la mejor fiesta de mi vida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un viernes como cualquier otro, todos estábamos en el salón de clases, esperando a que terminara por fin la última materia para salir y divertirse. Jeferson nos había invitado a todos a su casa esa tarde para una carne asada.
Eran ya las 9 de la noche y todo era un desastre, tenía ahí cinco horas de completo aburrimiento, todo mundo estaba callado, sentado en su lugar y bebiendo. Algunos amigos comenzaron a irse, fue entonces cuando Ismael y su hermano mayor Miguel llegaron a dar vida a la fiesta. Tenía ya algunas copas encima, y eso lo hacía más divertido.
– Haber, vamos a jugar, traigan la mesa aquí, y también una botella – gritó Isma.
Todos nos movimos, necesitábamos hacer algo. Eramos 10 hombres al rededor de la mesa. Junto a mi se encontraban Fausto a mi derecha, e Ismael a mi izquierda.
– ok, vamos a jugar "verdad o reto"", pero una bien chingona, nadie se va a rajar, lo que se le diga que haga lo hace, sino: se va a desnudar, va entrar a la piscina de agua fría, luego va a dar una vuelta al campo, desnudo y mojado, para llegar aquí y que todos lo madreemos. Y todo eso lo van a grabar y subir a Internet. Bien, comienzo yo-.
Ismael giró la botella y apunto hacia Fausto.
-Verdad o reto-
-Reto-
-Quítate la camisa, de manera sensual-
Y fue desabotonándose la camisa lentamente, la jaló y la dejó en una silla. Tenía un abdomen marcado, un pecho hermoso, fuerte, con pocos vellos, su piel era blanca. Fausto giró la botella. Santiago y Miguel.
-verdad o reto-
-verdad-
-¿a quien te cogerías de los están aquí?-
-mmmmmmm, pues creo que a Erick – a mí, cuando dijo mi nombre me sonrojé.
El juego siguió, cada vez se ponía más caliente, todos estábamos en pantalones, sin zapatos, camisas o calcetines.
Ahora Isma me ordenaba.
-Verdad o reto-
-reto-
-Ve y perreale a Fausto hasta que se le pare-
Yo estaba temeroso y apenado, Fausto es el carita de la escuela, tiene una novia guapísima, me llevo bien con él más no se como reaccionará.
– O lo haces o te toca el super castigo- me dijo Isma.
Así pues me lancé. Comencé a frotar mi culo contra su pelvis, me movía, lo subía y bajaba, a un lado y al otro, cada vez más rápido y más fuerte. Fausto solo veía mi culo con grandes ojos, entonces me tomó por la cintura y me dejó quieto y pegado a él, ya tenía una erección, sentía su enorme verga parada en sus pantalones. Fue solo un segundo, luego me soltó.
Todos reían, Fausto estaba apenado, tenía las mejillas rojas, yo me moría de vergüenza.
-Vas, Erick- me dijo Isma.
El juego siguió, cada vez todo mundo estaba más caliente. Santiago me mandaba.
-Verdad o reto_
-reto-
-ok, ve y dile a Luis como se lo mamarias y dejarías que te folle, hasta que se le pare-
de nuevo me moría de pena. Pero comencé.
– Primero te arrancaría la camisa, los zapatos y calcetines, para comerme tus pies, te lamería todo tu cuerpo, y al llegar al abdomen iría lentamente, te quitaría el cinturón, luego tu pantalón, y te mamaría esa rica polla que tienes, la succionaría hasta llegar a mi garganta, y mi lengua jugaría con ella. Después dejaría que me penetres de la manera que prefieras, ahhhhh, ahhhh, sigue, no pares-
y por fin se le veía su pene abultado en el pantalón, lo había mojado un poco, creo que con liquido preseminal. Todos se morían de risa.
Las cosas iban subiendo de nivel. Todo mundo la tenía parada, todos estábamos bien calientes, Nestor puso su rostro en el pantalón de Edgar y la lamió por encima. Ahora Isma me mandaba.
-Verdad o reto-
-reto-
-Ve con Migue, y hazle una paja hasta que casi reviente-
Eso ya era drástico, no creí que lo dijera enserio, pero todos estaban tan cachondos que nadie protestó. Entonces me acerqué donde estaba Migue, el sonreía de oreja a oreja, bajó su mano y desabotonó su pantalón, tenía un boxer pegado y se le veía que estaba excitado al máximo. Me acerqué, me puse de rodillas, metí la mano en su boxer y agarré su verga. Estaba caliente y húmeda, no era muy grande, y se la jalaba hacia arriba y hacia a abajo, él solo puso los ojos en blanco, se estremecía de placer y daba unos pequeños gemidos.
-¡ya! ¡esta a punto de reventar! – gritó Migue.
Se la dejé al momento, nadie se reía, todos se sobaban el bulto con la mano por encima del pantalón. El juego continuó. Jeferson me mandaba a mí.
-Verdad o reto-
-reto-
-Me la tienes que mamar hasta que me reviente en tu boca-
Ya nada me sorprendía, él estaba cachondísimo y yo igual, así que me acerqué, me puse de rodillas, se bajé el pantalón y sus boxers, y tenía una verga gorda y mojada, comencé a pajearlo y luego abrí la boca y me comí su polla, la succionaba, la lamía, mi lengua jugaba con ella, y fue cuando de repente me tomó de la cabeza y me movía hacia adelanta y hacia atrás rápidamente, y gemía y gritaba de placer, hasta que eyaculó en mi boca. Yo me comí toda su leche, sabía tan rica. El juego continuaba.
De nuevo Isma mandaba a Fausto.
-Verdad o reto-
-reto-
-Follate a Erick, penétralo y termina en él.
Ahí el juego acabó.
Fausto tomó su camisa, sus zapatos y calcetines, me agarró fuerte del brazo con su mano, y me condujo a una habitación, supe que era la que quería. Yo tenía la camisa puesta, el pantalón también. El me arrojó a la cama y arrancó mi camisa y el pantalón. Yo comencé a lamerle los pies, y subí por sus piernas peludas, luego se la mamé durante media hora, hasta que me dió la vuelta, comenzó a besarme, abrió mis brazos y los sujetó con fuerza.
Su verga era enorme, medía como 23 o 22 cm y era muy gruesa, con los vellos recortados, y su pene blanco. Fue pasando su pene por la linea de mi culo, lo que me puso más cachondo, y luego de un momento a otro lo metió. Y embestía mi culo como todo un semental, y sacaba y metía el pollón, y seguía con vaivén, estaba todo su cuerpo sobre mí, pegada, piel con piel, y me besaba el cuello, mientras parecía un toro, embistiendome, y tratando de penetrar más y más en mi culo. Estabamos locos.
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