LA HISTORIA DE MI VIDA 4. “El Chantaje de David”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Elcoyoludo.
Un día después (domingo) de mi encuentro con William, ese día paso normal, yo me la pase
haciendo mi tarea y masajeando con William y mi padre haciendo una que otra cosa.
Mi padre
salió en el carro de mi mamá, después regreso con un tipo que vivía como a seis cuadras de mi
casa su nombre es David.
David es un tipo que la hace de cualquier cosa.
Siempre tiene que haber alguien así en un lugar
¿no? Bajaron del auto de mamá y fueron donde el auto de mi papá se encontraba.
Luego mi papá me grito que le llevara la caja de herramientas, fui a buscarlas y se las lleve.
David
inspeccionaba el auto y se me quedaba viendo de reojo, algo extraño pero no le puse mucha
importancia.
David es un hombre de 27 años, mide alrededor de 1.80mts, de ojos café oscuro, no tan guapo,
moreno claro, cabello negro, de cuerpo no muy ancho, solo la sombra de su barba.
David inspecciono el auto donde creyó que estaba el problema y le dijo a mi papá que una pieza
debía ser reemplazada, mi padre le dijo que si la podía conseguirla y que arreglara el problema,
David dijo que si podía solo que debía esperar unos cuantos días, mi padre estuvo de acuerdo y
luego fue a dejar a David a su casa.
Durante el tiempo que David estuvo ahí me sentí algo extraño pues sus miradas eran extrañas al
final de cuentas.
En fin pasó ese día y con ello llego el inicio de semana y el regreso a clases, que
por su puesto ahora me gustaba ir más que nunca pues solo en la escuela podía ver a mi novio y
conversar, claro como amigos pues nadie, que fuéramos nosotros o mi papá sabía que éramos gay,
o eso creía.
Mi padre de nuevo hablo con David pero esta vez para que la hiciera de electricista e hiciera una
instalación de cableado.
Mi padre me pidió que le ayudara en lo que necesitara ya que él tenía que
salir, solo le dijo a David lo que tenía que hacer.
Allí estaba yo ayudándole a David en lo que podía, bueno ni tanto pues casi nunca necesito de mi
ayuda.
David no era muy comunicativo, en realidad no tenia de que platicar conmigo ni yo con él.
Lo único que sabía de David era que tenía esposa y dos hijos pero se habían separado por tal
motivo vivía solo.
El motivo de su separación lo desconozco al igual que sus hijos.
David se encontraba subido en una escalera arreglando unos cables y yo abajo.
David: ¿y tú mamá?
Yo: ahí está.
David: pero ella trabaja ¿verdad?
Yo: si, pero ahora trabaja de noche.
David: ¿de noche?
Yo: si, en el hospital.
David: haaa…y ¿tu papá?
Yo: el horita no está trabajando.
David: pero a mí me dijo que iba a salir por cuestiones de trabajo y por eso quería que le arreglara
el carro.
Yo: ahh…pues no sé.
No me había dicho nada.
Todo esto sucedió un día viernes por la mañana.
Terminamos con David, bueno más o menos y
para ese entonces ya había regresado mi padre de lo que andaba haciendo.
Papá: ¿terminaron?
David: no pero fue porque no alcanzo el cable.
Papá: mmm… ¿podes venir a terminar mañana? Mañana traigo más.
David: claro, pero en la tarde porque en la mañana no puedo.
Viera que yo tengo cable de este si
quiero lo pongo.
Papá: está bien ¿a qué precio me lo das?
David: no, no se preocupe solo lo manda a traer en la mañana y así me vengo directo para acá en
la tarde, porque es bastante.
Papá: entonces ahí voy a mandar a Alex, ¿cómo a qué horas vas a salir?
David: a las 11:00am al terminar de hacer unas cosas.
Papá: bueno, voy a mandar a Alex antes.
Así quedamos.
Se dieron la mano y David se fue en su motocicleta.
Yo me fui a bañar pues tenía que ir al colegio,
me vestí, almorcé y luego mi padre me fue a dejar.
En el camino a la escuela le pregunte sobre si
tenía que ir a trabajar, él me dijo que aún no lo sabía que solo se iba a ir durante dos semanas a ver
si se quedaba con el contrato.
