséate Ulfar…
Jajajaja… Lo que diga la Reina de Los Lobos. Dijo Ulfar soltándola y haciendo una reverencia ante su esposa.
Cuando Ulfar y sus cuatro hijos mayores, los hijos de él con Aleka, a quienes todos llamaban los príncipes, se fueron a bañar al río, Ulises, de cinco años recién cumplidos se fue detrás de ellos, siempre quiso ser parte de ellos, ser como ellos y disfrutar del cariño que su padre y madre les daban. Aunque no se quejaba del cariño que recibía, pero él quería ser como sus hermanos mayores, quería ser uno de ellos.
Sigilosamente los fue siguiendo hasta llegar a la orilla del río, una vez ahí, se ocultó detrás de unos arbustos desde donde él podía observarlos sin ser visto, no era la primera vez que los espiaba, pero siempre era muy emocionante para él hacerlo.
Los vió desvestirse, sus cuerpos completamente desnudos, parecían unas réplicas más jóvenes de su padre, con bastante vello rojizo distribuido por todo el pecho, abdomen, y acumulando una gran cantidad alrededor de sus vergas, las cuales, aún en reposo se veían enormes, incluso, desde la distancia donde se encontraba Ulises, quien al estar observando sintió un hormigueo entre sus nalgas, y así, agachado, se bajó los pantalones y comenzó a acariciar ese punto, un poco más arriba de la entrada de su culo aún virgen. Entre más se tocaba Ulises en ese punto, más deseaba seguir oculto contemplando ese espectáculo.
El Gran Ulfar, como le llamaban en el pueblo, era un hombre inmenso en todos los aspectos, más de dos metros, aproximadamente dos metros treinta centímetros de alto, ya por ahí, destacaba, con un cuerpo que intimidaba fácilmente a cualquiera: pectorales potentes, extremadamente grandes, voluminosos y carnosos, abdomen fuerte y marcado, brazos grandes fuertes y de músculos extremadamente grandes; su espalda tan ancha y musculosa que era imposible no reconocerlo desde atrás; sus piernas y nalgas impresionantemente grandes, potentes y velludas, pero lo más impactante de la anatomía de Ulfar era su descomunal verga. la cual, aún no estando erecta, alcanzaba un tamaño superior a los treinta centímetros de longitud, extremadamente gruesa, casi del grueso del puño de un hombre adulto normal.
Calificativo que no se le podía aplicar a este portento de macho Alfa vikingo, a quien sus amigos de las tierras nórdicas le habían dado el apodo de «Bjorn Ulfar», lo cual significa Ulfar El Oso. Para hacerle una armadura había que utilizar material como para cinco hombres, y aún así, había que agregar piezas para terminar de cubrir su cuerpo.
Sus cuatro hijos mayores eran muy parecidos a él, y por las características que mostraban iban a desarrollarse igual que su enorme padre cuando se hicieran adultos, tal vez hasta más imponentes que su progenitor.
Ya una vez desnudos todos, incluyendo a Ulises en su escondite, quien no dejaba de tocarse ese punto, Ulfar se sentó encima de una piedra a la orilla del río, con las piernas extendidas y las manos apoyadas a sus costados haciendo una especie de triángulo con su cabeza.
Hijos, estoy tan cansado que creo que no me voy a dar el baño hoy.
¿Por qué papá?
Porque no Aleko, no sé, no me siento de ánimos… Dijo Ulfar sonriendo socarronamente y mirando hacia su verga.
¿Hay algo que podamos hacer? Hay que subir ese ánimo papá, venimos de cazar tres venados adultos. Preguntó Kohan, el menor de los cuatro.
Ehhh… Bueno… Ya que lo mencionas… Sería grato que mis hijos me atendieran como el macho que soy, ya que tengo las bolas muy grandes y pesadas de tanto que se ha acumulado mi leche de macho. Jajajaja… ¿Alguno se ofrece? Yo no pienso obligar a nadie…
Ulises casi sale de su escondite cuando vió que los cuatro se ubicaron frente a su padre y levantando las manos diciendo:
¡Cuenta con nosotros!
Jajajaja… Vengan pues, mis amores, denme muchos mimos y atenciones.
Ulises no podía creerlo, cuando vió, según su entendimiento, que su padre, Ulfar, sentado sobre una roca a la orilla del río, completamente desnudo, dejaba que sus hijos le acicalaran con sus lenguas antes del baño.
Entre los cuatro se repartían los lugares donde iban a lamer, mientras dos, uno a cada costado de Ulfar, lamían sus axilas peludas sudadas y llenas de olor a macho, para luego ir lamiendo su pecho y sus tetas de macho, de las cuales se pegaban como niños hambrientos a mamar.
Uffff… Que delicia como me están dando cariño hijos, decía Ulfar apretando las cabezas de sus hijos contra sus pectorales… Ahhhh… Así… Muerdan, muerdan que esas son tetas de macho. ¡MUERDAN DURO! ¡AAAAHHH! ¡ASÍ! ¡HIJOS DE PUTAAAA! GRRRR…
Mientras dos se centraban en los pectorales de su padre, otro par iba lamiendo su espalda centímetro a centímetro.
Buff… Ustedes también amores míos… ¡MUERDAN DURO! ¡CON GANAS! ¡AAAAAAAAAHHH¡ ¡CLAVEN SUS DIENTES EN MI ESPALDAAAA! ¡AAAAHHH! ! POR ODÍN! ¡QUE DELICIA! BUFFF…
Después de los mordiscos y lamidas que le dieron sus hijos mayores en el pecho y la espalda, Ulfar les dijo:
Miren hijos, la verga de su padre necesita atención, ¿será que dos de ustedes pueden encargarse de darle los mimos que necesita?
Así uno de los que estaban en la espalda y uno de los que estaban en el pecho, se colocaron de rodillas entre las potentes piernas de Ulfar y comenzaron, al mismo tiempo, a pasar sus labios por toda la extensión de la gran verga paterna, desde la base, hasta la punta.
