LA HISTORIA DE MI VIDA 3 “MI Padre, Un Sueño hecho Realidad”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Elcoyoludo.
Después de regresar de la casa de William a la nuestra almorzamos y después de terminar dispuse
a irme a bañar, mi padre me pregunto qué iba hacer y yo le dije que bañarme él me dijo que lo
hiciera después y que le ayudara a arreglar algo.
Cabe resaltar que el nombre de mi padre es Andrés y su aspecto físico lo comente en el primer
relato.
Me dijo que le ayudara con el auto y fuimos hasta donde este estaba.
Mi padre se metió de bajo
del auto, haciendo de mecánico y mi trabajo era pasarle las herramientas que él me decía.
Cuando
estaba bajo el auto con la mitad adentro y la otra afuera me iba diciendo que llave quería yo se las
pasaba y observaba el resto de su cuerpo.
me llamaba la atención la entrepierna de mi papá pero
no se notaba nada ya que andaba cargando unos enormes pantalones sucios.
Me dijo que le pasara una llave y me agache para pasársela, al agacharme tuve la oportunidad de
poner mi mano en su pierna cerca de su virilidad, mi padre reclino su cabeza un poco ya que por el
espacio no podía, me miro y no dijo nada.
Cada vez que me decía que le alcanzara una llave yo
ponía mi mano cada vez más cerca de su masculinidad, mi padre no decía nada pero no tuve el
valor de ponerla sobre su hombría.
También conversábamos y en eso le pedí que me diera 50
pesos para comprar unas cosas de la escuela pero me dijo que se los pidiera más tarde porque no
tenía su billetera en ese momento.
Terminamos con el carro, claro no lo arreglo pues no pudo pero así lo dejo antes de
descomponerlo más, dijo que era suficiente y que me fuera a bañar y que él haría lo mismo, pero
antes haría a dejar a mi madre a eso de las 6:00pm y así de sucio fue a dejarla en el auto de mi
madre.
Yo por mi parte me fui a bañar en lo que mi padre se fue, finalmente termine y para entonces mi
padre iba entrando por la puerta.
Yo: ¿vas a cenar?
Papá: sí.
Solo voy a irme a bañar.
Yo: bueno, en eso voy a calentar la comida que dejo mi mamá.
Papá: bueno.
Mi papá subió a su cuarto para irse a duchar y yo saque la comida para ponerla en el microondas.
Después de un rato saque mi comida y deje la comida de mi padre para que se sirviera.
Me
encontraba comiendo cuando mi padre bajo sacudiéndose el cabello, se miraba muy limpio y bello
con una camisa azul que le quedaba tallada y un pantalón azul vaquero, saco su comida y se sentó
junto a mí.
Y mientras comíamos conversábamos hasta que terminamos.
Subí a mi cuarto y él al suyo luego recordé que tenía que pedirle el dinero que quedo de darme, así
que fui a su cuarto, llegue a su cuarto y abrí la puerta la cual no tenía seguro, mi padre se
encontraba durmiendo boca arriba solo con una camisa y unos bóxers color negro con bordes
blancos en ello se podía observar un enorme bulto y sus piernas eran gruesas y grandes con poco
vello, solo lo aprecie un momento y para no despertarlo dispuse a buscar su billetera en una repisa
pero no la encontraba luego escuche una voz.
Papá: ¿Qué buscas? Algo adormitado.
Yo deje de buscar y me acerque a su cama.
Yo: buscaba tu billetera para tomar el dinero que te pedí y me dijiste que me lo ibas a dar más
tarde y para no despertarte lo busque.
Papá: ven acuéstate.
Haciendo espacio para que me acostara junto a él.
Yo lentamente me acosté junto a mi padre, no podía creer que estaba en la cama de mi padre y
junto a él semidesnudo.
Yo: y me los vas a dar ¿o no?
Papá: si, pásame la billetera está ahí.
Señalando un mueblecillo de noche.
Estire mi brazo, abrí la puerta del mueblecito y allí estaba su billetera, la tome.
Yo: creo que aquí hay más.
Abrí la billetera y había dinero, unos papeles y note que también había algo más, los saque y lo que
eran, eran dos condones.
Papá: trae eso para acá solo te voy a dar lo que necesitas.
Yo: ¿y esto?