Pues él es arquitecto y como sabrán primero tienen que hablar de
números.
Llegue a la escuela y como siempre fue normal.
Con William hablábamos raramente como novios
pues siempre había alguien que estuviera cerca de nosotros.
William me dijo que tenía ganas de
volverme hacer el amor, yo le dije que también tenía ganas de hacerlo con él y le pregunte si podía
llegar a su casa el fin de semana, él me dijo que lo sentía pero no podía pues su familia iba a estar
ahí y también su cuñado ya que este llegaría a pedir la mano de su hermana.
Termino el día viernes y como siempre toda la semana había transcurrido normal hasta entonces.
Mi padre no se me insinuaba ni yo a él, pues no éramos adictos al sexo o algo así.
Solo
manteníamos una relación de padre e hijo.
Llego el sábado, toda la mañana estuvo normal hasta que mi padre me mando a la casa de David
que fuera a traer los cables.
Fui a casa de David en mi bici a eso de las 10:00am, llegue a la puerta de su casa y toque, David
abrió la puerta.
Por cierto lucia más guapo de cómo se miraba la última vez que lo vi ya que estaba
sucio, mal vestido y mal peinado y ahora lucia limpio, con un peinado hacia arriba (su pelo era
corto) y muy bien vestido.
Abrió su puerta y me invito a pasar.
Me dijo que tomara asiento mientras él limpiaba la pantalla de
su celular ya que se le había caído al agua y había quedado pañosa y trataba de limpiarla.
Yo me
senté en uno de los sillones y para ver tv con su permiso.
David: ¿tu papá es enojado?
Yo: no mucho, ¿Por qué?
David: no, por nada y ¿tu mamá?
Yo: a veces.
David: ¿tienes novia?
Yo: no.
Odio que me pregunten eso.
David: te gustan los hombres ¿verdad?
Yo no sabía qué hacer en ese momento.
Me di cuenta ¿por qué? tanta pregunta.
Me puse pálido
pues se suponía que nadie lo sabía, supuse que lo había supuesto.
Pero aun así no sabía que
responder pues me quede sin palabras.
Yo: no.
Dije queriéndolo convencer.
David: no mi huevo.
¿Qué hicieron con William el sábado pasado?
Las preguntas de David eran muy directas.
Además no sabía cómo David se había enterado de mi
encuentro con William, pues nunca hicimos algo afuera de su casa.
Yo: ¿conoces a William?
David: si he ido hacer varios trabajos a su casa.
Y ¿Qué estaban haciendo en el cuarto?
Yo: ¿en el cuarto?
David: si, si vi por la ventana que estaba abierta, yo estaba pintando la casa de al lado.
Nunca me di cuenta de esa ventana abierta, ni mucho menos si se encontraba alguien observando
lo que hacíamos con William.
David: mire cómo te agarró.
Yo: no le digas a nadie por fa.
Casi suplicándole.
David: quien te mira, ni caras hacías.
Yo: no le vayas a decir a nadie.
Yo estaba súper asustado y nervioso que no sabía de qué hacer.
David: mira yo no le digo a nadie, pero si me das el culo.
Yo no podía creer lo que me estaba pidiendo.
David: bueno vos elegís.
Yo no quería acceder pero me puse a pensar en lo que podía pasar si alguien más se enteraba de lo
mío y William.
Yo: yo creo que si te lo doy siempre vas a contar.
David: mira si me lo das no le cuento a nadie, ni modo que voy andar contando que te chimé.
Tenía un buen punto, pero tal vez era broma y tal vez quería ver que tan gay era yo.
Además estaría
traicionando a William mi novio y no solo a él sino también a mi padre al que por derecho yo le
pertenecía.
Pero también pensé en que sucedería si alguien más se enterara que William y yo
habíamos cogido.
Yo: bueno.
Respondí.
No lo hacía por mí, sino por William pues era él quien más quería que nadie se enterara de sus
preferencias sexuales.
Los ojos de David brillaban y una sonrisa macabra se dibujó en su rostro.
David: vamos a mi cuarto, solo voy a ponerle seguro a la puerta.
