LA GRANJA PARTE 3 – CONFESIONES
Un chico es enviado a una granja en forma de castigo, pero lo que hará en ese lugar parece ser solo un premio. #CONTIENE INCESTO…
LA GRANJA PARTE 3 – CONFESIONES
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Los rayos del sol amenazan con entrar por la ventana y como ya se me había hecho costumbre desde hace una semana me levantaba temprano, ya estaba listo a las 6:30 am a más tardar y también como de costumbre me tocaba quitarme a Erick de encima y aguantar su poderosa erección mañanera, no sé, si él se habrá dado cuenta de cómo amanecemos siempre ya que el a veces se levantaba más temprano que yo
Estaba mirándome frente al espejo y note que mi cuerpo cambio mucho, había aumentado su volumen y no me veía tan delgado, mi piel blanca ya no lo era porque estaba un poco tostada por el sol, me gustaba lo que estaba viendo hasta que una voz me saco de mis pensamientos:
Si primaso estas todo un galán, siguiendo así vas a tener este cuerpazo – dijo Erick e hizo una pose de culturista que vi por el espejo – ¿espera ese bóxer no es de mi viejo? – me pregunto.
Me volví a mirar y efectivamente era de él, con razón los sentía más holgados, yo no sabía que decir, pero mi primo siguió diciendo.
Seguro mi mamá se ha confundido y ha puesto ese en tu ropa – tras decir eso salió de la habitación con la toalla envuelta en la cintura.
Había sido tan tonto de no poner más cuidado, pero menos mal que no pasó nada más.
*Mientras tanto paralelamente en la habitación del tío Al y tía Patricia una situación similar se repetía*
Albert se levantaba más contento que de costumbre al parecer le ayudo mucho la atención de su sobrino.
Albert: Buenos días amor
Patricia: Buenos días mi vida – ambos se dieron un beso y se levantaron de la cama.
Albert: Hoy será un gran día, lo presiento
Patricia acercándose a Albert que estaba de espaldas frente al espejo preguntó:
¿Esos bóxeres no son de Dancito? ¿Por qué lo llevas tú? – pregunto esto último metiendo un dedo en el elástico – Te quedan muy ajustados y ya los descociste – remató diciendo.
Debes haberte confundido y guardarlos con los míos por accidente – contesto Albert un poco nervioso – luego de esto tomo a su esposa la puso delante de él, la abrazo por atrás – y dijo – Te amo Pat, no importa lo que pase te amare.
También te amo Albert – se besaron y ambos salieron con dirección al baño, en el camino se encontraron con Erick quien salía de bañarse.
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¿Primo me puedes prestar tu celular?, mis viejos me quitaron el mío – pregunte yo.
Claro primo, lo que tú quieras – dijo acercándome el celular – sabes hace unos momentos mis papas se les veía tan contentos, entraron juntos al baño, hace tanto que no los veía así – decía eso mientras se secaba el cuerpo frente a mi dejándome a la vista sus bolas.
Qué bueno, de verdad me alegro – solo conteste – me alegro que haya ayudado bastante al tío Albert – pensé.
Después de un rato devolví el celular de Erick y me dirigí para el baño, dejando a mi primo aun adentro, me encontré a mis tíos saliendo de la ducha recién bañados a ambos se les veía felices.
Buenos días – dijeron ambos.
Buenos días – conteste con una sonrisa.
Una vez dentro me asee completamente, expulse la leche de tío Al, que por poco ya se me escurría del ano, era bastante, y de seguro aún tenía más esperándome, ya en el agua me palpe con los dedos y aunque estaba un poco hinchado, no había ninguna fisura por suerte, todo había salido perfecto, me termine de asear, salí del baño y Cristopher está esperando en la puerta, esperando su turno, nos saludamos y me fui a la habitación.
