LA NUEVA FAMILIA DE MARIO PART 19 (PLOMERO)
Emmanuel estaba muy feliz de haber logrado que su pequeño hijo cediera ante el sexo, pero tenía una duda y eso tenía que averiguarlo. .
Así que los siguientes días, ambos disfrutaron de aquellos maravillosos encuentros, ya fueran solos o en compañía de su hermano menor Héctor.
Después de aquel maravilloso encuentro entre los dos hermanos, Héctor no perdía tiempo para disfrutar del pequeño cuerpo de su amado sobrino e incluso lo llevaba al GYM para disfrutarlo cuando él quisiera.
El sábado en la mañana, Emmanuel junto con su hijo Mario salieron a desayunar al supermercado y después de comprar algunas cosas, ambos transitaron por unas calles, hasta que finalmente Emmanuel se estaciono frente a una tienda de sex shop.
Emmanuel compro algunas cosas en esa tienda y después partieron a casa, cuando ambos llegaron, Emmanuel dio la orden a su pequeño hijo de quitarse toda la ropa y enseguida lo hizo el también, ya que desde el día en que había consumado aquel acto sexual, se les había hecho habito andar desnudos por toda la casa.
Emmanuel tomo las cosas que había comprado, luego llamo a su pequeño hijo para que lo acompañara al baño y una vez que estuvieron ahí, el empezó a sacar las cosas que había comprado de aquella tienda y entonces fue ahí donde el pequeño Mario pregunto.
Mario: “papi” ¿Qué es todo esto?
Emmanuel: “pues todo esto es para ti” (señalando las cosas)
Mario: ¿para mí?
Emmanuel: ¡si mi amor! “te compre un lubricante, un juguetito para tu culito y una ducha anal”
Mario: ¿y para qué es?
Emmanuel: “ahorita aprenderás a usarlos”
Mario: ¡ok papi!
Emmanuel dio la orden al niño que se lubricara muy bien el culito, mientras tanto, el llenaba la pera con agua de la llave y una vez que estuvo todo listo, volvió a dar la orden a Mario para que se pusiera en posición de perrito.
Cuando Mario estuvo acomodado, introdujo la punta de plástico en su culito, luego empezó a verter toda el agua en el recto; Mario sintió como el agua corría dentro de él y no entendía porque su padre hacia esto.
Segundos después, Mario sintió la necesidad de ir al baño e inmediatamente se lo hizo saber a su padre, por lo cual rápidamente se sentó en el inodoro para evacuar y cuando el niño termino, Emmanuel volvió a repetir el procedimiento un par de veces más.
Cuando Emmanuel termino de hacer la ducha anal, indico al niño que se bañara muy bien y después cuando Mario termino, lo llamo para obsequiarle su juguetito.
Emmanuel: ¡mi amor! ¿sabes para que te hice esta ducha?
Mario: “no papa” ¿Por qué lo hiciste?
Emmanuel: “es para que tu culito este limpiecito por dentro”
Mario: “ah, por eso saque todo eso” “jejejeje”
Emmanuel: “ya vez” ¡si esta limpiecito, estas listo para que te meta mi verga o la verga de tu tío Héctor!
Mario: “ohhh, ya entendí” ¿entonces tendré que hacerlo?
Emmanuel: “siempre mi amor” ¡además te compre esto! (enseñando algo
Mario: ¿y qué es eso papi? (con cara de asombro)
Emmanuel: ¡ya verás! “agache y ábrete las nalguitas” (con picardía)
Mario: “aaaaaahhhhhhhh” (cerrando los ojos y estremeciéndose)
Emmanuel: ¿te dolió? (metiendo el plug anal)
Mario: ¡no papi, se siente muy bien!
Emmanuel: ¡este juguetito la vas andar cuando tú quieras!
Mario: ¡uy siii, esto siempre lo llevare puesto papi! “jijijijijiji”
Mas tarde, padre e hijo veían una película animada en la tv y al estar aun desnudos, ambas pieles hacían contacto mutuo; entonces Emmanuel no pudo resistir más, por lo cual su verga empezó a endurecerse e inmediatamente retiro el juguetito del culito de Mario, tomo el bote de lubricante para lubricar muy bien toda su verga y luego la acomodo en la entrada de aquel culito.
Enseguida, Emmanuel empezó a empujar su pelvis muy despacio e hizo que la punta de su verga entrara sin problemas en aquel estrecho culito; en ese instante, Mario sintió la gran diferencia entre el juguete y la verga de su padre, pero se quedó quieto sintiendo como avanzaba en su interior, pues ya sabía que pronto empezaría a disfrutar.
Emmanuel levanto la pierna derecha de Mario para una mejor penetración, pues ya que durante todo ese tiempo transcurrido, ya había logrado meter la mitad de su gruesa verga; sin detenerse, aquel hombre continúo cogiendo a su pequeño hijo y ahí fue, donde se empezaron a escuchar los gemidos de ambos, pues era evidente que los dos estaban disfrutando de aquel estupendo acto sexual.
