LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PART 27 (CON EL TIEMPO ENSIMA)
Después de escuchar las siguientes palabras ¡quiero que metas tu verga en mi culito! .
Aquel hombre quedo completamente sorprendido, pues, aunque apenas unos instantes había disfrutado de la pequeña y rica boquita del pequeño niño, lo que le estaba pidiendo en ese momento estaba totalmente fuera de lugar, así que, Dylan rápidamente pregunto lo siguiente.
Dylan: ¿Qué has dicho pequeño? “vuelve a repetir lo que dijiste”
Mario: ¿quieres que repita lo que dije?
Dylan: “si,” ¡es que, no escuche bien lo que dijiste! (confundido)
Mario: “ok” te acabó de decir, ¡que quiero que metas esta rica verga en mi culito y que me cojas bien rico!
Dylan: “pero niño” ¿qué estás diciendo? (fingiendo estar muy sorprendido)
Mario: ¡di que sí! “es que” ¡yo, solo quiero sentir lo que siente tu novia cuando la coges! “ups” (tapándose la boca)
Dylan: ¿pero de dónde sacas esas ideas Mario? “esas son cosas de adultos”
Mario: ¡ya sé, pero a mí me encanta hacerlas! “jijiji”(riéndose tímido)
Dylan: “oooh, entiendo” “oye pequeño” ¿te puedo preguntar algo?
Mario: ¡si, dime!
Dylan: “tu papa y tu tío” ¿saben que espías a los hombres en los baños del gimnasio y que ellos te hacen cositas de adultos ahí?
Mario: “shhhhhh” ¡noooo, pero no vayas a decir nada! “jijiji”
Dylan: “vaya, vaya” ¡sí que eres tremendo! “pero está bien, yo no diré nada” peeero…
Mario: ¿pero que Dylan? ¿hay algo malo en eso?
Dylan: ¡no, nada malo! ¡Solo que, para guardar mi silencio, me tendrás que mamar la verga cuando yo quiera! ¡ese será el pago por guardar tu secreto! ¿entendiste?
Mario: ¡siiii, lo que tú me digas Dylan! (con carita de mucha felicidad)
Dylan: “bueno, si ahora ya todo es aclarado” ¡entonces ven y sácame la leche una vez más con esa rica boquita!
Aquel pequeño niño, rápidamente se acercó hacia donde estaba ese enorme hombre musculoso, paso sus manitas por todo su abdomen marcado e inmediatamente bajo hacia sus grandes genitales, los cuales estaban completamente depilados.
Sin perder más el tiempo, Mario inmediatamente sujeto con sus manitas ese enorme trozo de carne, el cual, aun estando en reposo, no dejaba de tener tremendo grosor; pues, sin duda alguna, esté siempre se marcaba perfectamente por encima de la tela del short y entonces rápidamente llamaba la atención de hombres y mujeres por igual en el gimnasio.
Mario: “uuuyyyy” ¡está muy grandota!
Dylan: “que va” ¡te vas a sorprender cuando despierte completamente! “jajajajajaja”
A aquel niño, rápidamente se le hizo agua la boca, así que, como impulso, esté se lamio los labios con su propia lengua e inmediatamente atrapo la cabeza color rosa de aquella verga, la cual inmediatamente empezó a degustar de su rico sabor con tal fervor.
Dylan: “ooohhh” ¡que rica boquita tienes! “mmmmm” (estremeciéndose)
Mario: “glup, glup, glup” (tragando más y más)
Dylan: “aaaahhhh” ¡que rico!
Ante ese delicioso y placentero estímulo, aquel no tan inocente niño se percató rápidamente de la reacción de aquel miembro masculino, pues, en poco tiempo, esté creció en sobremanera y entonces demostró su verdadero tamaño.
Mario: “wooooo” ¡es realmente enorme! (Muy sorprendido)
Dylan: ¿tú crees? ¡para mí es normal! “jejeje” (ya en confianza)
Mario: “noooo” ¡casi se compara con mi bracito! ¡es muy grande! (feliz)
Al ver la reacción del niño, aquel hombre sonrió maliciosamente, pues sabía perfectamente que la vida le había premiado con grandes atributos y uno de ellos era su enorme miembro, con el cual había roto muchos hímenes, quitándoles así la virginidad a varias jovencitas que posteriormente lo buscaban para seguir disfrutando de esa rica verga.