Me vestí, ya me estaba poniendo ropa más de campo, unos vaqueros negros, algo holgados, zapatos de trabajo un bividi y encima una camisa a cuadros manga larga, bajé y todos me estaban esperando para desayunar.
Buenos días a todos – dije sentándome a la mano derecha de tío Albert quien estaba a la cabecera y a lado mío estaba Erick, su mano izquierda estaba tía Pat y Cris, todos desayunamos en familia, cada día me gustaba más estar aquí y me preguntaba si esto ha sido un castigo o un premio.
Ya para las 9 am salimos a empezar con el trabajo de campo, pero antes de salir tía Patricia quería conversar conmigo, así que el resto siguió y yo me quede.
Yo: Y tía dígame soy todo oídos.
Anoche los vi – decía Patricia mirando fijamente por la ventana, mirando como empezaban a trabajar los hombres de la casa.
Yo no era tonto, sabia a lo que se refería, mi cara se estaba empezando a poner roja, pero aun así fingí no entender nada.
No entiendo tía, a que se refiere – dije yo fingiendo no enterarme de nada.
Anoche los vi a ti y a tu tío, lo que estaban haciendo, mientras tú le dabas lo que yo no puedo, no se dieron cuenta y los vi, estaba parada en la escalera, aunque solo fue un momento mientras le estabas haciendo sexo oral, discúlpame – dijo Patricia volteando a verme con una expresión perdida, y al borde las lágrimas.
Tía por favor discúlpame, no debí, de verdad si quieres me voy de tu casa, pero por favor discúlpame, pero por favor esto no se tiene que enterar nadie. – dije muy avergonzado – Si mi papá se entere es cap….
Aun no termino de hablar – dijo esta vez muy seria.
Guardé silencio, nunca la había visto con una actitud un tanto sombría y melancólica.
Me siento muy frustrada al no poder darle a Albert lo que todo hombre desea, lo que a otras mujeres les da placer, a mí me da miedo y dolor, me duele que mi marido me haya sido infiel, y es tonto fingir que no pasa nada, porque si me duele, pero más me duele el no poder cumplirle como mujer, como esposa – dijo ella derramando sus lágrimas.
Si bien es cierto soy una persona a quien no le importa nada, pero ellos se habían ganado mi corazón y lo que les pasaba también me afectaba.
Pero – dijo ella guardando un silencio sepulcral – Voy a hacer como si no los vi, voy a mentalizarme que un esposo que se folla a su sobrino porque a su mujer le da miedo tener sexo, es lo más normal del mundo, creo que así será más llevadero el dolor que siento.
Tía, lo siento de verdad esta misma tarde me iré – dije yo con los ojos muy rojos.
No te estoy echando de casa, es imposible que lo haga, te quiero como a uno de mis hijos, y que clase de madre echa de la casa a sus hijos – dijo ella llorando.
Lo que dijo me mato, y las lágrimas cayeron por mi rostro.
Además, te va a parecer los más descabellado del mundo, pero prefiero que tu tío me sea infiel contigo, que, con cualquier puta de la calle, eso heriría mi ego de mujer – dijo ella ya más calmada.
Yo no daba crédito a lo que estaba escuchando.
Como lo escuchas, me siento tan orgullosa de ser mujer, y haber sacado a esta familia adelante, que no soportaría que tu tío se vaya con otra, que otra pruebe su cuerpo, eso significaría que preferiría a otra porque su mujer no le sirve, y como lo amo demasiado, eso me destruiría – dijo ella.
Toma – dijo ella extendiéndome un vaso de limonada helada.
Me senté a la mesa y ella se sentó conmigo.
Dan hijo, por favor, prométeme que vas a ayudar a tu tío, en todo lo que te pida, absolutamente en todo – dijo haciendo énfasis en la última frase- Y de paso me ayudas a mí – termino diciendo.
Obviamente sabia a lo que se refería en todo – si mi tío quería follar, ahí yo tendría que estar.