De repente el teléfono celular de Emmanuel empezó a timbrar, así que ese sonido lo desconcentro de tan magnifico momento; entonces, al tomar el celular, vio en la pantalla que se trataba de su hermano Héctor y en ese instante atendió la llamada.
Héctor: ¡qué tal hermano! ¿cómo estás?
Emmanuel: ¡genial, pero cabrón no me interrumpas!
Héctor: ¿Por qué? ¿no me digas que te lo estas cogiendo?
Emmanuel: ¡si hermano! ¡vieras que rico!
Héctor: ¿enserio? ¡que envidia hermano!
Emmanuel: ¡ahorita te mando una foto!
Héctor: ¡ya se me paro la verga y ahora tendré que ir por el más tarde!
Emmanuel: ¡claro que sí, aquí te esperamos!
Cuando la llamada termino, Emmanuel tomo una foto y grabo unos minutos de video, los cuales envió inmediatamente a su hermano Héctor, después aquel hombre continúo cogiendo a su pequeño hijo, el cual gemía de placer con cada embestida que recibía por parte de esa enorme verga.
Mario: “aaaaahhhhh” “aaaaaahhhhhh”
Emmanuel: “mi amor” ¿te gusta la verga de papa?
Mario: ¡si papi, se siente muy rico! “mmmmmm”
5 minuto después, el timbre de la puerta sonó y nadie quiso levantarse para ver quién era, pues ninguno de los dos quería interrumpir aquel rico acto sexual, pero ante la insistencia de aquel timbre, Emmanuel tuvo que ir a ver quién tocaba de esa manera.
Emmanuel retiro su verga del culito de su hijo Mario, luego fue al baño de abajo a traer 2 toallas, una se la dio su hijo para que se cubriera y la otra se lo amarro a la cintura tratando de ocultar su gran verga dura y después fue a ver de quien se trataba, entonces al abrir la puerta se encontró con Álvaro, un hombre de 32 años el cual era su vecino.
Álvaro: ¡buen día licenciado! (notando esa gran erección)
Emmanuel: ¡buen día Álvaro! ¿Qué te trae por aquí?
Álvaro: “su esposa me contrato para que revise el fregadero”
Emmanuel: “así, ya me había comentado, pero no creí que fueras a venir hoy”
Álvaro: “pues aquí estamos Lic. Oh si prefiere regreso otro día”
Emmanuel: “claro que no” “pasa” ¡y ya no me digas licenciado mi gran amigo”
Álvaro: “está bien mi buen amigo Emmanuel” (dándose un abrazo)
Emmanuel llevo al plomero a la cocina y al pasar por la sala, Álvaro no se percató de la presencia de Mario, pues iba distraído con su teléfono; aquel plomero ya conocía el trabajo que iba a realizar, pues Natalie lo había llamado anteriormente explicando el problema, entonces saco sus herramientas de trabajo y luego comento.
Álvaro: “que fuerte está el calor” (un poco incomodo)
Emmanuel: “si, justo ahora mi hijo y yo nos íbamos a refrescar en la alberca inflable que compramos”
Álvaro: “que bien” “porque afuera hace un calorón de la fregada”
Emmanuel: “me imagino” “bueno te dejo hacer lo tuyo”
Álvaro: “si está bien”
Emmanuel: “en cuanto termines me avisas”
Emmanuel regreso al sillón donde estaba su pequeño hijo, lo cargo entre sus brazos y lo llevo al patio, al llegar. Emmanuel tendió su toalla en el césped e indicó a Mario que hiciera lo mismo con su toalla.
Enseguida los dos se acostaron sobre las toallas, entonces Emmanuel abrazo nuevamente al niño y una vez más su pelvis desnuda se pegó a las pequeñas nalguitas de Mario, la cual al hacer contacto directo, hizo que su verga despertara de inmediato; en ese momento, Emmanuel retomó de nuevo el coito, pero al buscar el bote de lubricante, se dio cuenta que lo había dejado en la mesa de la sala.
Emmanuel no quiso perder más tiempo, así que escupió una buena cantidad de saliva y lubrico su gruesa verga, después dejo caer un poco más en su mano con la cual lubrico muy bien el culito de Mario, después, enseguida sujeto su dura verga y la fue enterrando lentamente en aquel estrecho culito.
Emmanuel fue precavido y se colocó detrás de la alberca inflable, pues así, si Álvaro lo llamaba, él tendría tiempo para tapar lo que estaba sucediendo.
El plomero no tardó mucho en reemplazar la pieza dañada, por lo cual su trabajo había concluido rápidamente; entonces Álvaro guardo sus herramientas y en seguida fue a buscar a Emmanuel para decirle que su trabajo estaba listo.