Me dijo muy convencido de lo que
me iba hacer.
Fue a ponerle seguro a la puerta y luego regreso donde yo estaba, me hizo pasar delante de él y al
llegar a su cuarto me abrió la puerta, entré y me quede de pie observando el cuarto, el cual estaba
limpio y ordenado, cerró la puerta y le puso seguro.
Se puso enfrente de mí.
David: te voy a enseñar que nos gusta a los hombres.
Yo no dije nada y tampoco sabía qué hacer y estaba nervioso.
Nunca me di cuenta de esa ventana abierta, ni mucho menos si se encontraba alguien observando
lo que hacíamos con William.
David: mire cómo te agarró.
Yo: no le digas a nadie por fa.
Casi suplicándole.
David: quien te mira, ni caras hacías.
Yo: no le vayas a decir a nadie.
Yo estaba súper asustado y nervioso que no sabía de qué hacer.
David: mira yo no le digo a nadie, pero si me das el culo.
Yo no podía creer lo que me estaba pidiendo.
David: bueno vos elegís.
Yo no quería acceder pero me puse a pensar en lo que podía pasar si alguien más se enteraba de lo
mío y William.
Yo: yo creo que si te lo doy siempre vas a contar.
David: mira si me lo das no le cuento a nadie, ni modo que voy andar contando que te chimé.
Tenía un buen punto, pero tal vez era broma y tal vez quería ver que tan gay era yo.
Además estaría
traicionando a William mi novio y no solo a él sino también a mi padre al que por derecho yo le
pertenecía.
Pero también pensé en que sucedería si alguien más se enterara que William y yo
habíamos cogido.
Yo: bueno.
Respondí.
No lo hacía por mí, sino por William pues era él quien más quería que nadie se enterara de sus
preferencias sexuales.
Los ojos de David brillaban y una sonrisa macabra se dibujó en su rostro.
David: vamos a mi cuarto, solo voy a ponerle seguro a la puerta.
Me dijo muy convencido de lo que
me iba hacer.
Fue a ponerle seguro a la puerta y luego regreso donde yo estaba, me hizo pasar delante de él y al
llegar a su cuarto me abrió la puerta, entré y me quede de pie observando el cuarto, el cual estaba
limpio y ordenado, cerró la puerta y le puso seguro.
Se puso enfrente de mí.
David: te voy a enseñar que nos gusta a los hombres.
Yo no dije nada y tampoco sabía qué hacer y estaba nervioso.
David: quítame el cinturón, me desabrochas el pantalón y metes tu mano en mi bóxer sin sacar mi
verga.
Yo no tenía otra opción que obedecer.
Quite miedosamente su cinturón, desabotone su pantalón y
baje el cierre.
Lo mire a los ojos pues no quería meter mi mano en su bóxer, pues al hacerlo estaría
traicionando a más de un amor.
David: me te la mano.
Me ordeno.
Lento y con nervios lleve mi mano a su bóxer el cual era de color gris y le quedaba apretado.
No podía ver el tamaño de su bulto ya que su pantalón quedo igual solo que desabrochado.
Lo mire a los ojos y abrí el elástico de su bóxer, mis dedos tocaron su vello púbico el cual estaba recortado y
luego baje mi mano, toque el tronco de su pene, era tibio.
Ambos nos mirábamos a los ojo, sujete
su pene el cual estaba flácido pero aun así tenía un tamaño considerable ya que no me cabía en la
mano, lo sujete fuerte por el tronco.
David tenía sus manos en la cintura, viéndome a los ojos,
ordenando me qué hacer.
David: ¿te gusta?
Yo no dije nada, mi corazón latía fuerte.
David: paje ame sin sacarla.
Yo obedecí y entre su bóxer tome su miembro por la cabeza y retire su capullo de arriba abajo.
Su
pene aún estaba flácido y no quería despertar.
Era complicado masturbarlo así ya que su bóxer le
quedaba apretado y su pene era grande.
David se lamia los labios.
David: bájame el pantalón y después el bóxer.
Yo obedecí.
Me agache y baje su pantalón hasta los tobillos, ahí pude notar el enorme paquete que
tenía, además tenía unas fornidas piernas, se debía a que jugaba futbol en un equipo del
vecindario.