Bufff… Que bien lo hacen mis hijos hermosos, me gusta sentir sus bocas calientes recorriendo toda mi verga… Ahhhh… Así… Uffff… Un poco más de presión… Ahhhh… Eso es… Ahora, tiren de mis bolas, con fuerza… ¡AAAAAAAAAHHH…! ¡AAAAASÍIIIIII…! GRRRR… Vean como está de dura, vengan ustedes también, los necesito a los cuatro comiéndose mi verga.
Así todos los hijos mayores disfrutaban de mamar la verga dura y rebosante de jugos de Ulfar.
Desde donde se encontraba Ulises, y desde su comprensión, veía en primera fila un ritual de limpieza que sin saber por qué le gustaba tanto que no dejaba de tocarse ese punto que jamás pensó que tenía y sus mejillas comenzaron a sonrojarse… Sintió un cosquilleo extraño y con sus dedos infantiles tocó algo que había emergido de dentro de su infantil cuerpo, él, acarició suavemente esa nueva parte, era suave, cálida y brotaba un aceite que hacía que resbalaran sus dedos sintiendo un escalofrío agradable recorrerlo.
Luego tuvo la curiosidad de sentir sus deditos dentro, y poco a poco los fue metiendo, su respiración se aceleraba, al igual que los latidos de su corazón, estaba jugando, sin saber, con su coño canino, explorando los placeres que podía sentir, mientras observaba ese despliegue de testosterona que le ofrecían esos cinco machos, cuatro hombres jóvenes y un adulto, quienes eran sus hermanos y su padre.
Luego le tocó el turno a sus hermanos de ser acicalados por su papá, mientras uno se acostaba encima de la roca, con las piernas de manera que las rodillas pegaran de su pecho, su padre iba lamiendo, como queriendo dejar bien limpio el culo de éste. Los otros tres, por su parte, iban turnándose, porque ellos también querían tener las vergas limpias, para esto se la metían, al que estuviera acostado, en la boca.
Así mismo hijos míos, denle sus vergas grandes y gruesas a su hermano… Ufff… No saben lo orgulloso que me hacen sentir. Decía Ulfar alentando a sus hijos mayores. Al terminar de limpiar bien el culo del que estuviera acostado, Ulfar hacía un sonido como un gruñido, y los que estaban de pié escupían sobre la gran verga de su padre y la frotaban, ese pedazo enorme de carne crecía aún más, sin detenerse, y se hacía cada vez más y más grande, se marcaban más las venas, y la punta se veía como un gran champignon. El cual Ulises, sin saber por qué, deseaba comerse.
Después, Ulfar apoyaba ese gran monstruo de más de sesenta centímetros de largo y unos veinte de circunferencia, en la entrada del culo del hijo que estuviera acostado y poco a poco iba metiendo más y más, hasta que desaparecía por completo de vista. Después de un rato, se comenzaba a ver, y dejar de verse, una y otra vez, cada vez más rápido, pero papá no recuperaba su verga por completo, era como si los culos de sus hermanos no quisieran devolvérsela, tanto Ulfar como quien estuviera queriendo quitarle la verga con el culo, hacían como si les costara mucho respirar, y Ulfar no se decidía a dejarla dentro o fuera, sacaba y metía, sacaba y metía, otra, y otra, y otra vez, así, hasta que Ulfar aullaba y sacaba su verga del culo donde había estado, saliendo completa como por arte de magia. Junto con una crema blanca que salía del culo del que no pudo quedarse con la verga de su padre.
Ya después de hacer lo mismo con los cuatro, los tres que estuvieran de pie acicalándose las vergas en la boca del que estuviera acostado, dos de ellos comenzaban a limpiar la verga de su padre y otro se centraba en el culo de su hermano, que chorreaba mucha de esa crema blanca y espesa.
Después de haber hecho todo esto cuatro veces, como si nada hubiera pasado, se lanzaron al agua y comenzaron a bañarse y conversar.
Uffff hijos… No saben lo feliz que me siento, descargué cuatro veces, una en cada uno de sus hermosos culos. En verdad les agradezco eso mis amores.
Jajajaja papá… Menos mal que no somos Omegas, porque nos habrías preñado… Jajajaja. Dijo Aleko. El hijo mayor de Ulfar.
Jajajaja… ¿Se imaginan? ¿Su madre preñada, y ustedes también? Jajajaja…
¿MAMÁ ESTÁ QUÉ? AAAAUUUU… Dijeron los cuatro hermanos de Ulises y aullaron rebosantes de felicidad.
Jajajaja… Sí, me lo dijo cuando llegamos. Y no hay nada de malo en ser Omega, su hermano Ulises lo es, y yo no veo nada de raro o malo en eso, ¿se imaginan un hombre preñado? Bufff… Sería genial. Me casaría con él, y tendríamos infinidad de cachorros… Jajajaja.
Pero… ¿En serio pueden salir preñados? Preguntó Aleko.
Por supuesto que sí hijo, si pare de un lobo, nacen cachorros, y serían Alfa, como nosotros, pero si pare de un humano, nacería un bebé humano, que puede ser normal, o puede ser un Omega. Incluso, pueden preñar a una loba y ella pariría Alfas u Omegas, pero si preña a una humana, sería o un humano o un Omega. Sé que suena complicado, pero así es… Por cierto, ¿alguien tiene ganas de beber leche de macho? Aún me queda bastante en las bolas…
Todos rieron y Ulfar se sentó en la orilla del río, de manera que sus hijos pudieran darle una mamada entre los cuatro. Aleko metía casi la totalidad de la gran verga de Ulfar en su boca y sacaba su lengua para darle lametones a las grandes bolas de su padre, después le tocó el turno a Gudrun, quien se dedicaba más a recorrer toda la extensión del tronco y después se metía completo ese monstruo en la boca hasta que su nariz tocaba la espesa mata de pelos que tenía Ulfar en la base de su verga. En seguida le tocó el turno a Karlan, quien disfrutaba empezar por ir chupando una a una las bolas de su padre, para luego ascender lentamente con su lengua, recorriendo las pronunciadas venas hasta que llegaba a la punta en forma de champiñón y ahí succionaba sin descanso. Ya por último le tocó el turno a Kohan, quien se comía hasta la mitad de la verga paterna con una voracidad que ninguno de sus hermanos mayores tenía.
