LA HISTORIA DE DIEGO (SEGUNDA PARTE)
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Desde esa experiencia, cargada de emociones y nuevas sensaciones, la relación de los dos amigos se hizo más estrecha, aprovechando cada posibilidad para satisfacer sus instintos.
Ya eran frecuentes las visitas de uno y otro a sus respectivas casas, con la excusa de ver TV o jugar videojuegos, visitas que siempre acababan al menos en un manoseo superficial, o si había suerte algo más, sin llegar a la penetración, hasta cierto día.
Era viernes, los chicos acordaron quedar después del colegio en casa de Chris, como ya era frecuente.
– Mamá: Chris, llamó tu abuela necesita que la acompañemos a realizar una compra.
– Chris: pero mamá, estamos jugando
– Mamá: solo será un momento, ¿nos acompañas Diego? Así luego siguen jugando.
– Diego: si señora, por mi esta bien
– Chris: y si mejor te esperamos acá
– Mamá: quedarse solos, no… les puede pasar algo.
– Chris: ay mamá, somos grandes, que nos va a pasar, además solo estaremos jugando (recordar que los chicos rondaban los 10 u 11 años)
La madre quedó pensativa, no era dada a dejar a su hijo solo, pero aceptó la propuesta de su hijo, mas que por convencimiento, por la premura que tenía por salir, y el tiempo que le llevaría hacer entrar en razón a su hijo.
Mamá: está bien, pero no salgan a ninguna parte y no le abran la puerta a nadie. Diego, no te vayas antes de que vuelva para que Chris no se quede solo.
Diego: no se preocupe, me dieron permiso hasta las 8.
Chris: que exagerada eres mamá
Mamá: nada de exagerada. Cualquier cosa me llamas a casa de la abuela.
Chris: si mamá.
Mamá: antes de las 6 estaré de vuelta, tu papá dudo que llegue antes, pero si lo hace le dices que me vaya a buscar.
Chris: está bien.
Mientras la mamá subía las escaleras para buscar una chaqueta y su cartera, Chris y Diego cruzaron una mirada cómplice, acompañada de una leve sonrisa que denotaba un acuerdo tácito de lo que ocurriría.
Ambos chicos se despidieron de la madre, quien salió rumbo a su destino, sin antes dejar dado un par de nuevas instrucciones.
No pasaron mas de 10 minutos desde que se habían quedado solo cuando…
– Chris: vamos a ver TV a mi pieza
– Diego: ya…
– Chris: vamos
Los chicos subieron las escaleras y una vez en el cuarto, siguieron la rutina ya casi aprendida, se sentaron sobre la cama, encendieron la TV, haciendo un poco de zapping hasta que encontraron algo que les llamó la atención.
Poco a poco Chris posó su mano sobre la pierna de Diego, quien con la mirada en la TV pero la mente y los sentidos puesta en lo que estaba pasando.
Chris: acuéstate acá
Diego: ya, pero cierra la puerta.
Chris: si no va a venir nadie
Diego: pero igual
Chris se levantó a cerrar la puerta de su cuarto mientras Diego se acomodaba sobre la cama. Una vez cerrada, se recostó al lado de Diego, y sin perder el tiempo comenzó a tocar sus piernas, cada vez más cercano a la pelvis.
Chris: ¿quieres tocarlo? (señalando a su entrepierna, que ya marcaba su pequeño pene erecto).
Sin esperar respuesta, tomó la mano de Diego y la dispuso sobre su pene.
La respiración entrecortada de los chicos era señal inequívoca de la excitación que ambos tenían.
Diego no apartaba la mano del pene de su amigo, apretándolo sobre la ropa, misma acción que realizaba Chris.
Chris: ¿si te lo chupo tu me lo chupas?
Fue la frase con que rompió el silencio.
Diego: pero tu primero
Chris: ya, sácalo
Diego bajó su pantalón y ropa interior, dejando su pequeño pene a disposición de Chris, quien lo tomo y sin pensarlo demasiado acercó su boca, engulléndolo por completo e iniciando la infantil e inexperta mamada.
Diego: mmm mmm ay!!
Chris: ¿te gusta?