Luego tome su bóxer por el elástico y lo baje hasta sus tobillos, se sujetó de mi cabeza
para no perder el equilibrio al quitar por completo su pantalón y bóxer con sus pies.
De rodillas como me encontraba me quede viendo su pene flácido el cual tenía un gran amaño
incluso así, su pene recaía en sus bolas.
David sonrió cuando miro que me quede admirado por el
tamaño de su pene.
David: ¿te gusta?
Yo: ¡esta grande!
David: sígueme pajeando.
Tome su pene con mi mano e hice la piel hacia atrás dejando al descubierto una enorme y roja
cabeza y luego la cubrí con su piel, menee mi mano bajando y subiendo la piel de su bálano, los ojos de David brillaban y yo de rodillas no paraba de masturbarlo pero a medida que pasaba el
tiempo su pene crecía en mi mano.
Su pene ya estaba completamente erecto y mi brazo ya se había cansado además de que su pene
era muy grueso y largo por lo que con una mano no lograba mucho, puse la otra y con ambas
manos lo masturbaba.
David: mmm…ponle saliva.
Yo escupí mis manos y unte su pene con mi saliva y con las dos manos lo seguí masturbando.
Su
pene era descomunal y sus bolas eran enormes y totalmente limpias de pelo.
David: tócame los huevos.
Con una mano lo seguía masturbando y la otra la lleve a sus bolas y las toque, eran grandes y
pesadas, cargadas de leche.
David: parece que no has visto porno, masajéalas.
Me ordeno.
Yo comencé a masajear sus testículos y estiraba su escroto sin dejarlo de masturbar.
David: mámamela.
Dijo
Yo: ¿Qué?
David: mámamela.
Yo: pero.
David: dale.
Yo: pero no puedo.
No quería mamársela, pues no se la había mamado a William mi novio, solo a mi padre que era mi
padre y este güey quería que se la mamara.
David: yo no te pregunte, además hoy vas aprender.
No tenía otra opción, todo lo que hacía era por William.
Sujete su pene con mis dos manos y fui
acercando mis labios a su hombría lentamente, no olía mal pero sentía asco.
Cerré mis ojos y me acerque más, pegue mis labios a la punta de su glande y abrí mi boca lo más que pude y metí su
glande en mi boca, mis dientes rozaron su glande.
Metí toda la cabeza en mi boca y cerré.
Su glande era caliente y grande, mi lengua lo sentía, luego la saque de mi boca, luego volví a meter
su glande en mi boca y comencé a bajar y subir mis labios por su glande, no tenía mal sabor de
hecho no sabía a nada solo a carne.
David: mmm…sigue.
Nuevamente metí su glande en mi boca y lo comencé a lamer, lo metía y sacaba de mi boca lo
chupaba como aun helado.
Con mi mano sujetaba su pene por el tronco y ahora su pene me sabia
delicioso, metía lo más que podía que era un poco más del glande.
David me sujetaba de la cabeza
en pujando más su verga hacia mi garganta, yo sentí ahogarme con tremendo mástil en mi boca,
gemidos salían de su boca.
Yo ya era un experto mamando vergas gracias a David.
La quijada me dolía pues ya había tardado
mucho mamando, luego David me hizo jugar con sus bolas al mismo tiempo que se la mamaba.
Me dijo que pasara mi lengua en todo el cuerpo de su pene y así lo hice.
Su pene estaba muy erecto y su pene media 22cm y era muy grueso que podía sentir cada vena con mi lengua.
Por instinto baje hasta sus bolas y las metí a mi boca, lamí por completo sus bolas y pene.
David estaba súper excitadísimo que empezó a quitar su camisa hasta quedar completamente desnudo, su
abdomen era plano enmarcado y sus pectorales lucían muy bien, en su pecho había poco vello y de
su ombligo hacia abajo una gruesa línea de vellos que dirigían a la felicidad, mi felicidad por ahora.
Me dijo que me desvistiera.
Me puse de pie y comencé a quitarme la camisa, zapatos, pantalón y
luego mi bóxer para quedar completamente desnudo con mi pene muy erecto frente a David.