Papá: solo son condones.
Yo: si ya lo sé, lo que no se es porque los usas porque no creo que los uses con mamá.
Papá: jejeje… pues de vez en cuando visito a otra, no le vayas a decir nada a tu mamá.
Yo:no como crees.
Pá, ¿es cierto que un condón se puede romper solo porque abecés al sacarlo le
meten las uñas o no le sacan el aire de la puntita?
Papá: pues yo siempre lo saco con cuidado con la yema de los dedos y me lo se poner, sin embargo
se me han roto más de una vez, tal vez por lo grande.
Sonrió.
Yo: no creo, pero no quiero tener hermanos de otra.
Reímos con papa.
Gracias papá por aceptar
como soy.
Papá: no te preocupes hijo mi deber es apoyarte y aceptar lo que tu quiera.
Puse mi mano en su pecho y luego me voltee para poner mi frente en su hombro.
Yo: no sé cómo vaya a reaccionar mamá cuando le diga.
Papá: no te preocupes yo siempre estaré contigo.
Sujeto la mano que puse sobre su pecho con la suya.
Papá: no le digas aun, espera otro momento.
Yo: bueno.
En esa posición tardamos un rato, luego mi padre soltó mi mano y metió la otra por debajo de mi
cabeza para hacerme piojito, yo baje mi mano hasta su estómago.
Cerré mis ojos mientras mi
padre veía el techo y me hacía piojito.
Yo no podía creer que estaba abrazando a mi padre que se encontraba semidesnudo, pero no tuve
ningún pensamiento malo, simplemente parecía normal que un padre amara a su hijo.
Luego mi padre con la otra mano sujeto la mía que se encontraba sobre su estómago y la fue
bajando, llego a su bóxer y la paso por su bulto, yo no dije nada solo guarde silencio, mi mano rozo
su bulto el cual era grande y suave, luego la volvió a pasar pero más lento yo no hacia otra cosa
más que estar con los ojos cerrados pegado a su hombro derecho.
Al ver que yo no hacia ni decía nada mi padre paso continuamente mi mano tomada por la suya en
su bulto en repetidas ocasiones y su pene seguía en reposo.
Me pegue más a su cuerpo al ver esto
mi padre puso directamente mi mano sobre su bulto el cual era bastante voluminoso, luego con su
mano sobre mi mano encima de su virilidad inició un leve masajeo sobre esa zona, su pene no
despertaba de su sueño.
Abrí mis ojos y mire el rostro de mi padre, él me miro directo con una mirada pacífica, bajo a la
altura de mi rostro.
Yo podía sentir su respiración con la mía y su aliento caliente.
Papá: ¿te gusta?
Yo no dije nada, pues estaba nervioso e inseguro de lo que sucedía.
Papá acerco lentamente sus labios a los míos, hasta que los suyos tocaron los míos, él estaba con
los ojos cerrados y sin hacer más cosas, yo no cerré mis ojos y no sabía qué hacer ante tal
situación.
Mi padre aparto sus labios de los míos lentamente y abrió sus negros y lindos ojos.
Papá: ¿Qué pasa? Pude sentir su cálido aliento.
Yo: es que William.
Dije despacio.
Papá: descuida.
Y acerco nuevamente sus labios a los míos, yo cerré mis ojos y le correspondí, mis labios se
juntaron con sus rosados labios, su barba era gruesa y dejando al descubierto sus labios.
Cuando
mi padre me beso sentí una corriente en todo el cuerpo.
Nuestros labios que hace un rato estaban
secos ahora estaban mojados por la mezcla de nuestra saliva.
Mi padre era un maestro en el arte
de besar, yo lo hacia lo mejor que podía pero me sentía guiado por mi padre el cual era un experto,
mi padre me besaba con fuerza pero con ternura.
Nuestras leguas se encontraban de vez en
cuando para entonces yo sentía de que ya había aprendido.
Quite mi mano de su bulto el cual no había despertado y acomode la otra para llevarlas a su rostro
y sujetarlo de la barba.
Mi padre con una mano me tomo por la espalda y la otra la coloco atrás de
mi cabeza y con esto pego más mi rostro al suyo permitiendo que ambos abriéramos más nuestras
bocas y logrando comernos a besos.