Pero en un segundo, aquel panorama cambio, pues ahora, Dylan sabía que tenía a ese pequeño niño a su entera disposición, así que, excitado y eufórico por el gran morbo que le generaba esa situación, el de inmediato sujeto su dura verga y la movió en círculos indicando al niño que lo complaciera como todo un buen mamador de vergas.
Aquel niño rápidamente acepto la orden que se le había dado, por lo que de inmediato sujeto nuevamente esa gruesa verga con ambas manitas y con destreza la empezó a devorar; un par de segundos después, aquella cabeza color rosa de esa enorme verga había desaparecido completamente, así que, en ese momento, Dylan inmediatamente puso mucha atención a lo que aquel niño estaba haciendo para tratar de complacerlo.
Por otra parte, Mario abría enormemente la boca y entonces, como si se tratara de una serpiente, ese pequeño niño empezó a engullir más y más de aquella monstruosa verga, la cual estaba siendo ensalivada y succionada por las fauces de ese pequeño depredador.
Dylan: “uyyyy” ¡que rico como la estas mamando, que rica boquita tienes bebe! “aaaahhh”
Mario: “glup, glup” (tomando aire) “glup, glup”
Dylan no podía creer lo que estaba presenciando, pues en ese momento, el veía muy atento, como el pequeño niño tomaba suficiente aire para llenar sus pulmoncitos y al mismo tiempo, tragaba un poco más de aquella verga carnosa, la cual para este instante ya había atravesado la estrecha garganta del pequeño glotón.
Con la boquita super estirada, los ojitos llorosos y parte de aquella enorme verga enterrada en la gargantita del menor, Dylan obtuvo la mejor imagen de perversidad que había tenido en su vida, así que, como pudo alcanzo su teléfono celular y de inmediato empezó a capturar aquel magnifico y placentero momento.
Para este momento, Dylan observaba muy atento como sus enormes bolas totalmente rasuradas se contraían con cada succión del menor, así que, viendo aquel hermoso panorama, su forma de pensar cambio de inmediato y por eso respiró profundamente, después, esté exhalo muy calmadamente y entonces tomó la mandíbula del pequeño niño, donde maliciosamente le pregunto lo siguiente.
Dylan: “bebe” ¿estás seguro de que el premio que quieres, es que te meta esta gran verga en tu culito o prefieres cambiarlo por otro?
Mario, poco a poco fue retirando de su boquita parte de aquella enorme verga, se limpió con sus manitas esa gran cantidad de saliva que se le había desbordado por la comisura de los labios y entonces respondió.
Mario: ¡claro que quiero ese premio, porque así me dejaras toda tu leche dentro de mí!
Dylan: ¿pero tú crees que pueda entrar mi verga en tu culito? (inseguro)
Mario: ¡siiiiii, si entra! ¡ya verás! (Ilusionado)
Dylan: ¿y no te va a doler? (Dudando)
Mario: “noooo” ¡duele un poquito al principio, pero después se siente rico! “jijijiji” (con vos tierna)
Dylan: ¿entonces ya has hecho esto antes? (Frunciendo el ceño)
Mario: “siiiii” ¡con mi…! (Tapándose la boca)
Dylan: ¡está bien, no digas nada! ¡solo quería cerciorarme de que ya te habían cogido! ¡ahora se, que eres bueno guardando secretos!
Mario: ¡siiiiii! “jejejeje”
Dylan: ¡bueno, si quieres que te meta mi verga, quien soy yo para negártelo, así que vamos a darte tu gran premio! ¡felicidades!
Aquel hombre grande y músculos no podía creer lo que estaba a punto de suceder, así que, poniendo mucha atención en Mario, el observó cómo ese pequeño niño sin pudor alguno se acomodó en una buena posición en el sofá.
Entonces, con el pecho y la cara pegado al asiento, el pequeño niño dejo expuesto todo su culito para que Dylan tomara posesión de él; en ese momento y sin perder más el tiempo, aquel hombre musculoso se paró frente su objetivo y entonces empezó a tocar aquellas redonditas y duritas nalguitas.
Dylan: “Uufff” ¡que piel tan suave tienes! ¡y tus nalguitas están bien duritas y apetitosas!
Mario: ¿te gustaría saborear mi culito? “jijiji”
Dylan: ¿saborear? ¿Cómo? (un poco confundido)
Mario: ¡sí, solo tienes que pasar tu lengua para que se vaya abriendo mi culito y así puedas meter tu verga!
Dylan: “Oh” ¡ya entendí! ¡entonces, dame a probarlo rápido, pues ya quiero enterrarte toda mi verga!