Cuando Ulfar estuvo a punto de acabar, se subió a la orilla y se puso de pie, dándole la espalda a Ulises sin saberlo, dándole la vista de sus nalgas perfectamente redondas, fuertes y velludas, así como de su imponente espalda.
Ulfar, por su parte, iba acariciando su verga una y otra vez ante los ojos expectantes de sus hijos mayores, el Alfa Supremo se acariciaba el pecho, halando sus pezones, y entrecerrando los ojos.
Cuando los cuatro hermanos vieron que su padre se hincó de rodillas, se aproximaron más a él, y Ulfar les llenó la cara de chorros y chorros de su leche de macho, la cual ellos se desesperaban por recibir en su boca y tragar. Tanto así, que no desperdiciaron ni siquiera una gota, la que les caía en la cara, o el pecho era lamida por los demás.
Después todos quedaron tan calientes que sus vergas les dolían. Y así, cada uno de los hermanos fue metiendo su verga grande y dura en el culo del otro, mientras Ulfar los observaba desde la orilla acariciando su imponente verga que estaba ya bastante relajada.
Una vez que cada uno de los cuatro terminó de vaciar sus bolas en el culo de los demás, siguieron bañándose y conversando como si fuera algo muy normal lo que acababan de hacer.
Papá, una curiosidad… ¿Por qué se dice que nosotros somos lobos si no tenemos cola ni hocico? Preguntó Kohan.
Pues… Yo también me hago la misma pregunta, pero eso tiene que ver con Fenrir, hijo de Loki, así como con Geri y Freki los lobos de Odín. Los tres son lobos, y crearon a su imagen y semejanza seres humanos con características de lobos.
Pero nosotros no nos volvemos bestias, dijo Aleko.
No, pero cuando hay una hembra en celo, o un Omega en su celo reproductivo, nuestras vergas cambian y se vuelven como las de los lobos, así mismo pasa con nuestra dentadura, se convierte en dientes caninos. Ahhh… Y si hay otro Alfa cerca, nos hacemos más grandes, más imponentes, para captar la atención de la mujer o el Omega. Pero cola, caminar en cuatro patas, hocico… No, nosotros no. Hay unos que sí, pero eso es producto de una maldición.
Papá… Disculpa que interrumpa, pero hablando de los Omega… ¿Qué vas a hacer con Ulises? Le preguntó Karlan mientras se restregaba con el fango del fondo del río los pectorales y las axilas.
¿Cómo que qué voy a hacer con él? ¿A qué te refieres?
Jajajaja… Ulises nunca será Alfa… Es un lobito niña… Le dijo Gudrun mientras se restregaba las bolas y la verga para sacarse el fango.
Es verdad papá, nosotros vimos, un día mientras él dormía, que tiene igual que las hembras, pero escondido entre las nalgas. Es raro… Dijo Aleko.
En primer lugar, no es una niña, respeten a su hermano, en segundo lugar, ya ustedes saben cómo se dice, se dice Omega, Ulises nació siendo Omega porque nació de Lilian, una humana, y ese es el motivo por el que tiene coño y verga. Pero aún no le ha emergido del todo, falta un año aún para su celo.
Y… ¿Eso se puede arreglar? Digo , que sólo tenga verga y bolas, como nosotros, Nosotros no tenemos eso que tiene él atrás. Somos normales, él es raro. Insistió Karlan.
No es raro, ése al que tratan de raro es su hermano y deben respetarse entre ustedes.
Está bien, dijo Kohan, pero… ¿Se puede hacer algo para que no sea así?
Pues… Eso involucra mucha magia, y tendría que meterle mi verga en el coño y el culo. Tendría que preñarlo y al momento del parto, hacerlo que mate al niño o cachorro y dárselo de comer.
Jajajaja… Pues entonces que siga siendo así… Dijo Aleko. No sé si sería capaz de matar a un bebé… Suena feo, mejor que siga siendo como nació.
Sí, nació para ser usado por nosotros los Alfa… Jajajaja… Dijo Karlan burlándose.
Shhhh… Cállense… Dijo Ulfar. Quien había escuchado un sollozo no muy lejos de donde ellos estaban. ¿Quién anda ahí? Sal para verte.
No…
¿Ulises? Dijo Ulfar al escuchar la voz de su hijo. «Maldición… Debe haber escuchado todo lo que hablamos». Le dijo susurrando en son de reclamo a sus hijos mayores.
Ven acá pequeño, no tienes por qué tener miedo hijo. Dijo Ulfar saliendo completamente desnudo del agua.
¡NO! ¡TÚ NO ME QUIERES! ¡ERES COMO ELLOS! ¡TE BURLAS DE MI!
En el nombre de Odín… ¿De dónde sacaste eso hijo de mi vida? Decía Ulfar acercándose a Ulises, quien temblaba de la rabia y no dejaba de llorar. Ven, déjame abrazarte.
Ulises se acercó poco a poco a su padre quien lo apretó contra su cuerpo desnudo con fuerza, mientras se calmaba comenzó a decirle para calmarlo:
Así como Yggdrassil le diera vida a Odín, Padre de toda la creación, así como yo coloqué mi semilla dentro del vientre de tu hermosa madre Lilian para darte vida, así como tú eres mi hijo, así mismo te amo, seas como seas, y si eres Omega eso no quita que seas mi hijo, es más, siempre te voy a…
¡DAR VERGA HASTA PREÑARTE PUTA OMEGA! JAJAJA… Gritaron sus hermanos Kohan y Gudrun desde el agua agarrando sus vergas.
La reacción de Ulises fue tomar una piedra con su mano derecha y lanzarla lo más fuerte que pudo, acertando a golpear en el entrecejo de Kohan incrustándose, y provocándole la muerte de manera inmediata.
¿QUÉ HAS HECHO ULISES? ¿QUÉ HICISTE HIJO MÍO? Dijo Ulfar tomando al niño por los hombros. Para después abrazarlo.