Mi padre intentaba comerme a besos, su barba me picaba y
me ponía más cachondo, mi padre intentaba meter su lengua en lo más profundo de mi boca,
sentir su gruesa lengua en lo profundo de mi boca provocaba en mí una sensación que no puedo
explicar, yo intentaba lo mismo pero mi padre no me lo permitía con su lengua.
Nos besábamos, lo tome con mis brazos por el cuello y mi padre metió los suyos para abrazarme
por la espalda logrando que su pecho y el mío se juntaran mientras nos besábamos
apasionadamente, yo mordía con delicadeza sus carnosos labios, así seguimos un rato más.
En un movimiento mi padre se colocó encima de mí y dejo de besarme para separarse y quitarme
la playera, luego volvió a mis labios y comenzó a besarme el cuello por ambos lados eso hacía que
me excitara aún más.
Después mi padre bajo por mi pecho y lo beso para luego ir por mi pezón
izquierdo, los lamia muy suave yo no hice otra cosa que tomarlo por la cabeza y agarrar su cabello
dejándome hacer lo que él quería.
Luego paso a lamer mi pezón derecho, gemidos involuntarios
salían de mi boca de mi boca.
Termino de lamer mis pezones y bajo por mi estómago dando pequeños besos y mientras bajaba
pasa sus grandes manos por mi pecho hasta llegar a mi pantalón, lo desabrocho y fue quitándolos
lentamente hasta quitarlos completamente hasta dejarme con mi bóxer color verde oscuro el cual
tenía un dragón.
Luego mi padre me hizo reclinar quedando yo sentado sobre la cama y él de rodillas frente a mí,
pude notar su bulto un poco más grande pero no con una erección.
Me tomo con sus dos manos
por la cara y acercó la suya a la mía y sus labios a los míos con esto nos besamos nuevamente.
Yo
metí mis manos por debajo de su camisa para tocar su abdomen y subir hasta sus pectorales los
cuales eran grandes y algo duros, lo acaricie un rato mientras nos besábamos.
Quería deshacerme de su camisa, mi padre entendió dejo de besarme y se quitó su camisa,
dejando al descubierto su escultural cuerpo no pude resistirme y lleve mis labios a su plano
abdomen en el cual se formaban unos cuadros, no de lavadero pero si se podían notar lo
suficiente, luego subí hasta sus pectorales los cuales eran grandes además tenía poco pelo en ellos
y sus pezones eran grandes y con poco pelo al contorno.
Bese sus pectorales y lamí el pelo que en ellos se encontraba, incluso me tuve que sacar un pelo que me quedo en la boca, también bese sus
pezones.
Luego mi padre subió mi cara a la suya y me acostó y él encima de mí y mientras que con una
mano sostenía parte de su peso para no aplastarme, bajaba la otra por mi abdomen hasta llegar a
mi bóxer, metió su mano en este y con su mano rozo mi pene el cual estaba que ya explotaba por
mi gran erección pero no se detuvo ahí siguió su camino hasta pasar por en medio de mis piernas y
tocar con su dedo el anillo de mi ano.
Sentí una sensación de placer, mi padre masajeo el área con sus dedos mientras no paraba de
besar mi boca.
Luego saco su mano de mi bóxer para escupir sus dedos y regresar a mi esfínter, con
sus dedos llenos de saliva masajeo mi anillo e hizo un poco de presión y uno de sus dedos entro,
cuando lo metió un gemido salió de mi boca y mordí su labio inferior.
Mi erección se bajó y yo
excretaba líquido transparente.
Sabía que tenía que darle placer a mi padre como él a mí, así que pase mi mano por su pecho para
bajar por su abdomen hasta topar con su apretado bóxer metí mi mano en el, toque su vello
púbico que me pareció corto hasta llegar a su miembro, lo tome no podía creer que mi padre aún
no estaba erecto.
Su pene era enorme incluso así no me cabía en la mano, lo hice hacia arriba e
hice abajo la piel que cubría la cabeza, al hacer esto quedó al descubierto un enorme y caliente
glande, luego subí la piel y baje lentamente, hice esto en repetidas ocasiones por debajo de su
bóxer.
Sentí como su hombría crecía en mis manos, mi padre me seguía besando y su dedo dentro de mi
cueva.