Diego: no se, me hace un poco de cosquillas
Mientras el chico seguía con su mamada. Al cabo de unos minutos.
Chris: ya, ahora te toca a ti
Dando por terminada su parte del trato, y recostándose boca arriba en la cama, mientras Diego se subía la ropa.
Chris saca su pene, y Diego comienza con su labor.
Chris: se siente rico, mas lento…
Diego sin quitarlo de su boca, respondía a las instrucciones.
Chris: ya, ya…
Diego: estuvo rico
Chris: si, ¿culiemos?
Diego: ya
Chris: ya, date la vuelta
Diego queda dando la espalda, con la mirada hacia la pared, mientras bajaba su ropa hasta mitad de pierna, dejando a disposición su tierno, blanquecino y lampiño culito. Chris que ya tenia los pantalones abajo, solo se acomodó tras su amigo, acomodando su pene entre las nalgas para comenzar la frotación a la que estaban acostumbrados.
Los movimientos pélvicos de Chris eran acompañados por los de Diego, quien ayudaba en el roce, y rítmicamente simulaban un acto sexual.
Chris: ponte boca abajo
Diego: ¿Cómo, así? Adoptando la postura solicitada
Chris: si… (poniendo sobre su amigo)
Los pantalones a media pierna dificultaban el procedimiento, por lo que Chirs, se aparto del cuerpo de su amante, y se quitó por completo los pantalones, ropa interior y zapatillas, invitando a Diego a hacer lo mismo.
Una vez que ambos estuvieron desnudos de cintura para abajo, volvieron a ubicarse de forma que Chris quedó sobre Diego, logrando que el pene del primer, con total libertad, hurgue por la zanja del chico.
Por primera vez Diego sintió como eran tocadas las puertas de su virgen orificio anal, como reacción refleja tensaba su poto, con el fin de impedir que el intruso logre hacer ingreso, provocando que las nalgas presionen el pene provocando mayor placer sexual para ambos.
La excitación de los chicos era cada vez mayor, Diego recibía complaciente las cada vez mas punzante presion del pene sobre su agujero, hasta que sin aviso previo, ayudado por los insipientes líquidos pre seminales y sudor, el pequeño miembro de Chris hizo ingreso en la humanidad de Diego.
Diego: aaah!!!
Quedando paralizado, mas por el susto al intruso que por algún grado de dolor, mínimo debido a las dimensiones del miembro.
Diego: no te muevas
Chris: ¿te entró?
Diego: si
Con la respiración entre cortada y el cuerpo tenso por el intruso que estaba dentro. Mientras Chris empujaba dejando todo su miembro en el interior del ano de Diego.
Poco a poco Diego aflojó su recién desvirgado agujero, mientras recibía las infantiles pero enérgicas embestidas, cada vez más rápidas, acompañadas de la agitada respiración de su amante.
Chris: ¿te duele?
Diego: No
Chris: ¿te gusta?
Diego: si, un poco
Chris: está rico…
Mientras bombeaba a su amiguito, quien boca abajo, con las piernas separadas, permitía el ingreso de aquel pene pre puberto; cada vez con mayor intensidad y profundidad, hasta que cae rendido sobre el cuerpo de Diego, en clara señal de que había logrado un orgasmo. Con cuidado sacó el su pene aun erecto desde el interior de su compañero, bajándose de sobre su amigo y acomodándose la ropa; Diego se volteo e hizo lo mismo.
Ambos se miraron y sonrieron cómplices, aun con cachetes colorados producto del calor y cansancio.
Diego: bajemos que puede venir tu mamá.
Chris: si, bajemos
Pasó poco mas de una hora, los chicos jugaban videojuegos normalmente, cuando llegó la mamá.
Mamá: hola, todo bien… ¿alguna novedad?
Chirs: hola ma, no vino nadie.
Mamá: bien, les prepararé algo para que coman.
Chris: Sii
Este tipo de situaciones se repitió muchas veces, desde ese momento intencionalmente buscaban quedar solos para dar rienda suelta a sus instintos.
Espero sus comentarios y sugerencias para una segunda parte Tgm: @manuTDP
amigo seguir contando mas sobre este relato son muy buenos y ya tiene tiempo que no veo el final saludos amigo… 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