Yo no quería matarlo papá… Sólo quería que se callara… Se estaba burlando de mí… Decía Ulises llorando abrazando el cuello de su padre.
De pronto, el cielo se comenzó a encapotar, como si una tormenta estuviera a punto de desatarse. No demoraron en escucharse truenos y un rayo de muchos colores cayó cerca de donde se encontraban los seis.
Un hombre extraño, de piel y cabellos de color azul con los ojos completamente verdes, como si fueran dos esmeraldas, luciendo una armadura de oro reluciente, salió del rayo de colores.
Pero mira nada más… Veo que has matado a tu hermano Ulises, a mi mismo siempre me ha parecido que Kohan era un perfecto idiota, por eso te daré lo que más deseas, ocuparás su lugar como Alfa, pero para recibir, tienes que dar algo a cambio, ahhh… Sí… Ya sé lo que será…
¡Señor Loki, por favor… Es sólo un niño…!
Jajajaja… ¿Sólo un niño? Un niño no tiene instinto asesino, él es una bestia.
¡NOOOO POR FAVOR! ¡CASTÍGUEME A MÍ!
Demasiado tarde para poder negociar Ulfar, ya vienen las Valkirias a llevar a tu hijo muerto, y esta bestia debe pagar el precio por lo que hizo.
Pero…
Ya sé qué sucederá… Dijo Loki acercándose a Ulfar y colocando su índice izquierdo contra la frente del Lobo Alfa Supremo. Vas a tomar la virginidad de tu hijo, pero no será algo tradicional, no esperarás el año que falta, no. Lo harás hoy mismo, en tu casa, delante de todos, lo verás como alguien despreciable, te ensañarás tanto que él repudiará luego ese contacto sexual hasta el día de su muerte, cuando acabes de depositar tu leche de Alfa dentro de su culo desvirgado, unas seis veces como mínimo, se volverá un Alfa, como era su hermano, pero será un adversario para ti, él será quien acabe con tu existencia y será el nuevo Alfa Supremo, pero no nos adelantemos, una vez que lo violes hoy, nadie en Midgard recordará que Kohan existió, en su lugar estará Ulises, y sí, tendrá el poder de convertirse en bestia, demostrando lo que es en realidad, eso lo pasará a sus hijos, quienes un día darán cuenta de él. Así como él dio cuenta de su hermano. Ahora, tú, bestia, ve a casa, y espera que llegue tu padre para hacer lo que acabo de decir.
Ulises sin pensarlo se fue corriendo a su casa y buscando por todos lados consiguió a su madre para contarle lo sucedido.
Mientras, aún a la orilla del río…
Ah… Se me olvidaba, una vez que acabes de violar a tu hijo, ni tú ni nadie, salvo él, recordarán nada, nada en absoluto, sólo él, y tendrá el recuerdo de todo lo que suceda siempre presente, además, te guardará rencor. Ese será el motivo de tu muerte. Solamente después de morir, tú recordarás toooodo esto. Ahora ve, ese ser despreciable te espera para ser violado por ti, así vengarás la muerte de tu hijo Kohan. Dijo Loki antes de retirar su dedo y sacar un pañuelo de su reluciente armadura para limpiarse.
Ahora sí me voy, no quiero estar aquí cuando lleguen las Valkirias. Y así como llegó, se fue.
En seguida, Ulfar, como autómata, se dirigió hacia su casa, con la verga erecta a más no poder, regando sus jugos por el camino. Mientras Gudrun, Karlan, y Aleko disponían el cadáver de su hermano sobre la hierba verde de la rivera.
De nuevo en casa, Ulises había conseguido a su madre y estaba tratando de explicar por qué estaba desnudo, todo lo que vio en el río, que había matado a Kohan, y que Loki había llegado y dicho lo que dijo.
¿Pero qué dices hijo? Le preguntó su madre a Ulises, intentando entender lo que le decía.
En pocas palabras, tu hijo desató la ira de los dioses, ahora tendrá su merecido, dijo Aleka sin esconder su enfado.
Pero… Ulfar renunció al paganismo cuando se casó conmigo…
Jajajaja… Naces vikingo, mueres vikingo, dijo Aleka.
No entiendo nada de esto… Dijo Lilian abrazando a su hijo.
¿DÓNDE ESTÁS MALDITO INFELIZ? Gritó Ulfar abriendo la puerta de un sólo golpe.
Ulfar, por favor, es tu hijo… Nuestro hijo… Le decía Lilian tratando de calmar a su esposo.
¡QUÍTATE DEL MEDIO! Le gritó Ulfar dándole un empujón que la hizo tambalearse y golpearse la cabeza contra la esquina de la mesa del comedor provocándole la muerte. Pero esto a Ulfar no lo detuvo, buscó por toda la casa hasta que consiguió a Ulises llorando bajo una cama. De los cabellos lo sacó de su escondite y lo llevó a la sala, ahí, en frente de todos lo colocó en cuatro patas delante de él y sin ningún miramiento clavó su enorme verga dentro del culo de Ulises.
Aaaaaayyy papá… Papi… Me dueleeeee… Por favoooor sácalaaaa aaaaaayyy… Por favoooor… Prometo portarme bien papi… Por favor…
¡CÁLLATE GUSANO! ¡MATASTE A MI HIJO! ¡MALDITO! Vociferaba Ulfar mientras encajaba una y otra vez su enorme verga dentro del apretado culo de Ulises.
Por favor Papá… Me haces daño… Por favoooor… Noooo…
¡QUE TE CALLES TE DIJE! Le gritó Ulfar como poseso azotando las nalgas de Ulises con la palma de su mano una y otra vez mientras que con la otra le halaba del cabello.
Nadie se atrevía a acercarse, todos estaba en estado de shock viendo el ensañamiento de Ulfar contra Ulises, quien no dejaba de quejarse y sentir vergüenza debido a lo que su padre le hacía delante de todos.
