La mala jugada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ese dia estaba tan aburrido al ver los segundos del reloj pasar tan lento hasta completar mi horario para la hora de salida que el lapiz que giraba una y otra vez entre mis dedos empezaba a mostrar signos graves de un desgaste que mas parecia de obra fantastica que de el mero vaiven del viento acariciandolo.
Me encontraba triste por que el carajo que se habia convertido a primera vista en el amor de mi vida habia resultado ser heterosexual, cosa que yo sabia desde el primer momento en que lo vi, y trabajaba a tan solo unos pasos de la farmacia donde mi mama unos meses antes me habia conseguido pega gracias a sus influencias.
Empeze a desear follar con alguien, con quien fuera, para al menos tratar de olvidar en algunos minutos la cara y el cuerpo de aquel que no sacaba con nada de mi mente. Y como cosa rara aparecio por la farmacia uno de los carniceros que queria que le facturara, fuera de su horario, algunos productos que habian llegado a ultima hora.
Le dije de manera amable que si, que me diera los codigos mientras el me sonreia por el logro de poder llevarse sus cosas a su casa.
Al despedirse me dio la mano, me pregunto como me llamaba y me sonrio.
Al dia siguiente se paseo a la misma hora por alli, esta vez no tenia nada que facturar, y traia en la mano una botella de malta bien fria, me la coloco junto a la factura en el mostrador y me dijo sonriente; "es para ti". Yo le sonrei y le di las gracias. A partir de ese momento me acompañaba a almorzar, me acompañaba a fumar, me acompañaba a comprar cualquier cosa. Y me hacia reir con sus ocurrencias, porque bueno, era una clase de delincuente, de los que consumen marihuana y esas cosas.
Con los dias empezo a preguntarme si tenia novia, si iba a rumbas, si habia probado maria. Y una vez, tiempo despues, me lo encontre en la parte superior del centro comercial donde trabajabamos, en una especie de terraza la cual estaba cubierta por una avenida llena de arboles y grama, con banquitos donde el solia sentarse. Y yo pase por alli, como cosa rara, para conocer el sitio y sentarme a fumarme mi Marlboro verde que ya bastante falta me estaba haciendo pues ese dia no habia visto a mi hombre (que no era nada mio) llegar a trabajar. Y lo vi a el. Sentado con su porro en el banco sin nada de pudor. Y yo me sente a su lado. Y entre conversa y conversa apoyo su cabeza en mi hombro y puso su mano sobre mi rodilla, y yo por mi parte lanze una mirada fugaz hasta su entrepierna y la vi; su polla morcillona dando espasmos, moviendo su cabeza grande que dejaba un punto humedo en el azul blue jean de trabajar. Y entonces tambien mi pene empezo a alzarse. Sergio cogio mi mano y la llevo hasta su entrepierna, yo me negue momentaneamente y dijo "chsss, por aqui no pasa nadie, relajate". Empeze a sobarle el machete sobre el pantalon y lo sentia humedo, lo agarraba. Hasta que no aguante el miedo y me levante.
Al dia siguiente se paso por mi puesto, pero estaba mi compañera por alli asi que me dejo un papel sobre el mostrador. "Pasate por el comedor"-decia.
Cuando llegue el comedor estaba solitario, apenas llegaban los ecos de las demas areas del supermercado. Sabia donde estaba. Habia escogido el area donde nos sentabamos siempre. Era una especie de pasillo el cual estaba cerrado por una pared que lo ocultaba del resto del comedor y al que ninguna camara enfocaba. Apenas llegue me pidio disculpas por lo del dia anterior, y juro que estaba bajo los efectos de la maria. Yo solo dije que no importaba. Entonces se puso de mi y me agarro el culo. Duro.
Me atrajo hasta el y me lo recosto, frotandose mientras me besaba el cuello. No me tocaba el pene, solo se limitaba a tocarme el pecho y la cadera. Me arqueo hacia adelante ejerciendo presion en mi cabeza con una mano y con la otra me empezo a bajar agresivamente el pantaon, y yo me deje llevar. Su grandes manos me apretaron con fuerza las nalgas y despues de unos segundos senti su pedazo recorres entre mis posaderas hasta tocar mi ano. Lo hizo con lentitud, yo me arquee aun mas por el dolor, y luego el lo metio mas y mas. Hasta que lo metio todo. De un solo golpe. Me tape la boca mientras el me tomo por los hombros y empezo y empujar, fuerte, sentia sus piernas rozar las mias, su vientre velludo contra mis nalgas y su leche caliente llenar mi culo.
Al dia siguiente se presento de nuevo en el mostrador. Me coloco su telefono el cual corria un video del dia anterior mientras me cogia, y en el cual por un segundo salia mi cara.
-¿Y esto para que? Le dije con miedo
-Quiero que me des unas cuantas rivotril de las que tienen ahi
-No te puedo dar eso sin recipe
-Me sabe a mierda, dame las rivotril o enseño el video
Y les di las rivotril.
Y el asunto siguio hasta que la doctora se dio cuenta de que faltaban los recipes y el inventario fallaba.
Le ofreci culo. Le ofreci mamarsela. Le dije que me iria.
Nada, el solo queria las rivotril. Decidi irme. Y unos meses despues me lo consegui en la parada de autobuses. Lo habia ido a buscar. Le dije que habia olvidado todo, y le enseñe un paquete con Maria y le pedi que me acompañara a fumarmelo. Fuimos hasta un conocido parque de la ciudad y alli empezamos a fumar. Me pregunto si queria mamarle el guevo. Yo accedi. Le baje los pantalones y entonces vi por vez primera su verga. Cabezona, venosa, no tan larga pero si gruesa. La lami. Estaba salada. Me la lleve a la garganta, y el con extasis me la empujaba, se movia, se convulcionaba. Me la sacaba mojada escurriendo baja, mientras me miraba y sonreia al ver mis ojos llenos de lagrimas. Unos minutos despues emitio un sonido gutural y su leche cayo sobre mi cara. Lo cogi fuerte por las bolas y su expresion cambio. Me arrodille nuevamente y las lami, y su pene comenzo a alzarse de nuevo.
"Quieres que te lo meta?"Pregunto.
Yo no accedi, solo queria mamarle el guevo a morir. Esta vez no acabo. Yo si.
Seguimos hablando un rato hasta que decidio irse. Tenia una gran sonrisa en el rostro Yo me quede sentado hasta que cogio una leve distancia. Entonces le grite.
-MOSTRASTE EL VIDEO, ¿EEEEH?
El se detuvo. Yo saque el arma y dispare. Di justo en en la cabeza. Y eche a correr.
El video habia llegado hasta la oficina de recursos humanos donde trabajaba mi mama. Al verlo ella, este le causo una terrible depresion que la llevo al suicidio. Mi padre me odiaba por ello, y asi igual el resto de mi familia.
Se lo merecia.
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