La noche aún es larga

Seguimos disfrutando de la noche en Guadalajara.
Saludos a todos, gracias por sus mensajes y comentarios.

 

Todos recordarán como han hecho gozar todos mis machos, unos ya conocidos y otros más recientes, las vergas muy diferentes, la manera de tratame… como toda una putita.

Después de a primera ronda de sexo, todos comenzaron a tomar en la sala y balcón del departamente de Alex, los invitados habían traido algunos tequila y algunos otros whiskey o cerveza, etc.

Moi no me desamparaba, me cuidaba como si fuera casi que mi novio, me gustaba su forma de tratarme, en la cama aunque en cirtos momentos rudo, era el que mejor hasta ese momento me había tratado.

Ya entrada la noche, 12 o 1, llegó el último invitado, se trataba de un amigo de Alex y Quique, un hermoso ejemplar Colombiano, yo me encontraba en los brazos de Moi cuando Diego llegó, era el típico estereotipo de colombiano, con su acento, su sonrisa, su forma tan realajada y a la vez con cachondona que tienen.

Diego: ¿qué más mis compitas, cómo andan? Uuuuuuush, pero aquí la fiesta como que se relajó, no?

Moi: Tuvimos nuestra primer ronda hace rato, nos venimos a descansar un poco.

Diego: Ya entiendo porque andan todos empelotados. Vos -dijo refiriéndose a mí y acercándose a donde me encontraba con Moi- debes ser Jorgito, venga para acá mi amor.

Me tomó de la mano y me hizo ponerme de pie, me giró y me observaba de arriba abajo, tocaba mis nalgas y me dio un beso en la boca. Diego era de color, jamás había visto uno (no discrimino a nadie, solo que a mi corta edad y ser de pueblo, no había visto a alguna persona de color), no era muy alto tal vez 1.70, tenía esa hermosa sonrisa, llevaba un short que le hacía notar un tremendo bulto y lo que más me encantaba, unas manos grandotas y unos bíceps desarrollado.s

Diego: Esto sí que se ve rico, esperemos la aguante toditica, porque le he guardado mi leche toda la semana y traigo muchas ganas de culiar y este culito se ve perfecto. ¿Retomamos la fiesta o qué pues?

Alex y Quique dijeron que estaban algo cansados y bebidos, que ellos me cogían cuando quisieran, que mejor los invitados me dieran cuanto quisieran, Josué ya se veía algo ebrio y dijo que él pasaba, pero Moi y Jonathan estaban puestos al 1000.

Jonathan: Yo con todo gusto repito, ese culito lo merece y yo también ya tenía rato sin coger.

Moi: Pues a darle, que esta putita no está para perder tiempo.

Diego me levantó entre sus brazos, puso mis piernas alrededor suyo y nos dirigimos hacia la recámara, en el camino Diego se iba desnudando poco a poco y me iba tocando el culo, tocaba fuera de mi ano, ecupía en su mano y me ensalibaba, poco a poco fue metiendo 1, 2 y 3 dedos

Diego: Que rico aprietas mi amor, a pesar de que ya te cogieron estos cabrones, espero que esto lo aguantes también. Y me bajaba y subía rozando mi culito con su verga detenida entre su bóxer.

Moi: Ya bájala, que nos la chupe, que estamos que explotamos.

Jona: Si, ven putita y haz lo tuyo.

Diego enseguida me bajó y me dejó en el piso, yo empecé a lamer la cabecita de la verga de Jona y de Moi, me alternaba, mientras que Diego no dejaba de hacerme gozar con su lengua en mi culo, seguía metiendo sus dedos, rozando la entrada con su verga, de repente, Moi me volteó hacía Diedo.

Moi: Mira mi amor, pura calidad de importación, ve que rico chocolate colombiano te vas a tragar, ni modo que lo desprecies.

Yo apenas si vi la tremenda tranca que se cargaba Diego abrí tremendos ojos, eso era descomunal y me dio miedo.

Diego: No temas mi amor, que haré que la goces, ya verás.