Álvaro entro en la sala y no vio a nadie, así que se sentó un momento a esperar por si llegaba; entonces empezó a observar un poco a su alrededor y ahí se dio cuenta del bote que estaba en la mesa de centro, intrigado por la curiosidad, alcanzo el bote y se empezó a reír cuando se dio cuenta que decía “lubricante anal”
En ese momento, recordó que Emmanuel le había dicho que iba a refrescarse en la alberca con su hijo, así que de inmediato fue a decirle que ya había acabado con su trabajo; al salir de la casa, Álvaro observo el gran patio cubierto con césped y ahí noto que estaba la pequeña alberca inflable.
Álvaro Vio a todos lados sin encontrar a nadie, así que intuyo que Emmanuel estaba dentro de la casa, así decidió regresar, pero en ese preciso momento, escucho un par de gemidos que salieron de una boca infantil, intrigado por la duda, camino cautelosamente para saber de dónde provenían esos gemidos.
Al rodear un poco la alberca, Álvaro descubrió los pies de Emmanuel, el cual tenía abrazado a su pequeño hijo en posición de cucharita; en ese instante Álvaro noto algo muy raro, pues vio que la cintura de su amigo se movía en vaivén, entonces inmediatamente intuyo lo que estaba pasando, pero de inmediato descarto de su mente el sexo, ya que esas dos personas eran padre e hijo y eso no podría ser posible.
La duda se apodero de Álvaro, así que nuevamente se asomó con mucho más cuidado y justo en ese preciso momento Emmanuel se quedó quieto, pues él estaba prolongando un poco más su eyaculación; entonces aquel padre cerro los ojos, ya que estaba muy a gusto disfrutando del apretado culito de su pequeño hijo.
Un minuto después, Emmanuel se movió un poco para acomodar al niño y con este movimiento, a Álvaro se le abrieron enormemente los ojos y la boca, pues no podía creer lo que estaba pasando.
Álvaro se dio cuenta que ambos estaban completamente desnudos y que Emmanuel tapaba con una de sus manos la boca de su pequeño hijo para que no se escucharan sus gemidos.
Al ver aquella cintura moverse de esa forma, Álvaro confirmo que ese hombre se estaba cogiendo a su pequeño hijo y entonces él quedo completamente sorprendido y desconcertado, pues no podía creer lo que estaba pasando frente a sus ojos.
En ese momento, Emmanuel levanto un poco la pierna de su pequeño hijo y justo ahí Álvaro tubo mejor visibilidad, vio claramente como se movían aquellas enormes bolas y esas grandes nalgas, así que en ese instante Emmanuel abrazo muy fuertemente a su pequeño hijo y enseguida su pelvis dio un par de estocadas más.
Álvaro se sintió mal ante dicha situación, así que se fue de ahí para no ser descubierto, volvió a la cocina y ahí se quedó pensando por un buen rato, pues no sabía que hacer al respecto.
Por otra parte, Emmanuel continúo cogiendo a su pequeño hijo por un rato más, sacaba completamente aquella gruesa verga de 22 centímetros y luego se la metía completita a su pequeño hijo.
Emmanuel: “aaaaaahhhhh” ¡que rico culito tienes mí amor! “aaaahhhh”
Manuelito: “mmmm” “mmmmm” (con la boca tapada)
Las grandes bolas de Emmanuel chocaban a un ritmo acelerado y entonces el frágil cuerpecito de Mario se movía al compás de las embestidas, así que por instinto de vez en cuando apretaba fuertemente las nalguitas.
Aquella gruesa verga no pudo continuar más, entonces Emmanuel empezó a coger más rápido a su pequeño hijo y en un par de segundos, comenzó a derramar toda su leche dentro de aquel rico culito.
Emmanuel: “aaaaaaahhhhh” ¡toma tu lechita mi amor” “aaaaaaahhhhhh”
Mario: “mmmmmmm” “mmmmmmmm” “mmmmmmm”
Emmanuel: “aaaaaaaahhhhhhhh” ¡que rico! “aaaaaaahhhhhh”
Una vez más el culito de Mario recibió varios chorros de leche, así que en ese instante, ambos se quedaron quietos y pegados por haber disfrutado de aquel rico acto sexual.
Minutos después, cuando los dos lograron reponerse, Emmanuel abrió los ojos y dijo.
Emmanuel: “uff” ¡te amo mi amor! ¡eres increíble!
Mario: ¡yo también te amo papi!
CONTINUARA… (saludos de su amigo @Angelblacks «aun estoy en telegram)
Rico relato, si yo hubiera sido el plomero ahí mismo me acoplo con el nene. Esperaré la segunda parte.
excelente corto, pero muy buen relato. espero el próximo
.
Tus relatos son los mejores, espero el siguiente gracias.