La felicidad de tu tío es la mía también – dijo ella mientras aún me tenía de las manos y mirándome a los ojos.
Tía no se es que – dije yo sin saber que decir y otra vez guardé silencio.
Solo prométemelo – dijo mi tía apretándome las manos.
Me tome todo el vaso de limonada helada antes de responder.
Está bien tía, te lo prometo – dije yo secamente.
Gracias, hijo, te estaré agradecida eternamente – dijo eso y se paró y me abrazo mientras yo estaba sentado en la silla.
Ven ahora lávate la cara, y ve a trabajar – dijo ella limpiándose los ojos después de haber llorado.
Me lavé el rostro y fui a trabajar, no sin antes tomarme otro vaso de limonada.
Salí pensando en lo raro de la conversación, pero no puede evitar sentirme algo culpable, pero al mismo tiempo, era satisfactorio el saber que podía hacer lo que quiera con tío Albert sin remordimientos, aunque nunca los tuve antes, pero ahora las cosas han cambiado, esta familia me ha dado tanto que no puedo evitar sentir amor por ellos.
Los ya estaban trabajando y como era de costumbre con el torso desnudo, hice lo mismo porque también me gustaba exhibirme, tío Albert dejo dicho que me esperaba en el granero así que fui hasta haya.
Tío Al estaba amontonando la paja de los caballos
Tío aquí estoy, dijeron que venga hasta aquí, que necesitas – dije nada más entrar.
Ni bien el tío me vio, me atrajo hacia él y me planto un buen beso, ya no con timidez sino ahora con lujuria, con ganas.
Albert: Sobrino gracias por todo, lo de anoche fue genial, me muero de ganar por cogerte otra vez, aquí y ahora, quiere reventarte otra vez tu anito.
El tío me llevo hacia una cama improvisada de paja que había preparado, nos dejamos caer y seguía devorándome la boca, nos separamos un momento, se despojó de toda su ropa y yo de la mía, nos teníamos desnudos los dos, con la atenta mirada de los 3 caballos que habitaban el granero.
Ese macho se puso de rodillas y yo me posicioné para chupársela, tenía la pinga al rojo vivo, estaba dura y latía con venas gruesas alrededor, anoche no la vi bien pero ahora la tenía perfectamente frente a mí.
Se me vino la imagen de tía Patricia a la mente, y se me bajo completamente la erección.
¿Qué paso Dan? vamos chúpasela a tu macho – dijo mi tío tocándose la verga.
Pero recordé que prometí ayudarlo en lo que sea, lo cual era muy conveniente para mí.
Saboreé el líquido pre seminal que salía por la uretra, empecé por mordiscos suaves en el glande, mi tío gemía del placer.
¡Qué rico, hijo! – dijo él.
Mientras se la iba tragando poco a poco, mi tío se inclinó y con su dedo ensalivado jugaba en mi ano, hacia círculos, aunque mi ano un poco inflamado, podía recibirlo, disfrutaba tanto chupar una verga así de grande y más aun así de peluda mientras juegan con mi ano, yo me atragantaba con semejante nabo y babas resbalaban por sus huevos y caía por sus gordas piernas, mis ojos lloraban y no me la sacaba hasta sofocarme.
Quiero chuparte el anito mi amor – me dijo.
Ni bien dijo eso me di la vuelta mirando para la pared del cobertizo y acto seguido hundió su cara, primero lo olía para reconocer su aroma, luego lo besaba y le pasaba la lengua, mordía cada centímetro de mis glúteos y yo gritaba del placer, esta vez sí nos dábamos el lujo de emitir sonidos pues estábamos alejados de los demás.
Lo estoy haciendo bien bebe – dijo mi tío con la cara hundida en mis nalgas.
Mmfff Sssii amor agghhh – gemía mientras el tío me daba placer, atrás.
