la historia que pasé con mi primo Lucas, fue deliciosa, excitante y pasional…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola soy Alberto, tengo 20 años y soy de México, soy delgado, un poco atlético, cabello oscuro y ojos de color cafes, mido 1.70 y soy algo nalgón y según mis amigos soy guapo, les contaré la vez que me cogió mi primo Lucas, el hoy en día tiene 24 años, el es alto, es robusto porque juega futbol americano y tiene una espada ancha y brazos fuertes, y sobre todo una deliciosa verga de 20 cm…
Todo comenzó en mi casa, cuando yo tenía 16 y el 20 años, él se estaba quedando una temporada con nosotros ya que estaba estudiando en la ciudad donde yo vivía, y debido a sus ocupaciones a veces solo lo veía ya en las noches o los fines de semana, y para esto un día que me quedé solo en mi casa ya que toda mi familia había salido, él llegó de su práctica de fut y me saludo como siempre y me digo que se metería a bañar, cuando salió accidentalmente yo cruce donde él estaba y solo salió con una pequeña toalla que le cubrían su entrepierna y se le notaba un bulto bastante pronunciado y sobre todo ese cuerpo de Dios que tiene, entonces lo veo que sale del baño y me le quedo viendo, se puso rojo y se metió corriendo a su cuarto, increíblemente en esos primeros 2 meses desde su llegada era la primera vez que lo veía así.
Total ya era de noche, mi familia llegó y cenamos habitualmente, pero yo no podía dejar de pensar en el magnífico cuerpo de Lucas, como el agua le corría por los pezones, por sus pectorales, por su abdomen bien definido y su ancha espalda, creó que él se dio cuenta de cómo lo miraba y que no podía dejar de verlo, solo se puso un tanto apenado y se retiro rápido de la mesa. Ya que todos dormíamos, él se metió a mi cuarto, cerró la puerta y según el yo ya está dormido, pero no podía dormir por la imagen de él, luego lo vi en boxers de los pegaditos y le dije "que haces aquí"??! me responde "perdón, pensé que dormías" a lo que le dije que no podía dormir, el me contó que tampoco podía hacerlo y ya me pidió que si se podía recostarse un rato conmigo, mientras le regresaba el sueño y le dije que sí, claro que si
Empezamos a hablar, normalmente cuando de repente me besó, fue delicioso, un exquisito besó, y me dice, quiero ser el primero que esté contigo… aunque yo ya había estado con el mejor amigo de mi hermano mayor, pero, esa es otra historia… le dije que sí y empezamos a fundirnos en un acalorado y pasional beso, el me quitaba la pijama lentamente, botón por botón y va besando mi pecho y luego mis pezones, bajó lentamente por mi abdomen y fue deslizando su mano hasta tocar mis nalgas y fue quitando con su boca el pantalón y mis bóxers, él se quito rápido el suyo quedando totalmente desnudos, nos acariciamos mutuamente, él me voltea y empieza a besar mi espalda, con cada beso siento que explotaría, lo hacía esplendido, luego bajó hacia mi hoyito y lo empieza a lamer, metía su lengua, mordía mis nalgas, las apretaba, las abría, una experiencia totalmente rica, yo gemía como loco.
Así estuvo rato hasta que me dijo que se la mamara e hice lo mejor que pude, ya que solo había estado con uno antes y no tenía mucha experiencia como él.
Gemía y se quejaba, me tomaba del cabello y me cogía bruscamente, lento y rápido todo al mismo tiempo, luego me pone en cuatro y sin condón ni lubricante la ensarta, haciéndome gritar, y me tapó la boca, es cuando empezó una de mis mejores embestidas, rica y lenta, rápida y apasionada, que aun me acuerdo de como se movía, me tenia totalmente sometido yo era completamente suyo en ese momento. Luego cambiamos a la posición donde él yo me subía a su enorme verga y cabalgue ese trozo como loco me contoneaba y gemía, le mordía los labios, los pezones, él me apretujaba las nalgas y me decía, "así, no pares, dale putita", duramos mucho así, luego cambiamos de distintas posiciones, hasta que se vino dentro de mí, sentí como con cada embestida que me daba soltaba una buena cantidad se leche, caliente y espesa, yo sentía que fueron litros y me llenó el culo de ese néctar tan rico que en unos días después me dio a probar, yo automáticamente me vine y chorree todo tu pecho marcado, se lo limpio y se lo comió, me recosté sobre su pecho, ambos sudábamos, cansados y excitados, nos besábamos y acariciábamos cada parte de nosotros, lentamente se fue saliendo su verga de mi hoyito hasta quedar dormidos.
Cuando despertamos eran las 6 de la mañana, por suerte era sábado y nadie aun no se levantaba, nos quedamos un rato abrazados y besándonos, hasta que llegó el tiempo de levantarse…
Espero les haya gustado, es mi primer relato y espero compartirles más…
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