El cuerpo de Ulfar sudaba copiosamente, su cabello rojo como el fuego se veía empapado, al igual que los vellos que cubrían sus descomunales pectorales, brazos, espalda, abdomen piernas y nalgas. Sus grandes bolas chocaban contra el abdomen de Ulises cuando arremetía. Sus manos eran un instrumento de tortura para el niño en ese momento, mismas que le habían secado las lágrimas en el pasado, ahora le azotaban las nalgas y le halaban del cabello para que viera las caras de oprobio de toda la familia, que se había congregado a presenciar el castigo. Ulfar recordó que cerca yacía el cuerpo sin vida de Lilian, y para que Ulises sintiera el dolor que él sentía de haber perdido a Kohan, lo giró de forma tal que quedó a la vista de Ulises el cadáver de su madre.
¡NOOOO MAMÁ!
JAJAJAJA… JAJAJAJA… ¡NI SIQUIERA ERA BUENA CAMA LA PERRA HUMANA ESA!
¿Cómo pudiste? ¡TE ODIO! Dijo Ulises antes de sentir un golpe de Ulfar en su cabeza que le hizo perder el conocimiento.
Aún cuando Ulises se encontraba en ese estado, Ulfar seguía dándole verga una y otra vez; parecía que no se saciaba, aún cuando ya había acabado varias veces dentro del culo de su hijo, sin contar las cinco corridas que había tenido en el río con sus hijos mayores. Después de tres horas seguidas, donde repetidas veces Ulfar le llenó el culo de leche a Ulises, retiró su verga y cayó desmayado.
Al volver en sí, se encontró sobre su cama, con sus cinco esposas alrededor de él. Se levantó con cuidado y salió a ver dónde estaban sus hijos, como siempre lo había hecho. Al ver a Aleko y Karlan, les preguntó:
¿Han visto a su hermano?
¿Ulises? Está ordeñando las vacas papá. Le dijo Karlan.
O preñando alguna de las primas… Jajajaja… Dijo Aleko.
Jajajaja… la familia tiene que crecer, dijo Ulfar, quien se dirigió a los potreros y ahí lo vio, Ulises había dado un cambio intermedio, se veía como un hombre joven, de cabellera plateada, ya sus cabellos no eran dorados como antes, al igual que los vellos que cubrían todo su cuerpo, sus ojos eran de un turquesa intenso, sus músculos grandes y potentes le daban una imagen de adulto, pero aún no lo era, incluso, la barba, también era plateada, Ulfar se emocionó mucho al verlo, incluso, tuvo el impulso de acercarse a saludar y abrazarlo; pero Ulises sacó una espada que tenía junto a él y tocando el pecho de su padre con la punta le dijo:
No se me olvida lo que me hiciste, ni lo que le hiciste a mi madre, así que mejor mantenemos distancia. Algún día la vengaré.
Hijo, ¿de qué hablas? Aleka está bien, la dejé en la cama.
¡ÉSA NO ES MI MADRE!
Claro que sí hijo mío.
¡MI MADRE SE LLAMABA LILIAN! ¡LILIAN DANKWORTH! ¡Y YO LA TUVE QUE ENTERRAR! ¡SOLO! ¡PORQUE TODOS DORMÍAN!
¿Lilian? No sé de quién hablas hijo.
No me llames hijo, a un hijo no se le hace lo que me hiciste. De ahora en adelante soy Ulises Dankworth.
Como gustes, pero… No entiendo nada.
Cuando lleve a cabo mi venganza, lo sabrás.
De vuelta al presente, todos esos momentos se hacían presentes en la memoria de Ulises a cada paso que se acercaba más a la casa, intentó escapar varias veces. Pero le fue imposible. Sus descendientes lo tenían rodeado. Una vez cruzó el umbral de la puerta vió El Gran Salón donde todos se reunían, frente a la puerta, en la nave central de la casa, estaba el hogar, una estructura de piedra rectangular con un foso no muy profundo en el centro, donde en otros tiempos siempre ardía un fuego que servía para cocinar, calentarse, iluminar la casa durante la noche, secar la ropa, e incluso ahumar las carnes para preservarlas.
Al final del hogar estaba la gran mesa del comedor, paralela con la tarima donde estaban los siete tronos, el de su padre, Ulfar, en medio, y el de cada una de las seis esposas de éste.
Contra esa misma mesa se había golpeado la cabeza su madre muriendo en el acto, y junto a esa misma mesa fue donde Ulfar lo violó sin importar sus súplicas. Todos estos recuerdos se arremolinan en su cabeza y no se percató de cuándo, ni cómo sus hijos lo tenían amarrado boca abajo a una mesa más baja quedando como sobre un potro.
Cuando se dió cuenta de su situación fue demasiado tarde, podría decirse que Ulises volvió al plano real cuando sintió una gran mano impactando sobre sus nalgas.
Jajajaja hermanito… Que bueno verte aquí y así…
¿Aleko? Hermano, por favor, desátame…
¿Jajajaja están oyendo? El Gran Alfa Supremo, el asesino de mi padre, Ulfar Sigtryg Magnusson, el primero de los lobos vikingos en asentarse en tierras inglesas, pidiendo ser desatado. ¿Quién desea que lo desate? No sean tímidos, alguien que levante la mano…
Al ver que nadie levantaba la mano le dijo Aleko le dijo a Ulises mientras le quitaba el cabello de la cara para que pudiera ver:
¿Ves hermano? Debes haber sido un perrito muuuuy malo para que nadie quiera ayudarte en tu desgracia… No quisiera estar en tus zapatos… Pobre Ulises…
Desátenlo… Dijo una voz masculina viniendo desde el fondo de la casa.
¿Papá? Dijo Ulises al ver a Ulfar con su brillante armadura de guerrero vikingo, como si estuviera recién llegando del Valhalla.
Hola Ulises. Por favor, suelten sus cuerdas, él no se va a ir a ningún lugar, está atado a la casa por los recuerdos de todo lo que hizo.
Reginald se acercó a Ulfar, seguido por sus hermanos. Gran Lobo Guerrero Supremo Ulfar, nos sentimos honrados con su presencia. Dijo postrándose de rodillas ante él, acto que siguieron los demás.