David me dijo que me subiera a su cama y que me pusiera a cuatro patas.
Me subí a su cama y me
puse a cuatro patas dejando mi trasero a su disposición.
Por suerte siempre ando bien limpio de
esa zona ya que nunca sabes cuándo vas a usarlo.
David agarro un botecito de aceite de olivo y unto todo su pene con este aceite, se subió en su
cama y también puso aceite en mi ojete.
Se colocó detrás de mí, se colocó quedando su pene a la
altura de mi hoyito, poniéndose de rodillas.
Paso su hombría en medio de mis nalgas, rozando mi
esfínter, provocándome.
Con una mano me tomo por la cintura y con la otra sujeto su miembro y lo puso en el ojo de mi
culito.
Yo arquee mi espalda, poniéndome en posición para ser penetrado por tercera vez.
David hizo presión y su glande abrió con fuerza mi hoyito.
Yo: haaa…soltando un grito, ya que mi ano se había contraído desde la última vez que mi padre me
rompió con su gran virilidad.
David: aaah… ¡que apretadito!
El dolor era insoportable, mi esfínter había perdido elasticidad desde el encuentro que tuve con mi
padre.
Su glande había pasado el anillo de mi hoyito, su glande era caliente y palpitaba de felicidad
dentro de mí ya que había entrado en mi cuerpo.
David: ¿te dolió?
Su pregunta era estúpida pues el dolor se me notaba y se lo había hecho saber con el grito que
había dado.
Yo: sí.
David no se meneaba, yo tampoco, solo la cabeza de su pene había entrado, todavía faltaba todo el
resto.
David: cuando estés listo hazte para atrás y te metes lo que podas.
Yo: sí.
Asentí con la cabeza.
Espere a que el dolor disminuyera y comencé hacer mi cuerpo para atrás dejando entrar
centímetro a centímetro su enorme verga.
David puso una mano en mi cintura y la otra en mi hombro con el fin de guiar mis movimientos.
Sentí como su pene se habría paso en mis entrañas e incluso con el inmenso dolor de mi ano,
mi pene excretaba pre comulación en gran cantidad.
Ya llevaba media verga enterrada en mi orto, me detuve, el dolor era enorme.
David me acariciaba
la espalda con su mano de arriba abajo.
Yo seguía quieto esperando a que el dolor disminuyera, sin
embargo, David no espero mucho, tomo con sus dos manos mi cintura y siguió adentrándose en mi
ser.
Yo tenía una cara de dolor que apretaba los dientes y me quejaba del dolor.
Yo: haaa…uffff…me duele.
David: ya casi te la meto toda.
Al fin pude sentir su pubis en mis nalgas, era señal de que ya había entrado todo.
David al estar por
completo dentro de mí, ya no hizo ningún movimiento y espero un rato para que mi ano se
dilatara, así tardamos más de un minuto y en lo que pasaban los minutos David me hablaba.
David: ¡que apretadito estas!
Yo: ha ha ha…que gran verga tienes.
David: ¿te gusta?
Yo: si, pero mucho me lastima.
David: espera un poco más, ya te va a pasar el dolor, con William no te quejabas ¿verdad?
Yo: no, porque no la tiene así de grande.
David: cuando termine contigo, William ya ni cosquillas te va hacer.
Yo no dije nada y por instinto menee un poco mi cuerpo, logrando sacar un poco de su carne de
mis entrañas y luego volví hacia atrás enterrándome toda su verga de nuevo y nuevamente me
quede quieto.
David entendió el mensaje y lentamente se hizo un poco hacia atrás y volvió a meter, el dolor
estaba desapareciendo, dándole paso al placer.
Yo seguía de perrito y David de rodillas tras de mí, metido en mi cuerpo, con sus manos en mi cintura meneándose de adentro hacia afuera
lentamente.
Yo: mmm…que rico.
David: ¡que culito tan rico!
Los movimientos de David eran suaves pero deliciosos, mi ano ya se había adaptado a las
dimensiones de su miembro.
Sentía como su pene se meneaba dentro de mí.
