LA HORA DE LA SIESTA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
LA HORA DE LA SIESTA
Debido a la situación poco boyante que mi familia tenía.
Mi padre se fue de temporero, durante aquellos meses, del verano más caluroso que yo hasta entonces había conocido.
Vivíamos en un barrio del pueblo más humilde y pobre, sus casas algunas eran chabolas otras de adobe y barro.
Por aquel entonces yo contaba quince años, y aunque no era un muchacho con mucha formación si era lo suficiente despierto, para darme cuenta de las cosas que ocurrían en mi entorno.
Mi madre cogió un huésped al que le metió en mi cuarto a dormir.
Este señor de unos cuarenta y cinco años de edad trabajaba como peón de un albañil.
Mi madre que tenía unos treinta y cuatro años me tuvo a mí con diecisiete años, su padre trabajaba de peón en una pedanía y allí conoció a mi padre del que quedo preñada y tuvieron que casarse.
Mi padre era un buen hombre sobre todo era muy confiado y pensaba que todos eran como el.
Mi madre como mujer era diferente y mas picara, la naturaleza le había dotado unas formas hermosas amplias caderas muslos duros y prietos con grandes senos no era muy alta pero tenía eso que llama tanto la atención unos andares llenos de mírame que si no te lo vas a perder.
Juan, que era como se llamaba el huésped cuando estábamos en la mesa la echaba unas miradas y ella sonreía alguna vez al pasar la rozaba el culo con su mano y le miraba como diciendo ten cuidado que esta el chico.
Por la noche al acostarnos el al igual que yo nos quedábamos solo con el calzón que tenía una raja abierta muy amplia y por la cual se podían ver los huevos y la polla cuando yo a veces estaba metido ya en la cama le miraba y así pude ver que su polla era grande y tenía un par de huevos igualmente grandes con una gran pelambrera, en alguna ocasión me dijo te gusta, así la tendrás tu cuando tengas más edad.
No se que tendrían previsto hacer, era domingo pero mi madre me mando nada mas comer ir a por huevos a una granja que los daba más baratos y eran más frescos, con el calor que hacía.
Salí, pero yo no hacía nada más que pensar en lo que podían no estando yo, por el trayecto era largo cuando ya llevaba un buen rato me di la vuelta y cuando llegue la puerta que era de dos hojas y nunca se cerraba la de arriba estaba trancada me di cuenta que en el patio se podía entrar con gran facilidad saltando la tapia porque las dos ventanas que daban a la calle tenían los cuarterones vueltos y también estaban cerrados.
Salte la tapia del corral y me fui hacia mi ventana la que yo nunca cerraba despacio abrí una hoja y luego la otra entre y volví a cerrar y quedarlo en penumbra me acerque hasta la puerta.
Se oía una fuerte respiración con algún jadeo me acerque más y pude verlos con el reflejo de luz que se colaba por el cuarterón, estaban desnudos los dos ella sentada en la cama y el de rodillas tenía su cabeza entre los muslos de ella estuvieron un buen rato y cuando él se levanto le vi.
La polla toda tiesa y aun mas grande se la puso en la boca y le empezó a tocar las tetas luego la tumbo en la cama y le puso la polla en la entrada del coño y le dio una embestida y luego otra mi madre gimiendo y el dando otra vez acometidas cada vez con más fuerza y más rápido, y a mí se me puso muy dura y me la sobe por encima del pantalón, pero me fui a por los huevos.
Cuando llegue a la granja le pregunte a dos chicos por el pollero me dijeron donde podía encontrarle a esas horas y se echaron a reír, ten cuidado con él, dijo, uno de ellos.
Cuando llegue llame, entre, sea quien sea, dijeron desde dentro, entra y cierra para que no pase el calor.
Era un hombre joven, había llegado allí porque el hijo del dueño de la granja hizo el servicio militar con él y le dijo que su cuñado le podría emplear en la granja.
De esta manera fue como había recabado allí.
La estancia donde estaba le valía para todo era la cocina el dormitorio, tenía un camastro con un colchón de pajas de maíz.
