La granja Nivel 3 (Cómo ser hombre de negro parte 4)

la siguiente prueba será ser follados por 6 animales… el primero será un perro.

LA GRANJA

–Bienvenido al nivel 3. se oyó la misma voz femenina grabada, por los altavoces de la estancia

–Enhorabuena. Has superado las dos pruebas. No todo el mundo es capaz de llegar hasta aquí. Muchos caen por el camino (a los que no lo conseguían o se echaban para atrás, les sacaban del laberinto y les llevaban de nuevo a ‘el complejo’ exterior).

Pero esto no ha hecho más que empezar. Aún estás al principio del camino para ser un ‘hombre de negro’. Si quieres serlo, tendrás que pasar 3 pruebas más. Pero aquí es la barrera. Hasta aquí te puedes retirar y volver a las instalaciones comunes de ‘el complejo’. Tú decides si quieres seguir adelante, pero si sigues adelante, no tendrás marcha atrás.

Se hizo el silencio y me quedé pensando detenidamente lo que acababa de escuchar. En un momento la voz mecánica volvió a hablar.

–¿Estás seguro de que quieres seguir adelante?

Y de nuevo el silencio. Y me quedé pensando. Había llegado hasta aquí. No sabía qué más me podía pasar. Pero dije

–Sí.

–Si estás seguro de que quieres ir adelante vas a tener que inyectarte en el pene el contenido de esa jeringuilla verde -dijo la voz metálica que salía por la megafonía.

–Tras pensármelo un poco, sin saber qué tendría la jeringuilla, ni qué me esperaba, me acerqué hasta la bandeja donde estaba una jeringuilla de cristal, cargada de un líquido verde.

Siempre me habían dado pánico las jeringuillas. Pero mi decisión estaba tomada. La cogí en mis manos. Me senté en un taburete blanco, me levanté el pene con una mano, y con la otra me piqué la inyección poniéndome cara de asco. Pero no quería dar marcha atrás, la decisión estaba tomada. Así que presioné el émbolo y poco a poco ví como el liquido verde de la jeringa entraba en mi torrente sanguíneo a través de mi empalmado pene. La decisión estaba tomada. Ahora sí que sí. No había marcha atrás.

Tras unos segundos (en los que hizo efecto lo inyectado hipersensibilizándome) la megafonía volvió a hablar.

La primera de las tres pruebas que tendrás que pasar será a lo largo de los próximos días o meses, en el edificio en el que estás. Aquí tendrás cama, comida y baños donde mear y donde poder asearte. Cuando te sientas preparado saldrás a la zona común y me lo dirás, y pasarás las pruebas de esta tercera fase. Para superarla tendrás que ser follado por diferentes animales. Estás en el complejo ‘La Granja’ y como su nombre indica aquí hay animales, domésticos y salvajes. Tu ojete ha de ser recibidor del semen de 6 animales. Tú tienes que ser pasivo y manso, y disfrutar de esta experiencia que te abrirá todos los sentidos. En la pantalla tienes un listado de qué animales puedes elegir para ser follado. Están agrupados en tres niveles, según la longitud de sus miembros. Por ello tu estancia aquí se prolongará durante semanas e incluso meses, porque tendrás que recuperarte.

Presioné la pantalla y aparecieron:

-animales nivel 1

a.) perro mediano

b.) perro grande (San Bernardo)

-animales nivel 2

a.) cerdo

b.) Zorro

c.) Lobo

d.) Carnero

-animales nivel 3

1.) Tigre

2.) León

3.) Oso

4.) Burro

5.) Cebra

6.) Caballo

7.) Gorila

8.) Toro.

Tenía que elegir 6

El primero lo tenía fácil. Sólo podía elegir entre un perro. Mi decisión estaba entre un perro mediano o uno grande. Estaba decidido y animado. No iba a descansar. Iba a ir directamente a que me follase un perro. Luego ya tendría tiempo de descansar y de disfrutar de estas instalaciones de nivel 3.

En segundo lugar tenía mis dudas entre cerdo o lobo. Me gustaría sentir encima de mí un animal pesado y grande. Y había oído que los penes de los cerdos eran impresionantes. Largos, y en forma de sacacorchos. Sin duda sería una experiencia impresionante, de elegirla.