Gracias, pero con que me digan abuelo y me den un abrazo fuerte, es más que suficiente.
En seguida se levantaron y abrazaron a su abuelo, a quien apenas conocían por lo que habían leído en los textos vikingos.
Jajajaja… Que bueno verlos y poder sentir tanto cariño de parte de ustedes, dijo Ulfar.
Ulises, ya libre, aún con su fuerza sobrenatural, le asentó un golpe en la barbilla a Ulfar, pero esto apenas lo hizo tambalearse.
A ver hijo, ¿Deseas pelear? Está bien, vamos a pelear. Dijo Ulfar quitándose la armadura para estar en igualdad de condiciones con Ulises. Todos hicieron un pasillo por donde los dos salieron al frente de la casa, y luego los rodearon.
A ver Ulises, golpea, dijo Ulfar desafiante.
Ulises tomó impulso y arremetió contra su padre dándole un cabezazo en el abdomen, el cual no le hizo ni cosquillas. Luego comenzó a darle un golpe tras otro, y Ulfar los recibía estoicamente, inmutable, e inamovible.
¿CÓMO ES POSIBLE? ¿QUÉ BRUJERÍA ES ÉSTA? Gritó Ulises desesperado, porque ya comenzaba a escuchar los trinos de los pájaros anunciando que el amanecer estaba próximo a llegar.
Ninguna brujería hijo, simplemente tu corazón y tu alma están envenenados con odio, rencor y resentimiento. Y… Eso te resta.
¡TÚ! ¡TÚ MATASTE A MI MADRE! ¡TÚ ME VIOLASTE! ¡TÚ ME LLENASTE DE TODO ESO!
Yo nunca he hecho nada de eso, por lo menos no conscientemente hijo, todo fue obra de Loki, y tu madre, Lilian, jamás murió como tú recuerdas, por mi mano, ella se había ido de la casa porque no podía soportar compartir a su esposo con otras esposas. Ni siquiera estaba cuando tú llegaste a casa, eso fue producto de la magia de Loki.
¡MENTIRAS! ¡MIENTES! ¡VIOLADOR! ¡ASESINO!
Tú querías dejar de ser un Omega, querías ser un Alfa, y Loki te lo hizo posible. Pero a cambio te llenó la cabeza de cosas terribles. Espero me puedas perdonar por lo que te hice. Así como perdoné que me hubieras matado.
¿LOKI? ¡LOKI NO TIENE NADA QUE VER EN ESTO!
Tiene todo que ver, incluso, tu transformación en bestia, y la de tus descendientes, se la debes a él, nosotros nunca antes habíamos hecho eso, pero toda magia tiene un precio, y ya ves lo que te ha costado.
Ulises, al alzar la mirada observó que las nubes y el cielo comenzaban a verse más claros, ya estaba comenzando a amanecer, en ese momento sintió como si algo se partiera dentro de él y se tiró al suelo desesperado gritando y llorando.
¿Qué le sucede? Preguntó Aleko.
Pierde su fuerza sobrenatural, ya está amaneciendo. Ahora ya no es más lobo, ni Alfa, ni Omega, ahora es humano… Dijo Christopher. Ven Ulises, vamos a la casa…
No, por favor, mátenme, no quiero vivir así… Máaaatenmeee… Decía Ulises llorando desconsoladamente.
Ya, ya… Poco a poco te irás adaptando. Has sufrido demasiado para imponerte otro castigo.
Ulises, hijo, por favor, perdóname por todo lo que te hice sufrir.
Te perdono papá. Ahora entiendo perfectamente que fuiste manipulado y yo cometí muchos errores, traté despreciablemente a quienes me querían, fui cruel, no merezco vivir.
Gracias hijo… Gracias. Déjame Christopher, de aquí en adelante puedo hacerme cargo. Dijo Ulfar cargando a Ulises entre sus brazos, como si estuviera acunando un bebé recién nacido, y llevándolo al interior de la casa, al entrar, la casa se restauró, dejó de estar en ruinas y todo volvió a ser como cuando Ulfar vivía ahí con su familia.
Todos entraron y consiguieron a Ulises acostado sobre una cama junto al hogar, el fuego estaba encendido y las claraboyas del techo abiertas, al igual que las puertas y ventanas de toda la casa. Bajo las cobijas, su cuerpo desnudo yacía completamente frío, sin vida, y ni vista de Ulfar alrededor.
Sus hijos trataron de despertarlo, pero fue en vano.
De pronto se escucharon unos pasos de mujer que iban entrando a la casa. Todos se voltearon a verla.
Era una mujer muy hermosa, de larga cabellera color cobre rizada, piel bronceada senos no muy grandes, sino proporcionados con su estatura y contextura. Los labios rojos como la sangre, ojos turquesa, vestida con una túnica blanca que cubría su figura de reloj de arena perfectamente entallado donde debía y sandalias de oro. Al ver que todos la observaban, se presentó.
Mi nombre es Hecate, diosa de la vida y la muerte, fui, junto con Lilith, concubina de Lucifer, y junto con Perséfone, esposa de Hades. He venido a darle una segunda oportunidad a este hombre, ya él vivió una vida terrible, de sufrimiento y hacer sufrir a otros, ahora que hizo las paces con su padre y con él mismo, merece ser feliz y tener alguien que le ame como él se merece. Además, nada de lo que hizo fue su culpa, todo se lo debe a Loki. Motivo por el cual, ha hecho méritos para ser perdonado por todos ustedes. Si alguno de ustedes está en desacuerdo, levante la mano.
Al ver que ninguno movía un sólo músculo, Hecate se ubicó a la cabecera de la cama y tomando con sus manos las sienes de Ulises dijo:
Ulises, conozco tu vida, tus acciones, tus deseos más profundos, todo lo que se relaciona a ti y lo que hiciste en vida, ya no necesitas vagar entre las sombras del Abismo Eterno. Oye mi voz Ulises, y camina hacia la salida, mi voz te irá guiando. Ven Ulises, vuelve a vivir, vivir la vida que no viviste, con todos tus dones restablecidos, con el perdón de tus familiares, tienes la oportunidad de vivir una vida plena, tranquilo, ven, deja todo sentimiento negativo ahí, no te pertenece, deja los malos recuerdos ahí, no son tuyos, camina por el sendero de luz, ven a la vida nueva que te ofrezco. Yo, Hecate, te llamo.