Dio la última mordida a mi ano, le puso un poco de saliva, y empezó a hundir lentamente su miembro, el calor que sentía ayudaba que el placer sea elevado por mil veces, mientras mi macho me metía la pinga, una vez la hubo metido toda, empezó el vaivén de caderas yo empecé a gritar y el también.
Me la sacaba toda y la metía de golpe, y yo aguantando todo, ¿qué más podía pedir?, con una mano me masturbaba frenéticamente, y el no paraba, seguía en lo suyo y me encantaba, que bueno que me dieron este castigo, pensé, ahora confirmé que fue un premio en realidad, se me vencieron las piernas y yo caí en la cama de paja y mi tío seguía culiandome.
Así como estábamos yo tumbado boca abajo y el en mí encima, mientras Al me daba duro con toda el alma, me decía:
De ahora en adelante mientras estemos en la cama yo soy tu macho y tú eres mi hembra – decía hablando fuerte y rudo – ¿si mi amor? – preguntó cariñosamente.
Si amor, tu eres mi macho yo seré tu hembra – decía yo sumisamente, aunque no era afeminado ni hablaba amanerado cabe recalcar, siempre he sido masculino, pero ustedes saben que en el sexo todo se vale.
Mi tío conforme con la respuesta me apresuraba más las arremetidas y me lamia toda la oreja, el calor incrementada, la subida de temperatura por la lujuria, aumentado con el calor aplastante de ese macho salvaje que me estaba cogiendo como nadie nunca antes, provocaba que diera gritos, gruñidos y bufidos de placer más alarmantes.
¡Quien es tu macho! – gritaba.
¡Tú mi amor! – contestaba.
¡Quien es tu macho!
¡Tú mi amor!
¡Quien es tu macho! – dijo esta última frase y eyacule gimiendo de placer mientras mi pene estaba aplastado por toda la paja.
Tío Albert aún seguía penetrándome incansablemente.
Mi amor quiero tragarme tu leche, me dejas – pregunte.
Si cachorrito a ti, todo – me contesto – y salió te mí, se arrodillo y me coloque para chupársela y se corriera en mi boca, me envistió unos minutos más la boca y 7 trallazos de semen chocaron contra mi garganta que yo trague muy a gusto, se la volví a dejar bien limpia otra vez.
Gracias bebe por hacerme tan feliz estos días – termino de decir y me dio un tierno beso.
Cansados y sudados como estábamos nos acostamos un rato para descansar, pero no nos dimos cuenta y nos quedamos dormidos desnudos.
Alguien se acercaba con una cubeta de agua, mientras nosotros estábamos dormidos.
Hey tortolos, despierten – dijo Erick dejando la cubeta de agua en el suelo y mojando nuestros cuerpos.
Nosotros nos despertamos exaltados, escuchando la voz de Erick.
Cuando nos dimos cuenta Erick estaba frente a nosotros y con una actitud muy seria y molesta,
Hijo, yo, te lo puedo exp.. – no termino de hablar cuando Erick interrumpió para decirle – Papá enserio no te molestes en dar explicaciones, cualquiera se da cuenta lo que ha pasado – dijo eso mirándome a mí con una marida que no sabía descifrar.
Ahora pónganse la ropa que ya es hora de almorzar, mamá los está llamando – dijo escupiendo al suelo y se marchó.
Mierda, que descuidado soy – dijo mi tío nervioso y golpeando la pared del granero.
Tío, lo siento – dije poniéndome la ropa.
No Dan, tú no tienes la culpa, la culpa la tengo yo por esta de caliente – dijo el decepcionado.
Mi hijo siempre ha sido reservado, pero con esto no sé si se atreva a decirle a Patricia – dijo el mientras salíamos del granero.
Tío quédate tranquilo, yo tratare de hablar con el – dije demostrando seguridad – Tenemos que hacer como si nada hubiese pasado – termine diciendo antes de entrar a la casa.
Llegamos a la casa y todo transcurrió tranquilo, de lo más normal, almorzamos como una familia.