David aumento el movimiento de sus envestidas, que bien se sentía eso y mi cuerpo lo expresaba,
expulsando por mi pene líquido transparente, mojando las sábanas de la cama de David.
David,
que por cierto aun me sujetaba con sus manos mi cintura, me sujeto más fuerte y comenzó a
envestir más fuerte.
Yo: ha ha ha…
David: mmm…ha ha…
Yo: haa…sí.
David jadeaba de placer al igual que yo.
Podía sentir como el pene de David golpeaba mi próstata,
provocando en mí un gran placer, yo no sentía otra cosa que no fuera un gran placer.
Después David me tomo por los hombros con sus manos y me hacia asía atrás al mismo tiempo
que el meneaba su cintura, metiendo y sacando su pene de mi agujero, ambos lo sentíamos rico y
lo expresábamos con nuestros gemidos.
David no mantenía quietas sus manos, había veces que ponía ambas manos en mi cintura, otras
veces con una de sus manos en mi hombro y la otra en mi cintura y otras veces me acariciaba la
espalda con una mano y sujetaba mi cintura con la otra.
David quedaba maravillado como su
hombría cabía por completo dentro de mi cuerpo.
David dejo de tocarme con sus manos para concentrar su mirada en nuestros sexos (pene y ano),
sus movimientos eran espectaculares, los sonidos de nuestros cuerpos al chocar eran tremendos,
su pelvis chocaba constantemente con mis glúteos y sus grandes bolas con mis testículos.
Yo no podía con tanto placer, que quería tenerlo todo adentro de mi ser, así que me acurruque un
poco, pegando mi pecho al colchón de la cama de David, levantando más mi culito, poniéndole a
David mi ano en todo su resplandor.
Al poner mi pecho sobre la cama, puse mis manos en mis
posaderas y las abrí lo más que pude, invitando a David a que se adentra más en mí ser, David no
se hizo de rogar e intensifico sus envestidas, haciéndolas más profundas.
Yo seguía abriendo mis nalgas con mis manos, luego David coloco sus manos sobre la cama,
poniendo su pecho sobre mi espalda y siguió follándome en esta posición, podía sentir su tibio
pecho pegado a mi espalda era una sensación de placer en mi ser y su caliente verga adentro.
Los movimientos de David en esa posición no eran rápidos pero si profundos y excitantes, no
tardamos mucho en esa posición, ya que era difícil para David poderme penetrar con rapidez como
le gusta.
Volvimos a la posición, donde yo le ofrecía mi ano por completo y el me penetraban con
gran velocidad mientras sus manos acariciaban mi espalda.
Yo: haaa…haaa…
David: mmm…ohhh…si…oh oh…
Yo: ha ha ha…
David: oh oh oh…
Ambos gemíamos del placer que uno le causaba al otro.
Su pene de 22cm y muy ancho estaba
rozando todo mi recto, provocando en mí, una sensación indescriptible, sentir como su pelvis
chocaba constantemente con mis glúteos era algo que me provocaba aún más placer.
David me tomo del hombro con su mano y me hizo quedar de nuevo en cuatro patas, puso sus dos
manos en mis hombros y me penetraba profundo queriendo meter hasta sus bolas dentro de mí.
Luego me hizo pegar el pecho de nuevo en su cama para luego subirse el encima de mí, poniendo
ambas manos sobre el colchón de su cama y estirando sus piernas para levantar el resto de su
cuerpo, quedando en una posición como cuando un caballo monta a su hembra.
Me estaba cogiendo lento pero profundo.
Sus testículos chocaban cerca de los míos, que bien se
sentía tener un hombre encima y adentro.
Su pene no me producía mas que puro placer, nuestros
gemíos eran escándalos.
David: ha, a que rico culo…mmm que apretadito.
Yo: ha ha ha…mmm…
David: oh, oh si…
Yo: ohhh…ahh…
David: ufff… oh oh…ufff…
De mi pene salía gran cantidad de líquido transparente, quería masturbarme para poder canalizar
mejor tanto placer pero no podía por la posición en que me encontraba.
La respiración de David se
empezaba aumentar, yo sabía que pronto se iba a des vaciar en leche.
David: ha ha…oh oh oh…
Yo: aaaaaah.