No acababa de decir Hecate su conjuro cuando se escuchó un trueno que hizo estremecer la casa. De pronto todo se oscureció y sólo el fuego del hogar iluminaba muy tenuemente.
¡NO TIENES DERECHO A DESHACER MI MALDICIÓN HECATE! Dijeron al unísono Loki y Lilith.
Ustedes no son bienvenidos aquí. Váyanse a donde se supone que deben estar, les advirtió Hecate.
En ese momento Ulises despertó. Y al sentarse sobre la cama comenzó a recitar:
Lilith, Reina y Señora del Gehenna, vuelve a tu Reino, tú que lanzas maldiciones y siempre buscas venganza, vuelve a tu Reino, tú que fuiste una de las concubinas de Lucifer, vuelve a tu Reino, tú que fuiste la primera mujer de la creación, vuelve a tu Reino.
Al terminar de recitar, toda la oscuridad que había en el lugar, se convirtió en un huracán y se llevó bajo tierra a Lilith. Luego Ulises continuó:
Loki, Dios de la mentira, manipulación y discordia, vuelve a tu mundo, tú que eres hijo adoptivo de Odín, vuelve a tu mundo, tú que naciste como un jötunn en Jǫtunheimr, y fuiste recatado por Odín de morir, vuelve a tu mundo.
De esa manera, Loki desapareció de la vista de todos.
Al suceder todo esto, Hecate levantó la mirada y extendiendo su brazo derecho hacia delante hizo señas para que alguien se aproximara.
Un hombre inmenso, tanto que Neil le daba apenas por las costillas, de piel morena bastante oscura brillante, pectorales extremadamente grandes, voluminosos, carnosos, abdomen fuerte y marcado, brazos grandes, fuertes y potentes, espalda y dorsales extremadamente desarrollados, al igual que sus piernas. Vistiendo una camisa de seda natural color turquesa mangas largas, con botones de oro dejando ver sus impresionantes pectorales, un pantalón de lino color marfil ceñido con un cinturón de oro, en cuya parte delantera se marcaba un paquete descomunal, todo su cabello estaba tejido en trenzas que llegaban hasta sus hombros y terminaban en cuentas de oro, calzado con unas sandalias de cuero con incrustaciones de oro y piedras preciosas.
Buen día a todos, mi nombre es Abasi Badru Abimbola, soy el Alfa Supremo de África, se presentó este magnífico ejemplar de macho africano.
Vengo desde El Cairo, Egipto. Porque Hecate me prometió que conocería a un hombre maravilloso.
¡BIENVENIDO! Le dijeron. Ninguno salía de su asombro, incluso Jackson estaba deseando poder averiguar si era tan grande la verga que escondía bajo la enorme carpa que marcaba, como aparentemente era todo lo que se dejaba entrever bajo la ropa.
Bueno señores, creo que llegó la hora de darles privacidad a estos caballeros para que se conozcan, dijo Hecate sacando a todos los familiares y parientes de Ulises de la casa, y tan pronto como salieron, ella desapareció.
En la casa, aún Ulises trataba de asimilar que estaba vivo nuevamente, y ahora en su casa natal, completamente restaurada y para colmos con un hombre gigante africano que jamás pensó llegar a conocer.
Tú debes ser Ulises, me siento honrado de conocerte finalmente en persona; le dijo Abasi intentando romper el hielo. Hecate me habló mucho de ti. De hecho, conozco tu historia, sé todo lo que pasó, y quiero que sepas que cuentas conmigo para todo. Dijo extendiéndole la mano. Si las de Ulises eran enormes, parecían las de un niño entre las de Abasi. Sus ojos no dejaban de observar la anatomía visible de este ejemplar de macho, y algo en Ulises se despertaba, sentía un cosquilleo que le recorría todo el cuerpo, aún cuando por fuera parecía estar serio y sereno.
Perdón, pero…
Shhhh… Tranquilo… Quieres verme completamente desnudo, lo sé, lo vi en tu mente. Jajaja… Eres muy hermoso Ulises. Creo que vamos a poder tener cachorros muy bellos.
¿Cachorros? ¿Eres Omega?
Jajajaja… No, pero tú sí.
¿Yo? Jajajaja me temo que te equivocas…
¿En serio? Dijo Abasi quitándose el cinturón que sostenía su pantalón quedando completamente desnudo desde la cintura hasta abajo.
Los ojos de Ulises se abrieron de par en par al notar la descomunal anaconda africana que tenía Abasi como verga la cual estaba en perfecto estado de reposo y aún así parecía uno de los antebrazos de Ulises. Debajo de ese montón de carne había unas bolas descomunales también, que colgaban hasta un tercio de los poderosos muslos de Abasi.
Todo el cuerpo del africano era completamente lampiño.
Al terminar de sacarse el pantalón, comenzó a retirarse lentamente la camisa, desabrochó con cuidado los botones de las mangas y los delanteros, ahora Ulises tenía ante sí, un perfecto dios hecho de ébano, todas las formas de su cuerpo eran hermosas a los ojos de Ulises, y por más que trataba de mantener una actitud fría e indiferente, sus ojos brillaban ante el espectáculo visual que tenía sólo para él.
Abasi se quitó la camisa para colocar toda su ropa encima de la mesa del comedor, siendo seguido por la vista de Ulises, quien al verlo de espaldas observó un par de nalgas grandes y firmes perfectamente redondas que asemejaban bombones de chocolate oscuro.
Una vez hubo terminado, Abasi se acercó sonriendo discretamente a la cama y le dijo tiernamente:
¿Me dejas que entre en la cama?
En seguida Ulises se desplazó hacia el borde izquierdo dejando todo el resto del espacio para que Abasi cupiera. Una vez acostado, las piernas de Abasi sobresalían del largo de la cama.