Jona: No tengas miedo mi amor, Moi y yo te ayudaremos a que dilates bien ese rico culito y te vamos a coger primero. Se puso detrás de mí y sin previo aviso me empezó a coger, poco a poco hasta que entró todo su hermoso falo en mí.

Empezó a moverse poco a poco haciéndome gemir de placer: aaaaaaag……aaaaa….. que rico, ssshhhh mmmmmmm aaaag que rico papito.

Diego: Eso así mi amor, gócelo y mientras tanto, venga, pruébeme esto.

Me puso su verga delante, fácil mediría 23 – 23 centímetros, gruesa, negra, depiladita (lo que siento que la hacía ver aún mas grande) y circuncidada.

Empecé a lamer su glande lo que hizo que Diego se estremeciera y soltará un gemido de placer… Uuuuuush que rica lenguita mi amor.

A Moi no lo tenía «desamparado» con mi mano lo masturbaba para que siguiera el ritmo de la cogida bien duro.

De repente, Jona salió de mí y su lugar lo tomó inmediatamente Moi, quien esta vez la dejó ir de una.

Yo. Aaaaag… cabrón….sssssss…. me dolió.

Diego: Que pues mijo, tráteme bien a nuestra zorrita, mire que debe aguantar esto aún.

Moi. Perdón mi amor, no me pude contener. Y empezó el vaivén.

En cierto momento, Jona trajó un bote de lubricante y empezó a lubricarse de más.

Jona. Venga Moi, acuestáte acá, como quedamos hace rato.

Yo no sabía a que se referían, pero Moi se fue a acostar a la cama, junto con Jona, Moi con los pies hacía la cabecera y Jona en sentido contrario, no entendía que era lo que sucedía.

Diego. ¿De verdad creen que aguante?

Jona. Tiene qué, además es nuestra zorrita, debe hacer lo que le digamos, si no, ya sabes que onda.

Diego me cargó nuevamente entre sus brazos y me dirigió a la cama donde se encontraban Moi y Jona.

Moi. Ahora si mi amor, a cabalgar a estos dos machos.

Diego. Mire mi amor, tenga huela de aquí para que se ayude un poco, trate de sentarse en esas dos vergas. Me dio a oler de un bote oscuro, que no sabía que contenía. Jale fuerte, me dijo Diego. Inmediatamente sentí como mareado, pero muy.. muuuuy caliente y deseoso de verga.

Moi. Venga mi amor, siéntese.

Yo estaba mega cachondo con eso que olí y me senté en esas dos hermosas vergas, en cuanto empezaron a entrar en mí Moi y Jona empezaron a Bufar como los machos que eran.

Jona. Uuuuuuuta que rico que siente cabrón.

Moi. Siiii no mames que rico, uuuuy como aprieta….fuuuuuu

Jona. Siiiii……. así dale mi amor… métetelas más.

Yo seguí tratando de meterme esas vergas juntas, Diego nuevamente se acercó, me dio a oler del frasco.

Diego. Dele mi amor, nuevamente y toda la verga dentro.

Olí del frasquito y Diego al cerrarlo, me tomó de los hombros y me hizo presionó, haciendo que esas dos vergas entraran en mí.

Yo. aaaaaaaay….. aaaaaaay…. aaaaaaaa que rico….. uuuuuuuuf….. que rico…

Jona. Les dije que está puta si iba a aguantarlas y las iba a gozar.

Moi. Que rica puta, no mames.

Estuve «cabalgando» a esos machos como unos 15 minutos, mis piernas ya estaban algo cansadas y mi mandíbula también, Diego no me sacaba su verga de mi boca, lo poco que entraba, tal vez solo la cabeza y en algún momento un poco más.

Jona. Wey dale otro poco, ya me voy a venir, que se mueva mas la puta.

Moi. Si wey, también estoy que exploto.

Diego. Está bien, venga mi amor, ya se la sabe.