En ese instante, Dylan separó las pequeñas nalguitas al niño y entonces, al localizar a aquel cerrado agujerito, esté fue directamente hacia él; donde hundió rápidamente su cara entre medio de aquellas dos montañitas de carne e inmediatamente su enorme lengua hizo contacto con el culito de Mario.
Mario: “aaaaahhhh” (estremeciéndose)
En ese momento, Dylan tomo su teléfono celular y se fijó en la hora, la cual habían transcurrido 60 minutos exactamente, entonces, con el celular en silencio, aquel enorme hombre musculoso no podía esperar más tiempo para descubrir y probar de aquel diminuto culito que se le estaba ofreciendo por primera vez.
así que, con el tiempo encima, esté hombre no tuvo compasión por ese diminuto esfínter y por lo tanto, el rápidamente lo atravesó; pues en ese momento, su enorme lengua húmeda entro completamente dentro del niño, el cual casi se desvanece por tan placentero acto.
Mario: “aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh” (aflojando todo el cuerpo)
Aquel niño pervertido no se esperaba esto, entonces, al sentir como aquella enorme lengua hurgaba sus entrañas, esté rápidamente aflojo todos sus esfínteres e inmediatamente puso los ojos en blanco, pues no era para más, ya que espontáneamente estaba teniendo un majestuoso orgasmo.
Percatándose de todo lo que estaba sucediendo con el pequeño niño, Dylan no desaprovechó su oportunidad para querer penetrarlo, así que, rápidamente aprovecho su propio lubricante y la embarro por toda la cabeza de su verga, después, él inmediatamente y sin ningún tapujo clavo completamente y sin piedad la punta de su enorme fierro dentro del niño.
Mario: “grrrrrrrrrrrrr” (pujando y con los ojos en blanco)
En ese instante, Mario sintió como su diminuto culito se abrió de golpe y la verdad, el no pudo evitar sentir dolor al ser atravesado por aquella enorme cabeza rosa, la cual no paraba de vomitar abundante liquido preseminal dentro de su apretado recto.
Mario: “aaayyyy” “ay, ay” “duele” “ay, ay” (
Dylan: ¿en verdad te duele? (un poco confuso)
Mario: “siiii” “duele” “grrrrrrr”
Dylan: ¿creí que ya estabas a acostumbrado a probar vergas de machos?
Mario: ¡si lo estoy, pero la tuya es más grande y gruesa?
Dylan: ¿entonces no podrás aguantarla? ¿quieres que te la saque?
Mario: “nooooooooo” ¡solo espera a que se me pase el dolor! “siii” ¡por favor! (Suplicando)
Dylan: “ok, entonces tu medies para continuar clavándote”
Ante estas palabras antes mencionadas por parte del pequeño, Dylan se quedó quieto por unos segundos, después, él casi de inmediato se sujetó más fuerte a la diminuta cintura de Mario y sin importarle lo antes dicho por el pequeño niño, esté continúo empujando su enorme verga sin retroceder.
Ante este doloroso acto, un grato recuerdo paso por la memoria del pequeño niño, pues claramente recordó aquel día en el que había perdido su virginidad y entonces su culito había devorado por primera vez tremenda verga adulta, la cual después disfrutaba ordeñándola sin dificultad.
Dylan estaba maravillado, pues él veía asombrado como aquel diminuto culito estaba súper estirado y luchaba por amoldarse al tremendo grosor de su enorme verga; pero eso no era todo, aquel hombre estaba fascinado sintiendo la estreches, la calidez y la satisfacción que le estaba empezando a brindar aquella diminuta cuevita.
En ese instante, con tan solo unos pocos centímetros dentro de la tripita de Mario, Dylan estaba disfrutando observar el sufrimiento de aquel niño, pues con cada centímetro que enterraba de su verga, Mario emitía un fuerte gemido, se estremecía, mordía la almohada y pujaba fuertemente para tratar de expulsar aquel tremendo monstruoso invasor.
Pero todo eso, de nada le servía a Mario y Dylan no iba a parar hasta completar su fechoría, pues en ese momento, él estaba súper excitado disfrutando de aquel majestuoso culito, el cual el mismo niño lo había ofrecido en charola de plata para su complacencia y desahogo sexual.
