LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PARTE 15 (ERES MIO)
Mario se estremeció y cerró los ojos, pues hasta ese momento, ya tenía dentro una tercera parte de la verga de su padre. .
Emmanuel coloco sus manos en la pequeña cintura de Mario, el empujaba muy despacio su pelvis y acariciaba la espalda para tranquilizarlo, con cada movimiento que hacía, Emmanuel no dejaba de besar el cuello de su pequeño hijo, así lograba meter, un poco más de su gruesa verga.
Hasta este momento, el pequeño Mario había logrado aguantar la mitad de la verga de su padre, Emmanuel estaba sorprendido, porque esta vez, había logrado meter, más de su gruesa verga en el estrecho culito del niño y le asombraba que no se quejara en lo más mínimo, entonces rompió el silencio.
Emmanuel: ¿estás bien mi amor?
Mario: ¡si papi, estoy bien! “mmmmm”
Emmanuel: ¿te duele o sientes alguna molestia en tu culito?
Mario: ¡no duele, pero mis piernitas ya se cansaron papi! “ya no aguanto”
Emmanuel: ¡está bien mi amor, vamos a acostarnos en la cama!
Sin apartarse del niño, Emmanuel se subió a la cama, aun arrodillado, acomodo unas almohadas al centro de la cama, luego fue dejando caer sobre ellas, el frágil cuerpo de su pequeño hijo y así, su espalda baja quedo sobre las almohadas.
Emmanuel intento acomodar los pies del niño en sus hombros, pero por la gran diferencia de tamaños, ambos pies quedaron en su pecho, pero mejor para él, la posición en la que estaban era perfecta para continuar con el acto sexual, así que de inmediato, puso más lubricante en el resto de su verga y viendo a los ojos a su pequeño hijo dijo.
Emmanuel: ¿te gusta lo que estamos haciendo mi amor?
Mario: ¡si papi, me gusta mucho!
Emmanuel: ¿Quieres a papa?
Mario: ¡Siiiii, te quiero mucho papi!
Emmanuel: ¡papi también te ama campeón y nunca te hare daño mi amor!
Sus labios nuevamente se volvieron a juntar, Emmanuel trataba de no aplastar con su cuerpo a su hijo, por lo cual, sostenía su peso con sus brazos y rodillas, en ese momento, la cintura de aquel hombre empezó a moverse suavemente.
Emmanuel retrocedía la cintura un poquito, pero casi enseguida, empujaba nuevamente su pelvis, logrando que su verga, avanzara cada vez más en el culito del niño, sus empujes siempre fueron con mucho cuidado y siempre veía el rostro de su hijo, por si había algún mueca de dolor.
Mientras aquella verga avanzaba hacia adentro, Mario sentía como su pequeña próstata, era estimulada por semejante pedazo de carne y aunque ahora, ya sentía una pequeña molestia, él no quería que su padre retirara esa verga de su culito, pues empezó a sentir mucho placer al mismo tiempo.
Emmanuel, no aparto ni un solo segundo la mirada del rostro de su pequeño hijo, él no quería perderse ni uno de los gesto, que el pequeño pudiera hacer, mientras tanto, su cintura hacia muy despacio los movimientos de vaivén.
Con cada movimiento, Emmanuel volteaba a ver hacia su entrepierna, veía como su gruesa verga se iba desapareciendo, todo este tiempo, él estaba sufriendo por semejante placer, él quería clavarle la verga por completo a su pequeño hijo, pero tenía que ser paciente para no lastimarlo y así, lograr penetrarlo completamente.
La previa dilatación de aquel culito, la mezcla del lubricante con la saliva o con el líquido pre seminal, facilitaron la entrada de aquella gruesa verga, Emmanuel volteo a ver hacia abajo y se dio cuenta, que le faltaba muy poco, para meter completamente su verga.
El morbo o la excitación, se apodero en ese instante de aquel hombre y sin pensarlo mucho, dio un último empujón; así, Emmanuel termino de meter, los últimos 6 centímetros que le faltaban, aquella gruesa verga entro por completo en el culito de Mario, el cual, sintió un leve pellizco por dentro y muy levemente se quejó.
Mario: ¡aaayyyy, aaaaaah! (apretando la sabana)
Emmanuel: ¿estás bien mi amor?
El pequeño no pudo pronunciar palabra alguna, pero asintió con la cabeza, sentía su culito muy estirado y su recto completamente lleno, Mario también se dio cuenta, de que aquel vello púbico, estaba haciendo contacto con sus pequeñas nalguitas, entonces confirmó, que la gran verga de su padre, ya estaba completamente dentro de él.
Emmanuel estaba completamente excitado, él no podía creer, que su gruesa verga de 22 centímetros, estuviera completamente dentro de su pequeño hijo; pero claramente podía sentir, aquel calor que envolvía a toda su verga, por ese estrecho recto.
Emmanuel: ¿estás bien mi amor?
Mario: ¡si papi, estoy bien!
Emmanuel: ¿te lastime?