Yo le di «dos jalones» fuertes al frasco y de inmediato inicié a cabalgarlos con más impetú y a moverme en círculos, lo cual los puso como toros, yo estaba frente a Jona y me manoseaba mi pecho, me pellizcaba un poco los pezones y apretaba mis «chichis», mientras que Moi me daba tremendas nalgadas.

Moi. Weeeey… me vengo… me vengo…. aaaaaaaaaaaa……aaaaaaaa aaaaAAAAAAa… de repente me jaló y me dio tremendo beso, mientras se venía.

Seguía aventando chorros de leche dentro de mí, mientras que Moi empezó también a bufar y a terminar dentro de mí.

Moi. aaaaaaay no mames, que delicia de culo que tiene esta zorrita.

Diego. Bueno caballeros, creo que llegó mi momento, ¿quieren disfrutar el show?

Jona. No wey, prefiero darme una ducha e irme a tomar algo.

Moi. Yo igual. Ahí te la dejamos y encargamos cabrón.

Diego. Bueno mi amor ahora sigue este muñeco.

Me tomó entre sus brazos nuevamente y acostó boca arriba, era impresionante como a pesar del tiempo, su verga no había bajado su tamaño ni un milímetro y permanecía dura. Empezó a besarme rico, y a acariciarme, yo temeroso empecé a responder sus caricias.

Diego. Mi amor, usted agarre lo que quiera, esto es todo suyo.

A mí me encantaba tocarle sus brazos y esas piernas y glúteos duros que se cargaba, era súper rico, él seguía lamiendo todo lo que quería de mi cuerpo, lamía mis pezones y él notó que me gustó porque empecé a tocarlo con mas fuerza, incluso lo rasguñe un poco.

Diego. Tranquila mi amor, no lo haga tan fuerte, ahora si  mi amor, aprovechemos tu dilatación y la lubricación que te dejaron éstos, relájese pues mi putica.

Empezó a tocar con su glande la entrada de mi ano, aaaaa como me excita que hagan eso, hacía como que ya me lo metería, pero no, solo acariciaba mi entrada. Sus manos fuertes y rudas, pasaban las llemas de esos dedos enormes por mis pezones, por mi pecho, lo cual me ponía al 100. De repente, sentí su glande a la entrada de mi culito.

Diego. Ahora sí mi amor, sentirá un verdadero macho. Me plantó un tremendo beso de lengua en la boca y la introdujo, naturalmente no pudo entrar toda, pese a la dilatación, tomo el frasco y me dio a oler.

Diego. Tenga mamita, para que aguante la última parte de mi tronco, jálele duro.

Yo obedecí y le di, en cuanto el sintió que estaba listo, trato de dejarla ir toda, pero no entró, aunque si la mayoría.

Yo. aaaaaaay, aaaaaaay mi amor, aaaaaaay, que rica verga….. tomaba algo de aire….. aaaaaay si, papi que rico, pero es enorme.

El efecto de lo que había olido se había terminado y empezaba un dolor, no tan fuerte, pero si era incómodo, aún así, lo dejé seguir.

Diego. Ok mi amor, me empezaré a mover y poco a poco entrará toda, ya verá.

Diego se empezó a mover, primero en círculos, después atrás adelante, me encantaba ver ese macho cogiéndome, sus gestos de placer, su sonrisa pícara cuando me volteaba a ver, sus brazos enormes en todo su esplendor…. uuuuuuuuuf yo me encontraba en la gloria, a mi corta edad y gozando todo eso.

En un momento, Diego puso sus brazos alrededor de mí y me levantó en peso, se puso de pie y empezó a darme duro, arriba abajo y esa verga entraba y salía de mí.

Diego. Que rica putica…. que rica mi amor, como aprieta.

Yo. si amor… dale, que rica verga, que rica….. aaaaay  aaaaaay

De repente, se sentó al borde de la cama y al sentarse, cayendo yo encima de él, entró toda su verga en mí.