Ante aquel maravilloso evento, una idea descabellada pasó por la mente de Dylan, así que, se aferró fuertemente a la pequeña cintura del niño y tomó algo de impulso para intentar clavar toda su verga de una sola embestida, pero para su mala suerte y salvación del pequeño, aquel acto aterrador no se pudo realizar, ya que, el timbre y puerta principal empezaron a sonar con una gran insistencia.
En ese instante ambos se sorprendieron por los golpes en la puerta, así que Dylan rápidamente se apartó del pequeño niño e inmediatamente fue a percatarse de aquel llamado tan insistente; entonces, al llegar a la puerta, este rápidamente preguntó.
Dylan: ¿Quién es y porqué toca de esa manera?
Héctor: “como que quien es” “abre rápido güey, es urgente”
Dylan: ¿Qué pedo güey? (abriendo la puerta) ¿sucede algo?
Héctor: ¡si güey! ¡Me avisaron que se volcó una pipa de combustible acá cerca por eso vine por mi sobrino! “Mario, vente rápido que nos vamos a la casa!
Dylan: ¿enserio paso eso?
Héctor: “si, apúrate tú también, que están desalojado a todas las personas de la cuadra”
Dylan: “dame unos segundos, voy a vestirme”
Héctor: ¡no hay tiempo, mi coche está afuera! ¡vámonos ya!
Dylan: “ok, ok”
Aquella conversación nada más duro unos escasos segundos, así que, tapándose con ambas manos su aún erecta hombría, Dylan salió corriendo y se subió en el asiento del copiloto, después, Héctor cargo a su pequeño sobrino y rápidamente hizo lo mismo, para así, partir los tres inmediatamente a la casa de Héctor, pues querían alejarse lo suficiente de aquel lugar que podría explotar en cualquier instante.
Durante el camino, Héctor contó con detalles lo que sabía de aquel incidente, pero segundos después, Dylan se puso muy nervioso, pues claramente escuchó las siguientes palabras de aquel hombre que iba manejando el vehículo.
Héctor: ¡cuéntame Dylan! ¿cómo te fue? ¿lo disfrutaste? ¡dime! (emocionado)
Dylan: ¿disfrutar qué? ¿de qué estás hablando? (nervioso)
Héctor: “ya güey” ¿te cogiste a Mario o no? ¡y no mientas, que él me va a decir toda la verdad!
Dylan: “vete al carajo” ¡qué cosas dices! ¿de dónde sacas esas ideas?
Héctor: “jajaja” ¡no te lo cogiste verdad!
Dylan: “pos no”
Héctor: “cabron” ¡si para eso te lo preste un rato! “no jodas”
Dylan: “pero, no me lo iba a coger güey” ¡es un niño! (Mintiendo)
Héctor: “pero” ¡por lo menos te la mamó de nuevo?
Dylan: “nooooo” “ya te dije que no”
Héctor: “ok” “entonces, si no me quieres decir lo que sucedió, le voy a preguntar a mi sobrino” ¿oye Mario?
Mario: ¡dime tío! (Asomándose al frente y al lado de su tío)
Héctor ¿te cogido Dylan?
Mario: “noooo” ¡intentó, pero no cogimos! “jejeje”
Héctor: “ok” ¿y le has mamado la verga?
Mario: ¡siiiii! “fíjate tío que tiene la verga bien grandota y muy rica leche?
Héctor: “ya vez Dylan, el niño no miente” “pero dime” ¿al menos le traspasaste la garganta?
Dylan: ¡no, no! ¡yo no hice eso!
Héctor: ¡pues que mal por ti he, porque lo hubieras disfrutado mucho! “pero mejor observa cómo es que se coge a un putito”
En ese preciso momento, Héctor estacionó su automóvil, sacó su teléfono celular y después de desbloquearlo con su huella digital, se fue directamente a la galería para buscar uno de sus archivos favoritos.
Una vez que Héctor localizo el que más le convino, este de inmediato entrego el dispositivo a Dylan, el cual dio play con mucho interés al reproductor de video, pues en la pantalla se visualizaba a Héctor y a su pequeño sobrino como los principales protagonistas.
CONTINUARA…
saludos amigos, recuerden que me pueden escribir a telegram @Angelblacks
Por favor por favor espero y subas la siguiente parte pronto, eres genial!!!!!
Me quedé con muchas ganasssss, espero y subas la siguiente parte pronto por favor!!!!!
Hola cada vez que leo tus relatos me encanta más solo falta una orgía entre todos los que se lo cogen al niño para que le den buena verga
De los mejores relatos de Angel esta saga que viene desde el nene del estacionamiento