Todo el almuerzo Erick tenía una mirada seria, pero aun así participaba de la conversación.
Hace bastante calor, no creen – soltó Cristopher atrayendo la atención de todos.
No me había dado cuenta – dije yo en tono irónico.
Recién estamos empezando el año y como van las cosas el verano no va a durar 3 meses sino 4 así que tendremos calor más o menos hasta abril – afirmo Erick.
¡Eso sería terrible no soporto el calor! – exclamo Cris.
Ni yo – lo acompañe.
Provoca estar desnudo por todos lados, ¿cierto? – dijo Erick mirándonos a su papá y a mí.
Así es hijo, todo el día desnudo – dijo Albert riendo nervioso.
Erick lo seguía mirando muy serio.
Qué tal si hacemos una piscina – propuso Cris entusiasmado robando la atención otra vez.
Pero hijo, eso nos tomaría tiempo y dinero – dijo el tío Albert.
Pero si lo hacemos nosotros el dinero no sería tanto problema – refuto Cris.
Pero aun así nos tomaría bastante tiempo, no creo que lo termines pronto – le contesto tío Albert.
Si amor hagamos una, así tendré oportunidad de usar mi traje de baño que tengo guardado – dijo tía Patricia en un tono sensual a su esposo.
Seguro un traje de los años 50 – solté yo y todos soltaron la risa.
Estoy de acuerdo y a los niños les gustara – afirmo Erick un poco más relajado.
Además, somos 4 hombres más que capacitados para hacer un trabajo así, Dan que no levantaba ni un alfiler ahora puede cargar hasta un camión – dijo Cris entre risas – somos más que suficientes – finalizó.
Está bien entonces hagámoslo – acepto tío al posando una mano en mi hombro – pero después que terminemos con las cosas de la granja, ya nos falta poco – termino.
Nos levantamos de la mesa con el pensamiento de la piscina y fuimos a descansar un rato para volver a salir aproximadamente a las tres de la tarde antes de continuar con el trabajo pendiente estudiamos el terreno para ver en qué lado íbamos a construir la piscina, y escogimos detrás de la casa, haríamos una puerta por la cocina, talaríamos unos cuantos árboles y era una excelente idea.
Pasamos la tarde trabajando, tío Albert usaba la maquinaria para preparar la tierra del cultivo, Erick y Cris ayudados con una grúa que habían adaptado para poder mover los árboles talados, los apilaban y los trozaban para convertirlos en futuras cercas y yo pues arreglaba el granero y limpiaba el desastre de los animales.
Terminamos exhaustos como siempre dejamos las cosas en su sitio y entramos a casa para la cena, tan solo nos lavamos y devoramos todo lo que tía Pat preparaba siempre con amor – que buena mujer era, definitivamente mi tío se sacó la lotería.
Estábamos esta vez comiendo el postre cuando por las escaleras bajaba lentamente la Diana la mujer de Cristopher.
Cris preocupado se movió rápidamente para ayudar a su mujer, la ayudo a sentarse a la mesa y hablo:
Cris: Amor que haces levantada el doctor dijo que tenías que estar en reposo.
Diana visiblemente demacrada: Lo se amor, pero me aburro allá arriba, siempre escucho sus risas y quiero estar aquí, además el doctor solo dijo los primeros tres meses y ya han pasado cuatro, ya no me duele y ya no me siento mareada.
Cris: Esta bien pero cada vez que quieras bajar o subir avísame o a alguno de nosotros para bajarte, estamos.
Diana: Esta bien, aunque no quiero ser ninguno molestia.
No lo eres, eso ni lo digas – dijo Albert frunciendo el ceño.
Avísanos cuando quieras algo, te ayudaremos – dije yo.
Comimos el postre a gusto con todos en la mesa, esta vez la familia estaba completa, todos lucían muy animados, conversamos por horas de cosas triviales hasta que el sueño asomaba nuestros cuerpos, y finalmente cada uno se disponía ir a su habitación.