Jajajaja… Vamos a tener que hacer mobiliario nuevo hermoso… Dijo en son de broma.
Pues sí… De otra forma, no cabemos los dos.
Exacto… Entonces… ¿Te gusta lo que ves? Preguntó Abasi abrazando a Ulises, quien se veía como un niño a su lado.
Abasi, te dije que no soy Omega, creo que estás equivocado.
Jajajaja… ¿Vas a insistir? Entonces… Dime, ¿qué es esto que tienes aquí entre tus nalgas?
Ahhhh… Eso… Aaaah… ¡NO PUEDE SER!
¿Qué cosa? ¿Que tengas un rico coño?
Es que… Ahhhh… No… Aaaah… Por favor… Aaaah… Abasi… Detente.
¿Por qué me detendría? ¿No te gusta cómo te toco el coñito?
Aaaah… Síiii… Pero… Aaaaaaaaahhh… No sigaaaaaas… Aaaaaaaaahhh…
Shhhh… Calma bebé… Deja que papi se encargue…
Abasi… Noooo… Aaaah… Uffff…
¿No? ¿No qué mi bebé?
Papi… Aaaah… Por favoooor… Noooo…
¿No qué? Dile a papi lo que sientes mi hembra…
Paaaapiiii… Aaaaaaaaahhh… ¡NO PARES!
Jajajaja… ¿Ves que no era difícil? Ponte en cuatro patas mi hembra hermosa… Deja que papi te coma el coño.
Ulises, sin poder controlar su cuerpo se colocó en cuatro patas y abrió las piernas para que Abasi pudiera lamer su coño canino que estaba más que hambriento.
Aaaaaaaaahhh… Que ricoooo… Aaaah… Que rico papi…
¿Te gusta ser mi hembra Uli?
Ahhhh… SÍIII…
¿Quieres ser mi mujer?
Ahhh… Siiiii… Lo deseooo…
Entonces… Serás mujer cada vez que quiera tener sexo contigo mi loba hermosa… Decía Abasi comenzando a meter la cabeza de su enorme verga en el coño canino de Ulises…
Poco a poco el cabello de Ulises fue cambiando a dorado y creciendo con unos rulos hermosos, su espalda y cintura se hicieron más estrechas, su musculatura se hizo más delicada, sus pectorales se convirtieron en unos senos hermosos, con aureolas pequeñas y pezones apenas visibles de color rosado, sus nalgas se hicieron más redondas y carnosas, sus caderas anchas le daban una figura hermosa desde atrás, como la veía Abasi, quien cuidadosamente le dio vuelta para quedar frente a frente, quedando a su vista un perfecto coño humano, cubierto de vellos dorados, el cual el monumental africano comenzó a lamer haciendo que Ulises gimiera sin poder controlar el placer que sentía.
Luego de unos minutos, y varias corridas de Ulises recibiendo las hábiles caricias de lengua de Abasi en su coño, Ulises le dijo:
Hazme tu mujer, quiero ser tu mujer, quiero ser la madre de tu manada…
Así mismo será amor. Eres la mujer más hermosa del mundo. Y eres mía.
Abasi colocó las delicadas piernas de Ulises rodeando su cintura y viéndole a los ojos le dijo:
Voy a ir poco a poco mi hembra, quiero que recuerdes el primer día que estuvimos juntos con mucho placer.
Así, lentamente fue metiendo su gran anaconda negra dentro del coño virgen de Ulises. Quien no dejaba de gemir a cada centímetro.
Ahhh… Aaaaaahhh…
¿Estás disfrutando mi hembra?
Síiiiii mi maaaaachoooo…
Ahhh… Aún no va ni una cuarta parte amor… Ahhh…
Dame más… Quiero tu vergaaaa… Aaaaaahhh…
Ufff… Ahí va más…
Aaaaaahhh… Aaaaaahhh…
¿Quieres más? ¿La deseas tener toda dentro de una vez?
¡SÍIIIII POR FAVOOOOR!
Que así sea entonces… AAAAAARGHHH…
AAAAAAHHH… AAAAAAHHH…
Abasi comenzó a moverse incesante dentro del coño recién desvirgado de Ulises ambos jadeando y sudando, cuando vio que Ulises soportaba hasta lo último de sus setenta y cinco centímetros se giró quedando boca arriba y Ulises parecía estar cabalgando un elefante negro, sus senos hermosos se bamboleaban a medida que rebotaba encima de su macho. Hasta que de pronto sintió como se iba llenando su útero de la semilla de Abasi, quien no aulló, pero sí mostró sus colmillos.
Una vez acabaron los dos, Ulises, aún con la verga de Abasi en su interior, se recostó encima del pecho enorme de su Alfa y le dijo:
Hay que hacer una ceremonia, donde nos casemos tú y yo, y donde se haga Alfa Supremo de los Dankworth a mi nieto Patrick.
Me parece bien. Y… ¿Tú vas a seguir con ese cuerpo de mujer hermosa que tienes o vas a cambiar a hombre en algún momento?
Jajajaja… Como diga mi hombre.
Jajajaja… Entonces sigue así un rato más, que quiero seguir haciendo el amor contigo mi hembra.
De esa manera pasaron Ulises y Abasi lo que restaba del día y toda la noche, teniendo sexo incesantemente, como humanos, como bestias, como humano y bestia, como humana y bestia, hasta que el cansancio los venció y Abasi le dijo:
Ahora sí amor, vuelve a ser un hombre, vamos a descansar, hay que reponer las energías para todo lo que se nos viene, Ulises le obedeció y volvió a su apariencia masculina, para luego quedar profundamente dormidos uno entre los brazos del otro.
Estimados lectores, hasta aquí esta primera temporada de LA FAMILIA DANKWORTH KELLY, de ustedes depende que la siga o no, estaré atento a sus comentarios.
Por lo visto, y me refiero a la ausencia de comentarios, creo que esta historia llegó a su final. Gracias a todos por sus lecturas, espero que hayan disfrutado, pero como dije cuando publiqué, de ustedes dependía el seguir o no la historia.