Yo. aaaaaaaaaaa….aaaaaaay……uuuuuffff….. que rico…. aaaaaaaaaaaaaaaaa

Ya no sabía que hacer, era un dolor fuerte, pero plancentero, poco a poco disminuyó y yo fui quien empezó a moverse ahora, arriba abajo… círculo… arriba abajo… círculo….

Diego. Eso mi putica, ya va a aprendiendo, eso.

Yo lamía un poco su cuello y orejas, presionaba un poco sus pezones, lo cual a él pareció gustarle y bufaba como todo un macho…. buuuuuuuf…. buuuuf… que rica putica… que rica mija…. mmmmmmmm…..

Me volteó, sin sacarme la verga, abrió sus piernas, yo de espaldas a él me movía, parecía que aquel tronco entraba aún más.

Diego. Eso mi amor, muévase. Tomaba mis nalgas, las abría y escupía en medio de ellas (eso me pone al 100, un macho que haga eso uuuuuuuuuf me vuelve una zorra), tomaba mis nalgas y las apretaba, hacía como si fuera masa, las nalgueaba fuerte y hacía que moviera mi cintura.

Después de unos 30 o 40 minutos de estar cogiendo con él me dijo.

Diego. Mi amor, ya estoy por terminar, pero quiero que te la comas toda, ¿está bien?

Yo. Sí mi amor, dale.

Me levantó, me puso de rodillas al filo de  la cama el se puso de pie y su verga quedó justo a la altura de mi boca, empezó a masturbarse, yo lo ayudaba lamiendo su cabecita, pellizcando sus pezones…. apretando sus nalgas… lamiendo sus bellas bolas (que ricas bolas).

Diego. Tenga mi amor… tenga, abra la boquita pues.

Abrí la boca lo más que pude y él empezó a eyacular, unos 8 enormes chorros de leche, no mentía cuando decía que se había guardado todo para ese día, él terminó, lamí su cabecita y nuevamente se estremeció.

Diego. Putica, eres insasiable, que rico.

Me dio tremendo beso en la boca, unas buenas nalgadas y nos fuimos a bañar.

Diego. ¿Y si me da una chupadita aquí rápido mi amor?

Yo. Como negarme a eso. Me hinqué y empecé a mamársela nuevamente, mientras él enjabonaba y lavaba mi ano y mi cuerpo, me daba tremendas nalgadas y en una de esas metió la mitad de su verga en mi boca, provocando tremendas arcadas que por poco vomito.

Tardamos unos 15 minutos en la mamada y sin avisarme, nuevamente terminó en mi boca, esta vez justo en micha,  garganta. Salimos de la ducha, él me secó, no dejaba de besarme y yo, que aún no creía que ese macho me había cogido, no dejaba de tocarle las bolas, sus piernas, sus nalgas, sus deliciosos brazotes, besarlo, mordisquearle los pezones, etc.

Salimos del baño como entramos a la recámara, mi piernas abrazándolo.

Alex. Ya era hora cabrones, ya hasta se fueron el Josué y Jona.

Diego. Y eso, que pues.

Moi. Josué ya andaba pedo y Jona prefirió llevárselo antes de que siguiera tomando.

Quique. ¿Qué tal la putita mi parcero?

Diego. Nombre mijo, una belleza, de una la hacía mi mujer.

Moi. ¿A cabrón tanto así?

Diego. Es toda una zorrita, así como me encantan.

Alex. Cabrón, pero pues te la pelas. Vente Jorgito, siéntate aquí conmigo mi amor.

Yo. Si.

Después de eso, siguieron tomando, Diego me enseñó a bailar un poco, Moi estaba un poco celoso y se fue a su casa, Quique y Alex se fueron a dormir, mientras Diego y Yo seguíamos «la rumba», como decía él.

Ya serían como las 4 de la mañana, cuando Diego y yo nos fuimos a dormir, desnudos y de cucharita. Esa noche dormí como bb.

 

Aún falta el domingo….. será un nuevo relato

Besos a todos.

Ya saben, si gustan, escríbanme a [email protected]

Por cierto… chicos de GDL.. recomiendenme lugares de cruising….. eso me genera mucho morbo.