Su pene aún no estaba completamente duro así que saque mi mano y la escupí para luego
bajar hasta su miembro, abrir su bóxer y untar toda la saliva de mi mano en su glande, de la boca
de mi padre salió un gemido y su pene crecía más en cada movimiento que le daba con mi mano,
su pene alcanzo su punto, la cabeza de este era enorme.
Mi padre decide quitarme la última prenda que me quedaba, saco su dedo y dejo de besarme con
el fin de quitarme el bóxer, me lo quito y también quito el suyo cuando lo quito un enorme tronco
quedo al descubierto.
Su pene era enorme y grueso de 19 cm y con una enorme cabeza al
descubierto, era roja, su vello púbico estaba recortado y de su pene colgaban unas enormes bolas
rosas depiladas y cargadas de esperma, el tronco del pene de mi padre estaba libre de pelos y una
enorme vena recorría por todo el tronco.
Se miraba exquisita.
Las piernas de mi padre eran grandes y fornidas con poco vello, su hombría apuntaba al techo y a
diferencia de William y yo, el pene de mi padre no tenía frenillo era completamente liso, mi pene
era enano en comparación al tamaño de mi padre, era un enorme hombre frente a mí, sus caderas
y hombros eran anchos, su cuello fornido y su pene enorme aullándole a la luna.
Mire
directamente a los ojos de mi padre y baje mi mirada a su hombría.
Papá: ¿Qué pasa? ¡No me digas que soy el primer hombre que miras desnudo!
Yo: no, es que es muy grande.
Dije mientras tome su miembro por el tronco, el cual no lograba
abarcar.
Papá: si no estás seguro aquí lo dejamos.
Yo: no, pero es que.
Papá: mira te prometo que seré cuidadoso, bien.
Yo.
Bien.
Ambos sonreímos.
Y mi padre acerco su rostro al mío y me dio un beso y un abrazo, su enorme pene quedo a la altura
de mi estómago y fue aplastado por nuestros cuerpos, luego mi padre me hizo acostar y él encima
de mí y me beso durante un corto tiempo, se separó de mí y se levantó de la cama y fue al mueble
donde mi madre tiene sus cremas.
Yo quede acostado viéndolo de espaldas y su cuerpo era
maravilloso, una espalda ancha y musculosa, dos piernas gruesas como troncos y unas nalgas
fornidas y blancas.
Abrió la puerta del mueble saco un bote y una caja de pañuelos desechables.
Regreso rápido y coloco ambas cosas en el mueblecito de la cama.
Todo estaba sucediendo al sueño erótico que tuve con mi padre, parecía un de-ja-vu, no lo podía
creer.
Se subió nuevamente en la cama y encima de mí para besarme, luego se separó de mí y me hizo
darme la vuelta para quedar boca abajo.
Mi padre tomo el frasco que había traído el cual era
aceite para masajes, lo abrió y puso un poco en medio de mis nalgas lo unto bien y pasaba sus
dedos por mi raja tocando mi agujerito, con el pulgar lo masajeaba y luego metió su dedo medio el
cual entro completamente sin dificultad alguna y luego metió su índice al mismo tiempo, sentí una
sensación de llenura que me recordó cuando William entro en mi pero el pene de mi padre era
mucho más grande y grueso y no podía imaginar qué clase de sensación me haría sentir.
Mi respiración salía entrecortada cada vez que mi padre sacaba y metía sus dedos, luego mi padre
puso lubricante en su miembro y lo unto por todo el largo.
Después mi padre se puso encima de mi
apoyándose en sus dos brazos para no dejar caer todo su peso en mí, su hombría quedo en medio
de mis nalgas, mi padre meneaba su cintura simulando cogerme, luego su pene toco la entrada de
mi hueco e hizo presión pero mi ano se resistía a darle el paso y solo se deslizo hacia afuera, lo
intento de nuevo pero tampoco entro debido al grueso de su virilidad y solo se deslizaba en medio
de mis nalgas.
Papá: relájate.
Me dijo al oído
Yo: sí.
Asentí con la cabeza.
No podía creer que estaba sucediendo exactamente a mi sueño o tal vez mejor.
Mi padre metió su brazo por debajo de mi pecho abrazándome y bajo el otro para agarrar a su
amigo, lo puso en el centro de mi ano y yo sujete fuerte el brazo con el que me abrazaba.