Con la boca abierta pegada a la sábana de David.
David: sssss ah…sssss ah…fffff ah…
Yo: haaaaa… seguía con la boca abierta disfrutando de la cogida que me daba David.
La respiración de David era más grave y cada vez se hacía más aguda como la de un toro bravo, yo
sabía que pronto iba a des vaciar su luche y quería disfrutarlo haciéndome una paja pero no podía.
David: haa haaa…
Yo: ha ha ha…
David: ah ah ah…ya casi me vengo…
Yo: ah oh ai ah…
David: mmm…mmm…mmm.
La respiración de David ya no daba más y abrió la boca soltando un gran gemido, su pene se hincho
a más no poder y su envestida fue fuerte y profunda.
David: haaaaaa…soltando su primer chorro de semen, mandándolos hasta mi estómago.
Yo: aaaahhh…
Su semen hervía en mis entrañas.
David: oooooh…uuuuuu…
Derramando el resto de su fértil semen en mis tripas.
Sentí como mis intestinos se inundaban de su
abundante leche.
David: ssss ah…sssss ah… oh oh oh oh…
Yo: ha ha ha…
David: aah ahhh…
A pesar de que David ya había terminado de expulsar hasta la última gota de leche, seguía encima
y adentro de mí y con la firmeza de su hombría y con sus últimas fuerzas todavía me envistió unas
cuantas veces.
Tal vez por la leche que estaba en mi recto, cuando David me daba las ultimas
empujadas, su pene con mi ano hacia un extraño sonido, como agua estancada.
David no aguanto más y se desplomo, dejando caer todo su peso sobre mí.
Yo quede completamente aplastado, pues pesaba y mucho, a pesar de su gran cansancio su pene aún estaba
dentro de mi perdiendo lentamente su dureza, sentí como a medida que su pene regresaba a su
descaso, como algo salía de mi ano, un líquido que salía y escurría en medio de mis nalgas.
El pene de David salió por si solo y al salirse por completo también lo hizo su leche.
David aún no se quitaba de encima de mí y yo quería hacerme una paja para liberar tenciones.
David: ¡que rico culo tienes! ¿Te gusto? Me lo decía sin quitarse de encima de mi cuerpo.
Yo: si, pero ya bájate porque pesas mucho.
David se quitó de encima de mí y se tiró boca arriba en su cama.
Me dio una nalgada y llevó sus dedos de la mano izquierda a mi ojete.
David: hoy si estás bien flojo, ya no te va hacer ni cosquillas William.
Te llene de leche.
Me dio otra nalgada y dejo de tocarme.
Puso sus manos detrás de su cabeza y se quedó viendo el
techo.
Yo me di la vuelta para quedar boca arriba e iba hacerme una paja para liberar lo que no había
liberado y cuando sujete mi pene para masturbarme, me interrumpe David.
David: aquí no te vayas a pajear.
Yo: ¿Por qué?
David: porque yo lo digo.
Mejor ráscame los huevos.
Yo: ¿para qué?
David: porque después de acabar a los hombres nos gusta que nos rasquen los huevos y nos
acaricien la verga.
Y ahí me tenían rascándole los huevos a David y acariciando su glande con mis dedos y pasando mi
pulgar por el orificio (meato) de su pene, sin poderme hacer una manuela.
Después David quito mi mano de sus huevos, se reclino, quedando sentado en su cama.
David: levántate, porque ya tardaste mucho aquí y te pueden regañar.
David se levantó primero.
Yo no lo perdía de vista y mucho menos a su pene el cual yacía
completamente dormido e incluso así tenía un buen tamaño.
David recogió su bóxer, se lo puso y
luego el resto de su ropa.
David: cámbiate rápido.
Voy a ir a buscar los cables y te vas.
David salió de su cuarto y fue a buscar los cables que llegue a traer.
Me baje de la cama, me vestí y
luego fui a la sala de David donde el me esperaba con los cables y me dijo que me fuera, pues ya
había pasado una hora desde que llegue.
Tome los cables y en mi bici regrese a casa.
Necesito el relato que sigue de este , (5 ) alguno lo tiene ?? El que encontré pasa directamente al 6.