Mario: ¡no papi!
Emmanuel: ¿no te hace daño mi verga? (moviéndose lentamente)
Mario: ¡no papi, siento muy rico!
El padre del niño cambio su postura, se arrodillo detrás de él e indico al pequeño, que abrazara sus piernas con cada brazo, lentamente empezó a sacar parte de su verga e inmediatamente volvía a meter lo que había sacado, Emmanuel había empezado despacio, pero viendo aquella magnifica imagen, no se dio cuenta, en que instante había aumentado sus movimientos de vaivén.
Emmanuel estiro la mano hacia el buró, una vez que alcanzo la cámara de video, la trajo hacia donde ellos estaban, ahí empezó a grabar todo el cuerpo del niño y también el acto sexual, fue retirando lentamente casi toda su verga, luego la volvía a meter por completo, esto lo hacía muy despacio, mientras gravaba el rostro de su pequeño hijo.
Emmanuel: ¡aaahhhhh, no puedo creerlo! ¡estoy completamente dentro de ti! ¡te amo!
La adrenalina, la lujuria y el morbo, estaban jugando un papel muy importante en ese momento, por lo que Emmanuel, sintió que no aguantaría por mucho tiempo; Emmanuel coloco nuevamente la cámara de video en el buró y volvió a tomar la misma posición que tenía anteriormente.
Emmanuel: ¡ahora ya eres completamente mío mi amor!
El padre de Mario, retomo los movimientos de su cintura, sacaba y metía su verga muy lentamente, pero pronto se fueron intensificando, para este momento, Emmanuel estaba luchando con su fuerza de voluntad, aquella rica sensación que sentía en su verga, era demasiado, por lo cual, sus penetraciones no duraron por mucho tiempo.
Emmanuel: ¡que rico, no voy aguantar mucho tiempo mi amor! “aaaahhhhh”
Aquella verga exploto, Emmanuel se vació como nunca, dentro del culito de hijo, esa gruesa verga se ancho un poco más y mientras se sacudía, expulsaba una gran cantidad de leche, ese gran hombre de 1,85 metros sostenía su peso con sus brazos y piernas, pero colapso sobre su pequeño hijo.
Mario desapareció por completo y quedo debajo del cuerpo de su padre, el pequeño se percató del gran peso sobre él, pero eso no fue lo único que sintió, su padre se aferró a su cuerpo estrujándolo fuertemente y mientras tanto, aquella gruesa verga, le daba las ultimas fuertes embestidas en su pequeño culito.
Mario: ¡aaayyy papi!
Emmanuel: “aaaaaahhhh” ¡que rico culito tienes mi amor! “aaaahhhhh”
Esto fue, solo por un momento, cuando Emmanuel pudo reponerse, respiro profundamente y después, sostuvo su peso con sus brazos, por lo cual permitió, que el pequeño pudiera respirar.
Emmanuel: “shhhh” ¡tranquilo mi amor, ya paso! “shhhh”
Aquel hombre aún estaba sobre su hijo, por lo que, se incorporó lo suficiente y viendo a los ojos a su pequeño hijo le dijo, ¡gracias mi amor, me has hecho el hombre más feliz del mundo!
Sin duda alguna, para Emmanuel fue la mejor experiencia que había tenido en su vida y en ese momento, había cumplido una de sus fantasías que tanto anhelaba.
Sin sacar su verga, Emmanuel movió ambos pies de Mario hacia su lado izquierdo, luego ayudo al pequeño a girar sobre el mismo lado, con estos movimientos, ambos quedaron en posición de cucharita, retiro las almohadas y de inmediato abrazo a su pequeño hijo.
Emmanuel, había tenido muchos encuentros con su pequeño hijo, todos los había disfrutado, pero esta vez fue diferente, esta vez siempre lo recordaría, pues este acto sexual había durado más de una hora, porque él tuvo que ser muy cuidadoso y tuvo mucha paciencia para lograr su propósito.
La noche ya había caído y ambos quedaron totalmente exhaustos, Emmanuel no quiso retirar su verga, pues necesitaba que ese pequeño culito, se costumbrara rápidamente al tamaño de su verga y así pegados, Emmanuel le susurro al oído a su pequeño hijo. “recuerda siempre mi amor” ¡papi te ama y ahora eres completamente mío!
Aquella gruesa verga nunca perdió su firmeza, seguía igual de dura que al inicio y de vez en cuando, Emmanuel movía su cintura en vaivén, por lo cual hacía, que esa gruesa verga, entrara y saliera del estrecho culito del pequeño Mario.
Minutos después, los dos se fueron quedando lentamente dormidos, pues tenían que recuperar fuerzas, para el siguiente encuentro sexual.
CONTINUARA…. «saludos y recuerden mi telegram @Angelblacks»
wow buen relato y como siempre esta saga esta super buena amigo y sigue contado… 🙂 😉 🙂 😉
Que rico me encantó bastante
gracias por sus comentarios, para conversar y recibir sus sugerencias estoy en telegram @Angelblacks