Erick, hijo quiero hablar contigo – dijo Albert antes de que mi primo subiera las escaleras.
Ahora no, tengo mucho sueño – dijo Erick dando el primer escalón.
Hablaras conmigo, quieras o no, sígueme – dijo Albert dirigiéndose hacia afuera.
Yo me quede tenso, aun sentado en la mesa.
Al cabo de un rato, entraron los dos, callados, Erick subió no sin antes mirarme otra vez, muy serio.
¿Qué paso? – pregunte.
Nada, hijo, todo está bien – dijo el dándome un beso en la frente – Ahora ve a dormir – termino diciendo.
Yo tenía algo de temor en subir a la habitación pues no sabía que cosa me iba a decir Erick después de todo.
Subí por las escaleras hasta llegar a la puerta de la habitación.
Puedo entrar – pregunte tocando la puerta.
Pasa – respondió él.
Él estaba sentado al borde de la cama.
¿Por qué tocas y pides permiso para entrar, si esta también es tu habitación? – interrogo él.
Pensé estarías molesto, después de lo que viste ahora – dije yo más calmado.
¿Desde cuándo papá y tú hacen eso? – pregunto Erick rápidamente.
Solamente desde anoche– dije yo avergonzado.
¿Seguro? – pregunto el dudoso.
Si, solamente han sido dos veces, anoche y esta tarde en el granero – dije yo.
Dime, ¿él te obligo? – pregunto el mirándome, un poco apesadumbrado.
No jamás, el tío Albert no sería capaz de algo así – dije yo rápidamente.
Si, lo sé, él te quiere como si fueras su propio, hijo – respondió el – Solo quería asegurarme – finalizo.
Le he dado vueltas a esto toda la tarde, pensando si me sentía triste, defraudado, mal por mamá, hasta trate de pensar que mi papa te había obligado, pero no era nada de eso – dijo él.
¿A qué te refieres? – pregunte extrañado.
Es que tengo envidia – dijo el agachando la mirada.
Yo caminé hacia la cama y me senté a su lado.
¿Qué tratas de decir? – dije haciéndome el tonto, pues yo ya había captado lo que él quería.
Aun no lo entiendes, tendría que sentirme mal por mamá porque papa le está siendo infiel y con su sobrino, ¡con un hombre!, pero no es así – dijo el apesadumbrado – Amo a mi mamá, pero toda esa situación en parte es culpa de ella y sabes también comprendo a papá, su desesperación por tener relaciones sexuales, almenos él ya se liberó, pero yo aún no puedo, por el recuerdo de mi mujer, aun la amo – dijo el lloroso.
No pude evitar sentir algo de pena por él, pero su tristeza ya se iba a acabar pronto.
Y tal vez tú no te dabas cuenta, pero en las mañanas al despertarme, amanecía pegado a ti y mi verga aprisionada en tu trasero, eso me calienta muchísimo – me dijo el mirando al piso.
Si me daba cuenta – dije sobándole la pierna.
Y es por eso que tampoco compre otra cama para ti, porque me encantaba despertar contigo y sobar mi paquete en tu trasero – dijo él.
Pero si tú quieres podemos solucionar eso ahorita mismo – dije sobándole el paquete.
Sentí como su pene dio un espasmo, y me miro.
Harías eso por mí – pregunto el mirándome a los ojos y con una sonrisa.
Si primito – dije yo mirándolo fijamente a los ojos.
¿Cómo te lo hace papá? – pregunto él, sacándome de onda.
Pues un poco rudo – respondí.
Esta noche yo te hare el amor – me dijo él y me beso.
Hazme lo que tú quieras – dije mientras me besaba el cuello.
¿Puedo abrazarte, así como despertamos en las mañanas? – Erick pregunto.
Sí, claro – dije y me comencé a sacar la ropa.