Me dijo que cuantos huevos quería y se entretuvo por allí un rato, no hacía más que mirarme, salió y trajo los huevos, mira chaval me dijo si quieres que los huevos te salgan gratis sacándose una polla tiesa solo tienes que meneármela un poco, aunque la idea no me parecía mala habiendo tenido yo una calentura hacia un rato con la visión de lo de mi madre y el huésped le dije que no, además de los huevos te doy un duro si me la meneas lo decía agarrándose la polla no me pareció tan mal la idea, se sentó en el camastro se bajo los pantalones y yo quede enfrente de el de pie le empecé a mover su polla pero no parecía que lo estaba haciéndolo muy bien para ello se la cogió y se la meneo él un poco, mira como se hace, de nuevo se la cogí y parecía que ya le estaba dando placer de pronto el me puso su mano en mi bragueta y empezó a sobar tanto que me soltó el cinto y me bajo el pañalón mi polla estaba tiesa y aunque no tenía el tamaño del suyo no estaba mal, me dijo, la tienes buena y me la empezó a menear era tanto el gusto que me estaba dando que cuando se la puso en su boca le vacíe mis jugos en su boca, me dijo ahora me la vas a chupar tu y yo te la vuelvo a chupar a ti al poco raro sentí como mi boca se llenaba con su leche y como su sabor no me disgustaba me lo trague todo, nos despedimos quedando en volver otro día.
Cuando llegue a casa la puerta si estaba abierta y el huésped estaba en el cuarto mi madre cogió los huevos, no le dije nada de lo que había ocurrido ni de lo que le había visto hacer a ella con Juan, aunque si le dije que sabía alguna cosa que no le gustaría a mi padre saber.
Hay quedo la cosa.
Pasados dos días mi madre me dijo ¿Cuál es lo que sabes? Le conté lo que había visto aquella tarde.
Y me dijo tu padre no es que le guste que me acueste con otros hombres pero él sabe que lo he tenido que hacer, para que pudiéramos comer.
Así el tendero como el panadero han probado mi cuerpo y el estando en casa escondido viéndome como me jodían y luego venia él y cuando mi coño estaba lleno de leche de otros me la metía y me decía que feliz me haces mujer por eso no creo que vaya a decir nada de que me la meta Juan, seguro que le gustaría vernos a los dos cuando él me la tiene metida y es mas estaría el detrás esperando para clavármela en cuanto Juan terminara, eso para que lo sepas mocoso y debes de saber.
Que ya me contó Juan que nos viste el otro día haciéndolo.
Dos días más tarde estando en la cama se levanto Juan a mear lo hacíamos en un orinal que luego se tiraba por la mañana al corral no teníamos otro sitio donde hacerlo, me quede mirando la picha de Juan, era más larga y gorda que la del huevero.
¿Qué miras me dijo? ¿Acaso te gusta? Pues mírala bien, se acerco más a mí, tócamela y fui a tocársela y me dijo sabes que es para tu madre o acaso no sabes que el otro día te vi, mirándonos cuando se lo estaba haciéndoselo a tu madre, pero resulta que a lo mejor te gustan las pollas pues si es así me la vas a chupar y acercándose más me la puso en la boca y se la empecé a mamar al poco descargo todo en mi boca, y fue tanto el ruido que entro mi madre medio desnuda en el cuarto viendo lo que estaba pasando se quedo sin saber que decir.
Volví una semana más tarde, a por huevos y esta vez, nada mas verme me sonrió, cerró la puerta y me tiro sobre el colchón me soltó el cinturón me bajo el pantalón y me empezó a chupar la polla, pero no se conformo con eso me empezó a poner uno de sus dedos en mi culo para ello lo había ensalivado y poco a poco el dedo se iba introduciendo en mi culo cosa que no me desagradaba del todo y de pronto dejo de chuparme la polla y acerco la suya a mi culo que estaba tiesa y dura como un mástil me empezó dando unas ligeras pasadas y de pronto me la puso en el centro y me empezó dando unos ligeros empujones y de esa manera me la fue metiendo toda dentro de mi culo, el siguió meneándomela y de esta manera nos vino el placer casi a la vez.
Luego más tarde supe, que no había sido yo solo, el que había probado su polla y su leche.
Y que los chicos aquellos, que me dijeron ¡ten cuidado! le habían pillado dando por detrás a una ayudante que tenia y que su padre era también empleado de La granja además de que era una zorrita, también les vieron cuando ella se la chupaba.
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