Pues no sabía lo que me esperaba y aunque mi padre me había dilatado con sus dedos, su verga era mucho
más gruesa.
Apunto a mi centro con su pene, hizo un poco de presión y su pene había triunfado logrando meter
solo la cabeza.
Mi padre soltó un leve suspiro y yo.
Yo: haaaa…un grito de dolor pues mi padre me había roto.
Papá: shhhh…ya, ya paso.
Mi padre se quedó quieto un instante pues su intención no era lastimarme, siguió quieto un rato
más.
Papá: voy a entrar un poco mas ¿bien?
Yo: sí.
Asentí con la cabeza.
}
Aunque el dolor era tremendo le quería demostrar a mi padre que era fuerte.
Mi padre avanzo
lentamente en mi interior, yo sentía como centímetro a centímetro avanzaba dentro de mí, como
su glande se abría paso y rozaba mi recto, sentía que me partía en dos.
Mi padre a medida que
avanzaba besaba mi espalda para que yo me relajara, su pelvis choco con mis nalgas supuse que ya
estaba completamente dentro de mí.
Su pelvis reposaba sobre mis popas y sus enormes bolas me tocaron, su pecho recaía en mi
espalda, el dolor era inmenso, mi padre besaba mi cuello permitiendo que yo relajara mi cuerpo,
mire el rostro de mi padre buscando sus labios para besarlos y él me correspondió.
Quieto como
estaba sin hacer un solo movimiento mi padre me besaba y besaba.
Tardamos en esa posición sin hacer movimientos bruscos y al besar a mi padre no me concentraba
en el dolor de mis entrañas permitiendo que este disminuyera.
Mi padre me abrazaba con un
brazo y extendió el izquierdo para tomar mi mano, la sujeto y metió sus dedos entre los míos
entrelazándolos y sin dejar de besarme meneo su cadera hacia atrás un poco, permitiendo que su
pene retrocediera dentro de mi como un centímetro.
Un gemido salió de mi boca y mordí los labios
de mi padre, luego volvió a meter con mucho cuidado.
Sujete fuerte la mano de mi padre y el me abrazo más fuerte, luego volvió a menear su cadera para
menear su pene en mi interior, nuevamente el dolor regreso pero fue menor.
Un quejido salió de
mi parte y mi padre lo apago dándome un fuerte beso y volvió a meter, sacaba y metía lentamente
su hombría en mi ser.
Tardo unos momentos con sus movimientos suaves para no hacerme mucho daño al mismo
tiempo que me comía a besos para disipar mi dolor, sin duda mi padre es todo un experto en la
materia.
Luego mi padre meneo un poco más su cadera hacia afuera y metió con suavidad, sin
duda el dolor estaba disminuyendo, metió y saco en repetidas ocasiones, el dolor había
desaparecido pues mi ano ya estaba completamente adaptado a las dimensiones de mi padre.
Papá: ¿estás bien?
Yo: sí.
Asentí con la cabeza.
Mi padre me dio un beso y comenzó a meter y sacar nuevamente su pene suavemente sin dejar de
abrazarme o soltar mi mano.
Sin embargo yo me sentía aplastado por su peso pues su peso recaía
sobre mí y estaba muy pesado pues estaba grandote y pesado.
Mi padre saco su brazo con el que me abrazaba, soltó mi mano y dejo de besarme, se retiró de mi
para apoyarse con sus brazos dejando únicamente su cadera sobre mis nalgas y su pene adentro.
Abrió mis piernas un poco más con las suyas y dejo entrar el resto de su hombría pues no había
entrado toda solo un poco más de la mitad.
Sentí como con su glande toco mi próstata, yo pegue
un leve suspiro.
Mi padre comenzó con tan conocido movimiento de cadera lenta y cuidadosamente, el dolor ya
había desaparecido por completo dándole espacio al placer, placer que era provocado por mi
progenitor.
Papá: mmm…que apretadito estas.
Me sentía alagado por mi papá, las bolas de papá casi topaban a las mías, sentía su recortado vello
pegado a mis pompis y su hombría completamente dentro de mi rozando mi recto con su enorme
glande.
Yo podía sentir como su pene se movía dentro de mí, podía sentir lo caliente de su gruesa
verga.
