La nena del mecánico
Un chico tímido llega a un taller a conocer los placeres de ser una nenita .
Mi nombre es Dilan, tengo 21, pero está historia me pasó cuando cumplí 16, mi madre tuvo un accidente que la llevo a estar en cama 2 meses, yo decidí trabajar para apoyar a los gastos médicos, un tío me consiguió trabajo en un taller al otro lado de la ciudad.
Me describo un poco, soy delgado pero con buena pierna y culo parado ya que jugaba mucho fútbol, Brasos delgados y espalda chica, por gusto de mi mamá usaba el cabello largo ya que lo tenía algo rizado y castaño.
Al trabajar en el taller, tenía 2 compañeros un chavo de 25 muy guapo y fornido, musculoso, siempre sin camisa lo que me llevaba a verlo sin parar, me hacía sentir nervioso, me di cuenta que me gustaba y quería conocerlo más.
Un par de días después lo tope saliendo del baño y lo invite al cine, el me dijo muy amablemente que no le interesaban los chicos, yo decepcionado me volví al trabajo, el otro mecánico rafael un tipo de unos 55 años con un físico descuidado, panza de quién toma cada fin de semana, manos ásperas, y de cara fea, era más alto que yo, el me vio cabizbajo, y dijo
– se que te rechazo bonito, pero si lo que quieres es algo de acción ahí quienes si nos gustan así lindos como tú.
Me dio una nalgada y se fue, un rato después trajo unas cervezas y me dio una tome dos o tres más, ya un poco entonado, Rafael fue y cerró el taller y saco más chelas y tomamos una tras otras de pronto el me tomo de la cintura y me jalo a el me dio un beso, yo tomado y triste me deje llevar, nos besamos por un rato, el se sacó su pene y me hizo ponerme de rodillas, abrí la boca y me lo metió me deba embestidas fuertemente yo estaba mareado y sentía como su pene tocaba mi campanilla y sus jugos llenaban mi boca con su sabor delicioso, así estuvo un rato asta que me levanto y me subió a su mesa y me bajo el pantalón junto con mi boxer, metió su cara eni culito yo con mis manos abrí mis pompis para que el tuviera acceso completo a el, de su bolsa saco un pequeño sobrecito y lo abro y me lo puso era una especie de lubricante, puso la punta de su pene y lo empujó una y otra vez asta que entraron sus 16 CM anchos y venosos, cada vez lo hacía con más fuerza sus manos tomaron mi cintura y daba con mucha fuerza, paro en seco, sentí como su pene palpitaba y de apoco me dejaba ir toda la leche dentro saco su palo, me escurría su leche en mi culo, el me dio una bolsa, y al oído me dijo:
– si vienes a trabajar la siguiente semanas con eso puesto, te daré un aumento, me volvió a besar y me dejó ir a casa.
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