Sin embargo me daba mucho morbo ser follado por un animal salvaje, como el lobo. Aunque podría elegir dos animales de este nivel en el que también me quedaba como tercera opción, el carnero, el macho de la oveja. Los machos de las ovejas me recordaban a leyendas mitológicas de esos hombres con torso esbelto y sin vello y piernas y pene de cabra, con cuernos, como los carneros. Sería sin duda una elección interesante. Pero esa decisión no la iba a tomar en este momento. Me quedaban días para pensarlo y decidirme. Pero no me arrepentía de haber aceptado y decir que quería continuar y superar este nivel 3 en el que tenía que ser follado por 6 animales.

Entre todo el listado de perros elegí el…

DOGO.

Pulsé, y se iluminó.

–Ya he elegido. -grité al altavoz.

Y se abrió una compuerta blanca en una pared que no había visto. La compuerta, cerrada, estaba completamente disimulada, tanto que parecía sólo una pared. La compuerta se levantó y ví a través del vano de la puerta un pasillo iluminado con luz azul turquesa, donde me adentré. Allí había un pequeño monitor a la altura de mi mano en el que salían diferentes dibujos de perros, mostrando lo grueso y largo de sus penes. Presioné sobre el dibujo de un perro dogo. Era para mí lo suficientemente grande. Podría haber elegido un perro más pequeño para recuperarme de una gran follada y elegir el segundo animal o primer animal en el segundo nivel. Pero también pensé que si me dilataban bien el ojete podría ser mejor para poder acomodar en él, sin dolor, un pene más grande.

El icono del perro seleccionado –estaban todos dibujados en trazos verdes sobre fondo negro– se ilumino en color rojo. La compuerta de acceso se cerró a mis espaldas. 

–Coja un arnés de cuero y pinchos, y póngaselo en su cuello, -me indicaron por megafonía– y póngase también un arnés de pecho de cuero, cruzado. Pongase una careta (la careta era tipo bozal, y daba a mi cara aspecto de perro. De hecho también tenía unas orejas puntiagudas de perro, de cuero negro. 

Así lo hice. Una vez hube acabado en la sala vestidor, descubrí que de los 3 pasillos que tenía enfrente de salida de la sala, se iluminó uno con flechas intermitentes, señalándome una dirección. Me adentré por la galería indicada, que a los pocos metros dobló como un recodo del laberinto y se hizo un pasillo más estrecho. Yo sólo tenía que caminar hacia adelante. Caminé doblando dos recodos más y ya tuve que arrodillarme porque el techo se bajaba mucho, a 1,20 m.y no podía ya caminar erguido. El suelo estaba mullido y acolchado y empecé a andar de rodillas, como un perro. 

De repente en una zona al doblar una esquina 180 grados el pasillo, me rociaron desde el techo sobre mi espalda y ano algo como vaporizado. Era un líquido que se pegó a mi piel. Yo no sabía que era el olor de una perra en celo pero no tardaría en darme cuenta. Cinco metros más adelante, cuando iba a meterme en un túnel con el techo un poco más bajo, y agaché la cabeza, me dí cuenta que de frente no había más que una pared. Estaba yo con la cabeza algo agachada, a cuatro patas, con el culo en pompa y de repente por detrás vino un gran dogo que salió no se donde y al olerme el ojete el aroma a hembra en celo que me habían echado, puso las dos patas sobre mi espalda. Yo estaba atrapado y sin salida hacia adelante. Y me clavó si pene.

–Guaaaaaaaaaaaaaaaa grité. -pero el recinto era acolchado y entre esto y la máscara que llevaba puesta mi grito apenas se oía (para no asustar al perro) que me empezó a dar fuertes estocadas abriéndome el ojete en carnes vivas de tanto rozamiento y mete y saca, con un gran y largo pene. Más largo de los que había probado. Más largo que el dildo de 22 cm. Y sobre todo, clavado en mi ano con más fuerza, con la potencia de un animal que se quiere follar a su perrita en celo. Y yo era su perrita.

Minutos después el perro eyaculó y perdió su dósis de semen en el interior de mis entrañas, que quedaron empapadas. El polvo había terminado, y yo me quería ir, pero no me di cuenta que estaba atado. Los perros tienen una bola que hinchan dentro del ano (o del coño cuando follan a perritas) para que no pierdan el semen y queden inseminadas. Bola o nudo que no se baja hasta que pasan unos minutos en los que el cuerpo de la perrita en celo absorbe los fluidos. Mi intestino, por raro que parezca, también empezó a absorber el semen canino, que me iba a dar una potencia bestial.

continuará