Mi papi comenzó a mover más rítmicamente sus caderas, sentía mil sensaciones en todo mi
cuerpo.
Yo acariciaba los musculosos brazos de mi padre al estar debajo de él y le daba pequeños
besos a sus bíceps, las venas de sus brazos se notaban más saltadas por la fuerza que tenía que
hacer para sostener su peso para no aplastarme.
Mi padre intensifico sus movimientos y con esto provocaba un sonido de mis nalgas y su pelvis
(plac plac plac) ambos gemíamos de placer.
Yo: ha ha ha…
Papa: oh oh oh… gemia como macho.
Eso me excitaba aún más.
De mi pene salía líquido transparente pues además de ser frotado por
las sabanas, mi cuerpo está recibiendo gran satisfacción y ahora me sentía completo ya que mi
vacío fue llenado por la gran hombría de mi padre.
Papá: ah ha ah…
Yo: mmm…mordiendo mis labios.
Papá: oh oh oh…
Mi padre movía su cadera a gran velocidad, haciendo que hasta el colchón se moviera, tardo
moviéndose así, yo desfrutaba de ese hombre y como era un experto haciendo el amor.
Luego mi
padre bajo la velocidad y saco su pene dejando solo la cabeza adentro y de una estocada lo metió
todo de nuevo, que rico se sentía, sentía que el culo se me hacía agua.
Papá: ¿te gusta?
Yo: mmm.
Sí.
Saco de nuevo e hizo lo mismo.
Yo mordía las sábanas para apagar mis gemidos.
Mi padre hizo esto
en repetidas ocasione y luego se detuvo para cogerme rápido, ambas cosas se sentían de lo mejor.
Luego mi papi se hizo hacia atrás apoyándose con sus rodias, con sus manos abrió mis nalgas lo
más que pudo para ver el gran espectáculo de como su miembro desaparecía en mi interior y
volvía aparecer.
Yo voltee mi cara para ver pero solo podía ver su pubis y una pequeña parte de su
tronco que aparecía y desaparecía en mis nalgas además la cara de placer de mi padre.
No tardó
mucho en esta ocasión, tomo una de mis piernas y me dio media vuelta sin sacarme su pene ahora
yo estaba boca arriba y ambos podíamos mirar nuestros rostros de deseo sin problemas.
Mi padre se acostó encima de mí apoyándose con sus brazos y de nuevo comenzó con tan bello
movimiento de cadera.
Mi padre igual que yo estaba sudado pues ya llevábamos varios minutos
cogiendo rico.
Yo tome a mi padre por el cuello con mis manos abrazándolo y mi padre no paraba
con su movimiento de cadera.
Yo: ha ha ha…
Papa: oh hoo…
Sus bolas chocaban con mis nalgas y los míos con su pubis.
Mi padre acerco su cara a la mía y toco
mi frente con la suya, dejando que nuestras respiraciones se mezclaban.
Nuestras miradas se
perdían una con la otra.
Hale con mis manos la cabeza de mi padre para que me besara, mi padre
entendió el mensaje y acerco su boca a la mía y nos empezamos a comer a besos y mi padre no
dejaba de meter y sacar su pene de mi culo.
Nuestras respiraciones eran entrecortadas, yo lo abrazaba por la espalda y acariciaba su espalda,
llevaba mis manos hasta sus nalgas y lo halaba más hacia mí como queriendo meterlo dentro de mí
por completo.
Las envestidas que me daba mi padre eran fuertes pero con todo el cariño del mundo, pues en
cada una de ellas podía sentir su amor y su amor media 19 cm y era grueso.
Yo estaba debajo de él
y en medio de sus fuertes brazos acariciando su bello rostro y quitando unas que otras gotas de
sudor.
Mis piernas estaban completamente abiertas dándole espacio al cuerpo de mi padre.
Mi padre subió la intensidad metiendo y sacando su pene con gran rapidez provocando en ambos
un gran placer.
Yo no quería que se detuviera nunca y con mis piernas lo abrace por la cintura lo más que pude, mi padre dejo caer su cuerpo en el mío y sin dejar de penetrarme me comenzó a
comer a besos.
Mi papi dejo de besarme para solo concentrarse en follarme, se apoyó de nuevo en sus dos brazos
y me taladraba el agujero con más velocidad.