Él también se sacó la suya, y dejándome ver un cuerpo espectacular, grande y ancho, llenos de vellos por todos lados, una verga y testículos grandes, cubiertos de vello, todo en él, era hermoso.
Me dejas darle cariñito – le pregunte mirándolo a los ojos y agarrando su verga.
Hazle todo el cariñito que tú quieras bebe – dijo el, dándome una caricia en la cara.
Yo estaba sentado y él estaba de pie frente a mí; le besaba la puntita del glande mirándole a los ojos, pasaba la lengua recogiendo el líquido preseminal, le besaba todo el tronco y los testículos hasta que me la fui metiendo lentamente, todo sin dejarnos de mirar, el me agradecía acariciándome el rostro con sus manos muy ásperas.
Transcurrieron unos minutos así, la mamada era suave y para nada salvaje.
El detuvo la mamada y me hizo poner de pie, quedando frente a frente, con nuestros penes parados, nos besamos muy apasionadamente, mientras me guiaba muy despacio para acostarnos en la cama.
Una vez ya acostado, él estaba encima de mí y me seguía besando.
Nos acostamos a lo largo, yo me puse de espaldas hacia él, y subió su pierna encima de la mía, acomodo su verga en mi trasero y me abrazo, pude sentir su respiración en mi nuca.
Siempre que podía en las noches hacia esto, pero de verdad no lo hacía con malicia – dijo susurrándome al oído.
Si quieres puedes hacer más que eso – dije yo, mientras sentía como su verga palpitaba.
Te lo agradecería muchísimo – dijo el con la respiración entre cortada.
Inmediatamente tome su verga y me la posicione a la entrada de mi ano, podía escuchar sus jadeos al mismo tiempo que yo hacía eso.
Si supieras cuantas noches me he tenido que masturbar solo sin tener a nadie, eso a la larga aburre y desespera – dijo el mientras me besaba la nuca y el cuello.
Sentía su barba picar, una electricidad recorría todo mi cuerpo y terminaba en la punta de mi glande, intento hacer una leve presión con su verga en mi ano y yo di un quejido de dolor.
Lo siento, creo que aún no te recuperas – dijo él.
Pero podemos intentar con cuidado si lo deseas – dije yo.
Quiero hacerte el amor, no hacerte sufrir – dijo Erick
Lo siento – dije yo, sintiéndome culpable por decepcionarlo.
Ni lo menciones, no tengo nada que disculparte – dijo el mientras me acariciaba todo el cuerpo.
Tan solo rosaba su verga sin hacer intentos de volverla a introducir, podía sentir su hombría recorrer de arriba hacia abajo, se masturbaba con ella y suspiraba, dejo su pinga en el perineo, y apreté bien, mientras con su pelvis empezó a simular una penetración, giré mi cuello y nos besábamos otra vez, las gotas de sudor empezaron a asomar y el olor de nuestros cuerpos producto del trabajo del campo me embriagaba más.
Tardo varios minutos y gimiendo muy cerca de mi oreja se corrió con gusto, no sé cuántos trallazos fueron, posteriormente ambos quedamos en silencio, toda su leche se escurrió por mis piernas, pero no me importaba.
Cambiamos de posición y me quede acostado sobre su tórax, podía percibir su aroma que me embriagaba, sus pelos en el pecho y en la axila era lo máximo.
Gracias primito, te quiero un montón – me dijo suspirando.
No agradezcas Erick, yo también te quiero – le respondí dándole un beso en el pecho.
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MUCHAS GRACIAS POR LEERME. LA HISTORIA DE «LA GRANJA» ESTA MUY EXCITANTE.
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exitante relato sigue contando mas
Que rico relato sigue publicado más por favor
Oye que excitante tu relato amigo, y a parte que afortunado eres, y disque es un castigo que te fuiste con tus tíos, mas bien es la gloria estar con ellos, y sigo con el siguiente capítulo, ya que me corro bien rico leyendo tu relato…