Papá: ho ho uuu…
Yo: ha ha ha…
Papá: hoo hoo aah.
Yo: mmm…
La respiración de mi padre era aguda como la de un caballo en celo, yo no podía resistir tanto
placer que tenía que dejarlo escapar, así que puse un poco de saliva en mi mano y comencé a
masturbarme, mientras mi padre bajaba su mirada donde mágicamente su polla aparecía y
desaparecía en mis entrañas.
No pude contenerme más y mi pene exploto lanzando mi semen por mi pecho, abdomen y pubis.
Yo: haaaa haaa…
Papá: ufff ohhh…
Yo: ha ha ha…por cada chorro que lanzaba.
Mi padre al ver que salió mi primer chorro metió su verga duro lo más adentro que podía,
haciendo mejor el momento.
Cuando yo lanzaba mi semen mi ano se contrajo apretando más la
hombría de mi padre.
La respiración de mi padre era fuerte como un toro bravo e intensificó sus movimientos, yo lo
abrace fuerte con mis piernas y aruñe su espalda con suavidad.
Sentí como la verga de mi padre se
hincho más dentro de mí.
Papá: haaaaa…soltando el primer chorro de su leche.
Yo: mmm…ahhh…
Papá: haaaa…ohhhh…
Sentí como un líquido caliente se des vaciaba en mis entrañas, era más de una sensación en todo
mi cuerpo.
Papá dio sus últimas envestidas fuertes pero certeras.
Papa: ahhhh…mmm…
Yo: ha ha ha…
Papá: ufffff uffff…su respiración entrecortada.
Papá dejo caer todo el peso de su cuerpo sobre mí y acomodo su cabeza al lado de la mía, acaricie
su cabello.
Claro mi padre a un estaba dentro de mí y con rigidez, yo no dejaba de abrazarlo con
mis piernas ni de acariciar su cabello y espalda.
Yo: ¿estás bien? Al oído.
Papá: como nunca… ¡me sacaste todo!
Le di un beso en la mejía.
Papá: todavía estabas muy apretadito.
William no tiene lo que yo tengo ¡o sí?
Yo: tal vez.
Papá: como si yo hubiese sido el primero.
Tenía razón pues esa si fue una verdadera desvirgada y yo me sentía capaz de soportar cualquier
cosa.
Papá: ¿te gustó?
Yo: si y mucho.
Papá: de esto ni una palabra a nadie.
Yo: lo se papá.
Papa me dio en beso en la frente y sin salirse de mí estiro su brazo para tomar los pañuelos, con su
mano me hizo quitar mis piernas para dejar de abrazarlo y coloco unos pañuelos en la entrada de
mi hoyito y se fue saliendo lentamente.
Al salirse por completo rápidamente puso los pañuelos en
la entrada de mi agujero, sentí como su caliente leche salía de mi interior para quedar en los
pañuelos desechables.
Luego mi padre se quitó completamente de mí, se sentó al borde de la cama y me paso unos
pañuelos y me dijo que limpiara lo que tenía en el mi cuerpo (mi semen), lo limpie.
Papá: ¿puedes caminar?
Yo: ¿para?
Papá: para que vayas a tirar esto al baño.
Los pañuelos con su semen y los míos.
Yo.
: no.
Y era verdad, pues sentía un gran vacío.
Mi padre tomo todos los pañuelos incluso los míos, se puso de pie y fue a tirarlos al baño.
Oí como
hacia pipi en el baño, al cabo de un rato regreso, le hice espacio para que se acostara no sin perder de vista su pene el cual estaba completamente sin vida, mi padre se acostó a mi lado, yo le di da la
espalda, se acostó tapándonos a ambos con la misma sábana y me abrazo.
Sentí su tibio cuerpo
pegado a mi espalda, puso su pierna derecha sobre mí, pude sentir su miembro caliente en mis
nalgas, me abrazo y así dormimos toda esa noche, completamente desnudos, uno junto al otro.
Espero les haya gustado y este es un claro ejemplo de que los sueños se hacen realidad.
Dejen sus
comentarios.
Pero se supone que el ya había estado con su papa en el primer relato porque allí no especifican que fue un sueño, mas bien una realidad. Falta de cronología.